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Unidos Por El Trabajo
Unidos Por El Trabajo
Por: Mel Polanco
Capítulo 1: Empleo Ideal

La vida a veces es muy complica, más si eres una persona que desea empezar a valerse por sí misma, ya que a veces puedes encontrarte en un ambiente de desigualdad en una sociedad donde los humanos son considerados los más débiles de la sociedad y la clase dominante: los hombres lobo.

Pese a la creencia popular y las novelas románticas, los hombres lobos rara vez se mezclaban con los humanos, por lo general siempre se casan con los de su misma especie. Aunque siempre existían sus excepciones donde ellos decían que ese humano o humana eran su luna especial y terminaban uniéndose en matrimonio, pero eran casos muy escasos y extraño. Lo que era normal para ellos era contratar humanos para que les sirvieran o hicieran los trabajos que ellos consideraban un poco denigrantes en sus hogares o empresas.

Aunque en apariencia parecían algo denigrantes por ser trabajos manuales o de limpieza, la paga era buena y por eso muchos humanos aceptaban esos empleos. Ese era el caso de Emma Douglas una joven humana de 18 años, quien habia logrado obtener el trabajo de sirvienta en el pent-house del heredero del clan Lennox; ciertamente habia tenido que pasar varias pruebas y entrevistas, pero se alegraba de haber conseguido ese trabajo ya que con la paga podría seguir pagando sus estudios e igual obtenía un techo gratis donde vivir.

Emma era una hermosa joven de 18 años, quien poseía una apariencia algo delicada, su cabello era largo y ligeramente ondulado de color castaño, su piel de tonalidad clara, poseía unos hermosos ojos color miel y de compleción delgada con un cuerpo bien proporcionado, aunque esa apariencia frágil contrastaba con su personalidad ya que era una chica determinada, de carácter fuerte y optimista.

Esa hermosa mañana era su primer día y en esos momentos se dirigía al lugar que sería su trabajo y hogar por ese año.

Al llegar al edificio de departamentos ella ingreso al elevador para llegar al departamento donde ahora trabajaría y al abrirse las puertas vio a una mujer lobo parada junto a la puerta. Emma se asombro al ver a esa hermosa mujer, de cabellera larga y lacia de color rubio cenizo, de tonalidad de piel clara y su mirada parecían dos zafiros.

- Buenos días – le saludó Emma al llegar a su lado.

- … - Samantha arqueo la ceja al ver a la castaña y luego miro su reloj de mano notando que marcaba 8:59 – je… un minuto antes de la hora acordada, supongo que si eres consciente de la puntualidad.

- Eh… si, muchas gracias señorita…

- Samantha, pero jamás me llames por mi nombre solo me puedes llamar como señorita o señorita Lennox, entendido humana.

- Claro – hablo ella sintiéndose un poco intimidada por esa actitud un tanto arrogante.

- Ven, te enseñare el lugar y tus funciones – hablo abriendo la puerta para ingresar al interior del lugar y dejarla pasar.

Emma se quedó asombrada al ver el lugar, el cual era realmente enorme y hasta podría jugar que parecía ser una mini casa, la cual está llena de lujos y muchos aparatos electrónicos modernos.

- Wa… parece una mansion – susurro la castaña asombrada.

- Na, es pequeña y humilde comparada con la casa de mis padres – opino Samantha aburrida – ven humana, esta será tu habitación a partir de ahora y ahí puedes dejar tus cosas - hablo guiándola a una de las habitaciones de la planta baja, era relativamente la más pequeña del departamento, pero para Emma era enorme – aquí dormirás, la habitación cuenta con su propio baño y aquí tienes un pequeño armario para guardar tus cosas, puedes usar ese escritorio y ahora te paso la clave del wifi para tu uso personal, pero recuerda JAMAS la compartirás o de lo contrario también te la cobrare.

Emma no opino ante esa amenaza y solo dejo su maleta en esa habitación para seguir a la loba, ella le enseño el lugar señalándole que contenía cada habitación e igual le indico que en sus tareas estaba cuidar el jardín de la terraza.

- Disculpe señorita y ¿estas habitaciones vacías? – pregunto mostrando que había dos habitaciones en la planta baja que parecían no tener un propósito.

- Mi hermano las usa de bodega, están ahí sus libros, trofeos y otros objetos personales, también debes limpiar esos lugares porque él odia el polvo.

- Entiendo, buscare tener todo limpio – comento la castaña siguiendo a la loba.

- Los víveres y los productos de limpieza los vas reponiendo conforme se gasten – hablo sacando de su cartera una tarjeta negra – ten no necesita clave ni firma, pero solo puedes usarla el dinero de esta tarjeta para comprar cosas de la casa, guardaras los recibos porque cada fin de semana me explicaras en que fueron los gastos y si no eres cuidadosa te descontare los gastos no comprobados de tu pago.

- Claro – dijo ella tomando la tarjeta y guardándola en el bolsillo de su pantalón.

- ¿Tienes alguna pregunta? – pregunto Samantha mirando a los ojos a la castaña.

- Si, am sobre las compras, el señor Mar… - empezo a decir, pero al ver que la loba fruncia el ceño se corrigió rápidamente- digo el señor Lennox ¿tiene alguna dieta especifica, alergia a alguna comida o un horario que deba seguir?

- Je…al fin una humana con cerebro - opino divertida la loba.

- ¿Eh?

