-XLII-

Sintió una gélida caricia en su mejilla.

Entreabriendo los ojos vio otros la mar de conocidos...

Y su rostro.

-¡Gyd!- exclamó.

Dando un bote de la cama vio cómo Gydeon le sonrió al mismo tiempo que se llevó el índice a los labios.

Neilan siguió la dirección hacia la que apuntaba viendo, horrorizado que en su lecho, a su lado, yacía el humano dormido.

-Gyd, Gyd, perdóname, perdóname-

El mayor asió del rostro al joven para decirle:

-No tengo nada que perdonarte, mo ghrà, yo no estoy contigo, en cuerpo, pero siempre estaré en tu corazón-

-Pe-pero yo...yo...he...-

-Se le ve bueno y quiere a nuestros hijos-

-Pero yo...yo no... tú eres mi esposo, tú y solo tú...-

-Mo shaol, acaba el luto, eres joven, hermoso y mereces a alguien que te cuide, te proteja y te...quiera tanto o más de lo que yo lo hice- acariciando sus mejillas Gydeon pidió -Dejale que entre en tu corazón, aleja ese...odio que tienes hacia los humanos, Ge

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