En esos momentos se estaba llevando a cabo la reunión anual de lideres, donde todos discutían sobre política, los logros individuales de cada clan, el manejo de recursos en sus dominios y sobre las medidas que usaban para el control de la población de los humanos, ya que ellos controlaban el número de natalidad de la raza que era más débil que ellos, ya que sabían que de no vigilarlos podrían ponerse en su contra y eso sería un gran problema a futuro.
Justo en esos momentos un lobo joven ahogaba un bostezo, quien viajo acompañando a su padre a esa reunión porque como futuro líder de su clan debía empezar a familiarizarse con esas juntas, aunque le parecieran aburridas y solo rara vez era interesante escuchar sobre los logros y descubrimientos de los demás clanes. El nombre de ese lobo era: Marcelo Lennox, primogénito del clan Lennox que manejaba el norte del país; él era un lobo de cabello corto de color azabache, ojos de color azul y de tonalidad de piel clara y complexión algo fornida.
- Marcelo, al menos demuestra algo de interés – escucho que le susurraban, por lo que al mirar a su derecha vio a su mejor amigo y prometido de su hermana menor: Erik White.
- Es difícil no aburrirse cuando solo se habla de cosas tan superficiales y a veces algo irrelevantes.
- Bueno sabes que a los viejos les gusta presumir sus descubrimientos e inventos a los demás porque así alimentan su ego dañado por la edad – opino divertido el rubio.
- Lo veo innecesario – indico haciendo una mueca.
- En eso te doy la razón – opino el rubio estirándose un poco - por cierto ¿cómo vas con Teresa?
- ¿Qué con ella?
- Vamos hombre, hace un mes que anunciaron su compromiso.
- Lo anunciaron mis padres, yo jamás he dicho que desee desposarla – indico el cerrando los ojos.
- Pero tus padres…
- Pues felicidades por ellos, pero yo les dije a mis padres que no me interesa casarme con cualquiera.
- Bueno los Hamilton no son cualquiera, son la tercera familia más rica del norte, después de la tuya y la mía.
- Que las cosas le funcionaran bien a mi padre con Samantha y contigo no significaba que pasaría lo mismo conmigo, yo la aborrecí a primera vista – indico rodando los ojos.
- Puff… ¿en serio?
- Si.
- Que cruel eres.
- Me da igual lo que pienses – susurro el pelinegro – para que yo me case, esa mujer debe ser mi luna o que en verdad me enamore de ella.
- ¿Tú luna? jajaja ¿es en serio? – hablo divertido el rubio – no pensé que tu fueras de los que aun creen en esos cuentos de antaño de que existe un humano especial para nosotros, que nos complementaran y le dará gran poder a nuestro linaje jajaja dios… siempre creí que eras alguien más maduro, cuñadito – indico, aunque no pudo seguir burlándose porque recibió un pisotón por parte del pelinegro que le miraba furioso y con un tic en el ojo.
- Uno nunca sabe – dijo rechinando los dientes molesto - pero solo te decía las únicas dos formas que deben pasar para que me case.
- Ah… auch… si me lo gane – susurro sobando su pie – am… ¿y que harás con mi suegro? digo puede ponerse furioso si vas en contra de sus deseos.
- Pues si tanto la quiere, que se case con ella y que a mí me deje en paz.
- Que genio – se burló Erik, tras eso la conversación entre ellos finalizo y ambos prestaron atención al resto de la plática.
Al terminar la plática ambos lobos se colocaron de pie notando que todos los lideres se despedían y cada uno caminaba hasta donde estaban los de su clan, al ver eso ambos jóvenes se colocaron de pie para ir con un lobo pelinegro, de ojos color marrón y de tonalidad de piel clara, quien se miraba algo mayor, pero aun así se podía apreciar su complexión fornida.
- Vámonos – les dijo al llegar a su lado, donde ambos asintieron y lo siguieron sin protestar.
Los 3 se retiraron del lugar, caminando hasta una limusina de color plata que les esperaba.
- Se ve que se aburrieron muchachos – opino el mayor, una vez que ingresaron al vehículo y este se puso en marcha.
- ¿Fuimos tan obvios? – pregunto Erik curioso y sintiéndose apenado.
