Capítulo 38
Darragh la abrazó y Gianna tembló. No era sólo la vergüenza al demostrar cómo su cuerpo reaccionaba con el contacto de su mate, sino que sabía que Darragh podía escuchar el latido acelerado de su corazón y la respiración rápida. No existía forma alguna de disimular aquellas cosas, al menos no de un lobo, y eso la hacía sentir vulnerable, expuesta.

El cuerpo del lobo desprendía tanto calor que Gianna creyó que herviría de fiebre en cualquier momento.

—Relájate —pidió él en su oído. La caricia de su aliento erizó toda la piel de Gianna y por supuesto que no pudo relajarse—. Gianna…

—¿Qué pretendes? —musitó ella y recargó la barbilla en el hombro de Darragh—. ¿Es importante que piensen que realmente estamos juntos?

—No sabemos cuál es la amenaza, debemos vernos fuertes.

Gianna suspiró, desilusionada. No era la respuesta que esperaba.

—¿Importa tanto? —Ella metió los brazos entre ambos, colocó las palmas sobre los pectorales de Darragh y se impulsó para poner un poco distancia; el corazón
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo