Katherine
Sueño, es un sueño largo y tedioso en el que estoy sola, cansada, triste. La imagen que aparece es el de una muchacha solitaria, está sentada en una hamaca en medio de un campo desierto. Las nubes parecen cercanas pero a pesar de que se esfuerza por alcanzarlas cuando se columpia, es imposible tomarlas. Cuando regresa a tierra sigue allí, sin nada. Luego, comienza a llover pero no son gotas de agua lo que caen, son sus lágrimas que hacen sacudir su cuerpo en espasmos cada vez más violentos. Abro los ojos con desesperación y me siento violentamente. Mi corazón retumba y es lo único que puedo escuchar ya que está latiendo en mi oído mientras corroboro que parte del sueño es real: estoy llorando. Me encuentro en una habitación que no conozco, aunque destellos de memorias regresan a mi. Reconozco el aroma que impregna todo. "Mikael", susurro y suspiro aliviada. EsNickMaldita sea. Tengo que encontrar a esa perra. Le dije que no podría desligarse de mí jamás, ella sabe mi secreto y no permitiré que lo ande divulgando por ahí.Me retuerzo un poco mientras tengo entre mis piernas a una escultural morena que mueve su cabeza de arriba a abajo pero no pierdo el hilo de mis ideas. Luego de un rato que veo que tampoco esto va a funcionar me levanto violentamente no antes de tomarla del cabello para hacer que suelte mi pene fláccido y apoyo su cuerpo de espaldas a mí sobre mi escritorio.—No calientas ni el agua, chiquita. Deberías esforzarte mejor —le recrimino dando una palmada en su trasero bien dotado. Emite un pequeño gritito mas mi mente sigue divagando pensando en donde mierda está mi esposa. Tomo el vibrador que tengo en el cajón de mi escritorio, lo enciendo y lo introduzco en uno de los huecos de la morena. Y ésta se queja
Hace 15 añosMikael Sorokov"Eres un desgraciado, Nick", voy insultando en silencio al pendejo que propuso tal cosa. ¿Yo enseñando a esa desnutrida? Le faltan años luz para estar en forma. Sin dudas va camino al fracaso y yo no me junto con perdedores...en este caso perdedora.—Deja de bufar, ruso. Hazme este favor y no te molestaré más. Sólo será un tiempo, en cuanto la convenza de hacer lo que tiene que hacer cortamos todo.Una rabia se apodera de mí. He visto vivir una situación extrema a esa muchacha y no merece que le hagan lo que quiere este tipo hacerle. Ella no es como las demás pero no debo confesarle eso, le he prometido no decírselo a nadie y por supuesto que lo cumpliré.—La chica no vale la pena, Nick. ¿No que estaba vetada del listado? —intento convencerlo de desistir.—Acabo de incluirla en la otra list
Hace 15 añosMikaelLas prácticas se extendieron por un buen tiempo, ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces en las que nos juntábamos en el solitario gimnasio, apenas intercambiábamos palabra. Ella solo se concentraba en realizar su rutina. Era increíble como se esforzaba para todo, la admiraba por su arrojo y valentía, intentaba no ver sus debilidades y se concentraba en sus fortalezas, era sin dudas, una verdadera guerrera. Cada vez me gustaba más su forma de ser, sin contar como su cuerpo empezó a cambiar con el entrenamiento ya que le di una rutina de ejercicios complementarios que debía realizar estrictamente. Sus músculos estaban más tonificados, su cintura más marcada y sus caderas redondeadas. ¿Cómo me dí cuenta? Pues, por la ropa que la obligué a usar, al fin logré quitarle los kilos de ropa con los que pretend&i
