Cuelgo la llamada y golpeo con fuerza la mesa, Mar me mira con preocupación y confusión, la pobre no tiene ni idea de lo que esta sucediendo y lo mucho que necesitare su ayuda. ¿Qué más daba? No podía permitir que los matará, no al menos si yo lo sabía. Esa llamada1 podría meterme en serios problemas, parecería que soy su cómplice y claro que Lui tiene jugadas muy sucias. Resoplo y me llevo las manos a mi cabeza, no quiero entrometer a la hadita en esto, no merece oscuridad en su vida.
—¿Qué ocurre Annie? ¿A quién matarán? ¿Qué carajos fue esa llamada? —inquiere con una mirada cargada de susto en su puesto, mientras se remueve con impaciencia.
—Mar, hay muchas cosas que no sabes de mí, me he codeado de personas muy peligrosas y mis amistades no eran exactamente buenas, están en problemas y si n
Siendo apretujada por el pelirrojo, sus palabras resuenan en lo más profundo de mi mente. ¿En realidad es mi hermano? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso él es hijo de mi padre biológico? No suena tan descabellado si lo pienso bien, parece mi mellizo, es decir, somos tan idénticos que da miedo. Sintiéndome extraña y como si me encontrara en la escena de juego de gemelas, me aleje lentamente del sujeto que no parecía querer soltarme. Lo mire estupefacta y analice cada facción suya, centrándome en sus ojos y lo increíblemente identificada que me sentía al mirarlo.—¿Quién eres? ¿Y qué es eso de “hermana”? —pregunte, citando sus palabras. Él me miro con curiosidad y en seguida me fije en la mirada nerviosa de mi tía, Mia.—¡Cariño! No te escuchamos llegar, ¿Qué tal tu prim
¡Hola! se que me estan odiando por todo el tiempo que llevo sin actualizar, sin subir nuevos capitulos, me disculpo enormemente con todas por tenerlas a la espera. pero acontecieron muchos sucesos que me impedian continuar, pase por una depresion donde necesite mucha terapia y ayuda, no podia concentrarme ni escribir, les agradezco su paciencia, espero que disfruten mucho este capitulo, sin mas, les dejo con la lectura: ****************************************************Cuando la vida te ha golpeado de maneras un tanto drásticas es difícil que algo sea significativo para ti, ya sea porque le disminuyes el significado para autoprotegerte o porque estas cansada de aceptar los golpes y fingir que estas bien. Me sentía confundida y aturdida, me costaron muchas lagrimas y malos momentos, aceptar que Hannah era mi madre, verla tirada en el suelo, perdida en su vicio, mientras le rogaba a cualquier ente presente que no me la quitara, son cosas que jamás podría olvidar, claro que las supe
Como era de esperarse y para nada sorpresa, al llegar al campus de la universidad todos se nos quedaron viendo con detenimiento, ¿Qué era esto? ¿Acaso me encontraba en una película adolescente? Suspirando con resignación, me limite a esperar que se detuviese el auto del chupasangre, el cual me miro con una sonrisa de satisfacción. ¿Le gustaba verme en esta posición? Una muy incómoda, por cierto, siempre he preferido ser perfil bajo.—¿Nerviosa? —pregunta con cinismo, le sonrió con falsedad y luego ruedo mis ojos.—¿Por qué debería estarlo? Ni que fueras la gran cosa, querido—respondo borde, pero con toda la intención de sacarle pica. Su sonrisa se borra y ladea su cabeza, acomoda el retrovisor y se peina un poco su copete.—Eso es lo que mas me encanta de ti hasta ahora, tu jodido carácter. —responde bajándose del auto, usa su velocidad para aproximarse a mi puerta y abrirla como todo un galán. Le doy una mirada confusa, no entiendo si es cierto su coqueteo o lo hace por molestarme, e
cuando era más pequeña, tendría quizá unos diez, solía pensar que Hannah solo estaba confundida y perdida en su mundo de drogas. Claro que, siempre mantuve la esperanza de que se recuperaría, o al menos lo intentaría por mí… luego crecí y madure, congele mi corazón para protegerlo de tontas esperanzas y falsas ilusiones. Y ahora estaba a punto de conocer a mi verdadero padre. Sentada frente a Mar, ni siquiera podía escucharla o prestarle atención, me hablaba de muchos temas a la vez y mi vista estaba fija en ella, pero mi mente divagaba. Por primera vez en años, sentía nervios y mucha ansiedad. ¿Cómo seria él? ¿Acaso me quiere sin nunca haberme conocido? ¿Y si le decepcionaba saber lo que soy? Estaba tan ansiosa, el reloj parecía no querer avanzar y yo no podía evitar mirar las manillas cada cinco segundos. —¿Estas escuchándome? No se ni para que pregunto si es claro que no. —inquiere cruzándose de brazos, agito mi cabeza y la miro con atención. —, ¿en que tanto piensas? ¿Es por lo de
