Muchas veces he tentado a la suerte y hoy no sería la excepción, volvería a enfrentar a Lui y esta vez la situación no pintaba nada bien. ¿En que estaba pensando Abby cuando decidió robarle drogas a ese matón? Acelero el manubrio de mi moto y el rugido del motor me hace vibrar, tengo la adrenalina a mil y Hunter se abraza con fuerza a mi cintura. Para nuestra suerte, se mejoró bastante rápido de la paliza que le dio Archie en la pelea de hace días. Mis manos sudan un poco y las limpio con mi pantalón, al llegar a las bodegas que Lui usa para almacenar sus porquerías, me estaciono a distancia. Bajo con cautela de la moto y Hunter me sigue, caminamos a paso rápido y escuchamos un grito despavorido de Abby, mi corazón se achica y siento que esta apunto de paralizarse por el miedo. Suspiro y tragando saliva le tiendo una de las armas que le robe a Alessandro de su despacho, tomo la otra con fuerza y respiro profundo, llenándome de valor para lo que esta por acontecer, Lui es un hombre despiadado y maquiavélico, no podíamos darnos el lujo de venir desarmados. Claro que se defenderme muy bien, se lo debo al tío Samuel. Ya que gracias a él aprendí a usar armas y defensa personal, es nuestro secreto, si mi tío Alessandro se enterara, lo colgaría vivo.
Nos acercamos hasta el sitio de donde provienen los gritos desesperados de Abby, respiro profundo al divisar a Lui tomando su cuerpo y amenazándola con empujarla a la alcantarilla donde tiene a su exótica mascota, Franky, el cocodrilo. Su llanto congela mi corazón, Lui esta acompañado de dos hombres, lo cual es bueno porque seriamos dos contra tres, le doy un asentimiento a Hunter y lo preparo para enfrentar la situación.
—¡Espera, espera, Lui! ¡No me mates! ¡Si me matas no podre pagarte! —suplica mi amiga y su llanto descontrolado remueve en mi interior—, ¡Por favor, piedad!
—¡Ya cállate! —responde Lui con una sonrisa psicópata—, Debiste pensarlo mejor antes de robarme, asquerosa ladrona—escupe, le hace un ademan a unos de sus hombres y este destapa la alcantarilla, el chasqueo del agua, me eriza los vellos.
—¡Alto ahí, Lui! —espeto con furia, caminando rápidamente hasta él, lo apunto con el arma y su rostro cambia al ver que Hunter apunta a su cien. Fui mas inteligente y envié a Hunter por su derecha, le llegaría de espaldas y ganaríamos ventaja.
—Mi princesa traviesa, ¿acaso serias capaz de dispararme? —me pregunta con cinismo, a pesar de estar en una situación terrible, sonríe con diversión. Sus hombres nos apuntan también. —, Bajen sus armas chicos, ellos no son peligrosos…—alarga y entonces le quito el seguro a mi arma.
—Me causa ternura que creas que no seria capaz de dispararte—respondo desafiante y él sonríe mostrando sus dientes—, Pero el asunto es que, no me costaría ni un poco descargar todas las balas en tu cabeza. —le devuelvo la misma sonrisa que me dio y su rostro se torna serio.
—Mi princesa resultó ser toda una delincuente…—responde con una sonrisa de lado, alza sus manos en señal de paz—, Se que viniste por ella, si me pagas lo que me robo me olvidare de esto—responde encogiendo sus hombros, ruedo los ojos y asiento.
—¿Cuánto te robo? —pregunto desconfiada.
—Doscientos—responde serio—, ¿Por qué sigues protegiendo a estos ineptos? —me pregunta retador.
—No podrías entender lo que es la amistad, Lui—respondo y bajo mi arma para sacar el fajo de billetes de veinte dólares que guarde en mi chaqueta—, Toma tu asqueroso dinero—finalizo entregándole el fajo y el asiente.
—¿Y la seguirías defendiendo aun si supieras que ella te traicionaría con tal de salvar su trasero? —me pregunta con una sonrisa llena de sarcasmo, lo miro confundida y paso mi mirada a ella quien niega repetidas veces con temor. Hunter me da una mirada sorprendido.
