Emma dejo escapar un suspiro ya que por un momento se sintió algo abrumada, no pensó que las cosas terminaran de esa forma.
Con cuidado dejo las compras cerca de la entrada de la cocina y fue a su habitación para revisar su cuerpo ya que sentía un poco de dolor en su espalda en esos momentos.
- ¡Ah! ¡maldita! ¡pero juro que me vengare! – gritó furiosa al verse en el espejo – buaa… me dejo un gran moretón y de seguro mañana me dolerá mucho snif… - se quejó mientras tomaba el tubo con crema para golpes y empezaba a aplicárselo en la zona afectada – tch… pero ¿qué le pasa? solo habia visto que los lobos actuaban así cuando se embriagaban - comento dejando escapar un suspiro – joo… además se arruino mi plan para hoy y… ¡ah! es verdad el señor Marcelo me salvo… ¡nooo! Samantha me regañara si se entera porque se supone no debía verme – se lamentó y en eso recordó algo importante – ¡LA CENA! – dijo preocupada, donde se acomodó nuevamente su ropa y salió de su habitación para empezar con los preparativos y poner a mano la bolsa de su propia cena.
Justo cuando estaba picando algunas verduras, escucho como la puerta principal se abría dando paso al lobo, quien la vio cocinando.
- Ya di la orden para que jamás la vuelvan a dejar entrar e igual algunos vecinos hicieron esa petición, así que es seguro que ella ya no volverá por aquí a molestar – informo Marcelo dejando escapar un suspiro y buscar masajear sus hombros, en eso noto que la chica estaba obedeciendo las normas que Samantha le dijo de no molestarlo de forma innecesaria y eso le agrada.
- Ya… ya veo muchas gracias jefe – menciono Emma controlando su impulso de girarse y verlo, ya que debía seguir las normas, aunque le parecía molesto hablarle a la pared que tenía enfrente de ella – cierto, perdón por eso jefe – indico ella haciendo una mueca – perdón por tener esa lamentable primera impresión con usted.
- Bueno no diría lamentable – opino divertido - no muchas humanas tratan de controlar a una loba histérica y viven para contarlo.
- … - Emma se sonrojo un poco por ese cumplido – jeje bueno aun así creo que fui muy impulsiva ya que no imagine que ella podría actuar de esa forma y dejara salir todo su poder en un lugar público y solo para atacar a un humano.
- Creo que nadie se lo espero.
- Yo pensé que ese descontrol solo les pasaba cuando se embriagaban.
- Cada quien es diferente, aunque es lamentable que un humano conozca esa forma tan penosa de nosotros – menciono Marcelo - ¿cómo sabes de la debilidad con la bebida?
- Eso es porque para sobrevivir en este mundo, uno acepta cualquier trabajo con tal de ganar algo de dinero para obtener algo de comida – explico ella – y mi anterior trabajo era en un bar de baja categoría.
- Hm… ya veo – indico un poco aburrido, ya que realmente no era de su interés la vida de su sirvienta – iré a descansar, avísame en que este la cena y… - en eso su olfato capto un curioso aroma y al buscar el origen vio que era una bolsa de papel que estaba en la mesa – oye… ¿qué es eso?
- ¿Eh? am… son algunas verduras que estoy preparando para su cena jeje su hermana me dijo…
- No preguntaba por eso – dijo molesto – ¿qué es eso que trajiste de la calle? – pregunto, ya que el aroma sentía que lo habia sentido antes.
- ¿Qué…? – en eso Emma se giró para ver lo que señalaba su jefe - ¡ah eso! – dijo sonriendo mientras secaba sus manos en el mandil que tenía y se acercaba al lobo para mostrarle el contenido de la bolsa – son unos panes rellenos de carne que compre para mi – hablo sacándolos y colocándolos en un plato – ¿gusta uno? te recomiendo que lo comas con salsa y… - en eso se dio cuenta de su error ya que le hablo de forma casual – diga am… yo perdón señor…
- Descuida no es necesario que seas tan respetuosa si estamos solos, además pareces de mí misma edad – indico el lobo tratando de animar a la chica.
