Después de deshacerme de ese idiota entrometido de Archie, salgo de mi estudio y voy a mi habitación, moría de hambre y rosa nunca apareció con mi cena. Pero no quiero ir a la cocina y encontrarme con ese insolente o con mis tíos, necesito un respiro. Tomo una ducha y voy a mi armario a buscar algo de ropa, me detengo a escasos centímetros del espejo y me observo con detenimiento. Delgada, con curvas, cabello cobrizo, pálida y mis ojos se detienen justo en esa fea cicatriz. La repaso con la yema de mis dedos y me percato que no es solo una marca plasmada en mi pecho, si no también un terrible recuerdo que me acompaña desde hace 3 años. Si ella estuviera aquí, todo probablemente sería diferente…
—¿Por qué te observas tanto? Eres hermosa—escucho a mis espaldas y doy un respingo. Ese idiota de nuevo, pudo matarme de un paro cardiaco.
—¿Qué carajos haces en mi habitación? Sé que soy hermosa y no necesito que me lo recuerdes—respondo, rodando mis ojos y asegurando el borde de la toalla que envuelve mi cuerpo.
—La ventana estaba abierta y yo solo quería entregarte esto…—responde, resoplando. Saca del bolsillo de su chaqueta mi collar, seguro lo perdí cuando me choco hoy en la tarde y no me di cuenta.
—¿Y por estar abierta una ventana es acaso una invitación a que entres? ¡Pude estar desnuda, degenerado! —respondo acusatoria. —, Ah sí, es mío. —digo, acercándome a él e intentando arrebatárselo de sus frías y alargadas manos, pero retrocede y lo mueve.
—No tan rápido, pequeña—responde con un gesto divertido en su rostro—, Merezco un reconocimiento por recuperarlo. ¿No crees?
—¿Qué reconocimiento? —pregunto cruzándome de brazos.
—Un beso—responde triunfal y hago un gesto de asco—, ¡Hey tampoco es tan malo!
—Púdrete, imbécil—respondo rodando mis ojos. —, ¡Fuera de mi habitación o gritare!
—¿Cuántos años tienes? ¿4? —pregunta rodando sus ojos. Envidioso, no le queda. —, Cálmate, era una broma.
—Devuélveme mi collar—respondo, mirándolo mal—, ¿Por qué eres tan intenso? Me aburres.
—Se nota que necesitas intensidad en tu vida, Annie—responde filosofo.
—¿Y qué sabes tú de mí? —respondo con ironía—, ¡No sabes nada! ¡Eres solo un recién llegado!
—Te sorprendería todo lo que sé—responde entregándome mi collar, lo miro confundida—, Si tan solo supieras observar, entenderías mejor.
—Como digas, no me interesa—respondo, estoy por decirle que se vaya de mi habitación, cuando soy interrumpida.
—Annie, necesito que me entregues el…—entra mi tía, sin tocar la puerta, como siempre, a mi habitación. —, ¿¡Que carajos!? ¿Archie, que haces en la habitación de mi sobrina? ¿Y Annie que haces en semi desnuda? —pregunta mi tía alterada.
—¿Por qué carajo todos creen que tienen derecho a entrar a mi habitación sin siquiera tocar la puerta? —respondo fúrica—, ¡Es mi jodida privacidad!
—¡Ese vocabulario, Annie! —regaña y ruedo mis ojos por lo bajo—, ¿Cómo que sin tocar la puerta? ¿Acaso Archie entro sin permiso?
—Si, ese jodido entrometido entro por la ventana—respondo obvia—, Yo estaba tomando una ducha y él solo apareció.
—¿Eso es cierto, Archie? —pregunta mi tía, mirándolo acusadora.
—Si, lo siento mucho, Mia—responde y suspiro, al menos fue sincero—, Solo venía a entregarle el collar a Annie.
