Nick
Como siempre, fui puntual en mi práctica. Para mí el basquetbol no es un juego, es mi vida. Y si sigo esforzándome es mi pase para irme para siempre de esta ciudad que ya no es suficiente para mis aspiraciones. Creo que ya he cogido con todas las chicas de la escuela y de más allá. Es hora de ampliar mis horizontes.
Pero aún faltan meses para salir de esta pocilga. Mientras, debo buscar nuevas emociones pues me aburro siempre con lo mismo.
Es una molestia enorme llegar con mi equipo, del cual soy el líder y encontrarme a la diminuta muchacha intentando hacer cabriolas. Es la hora de nuestra práctica, no entiendo que hace aquí. Un calor se apodera de mi pecho y estoy a punto de ir a reclamarle cuando el idiota de Stephen tira la pelota intentando encestar pero a última hora se desvía impactando en la cabeza de la intrusa. "Se lo merece por estar donde no debe", me digo a mí mismo para justificar la acción de Stephen. Pero me preocupo cuando pasan los segundos que se acumulan en minutos y ella no reacciona. Está allí , despatarrada, las piernas y brazos abiertos, la cabeza hacia un lado y una parte de su sudadera subida exhibiendo un trozo de piel de su abdomen. Su cabello cubre su cara . No me atrevo a tocarla por miedo a empeorar su cuadro.
—Kathy, Kathy —la llamo.
Y si están preguntando como sé su nombre pues, simplemente lo sé. Conozco a todas las chicas aquí. Solo que yo decido a quienes acercarme. Esta y su grupito de amigas son las "marcadas" para no tocarlas ni con un palo. Aunque mirándola de cerca mientras intento que despierte veo de cerca su cuello perfecto, su piel lisa sin manchas ni marcas allí donde está exhibiendo parte de su anatomía, algo que por supuesto, no haría jamás en su estado consciente. Conozco a las de sus clases, son demasiado tímidas e inseguras de sí mismas por eso llevan... ¿qué diablos tiene puesto?...un pantalón de gimnasia ancho que parece dos o tres tallas más grandes, una sudadera y una campera igual de grandes. ¿Qué intenta ocultar?, me pregunto siempre que veo a estas mojigatas, como si uno no se diera cuenta de lo que hay abajo. Todas tienen lo mismo.
Sigo con el escrutinio, mientras la llamo por su nombre.
—Mikael, tendrás que llamar a emergencias —ordeno al ruso. Él siempre está disponible para realizar cualquier tarea que le encargue. Lo miro y solo asiente clavando sus ojos celestes en la muchacha desvanecida.
—Kathy, si me escuchas, responde —le repito, esta vez intento moverla un poco para que se despierte. Tomo su hombro y lo sacudo levemente. Esto parece estar funcionando. Primero abre un ojo y luego otro.
—Al fin reaccionaste. Estaba por llamar a emergencias —le confieso con cierto alivio pues tendría que dar explicaciones al director acerca de lo que ha ocurrido y eso quitaría tiempo para las prácticas.
Una vez que ella toma sus cosas y sale prácticamente huyendo, nuevamente me dirijo a Mikail.
—Averigua lo que sepas de ella.
Una vez más solo recibo un gruñido y un asentimiento con su cabeza. Definitivamente, Mikail es un tipo de pocas palabras.
Mikael SorokovEstuve a punto de negarme al pedido de Nick porque no sé de donde sacó que soy una especie de esclavo suyo. Le he hecho uno que otro favor en los últimos tiempos ya que nos conocemos desde niños, vivimos en el mismo vecindario y acudimos a las mismas escuelas. Compartimos la pasión por el basquetbol y por las chicas hermosas. Obvio, me encantan las chicas, solo que no soy exagerado ni publico mis hazañas por internet como lo hace Nick, yo no quiero ni necesito demostrar nada a nadie más que a mí mismo. Pero por una milésima de segundo lo pienso mejor. no es mala idea ver hacia donde se dirige la castaña.Es estúpido, pero en el equipo hemos confeccionado un listado con las chicas "cogibles" y las que están prohibidas para todos. Katherine Parker entra en la segunda columna secundada por sus dos únicas amigas. Es que parece querer ser invisible, vestid
Katherine Parker—¡Oh, Dios, oh, Dios! —susurré mientras me ponía la capucha de mi abrigo, había bajado mucho la temperatura en las últimas horas en las que estuve encerrada en ese gimansio haciendo cabriolas y volteretas.Le envié un mensaje a mi padre de que iba en camino justo antes de salir del gimnasio, que estaba todo bien, pero mientras avanzo por las calles desiertas, pienso que debí haber sido precavida. Jamás me he aventurado a hacer algo así pero hoy por culpa del golpe de la pelota y posterior desvanecimiento perdí minutos preciosos en los que ya debería estar llegando a mi casa.Apresuro el paso porque siento a lo lejos una presencia, pisadas frenéticas y firmes que retumban en los pasadizos oscuros y que me hacen temblar de miedo, giro a cada rato pero no puedo detectar quien es. "Alguien me sigue", me digo en un ataque esquizofrénico, sin emba