Actualidad Katherine Marie me acompaña a las oficinas donde estuve la noche anterior pero el escenario es completamente distinto. El sol ha hecho sucumbir a las últimas nubes que estaban arremolinadas y sus rayos chocan contra el edificio gris con grandes ventanales frente al cual me encuentro inmovilizada sin poder avanzar. Marie me anima dándome un pequeño empujón. Tomo aire antes de entrar. Es todo muy bonito, casi tan elegante y lujoso como la casa de Mikael. "Me alegra tanto que haya triunfado", pienso mientras me vuelvo a lamentar de la vida de m****a que llevo.Marie me acompaña en el ascensor y veo que pulsa el último piso. Las puertas se abren y dejan ver finalmente un espacio agradable, en el que rezuma orden y organización. Hay un par de escritorios y al fondo dos o tres puertas que me imagino son oficinas, pero al centro de todo y con un cartel con letras elegantes su nombre: Mikael Sorokov - Presidente. Suspiro nuevamente al imaginar que hubiera sido
Hace 15 añosMikaelEs la primera vez que me emborracho. Para ello he debido esforzarme demasiado, ya llevo casi una botella entera de vodka y recién me ha empezado a hacer efecto. No molesto a nadie, solo permanezco sentado bebiendo sin mirar a nadie, y a pesar de ello siento una presencia a mi lado, por su olor y el aura que desprende sé quien es.—Vete, Melisa —le ordeno en tono seco y sin siquiera voltear.—Te desconozco, Mikael, tú no eres así. ¿Por qué estás haciendo esto?—No deseo hablar con nadie. Lárgate —espeto elevando un poco la voz para hacerla desistir de su cometido. Sé exactamente hacia donde apunta su charla.—Pues, no hables si no quieres pero debes irte de este lugar. El dueño me llamó. Es conocido mío. Temen que si te emborrachas armes pelea —me dice en tono divertido.—No me inter
Hace 15 años Nick Ha llegado el momento de la verdad. He planificado cada etapa de la cita romántica con ella. Hace tan solo un par de semanas aceptó ser mi novia. Y vaya que me costó. Esta chica siempre está a la defensiva, ella sabe bien lo que quiere y eso me gusta, detesto a las chicas que no tienen rumbo en su vida y sin dudas Kathy es única en su género. Al menos la convencí de arreglarse para mí así que la tengo frente a mí sentada con un vestido azul que le queda como un guante y sus labios pintados de un rojo bajito pero que realza sus apetitosos bordes, ya me los imagino en cierta parte de mi anatomía. A medida que avanza la cena me empiezo a sentir cada vez más frustrado. "Pènsé que con ella sería de otra manera", trato de explicarme a mí mismo mas no pierdo la esperanza de...Espanto de un aventón mis sombríos pensamientos e intento prestar atención a la charla que ella está dando. Terminamos de cenar y salimos. Esta noche he dado libre al rusito, no q
Hace 15 añosKatherineLlegué a casa intentando contener el dolor que tenía tanto en mi cuerpo como en mi alma. Traté de disimular con mi padre, quien estaba tan cansado que no podía diferenciar mis cambios de humor o mis estados de ánimo así que no tuve que esforzarme mucho. A pesar de haberme dado una larga ducha en el hotel al que me llevó Nick volví a bañarme en casa y quemé la ropa que había llevado puesta ese día. Lloré incansablemente durante horas hasta que quedé profundamente dormida. Al día siguiente debía continuar con mi vida normal. Y para colmo tenía las prácticas con el maldito ruso que iba con un humor de perros y parecía querer desquitarse conmigo de todo. Agradecí que el sangrado paró pero aun tenía pequeñas molestias cuando hacía movimientos bruscos.—Abre m&aac
ACTUALIDADNickEstoy hasta el cuello de trabajo lo cual hace que desvíe un poco el foco de atención de la búsqueda de mi esposa. Mi secretaria entra con una montaña de más trabajo. ¡Maldición! A este paso no encontraré a la desagradecida esa. Prometió seguir conmigo porque su amor era suficiente para ambos y porque estaba agradecida por todo lo que había hecho por su padre. Heredé mis acciones a los veintiun años y tomé mi lugar en la empresa de mi padre, con eso me convertí en un hombre tanto o más rico que él y teniendo esto cumplirïa con mi parte del trato con Kathy: ella se casaba conmigo y yo le daba el dinero que necesitaba para el largo y cansador tratamiento de la enfermedad de su padre. Yo cumplí con mi parte, le di todo lo que necesitó, probó con todos los tratamientos que iban surgiendo, incluso los experimenta