—Que no se repita, Archie—responde seria—, ¡Pudo haberse estado vistiendo! —repite con preocupación y me rio por lo bajo, en serio que vivo en una casa de locos—, Annie, necesito que me entregues el recibo del pago de tu universidad. —termina, Asiento y me acerco a mi bolso, lo saco y se lo entrego. —, Gracias, ahora Archie vete a tu habitación y deja que Annie cubra su cuerpo.
—¡Por fin! ¡Y la próxima toquen la puta puerta antes de entrar! —respondo cerrando la puerta a sus espaldas.
Soy una amargada, quizá. Pero odio que invadan mi espacio personal sin permiso, es por esa razón que apenas cumpla los dieciocho me mudare, quiero vivir sola. Me visto con rapidez, colocándome un jean de cuero negro, una chaqueta a juego de cuero también y mis botas militares. Rizo mi cabello y me maquillo un poco, abro la puerta con lentitud y veo todas las luces apagadas. Cierro la puerta de nuevo y paso el pestillo, me deslizo con facilidad por la ventana y salto el pequeño filo. Voy a la cochera y saco mi motocicleta, no la enciendo, pero la arrastro con lentitud. Abro la enorme verja y subo a mi ducati, hago rugir el motor y acelero. Salgo disparada por las calles y maniobro con diversión, me gusta sentir la fresca ventisca en mi rostro. Me recuerda que sigo viva, que, de aquel recuerdo, solo quedo una fea cicatriz, pero viví para contarlo. Me detengo en el estacionamiento de McDonald, dejo estacionada mi ducati y entro al recinto. Busco con la mirada a mis chicos y veo que me hacen señales con sus manos desde la última mesa. Camino a paso rápido al encuentro, habíamos quedado en la mañana en reunirnos hoy a esta hora.
—¿Qué hay, dúo de los terribles? —saludo con diversión, mientras Abby se corre un poco en el asiento y me deja un lado vacío.
—¿Qué ocurre con tu móvil? ¡Te he llamado como loco! —refuta, Hunter.
—Ah, no lo he visto. Hoy ha sido un día horrible—respondo con indiferencia y les narro todo lo ocurrido—, Necesito mudarme sola, odio vivir en esa mansión.
—¿Qué? ¿Estas loca? ¡Esa mansión es un lujo total! —responde Abby sorprendida—, Se que tus tíos son jodidos, pero créeme que daría todo por vivir en un lugar así.
—¿Cambiamos vidas? —divierto y ella hace una mueca.
—¿Prefieres ser golpeada por tu propio padre que vivir con tus estrictos tíos? ¡Joder tía, estas loca!—responde con una pizca de diversión, alivianando el ambiente. Abby es golpeada brutalmente por su padre, cada vez que llega borracho.
—Tranquila, pronto te sacare de esa pesadilla—respondo, apretando su hombro—, Cuando seamos mayores de edad, todo cambiara, lo prometo. —digo, ella asiente y sonríe.
—¿Y? ¿Lista para lo de hoy? —pregunta Hunter, asiento, Abby y yo le haremos barras mientras el pelea con otro tipo.
—Si, traje mi corneta—respondo divertida y le enseño mi bolso. —, ¿Contra quién pelearas?
—Un tipo de un nombre extraño, es como extranjero…—responde alargando Hunter, intentando recordar.
—¿Extranjero? Eso suena interesante—respondo, frotando mis manos con emoción—, Seguro le darás una paliza.
—Eso espero, necesitamos dinero—responde Abby—, Le debemos dos de los grandes a Lui.
—¿Qué? ¿Por qué carajos no me han dicho? —pregunto molesta, intercalando mi mirada de uno al otro.
—Porque has estado ocupada con eso de tu universidad para ricachones—responde Abby—, No queríamos ser un dolor de trasero para ti.
—Chicos ustedes son los únicos que me entienden, jamás serian un dolor de trasero—respondo con diversión—, No pueden deberle a Lui, los matara si no le pagan.
