Los días y las semanas se fueron en un abrir y cerrar de ojos. Me encontré sin saber qué hacer, desesperada y sin ninguna llamada que me diera alguna esperanza de trabajo. El dinero se me estaba agotando poco a poco. Empecé a reducir las porciones de mis comidas para que de esa manera me durara más lo poco que me quedaba en la alacena. La renta estaba a un par de días y me hacía falta dinero para pagarla. No podía darme mayores lujos. Estaba al borde de tirar la toalla y regresar a Colombia, pero una parte de mí no quería perder esta única oportunidad que se me había presentado en el medio del camino. No me enseñaron a rendirme a la primera difícultad.
Algunas veces cantaba en la pequeña plaza de mi pueblo natal. Estoy consciente que no soy una ángel cantando, pero no lo hago del todo mal. Duraba todo un día cantando y muchas personas me apoyaban. Al ser un pueblo turístico, personas de varios lugares me daban una buena propina por cantarles una que otra canción. De esa forma fue como logré recolectar una parte del dinero que he usado para mis gastos en este país. Así que rendirme no está en mi lista de opciones.
Tenía una guitarra algo vieja, pero era mi fiel y única compañera cada día y cada noche. Le compré cuerdas nuevas y la ensayé por largo rato antes de salir e ir a un parque cercano a la biblioteca a tocar. No sabía si estaba permitido o no, pero no encontraba otra solución en mi mente. Tal vez a las personas de por aquí les guste y me puedan ayudar.
El día estaba muy soleado, por lo que me hice bajo la sombra de un árbol, saqué mi guitarra del estuche y empecé a tocar una de las canciones que mi tío me había enseñado desde pequeña. "Bolero falaz" era una de mis canciones favoritas, además de que siempre he sido admiradora de Andrea Echeverri, esa canción me recordaba mucho los pasajes de mi infancia y lo armonioso que era todo en casa. En ese entonces mis miedos y mis depresiones no existían; era una niña plena y feliz.
Mi voz sonó tan melancolía, no tenía ningún parecido a la referencia de la canción, pero ese toque triste atrajo una ola de recuerdos que quemaban mi pecho muy lentamente. Por más que trataba de eliminar ese suceso de mi cabeza, entre más cantaba, más lo recordaba y más lágrimas brotaban de mis ojos.
Me escuché a mí misma en un ego lejano y melancólico cantando esa canción que toqué para mis verdaderos padres el día que desperté y no los encontré a mi lado. Su muerte ha sido lo más doloroso que viví, tal vez porque estuve muchos días en coma inducido y nos los recordé. Pero en el momento que sus rostros llegaron a mis recuerdos, mi alma se fue muriendo hasta apagarse por completo a causa de su ausencia. Tuve sueños horribles de aquel accidente, los recordaba susurrándome aquellas palabras llenas de dolor, pero tan tiernas y cariñosas que se me hacía difícil respirar. El pecho se oprimía con cada palabra llena de agonía que escapaba de sus labios.
Mis dedos seguían acariciando las cuerdas de la guitarra, liberando una melodía triste y llena de malos y buenos recuerdos que se mezclaban en un mismo tiempo y espacio. No podía parar, estaba presa en esas olas de tristes recuerdos que me golpeaban cada vez más fuerte el corazón y la mente. Estela tenía razón, por más lejos que me encontrara de mi hogar, los recuerdos no iban a dejarme hasta que mi alma hallara la paz.
Toqué hasta que los dedos me dolieron y canté hasta que la garganta se me desgarró debido al dolor de cada una de las canciones llenas de melancolía que fluían una detrás de la otra sin parar. Aunque me sentí bien liberando tanto dolor con la música, regresé a una absurda y sola realidad cuando las personas que se encontraban a mi alrededor estallaron en aplausos. No tenía la menor idea si me habían entendido o no, pues la mayoría de las canciones las canté en español, pero allí estaba una multitud, limpiando sus lágrimas con una sonrisa en sus labios y aplaudiendo por mí.
A pesar del dinero que recogí en la tarde, me volví a sentir sola. Ese pozo oscuro y lleno de negrura tiraba de mí con mucha fuerza. Esa noche volví a soñar y a llorar entre los brazos de una inmensa soledad; mis abuelos, los cuales ahora considero como mis padres ya no estaban para consolarme, por lo que ese sentimiento se agudizó en mi pecho y en ese espacio tan pequeño que me veía cada día tratando de salir adelante, volvió a atacarme la depresión y la ansiedad de verme sola vagando en la vida.
Tal vez había cometido un error al haber venido a un lugar donde estoy más sola que de costumbre. Tal vez lo mejor es regresar y tratar de llevar una vida junto a mis abuelos y Estela, quien siempre me brindó su hombro para llorar, aunque ese fuera su trabajo...
