Notaba la proximidad del cuerpo del azabache con el suyo. Sentía muchísima calor provenir de éste.Un calor excesivamente elevado y poco común. Evitando moverse demasiado, Daylhan se atrevió a girar la cabeza para mirar al hombre. Su rostro no mostraba ningún signo de expresión facial. Parecía enfadado o molesto, no sabría deducirlo exactamente. Tragando saliva, Daylhan preguntó:
-¿Tú...ti-tienes nombre?-
El moreno le miró frunciendo el ceño. No contestó pero sí dio un gruñido. Un gruñido seco, hosco y de pocos amigos.
-Y-yo...me…me lla-llamo Day-Daylhan-
-Bfff- bufó el pelinegro como dando a entender que no le interesaba. Los cascos de más caballos se oyeron acercarse para súbitamente aparecer los dos hombres y las dos mujeres a ambos lados de ellos.
-Keerd es de pocas palabras-dijo una de las mujeres-Tendrás que ser paciente con él cuando…os caséis-
Daylhan miró, perplejo, al azabache. ¿Él era su futuro…esposo?
Atemorizado intentó apartarse de su cuerpo pero entonces, éste, se lo impidió abarcándole por la cintura y apretándoselo contra sí, cosa que puso nervioso al chico.
-Grrrr-gruñó Keerd.
-No tengas miedo, no te morderá- dijo entre risas la misma mujer.
-Todavía- murmuró uno de los hombres al otro, quien rió por lo bajito. La otra mujer también se rió pero con disimulo. La primera fémina les lanzó una mirada reprobatoria, luego regresó la vista al chico.
-Me llamo Shelly. Ellos son Izan, Gydeon y Adelain-presentó a cada uno de ellos. Daylhan asintió levemente con la cabeza respondiendo:
-En-encantado-
-Esperamos que termines sintiéndote a gusto en nuestro clan- Shelly observó detenidamente a Keerd, quien dando otro gruñido se apretó un poco más a su futuro compañero contra él. Daylhan sintió que sus mejillas ardieron pero decidió no hacer ningún movimiento raro. Shelly sonrió y regresó a su lugar.
Pronto apareció ante sus ojos un gran conjunto de casas. Los cinco arrearon a los caballos y se dirigieron, medio trotando medio galopando, hacia éstas. Daylhan se quedó boquiabierto al ver a un gran número de personas, hombres, mujeres,niños, niñas, aguardándoles. Los primeros en llegar junto a todos ellos fueron Izan y Gydeon, quienes nada más ponerse a su altura desmontaron de sus equinos. Con la mirada parecían estar buscando a alguien cuando de repente atravesando la marea de gente, aparecieron cuatro niños corriendo hacia ambos.
-¡Atha, atha!-
Daylhan les oyó claramente cómo le llamaban papá en su idioma nativo. Izan y Gideon cogieron, cada cuál, a dos de los niños y les llenaron de besos. Otros dos hombres más se abrían paso entre la muchedumbre y Daylhan desencajó los ojos al verlos. ¡Los dos tenía el vientre hinchado…como las mujeres embarazadas! Tragando varias veces saliva no daba crédito hasta que observó cómo Izan y Gydeon se aproximaban a ellos, les regalaban un dulce beso en los labios y después acariciaban sus barrigas.
-¿Qué…qué diantres…-
-Están esperando- oyó la respuesta de boca de Shelly -Puede que te resulte raro pero supongo que Seth te pondrá al corriente- El chico la miró confundido.
-¿Al-al co-corriente de…qué?-titubeó.
-De que tú también quedarás en cinta- Antes de que Daylhan pudiera decir algo, la castaña trotó hacia el tumulto. Bajando de su montura otra mujer con dos niñas, una en cabestrillo y la otra cogida de su mano, se acercaban a Shelly. Ésta, en cuanto las tuvo cara a cara, asió del rostro a la morena y la besó apasionadamente. Luego cogió en brazos a la pequeña que iba andando. Un poco más alejada, Adelain también saludó, con un beso, a otra fémina acompañada por dos niñas y un niño en brazos. Daylhan no creía lo que veía. Dos parejas de mujeres. Dos parejas de hombres. Varones embarazados. Rumores sobre Los Ulfhernar.