—¿De que m****a hablas, Lui? Si es uno de tus estúpidos jueguitos, juro que te disparare—amenazo y él sonríe de lado, ¿Por qué sonríe tanto? Me pone los pelos de punta, su constante risa chueca.
—Ahora que me pagaste, no hay porque usar violencia. ¿podrías dejar de apuntarme? —pide y ruedo los ojos, bajo mi arma pero la mantengo empuñada en mi mano, no es nada confiable. Hunter baja su arma, pero se mantiene alerta de los otros dos hombres de Lui. —, Brandon, enséñale el video a mi princesa, por favor—ordena y su hombre asiente, mete su mano en su chaqueta y lo apunto por precaución, él saca un teléfono celular teclea algo en el y me lo tiende.
Le pongo play y mi corazón se hunde al escuchar como Abby al ser amenazada, le dice a Lui que podría conseguir mucha pasta si me secuestra, que mis tíos tienen mucho dinero y pagarían cualquier cantidad por mi rescate. También le dice que podría ayudarlo, que conoce muy bien mi casa y mi rutina diaria. Mi corazón se estruja aún más, mis ojos pican y lagrimas amenazan con salir, pero parpadeo muchas veces y las evado, no soy débil y nunca he llorado. Y claramente esta no seria la primera vez, le doy una mirada cargada de dolor a Abby y ella se rompe en llanto.
—¡No es lo que piensas, Annie! ¡Lo dije para sacármelo de encima! ¡Sabes que jamás te haría algo así! —intenta excusarse, pero me cegué por la rabia. Una persona se conoce en las peores circunstancias, si el caso hubiese sido al revés, ni siquiera hubiese pasado por mi cabeza el solo hecho de traicionarla. Soy una persona muy leal a lo que siento y a las personas que quiero. —, ¡Annie, no puedes creerle! ¡Vamos, es Lui! ¡Sabes que es una escoria mentirosa!
—Puedo ser muchas cosas, querida, pero no soy un perro traicionero como tu—le responde el mencionado con una sonrisa de satisfacción—, Princesa mía, ella no merece la pena, le queda muy grande tu amistad.
—La deuda esta pagada, no tengo nada que hacer aquí. —respondo fría, le doy una mirada triste a Abby y la poso finalmente en Hunter—, ¿Vienes? —él niega con su cabeza. —, Eso pensé—respondo triste.
Tragando saliva y sintiendo como mi corazón pende de un hilo, camino con fuerza hasta donde deje a mi ducati. Subo en ella y doy una mirada a las bodegas, Lui subió a su auto con sus hombres, mientras Abby y Hunter caminaban saliendo del lugar. Había sido traicionada por la misma persona que me encontraba aquí, arriesgue mi pellejo por ella, mientras ella pensaba en servir de carnada para mi propio secuestro. ¿Qué clase de amiga tenía? Suspirando hice rugir el motor de mi bebe y arranque sin reparos, fue inevitable no sentir la humedad en mis mejillas producto de las saladas lagrimas que se resbalaban por mis ojos. Pero, para no herir aún más mi orgullo, diría que me entro una b****a en el ojo. Llegue sumida en dolor a la mansión, pase los guardias y entre por la puerta trasera, guarde mi moto y estaba por subir a mi ventana cuando la figura masculina de alguien capto mi atención, era Archie. Estaba sentado en una de las grandes ramas del árbol que usaba para treparme a la ventana de mi habitación.
—¿Por qué lloras? ¿Te hicieron algo? —pregunta con cautela al verme, niego con mi cabeza y me trepo al árbol. Me siento en la rama paralela a él. —, Puedo sentir tu tristeza de aquí a mil kilómetros, ¿Qué ocurrió, Annie? —interroga.
—¿Podrías darme un estúpido abrazo sin hacer tantas preguntas? —pido y a pesar de que se sorprende, asiente y lo hace. Me largo a llorar en su pecho y él acaricia con suavidad mi cabello. —, ¿Alguna vez te han traicionado?
—¿Quién te traicionó? ¿Fue ese idiota de Hunter, tu novio? —pregunta y por alguna razón, me rio. Pero niego con mi cabeza—, ¿entonces?
—Primero, Hunter no es mi novio y segundo no respondiste mi pregunta—respondo y puedo ver a través de mi cabello como sonríe.
