Regresando al pent-house.
Al verse sola, Emma no se resistió correr a su habitación para saltar sobre la cama y gritar feliz ya que hacía mucho que no dormía en un colchón tan suavecito y limpio. Tras acabar una discusión consigo misma para no brincar en la cama, ella busco explorar todo lo que habia en su cuarto ya que vio que tenía algunos lujos: una laptop para su uso personal, un televisor, una nevera para que guarde la comida que ella compre y hasta contaba con una tina.
- Mas que un cuarto parece una habitación de hotel de lujo – menciono divertida.
Tras terminar de ver el lugar empezo a desempacar y acomodar sus ropas en el armario, para después empezar a explorar toda la casa buscando memorizar todas las cosas y con una libreta fue anotando las marcas que se manejaban para cada artículo.
Al día siguiente se levantó de forma perezosa a las 9 am, al terminar su desayuno ligero y lavar los platos, se encamino a la habitación del lobo para tomar la ropa sucia y recordando las palabras de Samantha reviso el armario para ver los trajes, encontrando 4 sucios.
Al organizar todas las actividades del día, primero salió a la tintorería para llevar los trajes y que los necesitaba limpios para el siguiente día, en su salida paso a la papelería para comprar algunas cosas que le faltaban y como compra impulsiva compro unos post-it con dibujos adorables de ositos.
Regresando al departamento termino todos los pendientes de limpieza y hasta organizo las bodegas del lobo, acomodando todos los objetos.
A la hora de la comida prendió el televisor para ver las noticias mientras comía e igual para que no se sintiera sola en esa gran casa, al acabar la comida y lavar los platos se aventuró a salir al jardín, el cual estaba algo descuidado por lo que busco cuidarlo e igual vio algunos videos de internet para aprender a como darles forma a los arbustos para un mejor cuidado.
Tras eso se fue a acostar, dejando todo listo para lavar al día siguiente ya que en la lista decía que al menos una vez por semana se bajaban y lavaban las cortinas, por lo que igual aprovecho a lavar lo poco de ropa sucia que habia dejado su jefe y para aprovechar el agua de la lavadora metió su propia ropa al final.
En su tercer día en casa busco limpiar el piso y dejar todo en orden para recibir a su jefe, como primer punto de la agenda paso a recoger los trajes del jefe y regresar rápido para terminar de doblar la ropa limpia, mientras la escoraba vio que algunos zapatos estaban sucios, por lo que busco limpiarlos y sacarles brillo.
Ya en la tarde ella termino todo dejando escapar un suspiro al servir la comida ya que habia modificado un poco la receta original, a su vez busco meter una botella de vino y una gaseosa por si él deseaba tomar algo de eso, aunque también dejo listo todo por si deseaba café o té.
Cuando el reloj marco las 6:12 pm, ella se encontraba terminando de acomodar y doblar la ropa limpia del armario de su jefe, cuando escucho como la puerta empezaba a ser abierta, por un momento pensó en bajar para saludarlo y recibirlo, pero recordó las palabras de Samantha de que ella debía estar escondida y que no lo molestara con trivialidades, por lo que busco correr y rápidamente ir a encerrarse a su habitación, donde ya estaba esperándola su propia cena para evitar que saliera.
Justo en esos momentos Marcelo estaba de regreso a su casa, donde se sentía un poco agotado y entumido ya que no le agradaba mucho hacer viajes en avión, pero debía si o si acompañar a su padre en esas reunidos, al menos eran anuales y no tenía que preocuparse por eso hasta el otro año.
Al entrar a su departamento noto que todo estaba impecable y en eso algo capto su atención, por lo que se acercó a la mesa y vio que habia un plato que estaba tapado con una nota que decía:
“Bienvenido jefe, si se siente cansado le invito a comerse esta comida”
Curioso… esa fue la palabra que paso por la mente del hombre lobo, al acercarse a oler la comida se relamió los labios ya que ese aroma lo invitaba a comer, por lo que dejo su maleta en la sala y camino a la nevera donde vio otra nota:
“Deje enfriando un vino tinto y una botella de gaseosa, no sé qué se le antoje para acompañar su comida”
Ahora habia una sonrisa dibujada en el rostro del lobo no sabía cómo era esa humana, pero era la primera vez que le dejaban este tipo de notitas. Abrió la nevera y saco la botella de vino, notando que le habia dejado el descorchador a mano.