—¿Por qué crees que ustedes apostaran por mi tres de los grandes? —refuta Hunter, lo miro perpleja. ¿Tres de los grandes? Es mucho dinero, Hunter es buen boxeador, siempre hemos ganado dinero de manera ilegal. Pero esto no huele bien, una lucha con un extranjero que no conocemos ni tenemos referencias. ¿Qué podría salir mal? ¡Todo!
—Es mucho lo que esta en juego, Annie—responde Abby—, Si no pago la renta, nos echaran. ¿Adonde iré? Mi padre no me importa, pero no quiero vivir en las calles.
—Eso no pasara, me encargare de que Hunter gane esa pelea—respondo suspirando, solo espero que no sea una trampa de Lui.
Llegamos al depósito de bodegas donde se llevan a cabo las peleas clandestinas, el cual consiste en una especie de jaula. Literalmente, es un ring encerrado por unas rejas en el medio. Alrededor hay gradas donde puedes sentarte para admirar como dos idiotas se pelean hasta el cansancio o hasta que se noqueen. Tome asiento en la primera fila en conjunto de Abby, Hunter se fue al camerino de mala muerte. Tenia que arreglar la pelea, por lo que compraría al otro boxeador. Camine hasta el lado opuesto de donde nos encontrábamos, pasando por algunas personas, odiaba este lugar, siempre había personas tomando, drogadas y de muy mala pinta. Opte por entrar al camerino del oponente de mi amigo y busque con mi mirada al que seria el manager o lo que sea del peleador. Un chico alto y de porte se seguridad me dio una mirada inquietante.—¿Qué se te ofrece, bombón? —pregunto haciéndome estremecer.&m
Muchas veces he tentado a la suerte y hoy no sería la excepción, volvería a enfrentar a Lui y esta vez la situación no pintaba nada bien. ¿En que estaba pensando Abby cuando decidió robarle drogas a ese matón? Acelero el manubrio de mi moto y el rugido del motor me hace vibrar, tengo la adrenalina a mil y Hunter se abraza con fuerza a mi cintura. Para nuestra suerte, se mejoró bastante rápido de la paliza que le dio Archie en la pelea de hace días. Mis manos sudan un poco y las limpio con mi pantalón, al llegar a las bodegas que Lui usa para almacenar sus porquerías, me estaciono a distancia. Bajo con cautela de la moto y Hunter me sigue, caminamos a paso rápido y escuchamos un grito despavorido de Abby, mi corazón se achica y siento que esta apunto de paralizarse por el miedo. Suspiro y tragando saliva le tiendo una de las armas que le robe a Alessandro de su despacho, tomo la otra con
La espera había terminado, hoy finalmente después de esperar meses, entraría a la universidad. Mi amado sueño de ser una artista profesional comenzaba. Me desperté con energía y tomé una larga ducha, cantaba mis canciones favoritas, mientras pensaba que ponerme. Al salir del baño enrolle mi cuerpo en una toalla suave y camine hasta el armario, busque entre los colgadores, me detuve al mirar la chaqueta de cuero color rojo que me había obsequiado Abby en mi cumpleaños el año anterior. No sabia nada de ellos desde el lunes que sucedió todo en las bodegas de Lui. ¿Por qué me traicionaron? Jamás hubiese hecho algo así, no a ellos. Con algo de nostalgia la tome en manos y la saque, también tome una camiseta sin mangas de unas de mis bandas favoritas de rock en color blanco, termine colocándome un vaquero azul celeste, la camiseta, la chaqueta de cuero roja y mis t
Mi primera clase resulto ser tan aburrida, como escuchar a mi tío hablando de negocios. ¿Por qué en una carrera tan hermosa como el arte tenia que aprender historia clásica? No lo comprendo, un pésimo comienzo, sin mencionar el secuestro de ese vampiro por la mañana. Y pensar que lo creí atrayente, pero como siempre termino siendo un psicópata. Claro que sé que oculta algo, hay un semblante de misterio que lo emana desde que habla y eso tengo que descubrirlo. Suspirando recojo mis utensilios y ajusto mi bolso en mi hombro, camino con rapidez a la puerta evitando la acusatoria mirada de una compañera que no guardo apariencias. Me ha estado lanzando miradas fulminantes y desconozco la razón, no podría imaginar quien es. —¿Acaso te gustaría una fotografía? Creo que duraría mucho más—pregunto en su dirección y rueda los ojos con fastidio