—Bueno, si cuenta como traición que tu hermana se coma tu pedazo de pie de limón que guardaste en el refri, sí. —responde con una sonrisa suave y logra hacerme sonreír de lado. —, ¿Qué ha sucedido, Annie? No eres ni sombra de la chica rebelde y grosera que me choco en el estacionamiento de la Universidad. —divierte y golpeo su hombro. Me repongo y recuerdo que no soy una debilucha.
—Si le dices a alguien de esto, te golpeare—respondo y limpio mi cara—, Me traicionaron personas que amo, que considere familia y que me jugué el pellejo por ellos muchas veces…—alargue sin especificar.
—Hunter y Abby…—completa y suspiro asintiendo. —, Bah, son unos idiotas. Vales mucho Annie, eres jodidamente increíble. Si te traicionaron, ellos pierden, no tu.
—Gracias, supongo—respondo y me pongo de pie, brinco a la ventana y subo en ella. —, No eres tan idiota después de todo, gracias, Archie—digo y cierro mi ventana con seguro.
La espera había terminado, hoy finalmente después de esperar meses, entraría a la universidad. Mi amado sueño de ser una artista profesional comenzaba. Me desperté con energía y tomé una larga ducha, cantaba mis canciones favoritas, mientras pensaba que ponerme. Al salir del baño enrolle mi cuerpo en una toalla suave y camine hasta el armario, busque entre los colgadores, me detuve al mirar la chaqueta de cuero color rojo que me había obsequiado Abby en mi cumpleaños el año anterior. No sabia nada de ellos desde el lunes que sucedió todo en las bodegas de Lui. ¿Por qué me traicionaron? Jamás hubiese hecho algo así, no a ellos. Con algo de nostalgia la tome en manos y la saque, también tome una camiseta sin mangas de unas de mis bandas favoritas de rock en color blanco, termine colocándome un vaquero azul celeste, la camiseta, la chaqueta de cuero roja y mis t
Mi primera clase resulto ser tan aburrida, como escuchar a mi tío hablando de negocios. ¿Por qué en una carrera tan hermosa como el arte tenia que aprender historia clásica? No lo comprendo, un pésimo comienzo, sin mencionar el secuestro de ese vampiro por la mañana. Y pensar que lo creí atrayente, pero como siempre termino siendo un psicópata. Claro que sé que oculta algo, hay un semblante de misterio que lo emana desde que habla y eso tengo que descubrirlo. Suspirando recojo mis utensilios y ajusto mi bolso en mi hombro, camino con rapidez a la puerta evitando la acusatoria mirada de una compañera que no guardo apariencias. Me ha estado lanzando miradas fulminantes y desconozco la razón, no podría imaginar quien es. —¿Acaso te gustaría una fotografía? Creo que duraría mucho más—pregunto en su dirección y rueda los ojos con fastidio
Regresamos a la universidad y nos separamos para ir a nuestras respectivas clases, Mag era estudiante de literatura. Solo coincidíamos en una o dos clases. Suspirando camine hasta mi casillero nuevamente, guarde los libros anteriores y saque los nuevos. Me sentía inquieta y bastante pensativa, el tema de Dante era serio, sabía que la hadita no me mentiría con algo de ese calibre, además que era notorio en su semblante. Lo cual me mantenía alerta, era difícil creer que un chico tan guapo tuviera una mente tan macabra. Mag había aceptado mi propuesta de venganza, me entrometería en la vida de ese idiota y tenía claro que las consecuencias podrían ser graves. Arrastre mis pies por los pasillos atestados de estudiantes, mientras maquinaba mentalmente como acercarme al vampiro, ya que fue obvio mi rechazo hacia él y podría ser sospechoso que ahora fuera amable.—¿Pensando en m&i
Cuelgo la llamada y golpeo con fuerza la mesa, Mar me mira con preocupación y confusión, la pobre no tiene ni idea de lo que esta sucediendo y lo mucho que necesitare su ayuda. ¿Qué más daba? No podía permitir que los matará, no al menos si yo lo sabía. Esa llamada1 podría meterme en serios problemas, parecería que soy su cómplice y claro que Lui tiene jugadas muy sucias. Resoplo y me llevo las manos a mi cabeza, no quiero entrometer a la hadita en esto, no merece oscuridad en su vida.—¿Qué ocurre Annie? ¿A quién matarán? ¿Qué carajos fue esa llamada? —inquiere con una mirada cargada de susto en su puesto, mientras se remueve con impaciencia.—Mar, hay muchas cosas que no sabes de mí, me he codeado de personas muy peligrosas y mis amistades no eran exactamente buenas, están en problemas y si n