- Su… supongo – dijo apenada preparándole un pan con la salsa – bueno aquí tiene uno para que pruebe – dijo alzando la mirada y ofreciéndole el plato.
- Graci… - empezo a decir Marcelo ya que ahora recordaba porque era familiar el aroma, pero eso quedo en segundo plano cuando la mirada de ambos se conectó.
Al verla noto que los ojos de ella se volvieron color plata y sintió como su cuerpo recibía una ligera descarga que lo dejo aturdido.
Era verdad que habia bromeado con Erik de casarse enseguida con la humana que fuera su luna, pero jamás pensó que eso podría pasarle, es decir, era un mito y no habia pasado eso desde hacía mucho, pero justo ahora… a él, el gran heredero de los Lennox el destino le estaba indicando que estaría unido el resto de su vida a una humana… eso debía ser una broma ¿verdad?
Mientras su mente era un caos se dejó caer de rodillas al suelo asustando a Emma, quien solo vio como el lobo se quedó en shock por unos instantes antes de arrodillarse mirando a la nada.
- Jefe… - le llamo ella preocupado dejando el plato en la mesa y acercándose rápidamente hasta él - ¿está bien? ¿le duele algo? ¿llamo a un médico? – empezo a preguntar angustiada.
- ¿Por qué? – susurro confundido.
- Jefe Lennox me está asustando ¿qué tiene?
- ¿Porque tú? – dijo mirándola a los ojos.
- ¿Yo?
- Eres mi luna – dijo acariciando con delicadeza el rostro de ella.
- ¿Soy que…? – pregunto confundida, ya que no entendía que estaba pasando o lo que estaba balbuceando el lobo.
- Mi hermosa luna – dijo acariciando los labios de ella con la punta de sus dedos.
- Am… jefe ¿está bien? – pregunto un poco asustada e incómoda por la forma en como estaba actuando.
- … - Marcelo desvió la mirada ya que estaba buscando no llevarse por sus instintos, tratando de calmarse y buscar controlarse para poder pensar con claridad.
- Venga, le ayudo a colocarse de pie - menciono ella tomándolo de las manos para ayudarlo a colocarse de pie, pero el lobo aprovecho eso para jalarla hacia él, haciendo que ella soltara un grito.
- … - Marcelo acabo sentado en el suelo y con ella sobre su regazo admirando el gran sonrojo en las mejillas de ella.
- Am jefe… - ahora Emma estaba nerviosa por eso sin saber que estaba pasando o como habia acabado en esa situacion.
- … - Marcelo permaneció en silencio solo admirando el rostro de ella, mientras en su mente las preguntas seguían surgiendo de forma apresurada - ¿en verdad el destino deseaba unirlo con un ser tan débil? ¿su vida era estar atado a una humana? ¿qué seria ahora de su estatus y poder? ¿la sociedad la aceptaría? ¿él en verdad seria feliz como decían las leyendas? ¿debía aceptarlo así de fácil? – justo en eso la observo y con su mano acaricio el rostro y cabello de ella, quien seguía confundida observándolo - es verdad, ella en estos momentos era una presa fácil y solo debía matarla y todo se acabaría ¿verdad? – pensó – sí, eso sería lo mejor porque alguien tan débil como esposa no podría controlarlo y… ¿controlarlo? – en eso regreso a su mente la conversación de su padre y ahora que lo pensaba era una gran oportunidad.
En eso sus pensamientos fueron interrumpidos al ver una mano moverse frente a su rostro de un lado a otro, provocando que frunciera el ceño.
- ¡Hoooola tierra llamando a mi jefe! – dijo a modo de juego Emma, para ver si así reaccionaba el lobo.
- ¿Que? – pregunto molesto.
- Vaya reaccionaste, llevo rato hablándote.
- Bueno que quieres.
- Pues si te fijas me dejaste sentada sobre tu regazo.
- ¿Y? ¿qué tiene de malo? ¿te molesta?
- Am… bueno se supone que es mi jefe y no creo que “esto” sea correcto – hablo Emma haciendo una mueca.
- Je… así que eres alguien recta – se burló el lobo mirando que sus palabras la enojaban.
