Estuvimos la mayor parte del día paseando y disfrutando de las cosas simples que se aprecian en la ciudad y creando momentos que durarán de por vida. Cómo ya era de noche cuando regresamos a la casa de Estela, dejamos la partida a mi pueblo a la mañana siguiente. Yulek y yo no dejamos de demostrarnos lo mucho que nos amamos ni un solo segundo.A la mañana siguiente Estela nos llevó a la terminal de buses para dirigirnos a Monguí; mi pueblo natal y, entre emocionada y nostálgica, no dejé de hablar sobre mis abuelos y todo lo que alguna vez hice para sobrevivir allí y ahorrar para poder irme a otro país a rehacer mi vida. Este viaje nos ha servido mucho para conocernos más, y eso que hasta ahora estamos iniciándolo.Al llegar a casa, mis abuelos nos recibieron con los brazos abiertos. Respirar el aroma del campo y de los animales me recordó lo mucho que añoraba mi hogar, que por más lejos que estuviera de casa, este siempre sería mi lugar en el mundo.Mi abuelo se llevó a Yulek a conoce
La vida nos da muchas oportunidades a lo largo del camino, pero son muy pocas las que verdaderamente usamos para ser feliz. En mi caso, no solo por mis temores, mis inseguridades y mis marcas que, con el pasar del tiempo y mucho trabajo terapéutico, he ido liberando y sanando poco a poco, que tenía solo una para amar. Y, es que, entre millones de personas, solo una es capaz de hacerme reventar de felicidad con tan solo su presencia.Yulek apareció en mi vida exactamente hace un año para darle un giro a esta y hacerme ver el camino de la misma forma en la que él lo ha hace. Llegó para marcar mi piel y mi alma con la dulzura de sus besos y la abundancia de su amor. Sé que no somos seres perfectos, pues es natural fallar y tener errores, pero para mí él es el hombre más divino y perfecto que pueda existir. Su corazón guarda un amor hermoso, y que solo yo tengo el gusto de palpar cada segundo del día y la noche entre mis manos.Es sorprendente que ya haya pasado un largo y hermoso año a s
Navidad estaba a la vuelta de la esquina, todos en casa de los padres de Yulek han estado emocionados y estresados por todo lo que la noche buena trae consigo, pero, aunque me encontraba feliz de compartir una navidad más junto a mi novio, en el fondo sentía una pizca de nostalgia y extrañeza por la falta que me hacen mis abuelos. Añoraba tenerlos esa noche a mi lado, pero tal parece que el consulado no está en funcionamiento en estas fechas, por lo que tenemos que esperar que pasen las festividades para recibir la respuesta de la residencia de mis abuelos.Observé con algo de tristeza sus regalos, y con un suspiro rendido los guardé en una bolsa nuevamente. Es en este momento donde las emociones eme rebasan y no sé cómo dejar de sentirme de esa manera tan horrible. Sé que los veré pronto, pero no es lo mismo. Un año sin darle un abrazo ha sido una verdadera tortura. Los extraño en demasía.Yulek estuvo dándome ánimos y diciéndome que ya habría más navidades para compartir con ellos.