Siendo apretujada por el pelirrojo, sus palabras resuenan en lo más profundo de mi mente. ¿En realidad es mi hermano? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso él es hijo de mi padre biológico? No suena tan descabellado si lo pienso bien, parece mi mellizo, es decir, somos tan idénticos que da miedo. Sintiéndome extraña y como si me encontrara en la escena de juego de gemelas, me aleje lentamente del sujeto que no parecía querer soltarme. Lo mire estupefacta y analice cada facción suya, centrándome en sus ojos y lo increíblemente identificada que me sentía al mirarlo.—¿Quién eres? ¿Y qué es eso de “hermana”? —pregunte, citando sus palabras. Él me miro con curiosidad y en seguida me fije en la mirada nerviosa de mi tía, Mia.—¡Cariño! No te escuchamos llegar, ¿Qué tal tu prim
¡Hola! se que me estan odiando por todo el tiempo que llevo sin actualizar, sin subir nuevos capitulos, me disculpo enormemente con todas por tenerlas a la espera. pero acontecieron muchos sucesos que me impedian continuar, pase por una depresion donde necesite mucha terapia y ayuda, no podia concentrarme ni escribir, les agradezco su paciencia, espero que disfruten mucho este capitulo, sin mas, les dejo con la lectura: ****************************************************Cuando la vida te ha golpeado de maneras un tanto drásticas es difícil que algo sea significativo para ti, ya sea porque le disminuyes el significado para autoprotegerte o porque estas cansada de aceptar los golpes y fingir que estas bien. Me sentía confundida y aturdida, me costaron muchas lagrimas y malos momentos, aceptar que Hannah era mi madre, verla tirada en el suelo, perdida en su vicio, mientras le rogaba a cualquier ente presente que no me la quitara, son cosas que jamás podría olvidar, claro que las supe
Como era de esperarse y para nada sorpresa, al llegar al campus de la universidad todos se nos quedaron viendo con detenimiento, ¿Qué era esto? ¿Acaso me encontraba en una película adolescente? Suspirando con resignación, me limite a esperar que se detuviese el auto del chupasangre, el cual me miro con una sonrisa de satisfacción. ¿Le gustaba verme en esta posición? Una muy incómoda, por cierto, siempre he preferido ser perfil bajo.—¿Nerviosa? —pregunta con cinismo, le sonrió con falsedad y luego ruedo mis ojos.—¿Por qué debería estarlo? Ni que fueras la gran cosa, querido—respondo borde, pero con toda la intención de sacarle pica. Su sonrisa se borra y ladea su cabeza, acomoda el retrovisor y se peina un poco su copete.—Eso es lo que mas me encanta de ti hasta ahora, tu jodido carácter. —responde bajándose del auto, usa su velocidad para aproximarse a mi puerta y abrirla como todo un galán. Le doy una mirada confusa, no entiendo si es cierto su coqueteo o lo hace por molestarme, e
cuando era más pequeña, tendría quizá unos diez, solía pensar que Hannah solo estaba confundida y perdida en su mundo de drogas. Claro que, siempre mantuve la esperanza de que se recuperaría, o al menos lo intentaría por mí… luego crecí y madure, congele mi corazón para protegerlo de tontas esperanzas y falsas ilusiones. Y ahora estaba a punto de conocer a mi verdadero padre. Sentada frente a Mar, ni siquiera podía escucharla o prestarle atención, me hablaba de muchos temas a la vez y mi vista estaba fija en ella, pero mi mente divagaba. Por primera vez en años, sentía nervios y mucha ansiedad. ¿Cómo seria él? ¿Acaso me quiere sin nunca haberme conocido? ¿Y si le decepcionaba saber lo que soy? Estaba tan ansiosa, el reloj parecía no querer avanzar y yo no podía evitar mirar las manillas cada cinco segundos. —¿Estas escuchándome? No se ni para que pregunto si es claro que no. —inquiere cruzándose de brazos, agito mi cabeza y la miro con atención. —, ¿en que tanto piensas? ¿Es por lo de