- Sabes… tal vez esta forma rara de seducción funcione con otras, pero no conmigo jefe.
- Marcelo.
- ¿Eh?
- Llámame por mi nombre, eres mi luna así que sería raro que me digas señor o jefe.
- ¿Qué es eso de su luna?
- Significa que naciste para ser mi pareja.
- Eso suena algo loco y es una pésima forma de ligar.
- No estoy tratando de seducirte, no me gustan las humanas.
- ¿Entonces que está haciendo?
- Ya te dije eres mi luna.
- Y yo ya le pregunté ¿qué es eso?
- Luna significa que eres mi pareja destinada.
- ¿Eso existe?
- Es algo que se dice entre nosotros, aunque llego a ser un mito poque no se ha escuchado de muchos que hayan encontrado a su luna – indico el lobo dejando escapar un suspiro – es algo extraordinariamente raro que ocurra.
- Me sigue pareciendo una forma loca tuya para tratar de seducirme, así que suéltame antes de que olvide que necesito este trabajo y te golpee donde más te duela – le amenazo buscando forcejear un poco con él.
- Jajaja que graciosa eres – se burló Mateo, admirando que ella tenía sentido del humor.
- … - ahora si Emma estaba molesta y busco moverse, pero sus movimientos fueron detenidos rápidamente.
- A ver tranquila te explico, es una historia que existe para nosotros de que cuando un lobo y un humano conecten sus miradas, el lobo recibirá como una pequeña descarga eléctrica y el o la humana presentaran un cambio temporal en el color de sus ojos y se volverán de color plata.
- ¿Ah mis ojos no…? – empezo a decir ella, pero Marcelo la hizo ver su reflejo en el espejo de cuerpo completo que habia en la sala – ¡que!
- E igual debe aparecer una marca en nuestras muñecas para que todo el mundo sepa que somos destinados - indico tomando la muñeca de ella y mostrándole que les habia aparecido una marca en forma de luna creciente.
- ¿Esto pasa de forma habitual entre ustedes?
- No, es algo raro – dijo de forma seria - ya que según el registro histórico la última vez que un lobo encontró su luna fue el tatarabuelo de nuestro actual rey – explico – de ahí no se habia escuchado de esta unión, hasta ahora.
- ¿Y no es un problema unirse con un humano?
- No exactamente según la leyenda cuando un lobo se une con su luna, ellos tendrán una descendencia muy fuerte.
- Mas bien híbridos fuertes.
- No – declaro acariciando la mano de ella - la luna tiene la característica especial de engendrar puros.
- Hm… ¿y ahora?
- ¿Ahora qué?
- Que esperas que haga al escuchar y ver esto – dijo señalando su marca - ¿ahora caeré rendida a tus pies?
- Sabes es gracioso que lo preguntes así, porque la humana que trabajo antes que tú se moría porque yo la poseyera o tuviéramos algún tipo de relación.
- Pues era una urgida y siento que me estas ofendiendo.
- Descuida es una broma de mi parte, pero estaba pensando en matarte porque no quiero estar unido a una humana.
- … - Emma se asustó un poco ante esa declaración.
- Tranquila, no lo hare – indico Marcelo acariciando los cabellos de ella – ya que recordé cierto problema y con tu aparición me has dado la solución milagrosa que deseaba.
- ¿Cuál solución?
- Cásate conmigo – declaro sujetando la mano de ella y mirándola a los ojos.
- … - Emma le miro a ver sorprendida sonrojándose por esa repentina declaración - wow… espera, creo que escuche mal – menciono nerviosa – creo que en verdad ese golpe me afecto – dijo tocando su frente.
- ¿Golpe? ¿qué golpe? - pregunto Marcelo frunciendo el ceño.
- La loca de hace rato me aventó al suelo y si me golpe duro la espalda.
- A ver – dijo molestó giradora y usando sus garras para romper su blusa.
- ¡Waaa! ¡oye! - se quejó al notar eso, pero noto que el solo la observo y tras eso se colocó de pie cargándola a ella - ¡espera… oye esto es acoso! – grito ella al notar como subían rápidamente las escaleras.