Empezó a sentirse mareado y que la visión se le nublaba.El azabache, aún a lomos del caballo y rodeándole por la cintura olió su estado de nervios y el miedo emanar del chico. De repente, Daylhan se desmayó yendo a caer en los brazos del moreno, quien se preocupó bastante. De un brinco, y con el humano en brazos, bajó del equino. Sin necesidad de gruñir o dar alguna orden, las gentes del pueblo se apartaron hacia los lados y permitieron a su líder atravesarlos por el pasillo hecho por ellos.
Tanto Shelly como Adelain, Izan y Gydeon sabían que la noticia de que también él acabaría embarazado no fue digerida por Daylhan. Bueno, tendría tiempo para entender y conocer mejor quiénes eran y la ventaja que poseían frente a los simples humanos.
Y es que, cuando el río suena…agua lleva.
Poco a poco, Daylhan iba volviendo en sí. Abriendo los ojos muy lentamente comprobó que se encontraba en un lugar cerrado y con toda la pinta de tratarse de una casa.Con rapidez se incorporó topándose con un hombre de tez morena y que le miraba con una sonrisa amable. -¿Cómo te encuentras?-le preguntó.Daylhan titubeó y respondió:-Bi-bien, ¿Qui-quién es…us-usted?--Mi nombre es Seth y soy el consejero y druida del clan--¿Cla-clan? Que-querrá decir del pueblo-El moreno de piel unió las manos y miró fijamente al chico.-Los Ulfhednar no viven en pueblos, sino en clanes o, mejor dicho, en manadas--¿Ma-manadas? ¿Eso…eso no es para…designar grupos de…animales?-El druida sonrió ampliamente.-Si traducimos la raíz ulfh nos da el nombre lobo-
Esa noche, Daylhan oía el ruido procedente del exterior.Asomándose por la ventana vio a hombres y mujeres desnudos y danzando al ritmo de música de gaitas y tambores de cuero.En su pueblo habían dejado de lado aquellos rituales paganos para adorar a un tal Dios Todopoderoso y Padre De Todos. En pocas palabras, habían abrazado el cristianismo.De ahí que el idioma celta fuera algo desconocido para Daylhan.Desde pequeño había oído el latín y otro dialecto entre los suyos pero su madre, antes de morir, le enseñó algunas palabras como Athair, padre, o Daidí, papá en sentido coloquial. Por eso entendió a aquellos niños cuando dijeron “Atha” diminutivo de padre en celta.Atraído por dicho rito pagano, Daylhan caminó hacia la puerta y la abrió.-Wouf-Un ladrido poco amable le hizo quedarse inmóvil. Delante de él vio a un cánido más grande de lo habitual.Fijándose mejor la sangre de sus venas se congeló.N
-Le doy miedo- masculló el azabache al druida. Éste preparaba lo necesario para el enlace entre ellos.-No le das miedo pero sí que le infundes temor- dijo riendo. Keerd le dio un gruñido.-Grrrr--Deberías cambiar los gruñidos por palabras-le aconsejó Seth -Al menos con él- le miró fijamente.El moreno no volvió a abrir la boca sino que acercándose hasta el ventanal observó cómo terminaban de preparar el altar para la boda.-Ya le he explicado lo que tiene que hacer ésta noche, una vez os quedéis solos- respondió Seth.Otro gruñido, aunque más tenue, brotó de los labios del pelinegro.-Procura que se sienta tranquilo y que no crea que va a perder su pureza forzado- apuntó el druida.  