- Mas bien ruidosos, aunque dudo que alguien los escuchara – indico divertido el mayor – pero como yo conozco bien su timbre de voz, escuche todo.
- Lo importante es que esto ya termino – opino Marcelo buscando desviar el tema de la conversación.
- Por hoy, mañana se hablará sobre el dinero que nos dará el rey para este año y sobre la aprobación de los nuevos impuestos.
- De esa parte se encargará Marcelo ¿verdad?
- Aun así todos debemos estar presentes, Erik - dijo el mayor – ya que este será el último año que Marcelo ve ese tema, porque después de tu boda, tú y mi hija serán los que vean la parte administrativa de nuestro territorio.
- Comprendo – contesto con seriedad el rubio – y será un honor ayudar a la familia con eso.
- Bien - hablo el mayor y en eso miro a los ojos a su hijo - ¿y tú? ¿cuándo vas a hablar seriamente con la hija de los Hamilton?
- Puedo ver el tema militar de la familia sin estar casado – dijo Marcelo – sabes que tener una pareja no es un requisito para heredar ese puesto a no ser que estemos en una guerra.
- No, pero en tu caso si es un requisito obligatorio – dijo el mayor frunciendo ligeramente el ceño.
- Padre…
- No me inspiras confianza ni seguridad, ya que eres alguien impulsivo y a veces dejas que la ira sea tu fiel consejera – declaro – si quieres mi puesto, deveras estar casado, porque necesito que alguien este a tu lado para traerte con la correa corta y pueda evitar que hagas locuras irracionales.
- Tch… yo ya no soy un niño impulsivo.
- … - Erik solo estaba callado escuchándolos hablar.
- Lo dudo mucho.
- Bueno ya vere que hago cuando regresemos.
- Al regresar la llamaras e invitaras a salir, porque le debes una cita y que esta vez dure más de 10 minutos.
- No te prometo nada, porque solo al recordar sus preguntas de moda y maquillaje me saca de quicio.
- Entonces ¿quieres que la reconsidere y te busque a una nueva prometida?
- Digo que, en vez de buscarme una nueva prometida, me dejes a mi elegir… digo al final yo estaré casado y viviré el resto de mi vida con esa persona ¿o no?
- Supongo que llevas la razón, en ese caso tienes un mes.
- Puff… - Erik no pudo evitar reírse por esa loca sugerencia.
- ¿Como si en un mes tú te hubieras enamorado de madre?
- Tu madre es una excepción porque es una hermosa loba que vale mucho.
- Pues eso quiero para mí, pero dudo que en un mes aparezca.
- Creo que Marcelo tiene razón, suegro y lo digo porque él pasa la mayoría del tiempo dedicado al trabajo - opino el rubio.
- En ese caso ayúdame un poco, cuando tengas una cita con Samantha vas por él y lo sacan de paseo.
- Que… - dijo asustado el rubio, ya que no quería a su cuñado sobre de ellos en esos momentos.
- Je… - ahora Marcelo se burló al ver la cara de su amigo.
- Cierto, hablado de tu hermana – empezo a decir el mayor – me llamo hace rato y me dijo que ya está la nueva criada instalada en tu casa.
- Solo espero que sea más competente que esa última humana – menciono Marcelo acomodándose en su asiento.
- Jeje es que la última se pasó de lista, queriendo robar en tu casa y de paso tratar de seducirte – menciono divertido Erik, ya que recordó como la encontraron un día que el acompaño a su cuñado a buscar algo en la casa y vio que esa humana estaba vestida solo con un mandil de cocina.
- No me interesan las humanas – indico fastidiado Marcelo.
- Según tu hermana y previniendo eso se hizo una entrevista más rigurosa y dijo que la nueva chica aprobada hasta tiene buena sazón.
- ¿Eh? eso dijo – hablaron asombrados ambos jóvenes.
- Hm… todo indica que esta vez al fin apareció alguien competente para cuidarte y mantener en orden la casa, porque sorprendió a tu hermana con su comida y ya vez que tanto ella como tú son bien quisquillosos y especiales cuando se trata de la comida.
- Eso quiere decir que podemos hacer una reunión descuente en tu casa y tendremos buena comida – hablo divertido Erik, ya que a veces le gustaba ir a molestar a su cuñado para que juntos vieran alguna película o deporte y bebieran un poco.