- ¿Te pusiste algo para ese golpe?
- ¿Eh?
- Responde – indico frunciendo el ceño.
- Me puse una pomada contra los golpes – contestó confundida.
- Eso no te ayudará y al rato te dolerá – dijo recostándola boca abajo en su cama – quieta y no te muevas.
- Pe… - ella estaba por quejarse, pero vio que él estaba serio por lo que le obedeció y noto que el regreso con un frasco blanco - sentirás algo de frio, pero este bálsamo es el mejor para los golpes que esa pomada de farmacia.
Emma asintió y en eso se sonrojo un poco al sentir las manos del lobo tocar su espalda y proporcionarle un masaje algo fuerte pero gentil.
- Listo por ahora deja que pase unos minutos sin moverte para que tu cuerpo absorba bien la medicina.
- Gra… gracias – indico apenada sintiendo como él se sentaba a su lado en la cama.
Ella ahora se sentía un poco confundida por un momento pensó ser comida de lobos, pero realmente él solo la curo, por un rato ambos estuvieron en silencio ya que ella estaba procesando todo lo que le estaba pasando en esos momentos.
- Entonces… - empezo a decir ella rompiendo el silencio - retomando lo anterior…
- Voy en serio con la proposición, porque así puedo obtener lo que deseo.
- ¿Eh?
- Digamos que te usare mi linda luna.
- Emma.
- …
- Mi nombre es Emma Douglas, no luna.
- Esta bien te diré Emma, pero tú me llamaras Marcelo.
- ¿A solas?
- Me llamaras por mi nombre aun en público, pero solo tú y mi familia me podrán llamar por mi nombre.
- Entonces… Marcelo me puedes explicar tu repentina proposición.
- Al casarnos, me ayudaras a que yo herede el poder que siempre he deseado tener.
- Entonces me usaras como mera herramienta – dijo ella haciendo una mueca.
- No es el trato normal que tiene los humanos – se burló Marcelo mirándola a los ojos.
- Eso es ofensivo y cruel – se quejó ella.
- Si quieres pon tus condiciones – opino el – pero unas realistas.
- Antes de eso ¿porque matrimonio?
- Porque si me voy a casar prefiero que yo sea quien ordene y no al revés – declaro seguro y al ver que la chica arqueaba la ceja, él solo rodo los ojos – ¿quieres que te explique?
- Obviamente quiero una explicación porque no soy una estúpida, además me estás diciendo matrimonio no noviazgo ¡estúpido!
- … - Marcelo sonrió divertido al ver esa actitud agresiva en ella - mi padre deseaba que me casara con la loba que te golpeo.
- ¿La loca?
- Ella es una Hamilton.
- … - ahora la castaña estaba preocupada porque ese apellido pertenecía a la tercera familia más poderosa - am yo…
- Tranquila, no te pasara nada cuando estes conmigo.
- Me siento estafada.
- Regresando a la conversación, mi padre me quiere casado para que pueda heredar el poder militar de la familia.
- Y no te lo quiere dar… ¿por qué?
- Dice que soy algo impulsivo – menciono molesto Marcelo al recordar las palabras de su padre.
- Pues yo no veo que se equivoque – se burló Emma.
- Estas tentando tu suerte, humana – indico molesto el lobo.
- ¿En serio? ¿lastimarías a tu luna? – dijo ella haciendo un puchero – la luna que te puede salvar de acabar atado a una loca.
- Tch…
- Ok, supongamos que me embarco en esta locura impulsiva – indico Emma dejando escapar un suspiro - ¿que gano a cambio?
Marcelo arqueo la ceja ante eso mirando que ella lo veía a los ojos fijamente, demostrando determinación en su mirada.
- Bien dime tus condiciones… - dijo el frunciendo el ceño.