ACTUALIDADNICK POLLACK—Quiero que la encuentren, ¡YA! —les grito a los hombres que me miran impávidos. Son unos malditos imbéciles que la dejaron escapar, ¿cómo pudo una mujer como ella, que no conoce los protocolos de seguridad escapar de tan grande operativo? "Me las pagarás, Kathy", la amenazo con mis pensamientos.Giro alrededor de la oficina que antes fue de mi padre y antes de el mi abuelo, el fundador de todo esto empuñando mis manos, las palmas me arden de tanta fuerza que ejerzo con mis uñas sobre ellas. Me equivoqué, pensé que todo estaba bien entre nosotros. Fui muy claro con ella desde el principio, no iba a permitir que influyera en mis conductas, iba a hacer lo que quisiera a cambio de darle lo que ella necesitaba: estabilidad económica. Es lo que siempre le he dado, jamás se lo negué, hasta me ofrecí a pagar el tratamiento de su
ActualidadMikaelMierda. Es que no puedo creerlo. Ver a Katherine parada bajo la lluvia mientras la lluvia jugaba sobre su ropa y los tenues rayos de la luna se reflejaban en su perfecta piel me dejó sin aliento. Creí que era una mala jugada de mi cabeza, de mi corazón que la extrañaba, que no dejó de pensar en ella ni un puto día pero era ella, de carne y hueso. Esa carne que siempre he deseado y no pude tener.Me maldigo internamente por ser tan imbécil y dejar que su mirada horrorizada, de una gacela que corre asustada por el bosque antes de ser devorada por un carnívoro hagan mella en mí, me manejen a su antojo. "Pero ya no soy un mocoso de veinte", me replanteo. Soy un hombre hecho y derecho. He pasado por mucho para llegar adonde estoy y no permitiré que ella ni nadie quiebre el delicado equilibrio que he intentado establecer para mi vida que para mi, es perfecta. Follo con quien qu
Hace 15 añosKatherineEl trayecto a casa del Ruso lo hacemos en silencio. Siento mi garganta amortajada de tanto intentar gritar, siento que la he lastimado pues me arde cuando la saliva pasa por ella. Él tiene una extraña mirada que no puedo dilucidar, me recuerda a aquella que le ví cuando estaba tirada en el piso del gimnasio intentando levantarme luego de que me golpeara la cabeza, pero pensé que solo me lo había imaginado. Ahora me doy cuenta que realmente pasó, el Ruso me estaba mirando igual que ahora, solo que entonces estaba a una distancia prudencial, ahora lo tengo tan cerca, más aun en el auto que parece abarcarlo todo con su gran cuerpo.Intento disimular que lo estoy observando, nunca estuve cerca de él ni de ninguno de su grupo. Sus ojos son de un celeste que parecen las aguas traslúcidas de un mar del Caribe, sus cejas y pestañas están bien pobladas, su nariz
ActualidadKatherineMikael estaciona su hermoso auto frente a un edificio altísimo. Se ve elegante y lujoso. Aún sigo sin mirarlo a la cara de la vergüenza que tengo, ¿cómo pude estar tan ciega? ¿por qué no lo escuché? Él solo queria lo mejor para mi pero no, la rebelde que hay en mÍ quiso arriesgarse. Aun resuenan en mi cabeza las palabras de la canción que puso en el camino, con ellas me transmitió más de lo que hemos hablado en el tiempo que nos conocemos. Que diferente hubiera sido todo si...—-Aquí vivo. Baja...—me ordena con voz frÍa.Y me doy cuenta que sigue enojado conmigo. ¿Y quë esperabas? que te recibiera con serpentinas?, me recrimino a mí misma. Lo sigo mientras él se encamina a la entrada, pasa una tarjeta que tenía en su bolsillo y yo voy absorta detallando su amplia espalda. Ahora vIste u
Mikael"Puta madre", repito incansablemente en mi cabeza. A esa frase no la he cambiado desde mi juventud. La expreso siempre que algo no está bien. Y esto, definitivamente no lo está. ¿Por qué tuvo que aparecer ahora? O la mejor pregunta que encaja aquí es; ¿por qué tuvo que aparecer? no importa el momento, importa la acción que ha hecho. Se suponía que ella estaba feliz con Nick. Ella lo ama...o al menos lo amaba, tendría que ser suficiente. Ella decidió quedarse a pesar de que le pedí que no lo hiciera. "Nick no es para tí", le había advertido. ¿Dónde está él? Tendría que haber corrido tras ella, no dejarla en el estado en el que la encontré. "Dios, el pasado vuelve para castigarme una y otra vez", me digo mientras camino impaciente por la sala esperando a cualquiera que llegue primero; la comida que encargué o a Kat
KatherineSueño, es un sueño largo y tedioso en el que estoy sola, cansada, triste. La imagen que aparece es el de una muchacha solitaria, está sentada en una hamaca en medio de un campo desierto. Las nubes parecen cercanas pero a pesar de que se esfuerza por alcanzarlas cuando se columpia, es imposible tomarlas. Cuando regresa a tierra sigue allí, sin nada. Luego, comienza a llover pero no son gotas de agua lo que caen, son sus lágrimas que hacen sacudir su cuerpo en espasmos cada vez más violentos.Abro los ojos con desesperación y me siento violentamente. Mi corazón retumba y es lo único que puedo escuchar ya que está latiendo en mi oído mientras corroboro que parte del sueño es real: estoy llorando. Me encuentro en una habitación que no conozco, aunque destellos de memorias regresan a mi. Reconozco el aroma que impregna todo. "Mikael", susurro y suspiro aliviada. Es