Después del emotivo encuentro, tomé asiento frente a la figura paterna que ahora tenia frente a mí, mirándome atento, estudiando cada movimiento, me sonreía con tanta sinceridad que de alguna manera lograba llenar ese vacío que por tanto tiempo sentí en mi pecho. Me encontraba en una especie de trance, una ensoñación tan mágica y placentera que no quisiera salir jamás. Me acomode en mi asiento luego de que por estar divagando casi hiciera caer las copas de cristal, Damián era muy dulce y atento conmigo, mientras que mi padre parecía querer saberlo todo de mí, ir de espacio no entraba en sus planes al parecer.—Me contó Damián que estudias arte, no sabes lo orgulloso que me siento de que hayas heredado mi talento. —comenta contento, luego de darle un sorbo a su copa, le sonrío en respuesta, se siente bien que admire esa parte de mí, la que más me gusta y aprecio.—Gracias, desde niña siempre disfrute pintar. Ahora sé la razón… —alargue siguiéndole su comentario, me dio un asentimiento
Al día siguiente desperté sintiendo como si todo lo que había sucedido era un sueño. Pero en el fondo sabia que por mucho que lo desease, no era así, todo era real. Suspirando arrastre mis pies hasta la ducha, me refresque con el agua helada, me vestí con lo primero que encontré y baje a desayunar. Para mi sorpresa solo se encontraba mi tía, no había rastro de los Silver. Respire con tranquilidad y me tome asiento al lado de Mía, la saludo con un beso en su mejilla, me sirvieron mi desayuno y esperaba algún comentario de mi tía.—¿Lo sabias no es así? —inquiere sorprendiéndome, la miro confundida, sin entender a que se refería. —, ¿Archie te lo había dicho antes? —responde inquiriendo, dándome a entender. Suspire asintiendo. —, ¿y por qué no lo dijiste?—Porque creía que era mentira, que lo decía solo para acercarse a mí…— alargo y ella hace un gesto. —, tía, no tengo interés en tener un mate… ¿Cómo lidiaste con ser la mate de Alessandro? —inquiero y ella me da una sonrisa pequeña, ap
En todo este tiempo, no había conseguido respuestas, solo el doble de preguntas. ¿Cómo se suponía que lograría sacarme todas las dudas? Mi mente no descansaba desde hace mucho tiempo, vivía sobre pensando a diario, con una ansiedad muy paranoica y con bastante intención de encontrar la verdad. ¿Cómo haría que Mía me dijera todo lo que se ha guardado? ¿Cómo haría que Damián y mi padre hablaran también? Necesitaba de sus versiones de la historia, necesitaba respuestas o seguramente perdería la cordura para siempre.—¿No piensas responderme? —inquiere dante zarandeándome un poco, sacudo mi cabeza y fijo mi mirada en él. —, Ann me estas haciendo perder la paciencia… ¿Por qué carajos lo dibujaste a él y no a mí? —refuta con recelo, mientras yo trago saliva. Niego con mi cabeza y antes de responderle pienso muy bien, quería insultarlo y advertirle que no podía hablarme de esa forma sin recibir una consecuencia, pero también recordaba mi plan con mar, no podía fallarle a la hadita.—¿Por qué
Los años no habían pasado en vano para Hannah, lucía igual de mediocre que siempre. Su mirada vacía y su piel tan pálida, me recordaban los peores años de mi niñez. Tragando saliva y aclarando mi garganta, me prepare para enfrentarla. Ella solo me observaba, era como si le alegrase mi visita, pero al mismo tiempo le recordara lo miserable que es su vida aquí encerrada. ¿Cómo es posible que su abogado quiera sacarla? Es una delincuente, no hay esperanza para ella, sus decisiones siempre son erradas y sin sentido.—¿Madre? Puff, Hannah ambas sabemos que eso te quedo grande, demasiado, para ser honestas…—alargue atacándola, se removió con una sonrisa sarcástica. —, si crees que vine a hacerte visita social estas más loca de lo normal o en tu caso drogada…—ataque nuevamente, su sonrisa decayó y se sentó con postura seria.—¿A que viniste, Annie? —inquiere con seguridad. —, ¿A presumirme lo buena madre que es la idiota de Mía? ¿A presumir de tu perfecta vida? ¿O acaso quieres algo de mí? —