Regresamos a la universidad y nos separamos para ir a nuestras respectivas clases, Mag era estudiante de literatura. Solo coincidíamos en una o dos clases. Suspirando camine hasta mi casillero nuevamente, guarde los libros anteriores y saque los nuevos. Me sentía inquieta y bastante pensativa, el tema de Dante era serio, sabía que la hadita no me mentiría con algo de ese calibre, además que era notorio en su semblante. Lo cual me mantenía alerta, era difícil creer que un chico tan guapo tuviera una mente tan macabra. Mag había aceptado mi propuesta de venganza, me entrometería en la vida de ese idiota y tenía claro que las consecuencias podrían ser graves. Arrastre mis pies por los pasillos atestados de estudiantes, mientras maquinaba mentalmente como acercarme al vampiro, ya que fue obvio mi rechazo hacia él y podría ser sospechoso que ahora fuera amable.—¿Pensando en m&i
Cuelgo la llamada y golpeo con fuerza la mesa, Mar me mira con preocupación y confusión, la pobre no tiene ni idea de lo que esta sucediendo y lo mucho que necesitare su ayuda. ¿Qué más daba? No podía permitir que los matará, no al menos si yo lo sabía. Esa llamada1 podría meterme en serios problemas, parecería que soy su cómplice y claro que Lui tiene jugadas muy sucias. Resoplo y me llevo las manos a mi cabeza, no quiero entrometer a la hadita en esto, no merece oscuridad en su vida.—¿Qué ocurre Annie? ¿A quién matarán? ¿Qué carajos fue esa llamada? —inquiere con una mirada cargada de susto en su puesto, mientras se remueve con impaciencia.—Mar, hay muchas cosas que no sabes de mí, me he codeado de personas muy peligrosas y mis amistades no eran exactamente buenas, están en problemas y si n
Siendo apretujada por el pelirrojo, sus palabras resuenan en lo más profundo de mi mente. ¿En realidad es mi hermano? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso él es hijo de mi padre biológico? No suena tan descabellado si lo pienso bien, parece mi mellizo, es decir, somos tan idénticos que da miedo. Sintiéndome extraña y como si me encontrara en la escena de juego de gemelas, me aleje lentamente del sujeto que no parecía querer soltarme. Lo mire estupefacta y analice cada facción suya, centrándome en sus ojos y lo increíblemente identificada que me sentía al mirarlo.—¿Quién eres? ¿Y qué es eso de “hermana”? —pregunte, citando sus palabras. Él me miro con curiosidad y en seguida me fije en la mirada nerviosa de mi tía, Mia.—¡Cariño! No te escuchamos llegar, ¿Qué tal tu prim
¡Hola! se que me estan odiando por todo el tiempo que llevo sin actualizar, sin subir nuevos capitulos, me disculpo enormemente con todas por tenerlas a la espera. pero acontecieron muchos sucesos que me impedian continuar, pase por una depresion donde necesite mucha terapia y ayuda, no podia concentrarme ni escribir, les agradezco su paciencia, espero que disfruten mucho este capitulo, sin mas, les dejo con la lectura: ****************************************************Cuando la vida te ha golpeado de maneras un tanto drásticas es difícil que algo sea significativo para ti, ya sea porque le disminuyes el significado para autoprotegerte o porque estas cansada de aceptar los golpes y fingir que estas bien. Me sentía confundida y aturdida, me costaron muchas lagrimas y malos momentos, aceptar que Hannah era mi madre, verla tirada en el suelo, perdida en su vicio, mientras le rogaba a cualquier ente presente que no me la quitara, son cosas que jamás podría olvidar, claro que las supe