La celebración era un total descontrol. Daylhan, anonadado, veía cómo todos y todas perdían la vergüenza. Llegó incluso a presenciar el inicio de una orgía pero antes de que pudiera presenciar más una mano le cubrió los ojos mientras que una voz grave le susurró muy cerca del oído:
-Eso no tienes que verlo-
Después oyó un gruñido.
La mano del moreno se apartó de sus ojos y pudo darse la vuelta, enfrentando a su esposo.
-Yo-yo lo-lo siento, no…no…-
La boca del azabache acalló la suya para, lentamente, ir retirándose. Dándose media vuelta, Keerd le dijo:
-Vete a casa, luego iré yo-
Daylhan se tensó. Otra vez repetirían lo mismo de la noche de bodas y lo ocurrido después de que nacieran los hijos de Neilan y Gydeon.
No supo el porqué de que Keerd lo arrinconara nada más traspasar la puerta de casa. Tampoco ese ardor que hizo al moreno tomarlo contra la pared de un modo salvaje. Brusco.  
Durante el desayuno, Keerd llevó a cabo lo que debería haber hecho la primera noche que pasó con él. Inició el ritual del cortejo. Nada más verlo abandonar la habitación, no se lo pensó y saltó de la cama.Sin vergüenza, fue tras él desnudo, alcanzandolo justo cuando Daylhan empezó a preparar el desayuno. Lentamente, Keerd se le iba aproximando hasta terminar bien arrimado a su cuerpo.El castaño no pudo reprimirse y dando un jadeo sintió su cuerpo estremecerse al notar la completa desnudez del moreno.-¿Te das cuenta de quién domina?- ronroneó Keerd inclinó su boca sobre la nuca del chico y la besó. Despacio. Tomándose su tiempo. Daylhan no pudo reprimir un jadeo… Y desplomó la cabeza hacia abajo.-Bas…basta-El moreno olía su fuerte aroma. Estaba muy excitado. Cercandole por la cintura, Keerd se lo apretó contra sí haciendo que su hombría se presionara entre los glúteos del castaño, aún llevando ca
-Empecemos- dijo Neilan.Daylhan, atento, le miró.-Debes mantenerte en tu postura- inició su explicación el rubio -Nada de caer en sus tretas y te advierto que serán muchas--¿Tre-tretas?-Arrimando su rostro al suyo, Neilan respondió:-Nosotros nos guiamos por el olor--Algo…algo me ha dicho ésta mañana de que yo no olía a…negación--¿Deseabas que te hiciera…suyo?- inquirió Neilan con suspicacia.-S-sí- fue sincero Daylhan.-Controla ese deseo, mantente firme, demuéstrale que no es merecedor de tu cuerpo si no es porque tú lo permites--¿Y…y si intenta…forzarme?--Eso no se observa entre los nuestros- añadió Neilan-¿Seguro?--Si hay algo que nos distingue de…vosotros los…humanos, es eso- haciendo una pausa, prosiguió diciendo -Para nosotros un no SIEMPRE es un no-A Daylhan le vino al recuerdo cuando tanto la noche anterior como esa misma mañana, le había dicho no. Aunque por la mañana tuvo que da
Le costaba moverse. Unos fuertes y musculosos brazos lo mantenían firmemente sujeto contra un cuerpo desnudo y que desprendía un grandísimo calor. Lo había hecho. Había sabido controlar al moreno y mantuvo sexo con él de la manera que quería y le gustaba. Una sonrisa bobalicona se dibujó en su rostro. Empezaba a verle el gustillo a eso de mantener relaciones sexuales con otro hombre. Nunca imaginó que podría agradarle y ahí estaba, abrazado por un hombre que ni era completamente humano
-Sientate- pidió Seth amablemente a Keerd señalándole una de las sillas junto a la mesa.-Estoy bien de pie- respondió el moreno.-Keerd, siéntate-De mala gana, éste retiró una de las sillas y tomó asiento. Mirándole con detenimiento, Seth se cruzó de brazos.-¿Cómo va el tema del apareamiento?- indagó.-Excepto por lo que casi ocurre ésta mañana…bien- contestó Keerd.-¿Nada más?- preguntó Seth entornando los ojos.Keerd, con cara de consecuencias, le miró fijamente. Tragando saliva, respondió:-Él…él lleva dos noches siendo quien me…domine--¿Qué?- se extrañó Seth.-¡El maldito de mi…lobo gusta de verlo controlar la situación!- exclamó enervado, Keerd. Una sonrisa apenas perceptible
Más enojado consigo mismo que por lo dicho por Seth, Keerd caminaba dirección a su casa con idea de pedirle perdón al chico.Casi llegando, la puerta de la cabaña se abrió, asomando Daylhan. Ambos, mirándose fijamente, permanecían inmóviles.Keerd se percató de una especie de bulto que el castaño llevaba en una mano y dio unos cuantos pasos hacia delante, con la intención de acercársele cuando, de repente, Daylhan extendió la otra mano gritando:-NO-Quieto. Así se quedó el moreno. Pero se atrevió a preguntar:-¿Dónde vas?--A casa de Neilan--¿A qué hora regresas?-Daylhan tragó saliva.-No…no volveré- contestó, manteniéndole la mirada.-¿Cómo que no volverás?- gruñó Keerd.Sin demostrar ni una pizca de miedo, el castaño respondió:-Si…si quieres que vuelva, tendrás que…ganartelo-Bajando la mirada, se apresuró a irse. Justo al cruzar por al lado del moreno, éste le atrapó de un brazo, deteniendolo.