Como no, tras la ceremonia, vino el banquete de celebración.Más relajado y presenciando las danzas que ejecutaban los hombres y las mujeres, Daylhan se acomodaba junto a su esposo.Keerd, sin hablar, se encargaba de que al chico no le faltara ni bebida ni comida.-No, no, ya no puedo más- detuvo Daylhan a éste al ver que le volvía a llenar el vaso. Enarcando una ceja, el moreno le miró seriamente.-Es-estoy bien, de verdad- se excusó Daylhan con su mano sobre la del otro.-Grrrphfmm--No…no quiero pasarme con la…bebida- se explicó el castaño.-¿Por qué?--Pu-pues por-porque…será mi…primera vez con alguien y…no quiero parecer aún más…torpe de lo seré-Las mejillas de Daylhan se tornaron rojas como las amapolas al mismo tiempo que agachaba la mirada.Rápidamente, Keerd se puso en pie y sin decir nada obligó al chico a levantarse.Acto seguido y con una agilidad increíble lo agarró por la cintura y alzándolo del suelo se lo echó al hombro como si
Oyó el canto de los pájaros procedente del exterior y poco a poco comenzó a abrir los ojos. Se vio solo en el amplio lecho y desnudo. Lentamente se fue incorporando cuando un gruñido le hizo que todo sus vellos se erizaran.-Grrrrr, grrrraugg-Temeroso y cubriéndose con la manta, Daylhan levantó la vista hacia donde provenía el gruñido. Descubrió al moreno de pie y vestido. Lo miraba fijamente y con su típico rictus serio.El chico se estremeció al verle aproximarse hacia la cama para seguidamente sentarse a su lado. Elevando una mano dirección al rostro del joven observó que éste cerró los ojos.Suavemente le acarició la mejilla.-¿Cómo estás?- susurró.-Y-yo...es-estoy...bi-bien- titubeó el castaño.-Ésta noche será distinto- musitó Keerd que paseó el pulgar por los labios de su joven esposo -Haré que te resulte más placentero que anoche--No-no es ne-necesario…¡Mmm!-Daylhan notó cómo el azabache acalló su boca con la suya…y le besó.
Llegando ante la puerta de la casa, Kayra llamó un par de veces.Seth, abrió topandose con los tres.-Sé ha puesto de parto- dijo la morena sin esperar pregunta alguna por su parte.-Entrad- mandó el moreno de piel y cerró la puerta.-Tumbadlo en la mesa de ahí y enseguida lo asisto- repuso yendo a lavarse las manos.Una vez lo tendieron en la mesa, Seth se plantó junto al rubio.Bajando su calzón palpó la zona inferior del vientre ganándose un gritito de Neilan.Luego, el druida llevó una mano hacia el perineo de éste…Y lo tanteó.-El canal de parto está completamente dilatado- anunció y hundió un poco más los dedos, provocando que Neilan diera otro quejido a la vez que se doblaba hacia arriba.-Éstos tienen prisa- intentó bromear Seth. Mirando a la morena, mandó -Hay que llamar a Gydeon--Voy ahora mismo-Kayra se dio media vuelta y saliendo de la cabaña fue en busca del susodicho.-Daylhan, tú me vas a echar una mano- señaló
La celebración era un total descontrol. Daylhan, anonadado, veía cómo todos y todas perdían la vergüenza. Llegó incluso a presenciar el inicio de una orgía pero antes de que pudiera presenciar más una mano le cubrió los ojos mientras que una voz grave le susurró muy cerca del oído:-Eso no tienes que verlo-Después oyó un gruñido.La mano del moreno se apartó de sus ojos y pudo darse la vuelta, enfrentando a su esposo.-Yo-yo lo-lo siento, no…no…-La boca del azabache acalló la suya para, lentamente, ir retirándose. Dándose media vuelta, Keerd le dijo:-Vete a casa, luego iré yo-Daylhan se tensó. Otra vez repetirían lo mismo de la noche de bodas y lo ocurrido después de que nacieran los hijos de Neilan y Gydeon.No supo el porqué de que Keerd lo arrinconara nada más traspasar la puerta de casa. Tampoco ese ardor que hizo al moreno tomarlo contra la pared de un modo salvaje. Brusco.  
Durante el desayuno, Keerd llevó a cabo lo que debería haber hecho la primera noche que pasó con él. Inició el ritual del cortejo. Nada más verlo abandonar la habitación, no se lo pensó y saltó de la cama.Sin vergüenza, fue tras él desnudo, alcanzandolo justo cuando Daylhan empezó a preparar el desayuno. Lentamente, Keerd se le iba aproximando hasta terminar bien arrimado a su cuerpo.El castaño no pudo reprimirse y dando un jadeo sintió su cuerpo estremecerse al notar la completa desnudez del moreno.-¿Te das cuenta de quién domina?- ronroneó Keerd inclinó su boca sobre la nuca del chico y la besó. Despacio. Tomándose su tiempo. Daylhan no pudo reprimir un jadeo… Y desplomó la cabeza hacia abajo.-Bas…basta-El moreno olía su fuerte aroma. Estaba muy excitado. Cercandole por la cintura, Keerd se lo apretó contra sí haciendo que su hombría se presionara entre los glúteos del castaño, aún llevando ca