Tras abrir su botella y servirse una copa se sentó a comer, donde su mirada se ilumino al dar su primer bocado ya que esa comida sabia tan bien, por lo cual busco disfrutarla y acabarla por completo.
Al terminar la comida, se levantó y dejo los platos en el fregadero para luego subir las escaleras rumbo a su recamara, aunque al estar en la segunda planta frunció el ceño al notar el aroma de la humana por todo el lugar; busco ingresar a su habitación notando que ella habia estado ahí y se nota que reviso sus cosas por un momento se enojó al pensar que le revolvió y desordeno su ropa, pero al abrir su armario se sorprendió de ver todo ordenado como le gustaba, notando que ella lo escoro a la perfección y hasta sus zapatos estaban lustrados y ya no habia ropa sucia.
- Je… parece que en verdad es eficiente – opino Marcelo buscando tomar algo de ropa para entrar a bañarse y de ahí acostarse a descansar.
A la mañana siguiente Emma habia colocado su alarma a las 6, donde busco salir con cuidado de su habitación y noto que su jefe si comió todo y dejo su maleta a media sala, con cuidado movió el equipaje para colocarlo cerca de una pared y así quitarla del camino; tras eso se acomodó su mandil para lavar los platos sucios de la cena y comenzó los preparativos para el desayuno de ambos.
- Veamos, café, una tortilla de huevo un poco de tocino frito y a veces toma jugo recién exprimido – leyó ella en voz baja, ya que ese libro de recetas realmente era un manual de las rutinas del lobo y era como una guía, para que ella usara – ah por eso el árbol de naranjas jeje.
Con eso se puso en marcha, donde el aroma de la comida fue despertando al lobo, quien al ver su reloj despertador vio que este marcaba que eran las 6:45am.
- Es puntual – opino divertido estirándose y colocándose de pie para ir a tomar un baño y prepararse para el trabajo.
Emma escucho algo de movimiento en el piso superior, por lo que se apuró a dejarle una nota de buenos días a su jefe, dejando puesta la mesa y cerca el mando del televisor e igual el periódico que dejaron temprano junto con la correspondencia.
- Bien y ahora… ah el café – susurro Emma corriendo a prepararlo y dejarlo a mano junto con el jugo, tras eso tomo su propia comida y busco regresar rápido a su habitación, escuchando que fue justo a tiempo porque escucho abrirse la puerta de la habitación de su jefe.
Marcelo se sentía atraído por el delicioso aroma del desayuno notando que esta todo servido, la cocina se veía impecable y en eso vio una nueva nota junto a su comida:
“Buenos días jefe que tenga un buen día en su trabajo, le dejo a mano el periódico y la correspondencia de hoy”
Definitivamente la chica era eficiente y sabia su lugar, en verdad que su hermana habia hecho un gran trabajo al contratar a la humana correcta.
Tras desayunar subió para terminar de arreglarse y justo cuando estaba por salir de casa recordó algo.
- Oye humana – le llamo sin recibir respuesta – sé que me estas escuchando me dejas algo para cenar como ayer, hoy no creo venir a comer porque debo pasar a ver a mis padres y lo más seguro es que coma con ellos, en caso de que si venga a comer te llamare – le informo.
- Claro jefe – le contesto ella desde su habitación.
Marcelo sonrió de lado porque ahora ya conocía su voz y tras eso salió de la casa cerrando la puerta, detrás suyo.
Al escuchar que se marchó Emma salió de su habitación con una sonrisa dibujada en sus labios ya que todo indicaba que a su jefe si le agrado su trabajo.
- Bien debo seguir así ya que no se quejó de la limpieza – indico feliz la castaña - veamos… entonces no viene a comer, entonces creo que me hare una ensalada para comer y para la cena algo de pasta – menciono para si mientras sacaba los platos sucios de su habitación e igual recogía la mesa para lavarlos.