Emma desvió la mirada, realmente ni en sus sueños más locos hubiera imaginado que algo así le pasaría, por ello ni habia pensado en que pediría si algo así pasaba.- No lo habías pensado ¿verdad? – se burló Marcelo, al ver que ella estaba pensativa.- Bueno no es como si desde siempre supiera que sería tu luna y ya tendría resuelta mi vida o algo por el estilo - indico molesta.- ¿Y más o menos en que has pensado hasta ahora?- Que mi vida se ha complicado de un momento a otro – indico ella dejando escapar un suspiro – y yo que estaba feliz con mi nuevo trabajo: fácil, sencillo, buena paga y hogar gratis.- ¿Buena paga? ¿acaso tienes deudas?- Algo así…- No pareces una mujer que viva endeudada.- Deudas de ese estilo no, pero la colegiatura no es nada barata.- ¿No has acabado la escuela?- Estoy por terminar mi carrera – indico feliz.- Oh ya veo… entonces eres menor que yo – opino pensativo – ¿cuántos años tienes?- 18 ¿y tú?- 25- Je… tas viejo – dijo burlona ella.- ¡Que…! – dij
Marcelo estaba sorprendido por la forma en cómo se dejó ordenar y siguió las indicaciones de Emma para ayudarla en la cocina, realmente la situacion lejos de molestarle le habia gustado y hasta se podría decir que fue divertido.A la hora de dormir cada quien se fue a descansar a su propio cuarto, ya que no tenían prisa en pasar la noche juntos e igual aún estaban asimilando eso de ser una pareja destinada.A la mañana siguiente Marcelo sintió un ligero déjà vu al despertar gracias a que su olfato capto un delicioso aroma que provenía de la cocina, movido por la curiosidad se levantó de su cama y camino hasta la puerta de habitación, donde al abrirla la vio a ella tarareando una canción mientras cocinaba y se podía apreciar que estaba feliz disfrutando de sus acciones.El pelinegro sonrió al ver que ella si fue sincera en ese aspecto, ya que se podía ver que le gustaba cocinar. Justo en eso se le ocurrió una broma por lo que con cuidado busco acercarse hasta ella.Emma estaba entreten
La riña de ambos hermanos termino cuando hicieron enojar a Emma, quien les hizo parar ya que la estaban lastimando y tras el regaño les ordeno que le ayudaran a poner la mesa o no habría postre.- ¿Que comeremos hoy? – pregunto Marcelo al empezar a oler esos deliciosos aromas que despedía la comida.- Carne en salsa de espinacas con pasta.- Je… pensé que como chef le pondrías nombres raros a la comida – opino el lobo empezando a probar la comida- Odio cuando hacen eso, en vez de solo decir directamente lo que te están sirviendo te marean con miles de palabras sin sentido – dijo Samantha, quien se miraba muy feliz al probar de nuevo de la comida de ella.- Igual odio cuando hacen eso ya que creo que buscas engañar a la gente – menciono Emma.- Ah cierto, no saque el vino – dijo la castaña colocándose de pie rápidamente para sacar la botella de la nevera - esta comida va con vino blanco, según leí por internet es el mejor para acompañar las carnes – indico algo dudosa mostrando la bot
Las lecciones estaban progresando y Samantha estaba asombrada de la gran disposición de la castaña para aprender e igual con esa convivencia casi diaria estaba empezando a verla como a una amiga, quien la consentía haciéndole postres especiales solo para ella.Justo esa tarde Samantha regreso a la casa de sus padres con una actitud ligeramente sospechosa, ya que entro de forma furtiva y se fue corriendo hasta la nevera para esconder el recipiente que habia traído del departamento de Marcelo, porque Emma le habia hecho varias mini tartas para que disfrutaran Erik y ella.- Samantha Lennox – en eso ella se asustó al escuchar esa voz detrás suya, por lo que con cuidado se giró tratando de aparentar calma y hasta fingir, pero vio que su madre le miraba con una ceja arqueada y sus brazos estaban cruzados - ¿qué estas escondiendo hija?- Am… ¿yo? na… nada – dijo tratando de sonar segura de sus palabras.- Samantha – le llamo divertida acercándose a ella – sabes hija tendrás 22 años, pero si
