Mi corazón latía muy rápido, no podía ni siquiera mirarlo a los ojos, él estaba aquí declarándome su amor y yo solo estaba usándolo a mi favor. Me moría de remordimiento, mis manos estaban sudando y no paraba de pensar en que haría, llene mis pulmones de aire y pensé muy bien en una respuesta que me diera más tiempo, tampoco quise herir a Archie, no se lo merecía. Pero ¿Cómo le hacia entender que no tenía cabeza para otra cosa que no fuera resolver toda la locura que se había desatado en mi vida? Dante clavó sus ojos en los míos, no los apartaba y entonces me tomó de las manos, abrió espacio y me abrazo con fuerza, repose mi mejilla en su pecho.—Vale, hasta yo me he asustado, tranquila…—alarga, deja un beso en mi cabello. —, sé que tengo que ser paciente contigo, principesa… es solo que te miró y me envuelven las ansias.—Dante, yo… solo necesito esperar a mi cumpleaños, creo que es la única pieza del rompecabezas que se volvió mi vida, ¿entiendes? —digo ahogando un suspiro, él asien
Me gusta sentir la brisa azotar mi cabello, chocar con mi rostro y sentir las partículas heladas por la lluvia. Desde que Alessandro me regaló una motocicleta ducati de motor 250 en un potente color rojo rubí, he sido la chica mas feliz del mundo. Bueno sin romantizar el tema, me ha salvado de grandes apuros y me demostró de lo que era capaz, maniobrar tan perfectamente como una piloto de carreras y claro que luego de conocer a Hunter y Abby, me adentre en el mundo de las carreras ilegales. Amo sentir la adrenalina adueñarse de todo mi ser, cuando aceleró el manubrio. Escuchar la ovación cuando cruzo la meta y les gano a todos esos idiotas que creen que, por ser hombres, son mejores al volante. Estúpidos machistas, mas de una vez les he enseñado quien es Annie.Por otro lado, Hunter y Abby han sido mi salvación del perfecto mundo que vivo en casa. Luego de que naciera Alessia, mi tía y Alessandro for
—¿Cómo que casi te atropella? —pregunta Alessandro sorprendido.—Fue un accidente, la señorita no sabe conducir muy bien que digamos…—responde el arrogante, ruedo mis ojos y chasqueo mi lengua.—No es mi culpa que no sepas reconocer las luces direccionales—me defiendo y mi tía me mira horrorizada. —, ¿Qué hace este aquí? No me han contestado esa pregunta.—Annie, él es Archie, mi sobrino—lo presenta y abro mucho mis ojos, ¿Su qué? ¡Esto no puede estar pasándome! —, Se quedará un tiempo con nosotros, mi hermana me lo pidió y no pude negarme. Estudiara en tu universidad, podrían llevarse muy bien—responde sonriente, ruedo mis ojos, por segunda vez, a este paso quedare bizca.—Ni en sus mejores sueños, odio a los de su clase, son tan arrogantes…&mdash
Después de deshacerme de ese idiota entrometido de Archie, salgo de mi estudio y voy a mi habitación, moría de hambre y rosa nunca apareció con mi cena. Pero no quiero ir a la cocina y encontrarme con ese insolente o con mis tíos, necesito un respiro. Tomo una ducha y voy a mi armario a buscar algo de ropa, me detengo a escasos centímetros del espejo y me observo con detenimiento. Delgada, con curvas, cabello cobrizo, pálida y mis ojos se detienen justo en esa fea cicatriz. La repaso con la yema de mis dedos y me percato que no es solo una marca plasmada en mi pecho, si no también un terrible recuerdo que me acompaña desde hace 3 años. Si ella estuviera aquí, todo probablemente sería diferente…—¿Por qué te observas tanto? Eres hermosa—escucho a mis espaldas y doy un respingo. Ese idiota de nuevo, pudo matarme de un paro cardiaco.—&i
Llegamos al depósito de bodegas donde se llevan a cabo las peleas clandestinas, el cual consiste en una especie de jaula. Literalmente, es un ring encerrado por unas rejas en el medio. Alrededor hay gradas donde puedes sentarte para admirar como dos idiotas se pelean hasta el cansancio o hasta que se noqueen. Tome asiento en la primera fila en conjunto de Abby, Hunter se fue al camerino de mala muerte. Tenia que arreglar la pelea, por lo que compraría al otro boxeador. Camine hasta el lado opuesto de donde nos encontrábamos, pasando por algunas personas, odiaba este lugar, siempre había personas tomando, drogadas y de muy mala pinta. Opte por entrar al camerino del oponente de mi amigo y busque con mi mirada al que seria el manager o lo que sea del peleador. Un chico alto y de porte se seguridad me dio una mirada inquietante.—¿Qué se te ofrece, bombón? —pregunto haciéndome estremecer.&m
Muchas veces he tentado a la suerte y hoy no sería la excepción, volvería a enfrentar a Lui y esta vez la situación no pintaba nada bien. ¿En que estaba pensando Abby cuando decidió robarle drogas a ese matón? Acelero el manubrio de mi moto y el rugido del motor me hace vibrar, tengo la adrenalina a mil y Hunter se abraza con fuerza a mi cintura. Para nuestra suerte, se mejoró bastante rápido de la paliza que le dio Archie en la pelea de hace días. Mis manos sudan un poco y las limpio con mi pantalón, al llegar a las bodegas que Lui usa para almacenar sus porquerías, me estaciono a distancia. Bajo con cautela de la moto y Hunter me sigue, caminamos a paso rápido y escuchamos un grito despavorido de Abby, mi corazón se achica y siento que esta apunto de paralizarse por el miedo. Suspiro y tragando saliva le tiendo una de las armas que le robe a Alessandro de su despacho, tomo la otra con
La espera había terminado, hoy finalmente después de esperar meses, entraría a la universidad. Mi amado sueño de ser una artista profesional comenzaba. Me desperté con energía y tomé una larga ducha, cantaba mis canciones favoritas, mientras pensaba que ponerme. Al salir del baño enrolle mi cuerpo en una toalla suave y camine hasta el armario, busque entre los colgadores, me detuve al mirar la chaqueta de cuero color rojo que me había obsequiado Abby en mi cumpleaños el año anterior. No sabia nada de ellos desde el lunes que sucedió todo en las bodegas de Lui. ¿Por qué me traicionaron? Jamás hubiese hecho algo así, no a ellos. Con algo de nostalgia la tome en manos y la saque, también tome una camiseta sin mangas de unas de mis bandas favoritas de rock en color blanco, termine colocándome un vaquero azul celeste, la camiseta, la chaqueta de cuero roja y mis t
Mi primera clase resulto ser tan aburrida, como escuchar a mi tío hablando de negocios. ¿Por qué en una carrera tan hermosa como el arte tenia que aprender historia clásica? No lo comprendo, un pésimo comienzo, sin mencionar el secuestro de ese vampiro por la mañana. Y pensar que lo creí atrayente, pero como siempre termino siendo un psicópata. Claro que sé que oculta algo, hay un semblante de misterio que lo emana desde que habla y eso tengo que descubrirlo. Suspirando recojo mis utensilios y ajusto mi bolso en mi hombro, camino con rapidez a la puerta evitando la acusatoria mirada de una compañera que no guardo apariencias. Me ha estado lanzando miradas fulminantes y desconozco la razón, no podría imaginar quien es. —¿Acaso te gustaría una fotografía? Creo que duraría mucho más—pregunto en su dirección y rueda los ojos con fastidio