Los días pasaron.
La primavera empezaba a hacer su llegada.
Daylhan ya denotaba una redondita y más que llamativa barriguita.
Su gestación rondaba ya los cuatro meses y debido a que eran tres, el tiempo de embarazo sería más corto.
Keerd no cabía en sí de gozo.
Le entusiasmaba verlo mostrando su vientre y solía quedarse embelesado mirándolo.
No se cansaba de tocarlo.
De acariciarlo.
En las revisiones, cada vez que Seth le pedía oír el corazón de los bebés, reía de felicidad al notar los latidos de sus hijos.
Daylhan, a su vez, se emocionaba de ver cómo su esposo derramaba lágrimas de dicha.
Tal como Seth le predijo, su naturaleza Ulfhednar hizo que su físico cambiará.
Su cuerpo iba tomando formas más curvas, acentuándose en sus caderas.
Y desarrolló el canal.
Algo que alivió al castaño pues solo con la idea de que tuvieran que abrirle, le apabullaba.
Por otro lado, la relación entre Peter y Neilan pa
-Va, va, va...HE DICHO VA...¿Ehmm? ¿Peter?- se sorprendió Seth al ver al moreno recuperándose.-Seth, Neilan... él...me pidió que...te llamara- habló entrecortadamente a causa de haber hecho todo el camino corriendo.Necesitaba entrenar más pues eso de rozar los cuarenta le empezaba a pasar factura.-¿Le ocurre algo?--No...no lo sé, está vomitando y...-El druida rodó los ojos y dejó escapar un suspiro. Luego dijo:-Calmate, no le sucede nada malo--¿¿Y tú qué sabes??- se enfadó Peter.-Te lo puedo asegurar--¡¡Pero ve a verle!!-Dando un suspiro, Seth le pidió que esperara, agarró lo básico y acompañó al hombre a casa de Neilan.Cuando llegaron, Peter entró como un desquiciado seguido por el druida, quien lo hizo la mar de tranquilo.Neilan, repuesto y con los niños abrazados a él les vio entrar y les saludó.-En serio, ¿Me haces venir para...nada?- le aseveró el de piel morena.-¡¡Cómo que para na
-¡¡Que te casassss?? ¡¡Neilan eso es... maravilloso!!-Daylhan se le tiró al cuello.-Gracias, gracias-Retirándose, tomó asiento frente al rubio quien pudo ver la barriga del chico.Empezaba a notarse a través de la ropa.-¿Cómo estás?- le preguntó.-Oo, bien, un... poquitín asustado pero...no demasiado- respondió el joven.-Al final te ha... aparecido el canal ¿No?- dijo Neilan.Daylhan asintió.-Creeme, mejor así--Por un lado lo...lo agradezco-El rubio se echó hacia delante y le agarró de ambas manos.-No debes estar asustado- calmó -Keerd va a estar contigo--Y...¿Cuándo os vais a...casar tú y Peter?- cambió el tema de conversación Daylhan.-Yo había pensado en primavera--Ya lo estamos--Me refiero a después de celebrar el blòt por el cambio de estación--Eso es dentro de un par de días--Sí, lo sé-Daylhan dejó escapar el aire por la boca.No pensaba que ca
Los llantos hicieron sobresaltar a todos los que permanecían en el exterior.Entre ellos, Peter, Shelly, Izan y Adelain, quienes entre los tres últimos, se miraron entre ellos con una enorme sonrisa en sus rostros.Peter, anonadado, no apartaba los ojos de la puerta de la casa.¿Cómo podían haberle engañado sobre esa... gente?En el tiempo que llevaba con ellos había podido constatar que en absoluto eran salvajes, bueno, a excepción de sus bacanales y fiestas paganas, sino que podía corroborar que eran aún más humanos que los propios humanos.Sí, se convertían en lobos.Sí, eran criaturas sobrenaturales.Pero el sentido de la familia, de la camaradería, de la protección y todo lo relacionado con el vínculo entre parejas superaba, con creces, a los matrimonios entre los humanos.Volvió a dar gracias por haber ido a parar allí...Y por fin, haber conseguido lo que tantos años deseó.Amar sin esconderse.Amar de verdad.<