Alice se habia quedado un poco intrigada por la nueva amiga de su hija e igual notaba que se estaba comportando un poco rara, ya que desde el incidente con los postres Samantha ya no pasaba a comer con ellos como solía hacerlo antes y ya empezaba a sentirse un poco sola la casa sin la visita de sus hijos.- Amor ¿crees que nuestros hijos nos estén ocultando algo? – le pregunto a su esposo mientras disfrutaban de su desayuno esa mañana.- ¿Por qué lo dices mi amor?- Es que últimamente ellos están algo misteriosos y ya van semanas que no se de Marcelo.- ¿Quieres que lo llamemos para que venga a verte un rato?- Yo estaba pensando en ir a visitarlo, porque siento que nos está escondiendo algo.- Nos esconde algo ¿cómo qué?- Exactamente no sé, pero digamos que mi instinto de madre me indica que debo ira verlo.- Bueno ya que vas puedes preguntarle que está esperando para que hagamos oficial el rompimiento del compromiso con los Hamilton porque esa niña no le ha dicho nada a sus padres
Marcelo recién estaba llegando a su hogar, donde su mente ya empezaba a imaginar y saborear el delicioso postre que Emma le prometió, que jamás percibió el aroma diferente que estaba en su casa.- Emma ya regresé – indico feliz abriendo la puerta, pero en eso se quedó estático al ver a su madre sentada en la mesa de la sala, quien le miraba a ver con una ceja arqueada.- Bienvenido – le saludo Emma, sonriéndole.- Mamá ¿qué haces aquí? – pregunto asombrado y confundido el lobo- Pues como no has tenido la amabilidad de ir a visitarme, tuve que venir a verte ya que me tienes en el olvido – dijo ella colocándose de pie y fingiendo estar afligida – entonces ¿quién es Emma? – pregunto celosa.- Ese es mi nombre señora – indico la castaña.- Marcelo ¿qué está pasando aquí? – hablo la loba un poco molesta.- … - el lobo estaba un poco preocupado y molesto porque sabía a donde iba ese interrogatorio y sentía que Emma aun no estaba para enfrentarse a su madre, pero ya estaba ocurriendo así qu
Con la aprobación de su madre, Marcelo y Samantha buscaron apresurar las lecciones de Emma para que ella estuviera lista y ya se la presentara a su padre para así poder anunciar su compromiso.- Y última pregunta – dijo Samantha - ¿cuál es el nombre de nuestros actuales reyes?- Son German y Vanessa Grant – contestó Emma.- Bien, pero recuerda son su majestad y su nombre, pese a que somos lobos siempre debemos mencionar su título – le dijo Marcelo.- Hm… está bien – indico apenada Emma.- Bueno yo digo que ya está lista, porque contesto bien las preguntas de política – dijo Erik, quien en ese momento disfrutaba de una gelatina.- Tu solo viniste a robarte mis postres – dijo Marcelo al ver que su amigo estaba comiendo.- Noo… para nada – indico divertido.- Erik… - le regaño Samantha- Oh vamos amor, es que luego no me toca postre porque tu papá se roba mis dulces en que los guardas en la nevera de tu casa – indico Erik haciendo un puchero.- Bueno yo siento que ya estamos listos para
La cena con la familia fue tranquila en muchos aspectos y hasta se podía sentir un agradable ambiente de familiaridad, algo que le agrado a Alice ya que podía ver que sus hijos estaban felices con su respectiva pareja.Ya con la aprobación de Liam, Alice empezo a organizar una gran fiesta para anunciar el rompimiento con los Hamilton de forma oficial, aunque su hijo ya tenía como unos meses que habia roto con la tercera hija de los Hamilton, a la vez que se anunciaría el matrimonio de Marcelo con su luna.Por su parte Teresa igual se enteró de la fiesta, algo que le extraño un poco y al mismo tiempo la hizo sentirse ilusionada, pese a lo que habia pasado la última vez que vio a Marcelo aun guardaba una esperanza de que el lobo hubiera recapacitado y regresara con ella, por lo que busco pensar de forma positiva imaginando que en esa fiesta darían a conocer la fiesta de la fecha de su boda y que al fin se arreglaría su relación con el pelinegro. Por ello de forma anticipada fue a buscar