Esa mañana en la empresa que manejaba el clan Lennox, todos los empleados miraban asombrados como el hijo del jefe llegaba de buen humor al trabajo.- Interesante – opino Samantha cuando su hermano paso a su lado - ¿puedo saber el motivo de esa sonrisa? – pregunto divertida mientras ingresaban a la oficina.- ¿Tan raro es verme feliz? – pregunto divertido a la vez que se sentaba en su silla cómoda ubicada detrás de su escritorio.- En las mañanas, si – confeso la rubia – porque lo normal es verte de mal humor.- Bueno todo es gracias a esa humana.- ¿Eh? ¿cómo que gracias a ella? – pregunto extrañada.- Hm… es muy eficiente.- Ah, ya te entendí – dijo divertida - entonces ¿si ha cumplido tus expectativas?- Y más, mira – dijo divertido mostrándole la nota de la mañana.- … - Samantha arqueo la ceja divertida al leer la nota, era una forma de comunicarse con él sin ser personal – demasiado interesante.- Lo mismo opine – indico divertido, para luego ponerse un poco serio - bueno olvide
Al llegar a su casa Teresa se miraba furiosa, ya que no podía permitirse perder ese compromiso.Ella era la tercera hija de la familia Hamilton, es decir, no era nadie porque era mujer y la menor de la casa, por lo cual no tenía derecho a nada y apenas recibía algo de cariño de su familia porque toda la atención estaba centrada en sus hermanos. Pero eso habia cambiado cuando anuncio su compromiso y ya era alguien porque todos le prestaban atención a ella y no deseaba perder esa felicidad.Al ir a su habitación rebusco en sus cajones para encontrar ese artículo, cuando lo encontró sonrió feliz al ver que aún tenía algo de líquido: era un frasco de feromonas, el cual usaría para buscar seducir a Marcelo y de esta forma lograr hacer que cambie de opinión sobre romper el compromiso ya que aún tenía una oportunidad porque no habían anunciado de forma formal su rompimiento.Con ese plan en mente se fue rumbo al apartamento de él ya que habia escuchado que recién habían metido a una nueva cr
Emma dejo escapar un suspiro ya que por un momento se sintió algo abrumada, no pensó que las cosas terminaran de esa forma.Con cuidado dejo las compras cerca de la entrada de la cocina y fue a su habitación para revisar su cuerpo ya que sentía un poco de dolor en su espalda en esos momentos.- ¡Ah! ¡maldita! ¡pero juro que me vengare! – gritó furiosa al verse en el espejo – buaa… me dejo un gran moretón y de seguro mañana me dolerá mucho snif… - se quejó mientras tomaba el tubo con crema para golpes y empezaba a aplicárselo en la zona afectada – tch… pero ¿qué le pasa? solo habia visto que los lobos actuaban así cuando se embriagaban - comento dejando escapar un suspiro – joo… además se arruino mi plan para hoy y… ¡ah! es verdad el señor Marcelo me salvo… ¡nooo! Samantha me regañara si se entera porque se supone no debía verme – se lamentó y en eso recordó algo importante – ¡LA CENA! – dijo preocupada, donde se acomodó nuevamente su ropa y salió de su habitación para empezar con los
Emma desvió la mirada, realmente ni en sus sueños más locos hubiera imaginado que algo así le pasaría, por ello ni habia pensado en que pediría si algo así pasaba.- No lo habías pensado ¿verdad? – se burló Marcelo, al ver que ella estaba pensativa.- Bueno no es como si desde siempre supiera que sería tu luna y ya tendría resuelta mi vida o algo por el estilo - indico molesta.- ¿Y más o menos en que has pensado hasta ahora?- Que mi vida se ha complicado de un momento a otro – indico ella dejando escapar un suspiro – y yo que estaba feliz con mi nuevo trabajo: fácil, sencillo, buena paga y hogar gratis.- ¿Buena paga? ¿acaso tienes deudas?- Algo así…- No pareces una mujer que viva endeudada.- Deudas de ese estilo no, pero la colegiatura no es nada barata.- ¿No has acabado la escuela?- Estoy por terminar mi carrera – indico feliz.- Oh ya veo… entonces eres menor que yo – opino pensativo – ¿cuántos años tienes?- 18 ¿y tú?- 25- Je… tas viejo – dijo burlona ella.- ¡Que…! – dij
