Los días seguían avanzando y todo parecía estar en calma evolucionando poco a poco para bien trayendo un nuevo cambio o eso es lo que él deseaba que pensaran, ya que en ese tiempo de supuesta paz habia estado organizando y reuniendo lo necesario para moverse entre los territorios para ir y secuestrar por su propia cuenta esa humana.

Justo en esos momentos German estaba terminando de arreglarse con sus mejores ropas, ya que saldría a su gran misión y con ello recuperar su vida.

- Señor… - en eso un lobo adolescente pelinegro le llamo y lo saco de sus pensamientos.

- ¿Qué quieres? – reclamo German al ver que uno de sus supuestos hijos le interrumpía y entraba a su recamara.

- Am…

- Espero que ya este todo preparado para mi viaje – hablo acomodándose su corbata.

- Si señor, ya está todo – hablo el adolescente haciendo una mueca.

- Bien y más te vale que cuando regrese este lugar este impecable y sin polvo – dijo caminando hasta el para pasar y empujarlo antes de salir de la habitación -