YulekLos designios de Dios me han dado un doloroso recuerdo de por vida que nunca podré desprender de mí, pero también me han hecho ver la vida de una forma diferente. Mi ceguera tiene algún propósito en este mundo, tal vez no sea bueno para mí, pero quizás sí es una enseñanza para las pocas personas que siempre me han rodeado.Desde pequeño nací completamente ciego a causa de una infección, por lo que desde que tengo uso de razón aprendí a desarrollar el resto de mis sentidos con naturalidad. Aunque fue muy duro saber que no tenía posibilidad de poder observar la luz del día y la de la noche, acepté mi realidad, pues sabía desde muy niño que no podía conocer ni siquiera el rostro de mis
—Espero que no te estés refiriendo a mí de esa manera por mi ceguera — bromeé en un tono más serio que de chiste.—¡No, por supuesto que no! O sea, me refiero a que... — como quisiera ver sus expresiones ahora mismo—. No tiene sentido. Lo que menos quiero es volver a tener una discusión innecesaria contigo. Ahora si me lo permites, tengo que seguir trabajando.—Me gustaría hacerte una propuesta.—¿Sobre qué? — respondió en automático.—De trabajo.—¿En serio? ¿Por qué? — se escuchaba sorprendida.<
EsmeMe había rendido luego de varias semanas en las que me vi en la obligación de seguir cantando en el parque para comer y ahorrar un poco de dinero. No quería regresar a mi país, pero tampoco tenía opción de quedarme en un lugar donde la estaba pasando realmente mal.Siempre hay un ángel dándonos abrigo sin que lo notemos a nuestro alrededor. Agradezco mucho que ese ángel me haya escuchado y me haya enviado a uno de los suyos para darme, aunque sea una oportunidad para no seguir en esa desesperación que me tenía al borde de la locura. Yulek no es un amor de persona conmigo, pero es un tierno bomboncito que le da mucho cariño a los niños cada día con su música. Da igual si me habla con sarcasmo, por obligación o n
No podía negar lo nerviosa que me encontraba por la presentación en la casa gubernamental de la ciudad. No es que tuviera miedo al público, pero me resultaba un poco diferente e incómodo cantar junto a Yulek, aún sabiendo que para él yo no era absolutamente nadie. Ni siquiera porque soy su empleada o compañera se ha dignado a hablarme. No entiendo por qué vive de mal humor, ignorando al resto del mundo como si el fuese un ser superior y el resto solo un polvo sobre su hombro.Llegamos desde muy temprano a la casa de gobierno para prepararlo todo con anterioridad. Los niños llegaban tiempo después en compañía de sus padres, por lo que aproveché que solo estábamos Yulek y yo en el salón afinando los instrumentos para cortar con ese silencio tan mordaz que ha tenido conmigo desde
Desperté por los insistentes golpes en mi puerta. La noche fue horrible como todas las anteriores. Llevo días sin poder dormir y descansar como es debido, pues estando sola y en silencio la ansiedad es mucho mayor. Se supone que debía descansar, pero al no venir tomando mis medicamentos con frecuencia, más por el hecho de no tener el dinero suficiente para comprarlos, hace que acostumbrarme nuevamente a sus efectos sea una completa agonía.Salí de la cama con las cobijas enredadas a mi cuerpo y abrí la puerta con cara de pocos amigos. Ver a Yulek muy bien arreglado y perfumado frente a mí era algo que no había esperado ni en bromas.—Dios mío, ¿cómo es que llegaste aquí? — musité tras verme en mis horribles fachas mie
Nos guié fuera de la casa y emprendimos camino por las soleadas calles en completo silencio. Estoy como viviendo en un sueño, pues nunca me imaginé estar tomada del brazo de un hombre tan guapo mientras caminamos sin ningún rumbo en específico. Sus brazos se sienten anchos y muy reconfortantes a través de la tela de su gabán. Su perfume es delicioso, no he dejado de aspirar con disimulo su aroma cada que tengo la oportunidad de hacerlo.En un principio lo sentía tenso, más cuando me atreví a prensar su brazo con el mío para poder ayudarlo a guiarse mejor ya que no conoce estas calles, pero a medida que avanzamos los pasos, fue relajando los músculos. Ahora caminamos en un silencio muy agradable uno al lado del otro.Tal vez suene irracional, p
YulekTodo lo que gira en torno a Esmeralda me resulta llamativo y demasiado miedoso, y no precisamente porque tema a ella, sino a esa fuerte atracción que me genera con solo escuchar los tonos altos y bajos de su voz. Su perfume se ha grabado en mis pensamientos y lo puedo distinguir a la perfección entre varios aromas mezclados. Incluso percibo su olor en el aire cuando ella no está cerca de mí. A eso y muchos más sentires es a lo que verdaderamente temo. Y por más que trato de mantenerme a una distancia prudente, algo en mí no me permite hacerlo. Me conformo con escuchar su voz y sentir el olor de su perfume envolviéndome en esa red que hechiza mis sentidos, aunque no voy a mentir, lo daría todo por su rostro y verme en el brillo de sus ojos, pero sé que eso sería mucho pedir en esta vida oscura.
—¿Estás segura? — la escuché decir con la voz entrecortada, alertando mis sentidos en un instante.—¿Cuándo he dicho mentiras? Esmeralda, créeme cuando te digo que eres preciosa — hubo un corto silencio, por lo que me quedé expectante a lo siguiente que Anabella diría—. Todas estas marcas son trazos; los trazos de tu piel cuentan una historia, ya sea llena de tristeza o felicidad, pero lo hacen. Viviste para contarlos, así que luce esos trazos con orgullo y la cabeza en lo más alto, porque hacen de ti una mujer única y radiante. Tus padres están situados en tu corazón, déjalos ahí para siempre. Sé que no es fácil olvidar y seguir como si nada hubiera pasado, pero recuerda que la mejor forma de recordar su amor y traer su esencia a la tierra, es vivir de los momentos más felices que compartieron juntos.E