Luego de minutos enteros en los que no me despegue ni un solo segundo de la ventana, Ana se acercó a mi lado y me tomó de la mano con suavidad. Ella más que nadie conoce mis mayores miedos, por eso trató de tranquilizar mis temblores con una suave caricia en el dorso de mi mano.—No tienes de qué preocuparte, ellos pronto van a regresar.—Han pasado treinta minutos...—El único autoservicio queda bastante retirado. Estoy segura que ya deben venir de camino — me sonrió cálidamente—. Tranquila.Por más en que trataba de no pensar negativamente, no podía. Ese mal presentimiento estaba instalado en mi pecho. Hace mucho había dejado de sentirme de esa manera tan horrible, quizás porque soy enemiga a muerte de pasear en auto y más a esta hora de la noche, pero la ansiedad de nuevo estaba comiéndome por dentro. Además, el tiempo no ayuda en lo absoluto.Me quedé con la mirada fija en la nieve, pensando en que todo estaba bien y que solo se trataba de mi paranoia jugándome una mala broma. No
Con el pasar de los meses, empecé a organizar mi boda junto a mi abuela, mi mejor amiga y mi suegra. Entre las cuatro nos hemos encargado de todo; los pocos invitados, la decoración y la comida. Como Yulek y yo decidimos hacer la recepción de la boda en la academia, hemos hecho lo humanamente posible para que las clases no vayan a interceder con el día en que tenemos pactada nuestra unión. Mis abuelos llegaron hace un mes a vivir definitivamente con nosotros. Me hizo tan feliz que aceptaran la solicitud de su residencia permanente. Tenerlos conmigo era todo lo que necesitaba para sentirme plenamente en el cielo. Ahora, cada que necesito de un abrazo y un consejo, basta con caminar unos cuantos pasos de mi apartamento para que mis abuelos estén como siempre para mí. Mi abuelo, al saber inglés, no se le ha dificultado entablar socializar y entender el idioma, pero a mi abuela le cuesta mucho, ya que son pocas las palabras que logra comprender; no obstante, hace el esfuerzo de aprender.
A lo largo de los años he superado miedos, inseguridades y muchos acontecimientos que han marcado mi vida y me han hecho decaer en depresiones que, para muy a mis adentros, pensé que nunca podría salir de esos sentimientos tan angustiantes y sofocantes. No fue nada sencillo volver a ser yo, pero poco a poco fui recuperando la confianza en mí misma hasta creer en mí. Mi esposo, mis abuelos y las personas que me rodean siempre me han ayudado en todo, más cuando esas crisis aparecían de la nada y me atacaban cuando menos me lo esperaba.El tiempo es nuestro principal enemigo, sobretodo cuando dejamos perder oportunidades que nos trae cambios a nuestras vidas. Perdí mucho tiempo cuando me encontraba presa de las ansiedades, las depresiones y mis constantes miedos, por lo que, al momento de salir de ellas, disfrutar la vida al máximo junto a mis seres queridos ha sido lo más maravilloso de todo el proceso de mi terapia. Puede que aún queden algunas repercusiones en mi cabeza, y a veces sue
Dicen que los cambios son buenos, que nos sirven para ser mejor persona y no tener que seguir atados a un alguien o a un momento que nos hace daño silenciosamente. Quisiera pensar lo mismo, decir que cambiar física y mentalmente me sirvió para olvidar y no seguir aferrada al pasado, pero, por más que lo intenté, sigo anclada a lo que fue siempre mi vida.Entonces llegué a la conclusión que el problema era el lugar, aquel sitio que tanto dolor me trae y no me permitía seguir adelante como tanto quisiera hacerlo. Mis padres me dicen que si no suelto el pasado, nunca podré vivir un presente y soñar con un futuro, pero es imposible seguir mi camino estando en un lugar donde lo perdí todo.No era que tuviera dinero de sobra para darme lujos, pero sí tenía el suficiente dinero ahorrado para viajar y empezar de cero en un lugar fresco y nuevo. Tenía el presupuesto par
—No sientas pesar por una persona que no cuenta con las mismas capacidades que tú sí posees — me respondió estoico y con un dejo de rabia en su voz—. Que no tengamos la posibilidad de ver la basura que habita en el mundo, no nos hace menos persona.—No quise ofender... — me quedé pensativa, ¿acaso me llamó basura?—. En ningún momento te ofendí. No hay necesidad de llamar a una persona "basura".—¿Supones entonces que no fue así? — sonrió, en su hermoso y bello rostro se formó una sonrisa llena de burla—. No especifiqué que una persona sea basura...—¡Por las pulgas del perro! — vociferé—. No te vi,