- Ahora me siento intrigado, pero bueno la conoceré cuando terminemos los pendientes de aquí – indico divertido Marcelo.
Regresando al pent-house.Al verse sola, Emma no se resistió correr a su habitación para saltar sobre la cama y gritar feliz ya que hacía mucho que no dormía en un colchón tan suavecito y limpio. Tras acabar una discusión consigo misma para no brincar en la cama, ella busco explorar todo lo que habia en su cuarto ya que vio que tenía algunos lujos: una laptop para su uso personal, un televisor, una nevera para que guarde la comida que ella compre y hasta contaba con una tina.- Mas que un cuarto parece una habitación de hotel de lujo – menciono divertida.Tras terminar de ver el lugar empezo a desempacar y acomodar sus ropas en el armario, para después empezar a explorar toda la casa buscando memorizar todas las cosas y con una libreta fue anotando las marcas que se manejaban para cada artículo.Al día siguiente se levantó de forma perezosa a las 9 am, al terminar su desayuno ligero y lavar los platos, se encamino a la habitación del lobo para tomar la ropa sucia y recordando las pala
Esa mañana en la empresa que manejaba el clan Lennox, todos los empleados miraban asombrados como el hijo del jefe llegaba de buen humor al trabajo.- Interesante – opino Samantha cuando su hermano paso a su lado - ¿puedo saber el motivo de esa sonrisa? – pregunto divertida mientras ingresaban a la oficina.- ¿Tan raro es verme feliz? – pregunto divertido a la vez que se sentaba en su silla cómoda ubicada detrás de su escritorio.- En las mañanas, si – confeso la rubia – porque lo normal es verte de mal humor.- Bueno todo es gracias a esa humana.- ¿Eh? ¿cómo que gracias a ella? – pregunto extrañada.- Hm… es muy eficiente.- Ah, ya te entendí – dijo divertida - entonces ¿si ha cumplido tus expectativas?- Y más, mira – dijo divertido mostrándole la nota de la mañana.- … - Samantha arqueo la ceja divertida al leer la nota, era una forma de comunicarse con él sin ser personal – demasiado interesante.- Lo mismo opine – indico divertido, para luego ponerse un poco serio - bueno olvide
Al llegar a su casa Teresa se miraba furiosa, ya que no podía permitirse perder ese compromiso.Ella era la tercera hija de la familia Hamilton, es decir, no era nadie porque era mujer y la menor de la casa, por lo cual no tenía derecho a nada y apenas recibía algo de cariño de su familia porque toda la atención estaba centrada en sus hermanos. Pero eso habia cambiado cuando anuncio su compromiso y ya era alguien porque todos le prestaban atención a ella y no deseaba perder esa felicidad.Al ir a su habitación rebusco en sus cajones para encontrar ese artículo, cuando lo encontró sonrió feliz al ver que aún tenía algo de líquido: era un frasco de feromonas, el cual usaría para buscar seducir a Marcelo y de esta forma lograr hacer que cambie de opinión sobre romper el compromiso ya que aún tenía una oportunidad porque no habían anunciado de forma formal su rompimiento.Con ese plan en mente se fue rumbo al apartamento de él ya que habia escuchado que recién habían metido a una nueva cr
Emma dejo escapar un suspiro ya que por un momento se sintió algo abrumada, no pensó que las cosas terminaran de esa forma.Con cuidado dejo las compras cerca de la entrada de la cocina y fue a su habitación para revisar su cuerpo ya que sentía un poco de dolor en su espalda en esos momentos.- ¡Ah! ¡maldita! ¡pero juro que me vengare! – gritó furiosa al verse en el espejo – buaa… me dejo un gran moretón y de seguro mañana me dolerá mucho snif… - se quejó mientras tomaba el tubo con crema para golpes y empezaba a aplicárselo en la zona afectada – tch… pero ¿qué le pasa? solo habia visto que los lobos actuaban así cuando se embriagaban - comento dejando escapar un suspiro – joo… además se arruino mi plan para hoy y… ¡ah! es verdad el señor Marcelo me salvo… ¡nooo! Samantha me regañara si se entera porque se supone no debía verme – se lamentó y en eso recordó algo importante – ¡LA CENA! – dijo preocupada, donde se acomodó nuevamente su ropa y salió de su habitación para empezar con los