Cuatro años más tarde...Los tres pequeños corrían fuera de casa mientras otros dos de tres y dos años intentaban imitarles.Con pasitos torpes y no sintiéndose seguro, un sexto niño de un año apareció en la puerta.-'o tamben, 'o tamben--Daidííí-Daylhan asomó nervioso al oír el llamado de uno de sus hijos.-¿¿Por qué gritas Alek??--Owen quiere jugar pero se puede caer-Rodando los ojos, el castaño cogió al de un año.-Aún no puedes jugar con ellos Owen, eres muy pequeño y te puedes hacer daño-Owen hizo un puchero al mismo tiempo que fruncía el ceñito.Daylhan vio entonces el enorme parecido con Derek y besó la cabecita del niño.-Le echas de menos ¿Verdad?--Atha cando vene--Pronto, vendrá... pronto-Realmente mentía.Su esposo se había ido.Tuvo que irse...Porque los inútiles de su antiguo pueblo no tenían ni líder ni nadie quien quisiera el cargo.Así que,como K
Once años después...-No sé qué hacer, por eso quería su sabio consejo mi Alfa...--¿Has visto a Alek?-Preguntó un adulto Daylhan al rubio que permanecía de pie a su lado.El Ulfhednar de avanzada edad, miraba al castaño y cómo le ignoraba.-¿Alfa?--Un segundito que primero es mi hijo-Neilan, quien era el que estaba de pie junto al sillón donde por norma estaría sentado Keerd, y que en ese momento estaba ocupado por el castaño, miró al Ulfhednar.-Eerr, creo que está con mis...dos mayores- respondió Neilan-Oomm, últimamente pasa mucho tiempo con Eren y Kyeran-Neilan forzó una sonrisa.-Jee, siii-"Aunque es más correcto decir que lo pasa muuucho más con...Kyeran"Se dijo.El viejo Ulfhednar, perplejo, no perdía detalle del castaño y el rubio.-Si...si prefiere vuelvo mañana y...--¡No!- exclamaron, a dúo, el rubio y el casta
Mantenía la vista gacha. Protegido por cinco guerreros y a lomos de un caballo, Daylhan iba al encuentro del que sería su futuro esposo. Aún no lograba entender cómo podía casarse con otro hombre. ¿No se suponía que el matrimonio era para aumentar la estirpe? ¿Cómo diablos harían para eso?De oídas había escuchado que Los Ulfhednar, pueblo y clan al que se dirigía, no miraban el género. Que, incluso, entre ellos mismos, existía tal variedad de matrimonios y que, extrañamente, tenían hijos.Pero entonces ¿Por qué lo habían elegido a él?Según las habladurías de los suyos, Los Ulfhednar no eran humanos comunes.Los de su pueblo contab
Notaba la proximidad del cuerpo del azabache con el suyo. Sentía muchísima calor provenir de éste.Un calor excesivamente elevado y poco común. Evitando moverse demasiado, Daylhan se atrevió a girar la cabeza para mirar al hombre. Su rostro no mostraba ningún signo de expresión facial. Parecía enfadado o molesto, no sabría deducirlo exactamente. Tragando saliva, Daylhan preguntó:-¿Tú...ti-tienes nombre?-El moreno le miró frunciendo el ceño. No contestó pero sí dio un gruñido. Un gruñido seco, hosco y de pocos amigos.-Y-yo...me…me lla-llamo Day-Daylhan--Bfff- bufó el pelinegro como dando a entender que no le interesaba. Los cascos de más caballos se oyeron acercarse para súbitamente aparecer los dos hombres y las dos mujeres a ambos lados de ellos.-Keerd es de pocas palabras-dijo una de las mujeres-Tendrás que ser paciente con él cuando…os caséis-Daylhan miró, perplejo, al azabache.  
Poco a poco, Daylhan iba volviendo en sí. Abriendo los ojos muy lentamente comprobó que se encontraba en un lugar cerrado y con toda la pinta de tratarse de una casa.Con rapidez se incorporó topándose con un hombre de tez morena y que le miraba con una sonrisa amable. -¿Cómo te encuentras?-le preguntó.Daylhan titubeó y respondió:-Bi-bien, ¿Qui-quién es…us-usted?--Mi nombre es Seth y soy el consejero y druida del clan--¿Cla-clan? Que-querrá decir del pueblo-El moreno de piel unió las manos y miró fijamente al chico.-Los Ulfhednar no viven en pueblos, sino en clanes o, mejor dicho, en manadas--¿Ma-manadas? ¿Eso…eso no es para…designar grupos de…animales?-El druida sonrió ampliamente.-Si traducimos la raíz ulfh nos da el nombre lobo-