- Lo que pasa es que las anteriores empleadas solo tomaban la tarjeta y se despedían de mí, olvidando lo obvio, ya que la tarjeta sin límite de crédito las cegaba y olvidaban su trabajo creyendo poder robarme y ni mostraban interés en saber sobre los gustos de su nuevo jefe.

- Oh… ya veo – hablo la castaña riendo un poco nerviosa.

- Bueno ven – dijo la loba caminando a la cocina, para sacar de una de las gavetas un libro algo viejo de recetas – obviamente nuestra dieta es como la de ustedes en el sentido de comer balanceado, pero mi hermano es algo quisquilloso y debes buscar como esconder las verduras o ingeniártelas para sazonarlas y hacer que las coma o puede enfermarse – indico ella mirando que la humana asentía - sobre tu segunda pregunta él no tiene alergias, pero ama los filetes en termino tres cuartos, rara vez te pedirá la carne término medio y jamás te atrevas a darle algo bien cocido a no ser que sea pollo o pato.

- Ok - dijo ella anotando mentalmente todas esas indicaciones.

- De este lado tenemos una cava de vinos, ve las marcas y apréndetelas, jamás debe faltar una botella de vino en la comida o la cena – hablo mostrándole como se activaba el mecanismo especial para dejar a la vista la cava de vinos.

 - Claro ya anoto las marcas que tienen – dijo Emma mirando las botellas.

- De gastarse llamas a este número – hablo mostrando una nota que habia en la nevera – ordenas y aquí te los traen sin que debas ir a la tienda e igual te traen su propia terminal para que pagues.

- Comprendo – hablo Emma notando que en verdad eran muchos lujos.

- Ahora tus horarios, hasta que Marcelo se marche a trabajar en las mañanas tú puedes salir y empezar a limpiar, debes madrugar porque al salir de su cuarto en la mañana le gusta ver su desayuno ya listo o te puedes meter en problemas – hablo entregándole una nota de los horarios de su hermano e igual un juego de llaves – estos son sus horarios y las llaves te marque de que son, tengo entendido que estudiaras y trabajaras ¿verdad?

- Si, aunque ahora estoy de vacaciones y buscare amoldarme al horario del señor y de ahí acomodar mis horarios con la escuela.

- Bien dicho, bueno te dejo para que te acomodes.

- Disculpe señorita ¿a qué hora llega hoy el señor Lennox?

- El regresara dentro de 3 días, porque esta fuera el país atendiendo unos asuntos.

- Ah entiendo ¿entonces?

- Por ahora puedes ir familiarizándote con la casa, mantenla limpia y no te hagas comidas lujosas e igual recuerda tú tienes prohibido tocar el licor, si quieres beber te compras el tuyo con tu propio dinero y lo guardas en la mini nevera que está en el armario de tu habitación.

- Descuide no me gusta ninguna clase de bebida alcoholizada.

- Bien, a otra cosa cuando mi hermano este aquí, tú tienes prohibido salir de tu habitación a no ser que te llame – hablo con calma mirando que ella asentía – veamos que más…

- Disculpa, imagino su hermano usa smokings y ropa de etiqueta esa la voy a lavar yo.

- A cierto, buena observación – le felicito la loba – la ropa de diario si la lavaras, también debes revisar su armario para ver los trajes sucios porque tiene el mal vicio de colgar su ropa este limpia o sucia, los trajes sucios los llevas a la tintorería que está a dos cuadras de aquí y dices que son de Marcelo Lennox, ya que se deben limpiar de una manera especial y ahí solo dejas la ropa y cuando te indiquen pasas a buscarla.

- Perfecto.

- Ahora que te explique todo, te realizare una prueba.

- ¿Prueba?

- Muéstrame tu sazón, quiero que me hagas el platillo de la página 24 – hablo sentándose en la mesa.

Emma asintió y tomo el recetario notando que esa página estaba en blanco y al mirar de reojo vio que la loba parecía burlarse de ella, pero no le tomo importancia y busco abrir el refri, al ver todo lo que habia opto por sacar algo de pollo para marinarlo, uso algunas verduras para hacer una salsa y tras unos 25 minutos le entrego un plato de pollo acompañado con arroz blanco bañado en una salsa de verduras.

- Provecho señorita.

- … - Samantha arqueo la ceja al ver el plato y empezo a comer mirando satisfecha que ella sabía poner la mesa porque le estaba sirviendo algo de vino blanco e igual le pasaba un vaso con agua.

La loba empezo a probarlo donde se miraba feliz al disfrutar de esa carne ya que revelo sus orejas y cola algo que le pareció lindo a la castaña, pero no se atrevió a opinar, ya que sabía que ellos escondían sus rasgos lóbulos por cuestiones de etiqueta y solo los revelaban cuando estaban muy emocionados o se sentían excitados.

Tras unos minutos Samantha busco calmarse escondiendo sus orejas y cola, mientras limpiaba con lentitud y elegancia su boca con una servilleta.

- Pasaste la prueba.

- Muchas gracias señorita.

- Ahora si te dejo para que te acomodes y bienvenida – hablo colocándose de pie.

- Muchas gracias por la oportunidad.

La loba asintió y se retiró dejando a la castaña en la casa.

Al verse sola Emma dio un salto y dejo escapar un grito lleno de emoción ya que estaba feliz.

- Bueno este es el primer paso a una gran vida y lograr titularme como una gran chef – dijo feliz la castaña.

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