Emma desvió la mirada, realmente ni en sus sueños más locos hubiera imaginado que algo así le pasaría, por ello ni habia pensado en que pediría si algo así pasaba.- No lo habías pensado ¿verdad? – se burló Marcelo, al ver que ella estaba pensativa.- Bueno no es como si desde siempre supiera que sería tu luna y ya tendría resuelta mi vida o algo por el estilo - indico molesta.- ¿Y más o menos en que has pensado hasta ahora?- Que mi vida se ha complicado de un momento a otro – indico ella dejando escapar un suspiro – y yo que estaba feliz con mi nuevo trabajo: fácil, sencillo, buena paga y hogar gratis.- ¿Buena paga? ¿acaso tienes deudas?- Algo así…- No pareces una mujer que viva endeudada.- Deudas de ese estilo no, pero la colegiatura no es nada barata.- ¿No has acabado la escuela?- Estoy por terminar mi carrera – indico feliz.- Oh ya veo… entonces eres menor que yo – opino pensativo – ¿cuántos años tienes?- 18 ¿y tú?- 25- Je… tas viejo – dijo burlona ella.- ¡Que…! – dij
Marcelo estaba sorprendido por la forma en cómo se dejó ordenar y siguió las indicaciones de Emma para ayudarla en la cocina, realmente la situacion lejos de molestarle le habia gustado y hasta se podría decir que fue divertido.A la hora de dormir cada quien se fue a descansar a su propio cuarto, ya que no tenían prisa en pasar la noche juntos e igual aún estaban asimilando eso de ser una pareja destinada.A la mañana siguiente Marcelo sintió un ligero déjà vu al despertar gracias a que su olfato capto un delicioso aroma que provenía de la cocina, movido por la curiosidad se levantó de su cama y camino hasta la puerta de habitación, donde al abrirla la vio a ella tarareando una canción mientras cocinaba y se podía apreciar que estaba feliz disfrutando de sus acciones.El pelinegro sonrió al ver que ella si fue sincera en ese aspecto, ya que se podía ver que le gustaba cocinar. Justo en eso se le ocurrió una broma por lo que con cuidado busco acercarse hasta ella.Emma estaba entreten
La riña de ambos hermanos termino cuando hicieron enojar a Emma, quien les hizo parar ya que la estaban lastimando y tras el regaño les ordeno que le ayudaran a poner la mesa o no habría postre.- ¿Que comeremos hoy? – pregunto Marcelo al empezar a oler esos deliciosos aromas que despedía la comida.- Carne en salsa de espinacas con pasta.- Je… pensé que como chef le pondrías nombres raros a la comida – opino el lobo empezando a probar la comida- Odio cuando hacen eso, en vez de solo decir directamente lo que te están sirviendo te marean con miles de palabras sin sentido – dijo Samantha, quien se miraba muy feliz al probar de nuevo de la comida de ella.- Igual odio cuando hacen eso ya que creo que buscas engañar a la gente – menciono Emma.- Ah cierto, no saque el vino – dijo la castaña colocándose de pie rápidamente para sacar la botella de la nevera - esta comida va con vino blanco, según leí por internet es el mejor para acompañar las carnes – indico algo dudosa mostrando la bot
Las lecciones estaban progresando y Samantha estaba asombrada de la gran disposición de la castaña para aprender e igual con esa convivencia casi diaria estaba empezando a verla como a una amiga, quien la consentía haciéndole postres especiales solo para ella.Justo esa tarde Samantha regreso a la casa de sus padres con una actitud ligeramente sospechosa, ya que entro de forma furtiva y se fue corriendo hasta la nevera para esconder el recipiente que habia traído del departamento de Marcelo, porque Emma le habia hecho varias mini tartas para que disfrutaran Erik y ella.- Samantha Lennox – en eso ella se asustó al escuchar esa voz detrás suya, por lo que con cuidado se giró tratando de aparentar calma y hasta fingir, pero vio que su madre le miraba con una ceja arqueada y sus brazos estaban cruzados - ¿qué estas escondiendo hija?- Am… ¿yo? na… nada – dijo tratando de sonar segura de sus palabras.- Samantha – le llamo divertida acercándose a ella – sabes hija tendrás 22 años, pero si