Marcelo estaba sorprendido por la forma en cómo se dejó ordenar y siguió las indicaciones de Emma para ayudarla en la cocina, realmente la situacion lejos de molestarle le habia gustado y hasta se podría decir que fue divertido.A la hora de dormir cada quien se fue a descansar a su propio cuarto, ya que no tenían prisa en pasar la noche juntos e igual aún estaban asimilando eso de ser una pareja destinada.A la mañana siguiente Marcelo sintió un ligero déjà vu al despertar gracias a que su olfato capto un delicioso aroma que provenía de la cocina, movido por la curiosidad se levantó de su cama y camino hasta la puerta de habitación, donde al abrirla la vio a ella tarareando una canción mientras cocinaba y se podía apreciar que estaba feliz disfrutando de sus acciones.El pelinegro sonrió al ver que ella si fue sincera en ese aspecto, ya que se podía ver que le gustaba cocinar. Justo en eso se le ocurrió una broma por lo que con cuidado busco acercarse hasta ella.Emma estaba entreten
La riña de ambos hermanos termino cuando hicieron enojar a Emma, quien les hizo parar ya que la estaban lastimando y tras el regaño les ordeno que le ayudaran a poner la mesa o no habría postre.- ¿Que comeremos hoy? – pregunto Marcelo al empezar a oler esos deliciosos aromas que despedía la comida.- Carne en salsa de espinacas con pasta.- Je… pensé que como chef le pondrías nombres raros a la comida – opino el lobo empezando a probar la comida- Odio cuando hacen eso, en vez de solo decir directamente lo que te están sirviendo te marean con miles de palabras sin sentido – dijo Samantha, quien se miraba muy feliz al probar de nuevo de la comida de ella.- Igual odio cuando hacen eso ya que creo que buscas engañar a la gente – menciono Emma.- Ah cierto, no saque el vino – dijo la castaña colocándose de pie rápidamente para sacar la botella de la nevera - esta comida va con vino blanco, según leí por internet es el mejor para acompañar las carnes – indico algo dudosa mostrando la bot
Las lecciones estaban progresando y Samantha estaba asombrada de la gran disposición de la castaña para aprender e igual con esa convivencia casi diaria estaba empezando a verla como a una amiga, quien la consentía haciéndole postres especiales solo para ella.Justo esa tarde Samantha regreso a la casa de sus padres con una actitud ligeramente sospechosa, ya que entro de forma furtiva y se fue corriendo hasta la nevera para esconder el recipiente que habia traído del departamento de Marcelo, porque Emma le habia hecho varias mini tartas para que disfrutaran Erik y ella.- Samantha Lennox – en eso ella se asustó al escuchar esa voz detrás suya, por lo que con cuidado se giró tratando de aparentar calma y hasta fingir, pero vio que su madre le miraba con una ceja arqueada y sus brazos estaban cruzados - ¿qué estas escondiendo hija?- Am… ¿yo? na… nada – dijo tratando de sonar segura de sus palabras.- Samantha – le llamo divertida acercándose a ella – sabes hija tendrás 22 años, pero si
Alice se habia quedado un poco intrigada por la nueva amiga de su hija e igual notaba que se estaba comportando un poco rara, ya que desde el incidente con los postres Samantha ya no pasaba a comer con ellos como solía hacerlo antes y ya empezaba a sentirse un poco sola la casa sin la visita de sus hijos.- Amor ¿crees que nuestros hijos nos estén ocultando algo? – le pregunto a su esposo mientras disfrutaban de su desayuno esa mañana.- ¿Por qué lo dices mi amor?- Es que últimamente ellos están algo misteriosos y ya van semanas que no se de Marcelo.- ¿Quieres que lo llamemos para que venga a verte un rato?- Yo estaba pensando en ir a visitarlo, porque siento que nos está escondiendo algo.- Nos esconde algo ¿cómo qué?- Exactamente no sé, pero digamos que mi instinto de madre me indica que debo ira verlo.- Bueno ya que vas puedes preguntarle que está esperando para que hagamos oficial el rompimiento del compromiso con los Hamilton porque esa niña no le ha dicho nada a sus padres