Katherine Una especie de deja vú se presenta cuando abro los ojos. La luz entra a raudales por la ventana pero hay un cambio: siento el calor de un gran cuerpo a mi lado. Sonrío al sentir su olor que penetra por mis fosas nasales, un leve gruñido hace que quede inmóvil. —Ya es tarde para ti…ya me despertaste —esboza el Ruso mientras dirige sus labios a la parte trasera de mi cuello. Su aliento caliente me hace salir un pequeño resoplido de lujuria involuntariamente. —Mikael, por favor…tengo que ir a ver a Kaleb. Una manos gigantescas recorren uno a uno mis senos que se han puesto en punta. —No llora, ya fui a verlo hace breves instantes. Sus labios besan todo el largo de mi columna vertebral causándome mini espasmos que se reproducen a lo largo de mi cuerpo. —Mikael… —susurro casi sin fuerzas. Mi garganta no me responde, mis labios se dirigen hacia atrás, buscando los suyos. Es que tiene una especie de imán y se buscan sin siquiera ordenarles. Acerca su gran cuerpo lleno de mús
Ya se han ido todos, como cada día soy el último en salir del edificio, quedando solo el personal de limpieza y seguridad. Mis pasos resuenan fuerte en el piso impecable, las cámaras se mueven silenciosas buscándome, ya que soy lo único que esta en movimiento en el recinto. El ascensor llega rápidamente a mi encuentro y aprieto el botón que va a la zona de aparcamiento. Tengo un leve dolor de cabeza que se ha ido agudizando, necesito descargar el estrés que se ha acumulado durante el día en mi cuello y hombros.—Tenga buenas noches, señor Sorokov —me despide el guardia de seguridad listo para cerrar el edificio por dentro en cuanto pise el exterior.Rebusco las llaves de mi auto en el bolsillo de mi chaqueta, aprieto y retumba el sonido de la alarma y las luces parpadean indicándome que las puertas están destrabadas. Me subo deleitándome con el olor a cuero de mi auto
KatherineCorro, corro lo más rápido que puedo pero se me dificulta el avance por el agua que se junta en las baldosas y mis zapatos. Debo decidir rápido si me los quito o los dejo puestos. "¿Cómo hizo para encontrarme?", grito en mi mente reclamando a quien quiera sea quepueda escuchar mis pensamientos. Por ahora no hay tiempo para hacerse preguntas o reclamos absurdos. Sólo debo llegar a mi destino, sé que una vez allí estaré a salvo. Es y siempre ha sido el único con el que me he sentido a salvo, ni siquiera mi padre pudo protegerme del odio y las decepciones del amor, a pesar de que siempre me lo decía, pero fui terca, me dejé llevar por mi atolondrado corazón e hice lo que quise. Y elegí, pero elegí mal y ahora llegó el tiempo de arrepentimientos. La incertidumbre me carcome el alma, agujerea mi espíritu, aquel que una vez tuve y cuan
FlashbackHace 15 añosKatherineHago diversos movimientos intentando aflojar la tensión de mis atrofiados músculos. Tengo que lograrlo como todo lo que he hecho en mi vida. "Esto no me vencerá", me aliento mientras continúo exhalando con fuerza tratando de tomar fuerzas para la siguiente cabriola.El sonido de la pelota de básquetbol que rebota incansablemente me devuelve a la realidad. No entiendo en que momento apareció todo el equipo del colegio a realizar sus prácticas diarias. Y es que me he retrasado muchísimo. Dejo de moverme por la vergüenza que esto me ocasiona, siempre he dicho que mi punto débil es todo lo que tiene que ver con el movimiento, con ejercicios físicos o con la práctica de algún deporte. Soy nula en todo eso. Puedo resolver los problemas matemáticos más complicados y escribir una n
NickComo siempre, fui puntual en mi práctica. Para mí el basquetbol no es un juego, es mi vida. Y si sigo esforzándome es mi pase para irme para siempre de esta ciudad que ya no es suficiente para mis aspiraciones. Creo que ya he cogido con todas las chicas de la escuela y de más allá. Es hora de ampliar mis horizontes.Pero aún faltan meses para salir de esta pocilga. Mientras, debo buscar nuevas emociones pues me aburro siempre con lo mismo.Es una molestia enorme llegar con mi equipo, del cual soy el líder y encontrarme a la diminuta muchacha intentando hacer cabriolas. Es la hora de nuestra práctica, no entiendo que hace aquí. Un calor se apodera de mi pecho y estoy a punto de ir a reclamarle cuando el idiota de Stephen tira la pelota intentando encestar pero a última hora se desvía impactando en la cabeza de la intrusa. "Se lo merece por estar donde no debe", me digo
Mikael SorokovEstuve a punto de negarme al pedido de Nick porque no sé de donde sacó que soy una especie de esclavo suyo. Le he hecho uno que otro favor en los últimos tiempos ya que nos conocemos desde niños, vivimos en el mismo vecindario y acudimos a las mismas escuelas. Compartimos la pasión por el basquetbol y por las chicas hermosas. Obvio, me encantan las chicas, solo que no soy exagerado ni publico mis hazañas por internet como lo hace Nick, yo no quiero ni necesito demostrar nada a nadie más que a mí mismo. Pero por una milésima de segundo lo pienso mejor. no es mala idea ver hacia donde se dirige la castaña.Es estúpido, pero en el equipo hemos confeccionado un listado con las chicas "cogibles" y las que están prohibidas para todos. Katherine Parker entra en la segunda columna secundada por sus dos únicas amigas. Es que parece querer ser invisible, vestid
Katherine Parker—¡Oh, Dios, oh, Dios! —susurré mientras me ponía la capucha de mi abrigo, había bajado mucho la temperatura en las últimas horas en las que estuve encerrada en ese gimansio haciendo cabriolas y volteretas.Le envié un mensaje a mi padre de que iba en camino justo antes de salir del gimnasio, que estaba todo bien, pero mientras avanzo por las calles desiertas, pienso que debí haber sido precavida. Jamás me he aventurado a hacer algo así pero hoy por culpa del golpe de la pelota y posterior desvanecimiento perdí minutos preciosos en los que ya debería estar llegando a mi casa.Apresuro el paso porque siento a lo lejos una presencia, pisadas frenéticas y firmes que retumban en los pasadizos oscuros y que me hacen temblar de miedo, giro a cada rato pero no puedo detectar quien es. "Alguien me sigue", me digo en un ataque esquizofrénico, sin emba
ACTUALIDADNICK POLLACK—Quiero que la encuentren, ¡YA! —les grito a los hombres que me miran impávidos. Son unos malditos imbéciles que la dejaron escapar, ¿cómo pudo una mujer como ella, que no conoce los protocolos de seguridad escapar de tan grande operativo? "Me las pagarás, Kathy", la amenazo con mis pensamientos.Giro alrededor de la oficina que antes fue de mi padre y antes de el mi abuelo, el fundador de todo esto empuñando mis manos, las palmas me arden de tanta fuerza que ejerzo con mis uñas sobre ellas. Me equivoqué, pensé que todo estaba bien entre nosotros. Fui muy claro con ella desde el principio, no iba a permitir que influyera en mis conductas, iba a hacer lo que quisiera a cambio de darle lo que ella necesitaba: estabilidad económica. Es lo que siempre le he dado, jamás se lo negué, hasta me ofrecí a pagar el tratamiento de su