La pelea entre los dos Ulfhednars empezaba a alargarse más de la cuenta.La espalda desnuda de Gydeon golpeó el grueso tronco de un fresno mientras que los fuertes brazos de Keerd le impedían moverse.-¿¿SE PUEDE SABER QUE TE PASA??- gritó Gydeon –¡¡ Como has podido…forzarle!! ¡¡Eso no es propio de nosotros!!-Con un rugido, Keerd cambió, aunque solo fueron unos segundos, el color de sus ojos.-Le vas a decir a mi esposo que no puede quedarse en tu casa- masculló Keerd.-¿Por qué le has intentado forzar?- inquirió Gydeon, forcejeando con él.-Ya le he pedido perdón- gruñó.-¡Eso no será suficiente Keerd!- reprochó el otro.Propinándole una patada, Gydeon se lo apartó ganándose una feroz mirada de su Alfa.-Ha de volver- escupió Keerd, moviéndose en círculos, vigilando al otro.Tanto Shelly como Adelain junto a los demás, presenciaban la pelea.-¡¡Por los dioses, se puede saber qué pulga os ha picado??- inquirió la cas
Cuando quiso darse cuenta volvió a encontrarse en el lecho de la casa. Con el azabache sobre él. Devorandolo. Restregándose contra su cuerpo. Ambos desnudos. Ardiendo. Bruscamente, sintió cómo lo colocó bocabajo.-Ke-Keerd no…--Callate- ordenó Keerd que le apresó las manos por las muñecas con una suya. Notaba la boca del moreno recorrerme el cuello. Llenándolo de fieros besos.-Keerd por favor no…--Yo soy el Alfa- gruñó, enfadado.Sus piernas fueron separadas de forma brusca, haciéndole dar un grito ahogado. Pudo sentir el miembro de su esposo pasearse entre sus nalgas y presionarse en su entrada.-Ke-Keerd no…-Removiendose, impedía que ocurriera pero Keerd, ciego de deseo y furia a causa de verle con otra persona, aún sabiendo que estaba casada, no hacía caso. A punto de darle el golpe de gracia, Daylhan gritó:-NOOO-Fue inmediato. Keerd se paró. Consiguiendo salir de debajo de su cuerpo, Daylhan se dio prisa en vestirse. Co
No podía pegar ojo. Oía a las mil maravillas a Neilan y Gydeon demostrándose su amor de manera física.A pesar de que sabía que no era lo correcto eso de verles, sentía una fuerte curiosidad por ver si también lo practicaban como aquella pareja que vio semi oculta tras aquel matorral.Procurando no hacer ni el más mínimo ruido, se incorporó en la cama, gateó hasta los pies de ésta y observando desde detrás de la nítida cortina que lo separaba de ellos, tuvo que taparse la boca para acallar un jadeo de sorpresa.El rubio, encaramado encima de Gydeon, botaba incesantemente. De su garganta brotaban un sinfín de gemidos tenues acompañados por alguna que otra palabra apenas ininteligible para Daylhan.Éste, estupefacto, no perdía ni el menor detalle de como Neilan montaba a su compañero. Y Daylhan em