Emma miraba angustiada a ese sujeto, ya que notaba que no le importaba que en el lugar estuviera lleno de gente… aunque lo preocupante es que esa arma que se parecía mucho a la que le entrego aquella vez a Teresa, no podía estar segura que fuera un arma bomba real, pero tampoco deseaba arriesgar a todo los de la feria.

- Párate y ven conmigo – le ordeno German.

Ella asintió buscando ponerse de pie para seguirlo, dejando atrás su chal y cartera, con la esperanza de que Marcelo los notara y supiera que ella estaba con ese sujeto.

German se sentía feliz y realizado… ya la tenía, ahora solo debía matar a los bastarditos, usar a la humana para atraer a Marcelo, matarlo y con eso dentro de poco todo se arreglaría y acabaría para dejar la balanza a su favor, mientras pensaba en eso buscaba jalar a la castaña del brazo tratando de hacerle el mayor daño posible antes de obligarla a subir a la camioneta negra que habia dejado estacionado cerca.

Emma miro asustada el vehículo, buscando poner fue