Sia Me podría volver adicta a esto, por alguna razón que desconozco las sensaciones durante nuestras sesiones se habían magnificado, de por sí Ethan me volvía loca con sus caricias, ahora se sentía mejor. En la madrugada me levanté para ir a buscar mi almohada, aunque use a Ethan para ese efecto no funcionaba y si deseaba descansar la necesitaba como si fuera el aire. Al volver la lámpara de mi lado daba una tenue luz que iluminaba su rostro, era guapo y era mío o eso quiero pensar, las personas no son posesiones, ¡ñaa! Aquí parada me surgieron un montón de interrogantes, miedos de medianoche le llamaría. Antes jamás había pensado en casarme mucho menos en tener bebes a esta edad, mis planes eran otros, sobre todo porque sabía que no quería estar cerca de casa, trabajar tal vez, viajes, fiestas, amigos. Ese era mi mundo, ¿en qué momento perdieron su atractivo? En año y medio todo cambió radicalmente, me encontraba rendida ante la idea de vivir a lado de esta persona para lo que re
Ethan Todos pintaban la llegada de un bebé a la familia como lo más hermoso del mundo, yo no podía haber experimentado esa belleza, por supuesto que estaba agradecido de que ambos estuvieran en perfectas condiciones. Pero yo estaba exhausto, más allá de lo imaginable, cualquiera pensaría que yo fui el que dio a luz a ese enorme bebé. Acompañe en cada segundo a Sia desde que llegamos al hospital, me concentre en ser comprensivo y paciente con sus necesidades, las cuales fueron desde lo básico hasta tener que soportar esos dolores que ella experimentaba y que yo padecí, primero; ver su cara de sufrimiento y segundo si me tomaba de la mano o se sujetaba de mí, era un dolor excruciante. Me quedé perdido en la cama dispuesta para mí a lado de la de Sia, fueron unas pocas horas que pude tomar para recuperarme. Al abrir los ojos, Sia paseaba al bebé en brazos. —¡Oh, mira quien despertó! Es papá, el que dijo que te cuidaría tan solo salieras de mami. Me incorporé, la verdad quería
Título original: Te Amo a pesar del ContratoReservados todos los derechos. Queda prohibido copiar, reproducir, distribuir, publicar, transmitir, difundir, en cualquier modo explotar cualquier parte de esta obra literaria sin la autorización previa por escrito del autor o de los titulares correspondientes. Sin embargo, usted podrá disfrutar del material, sujeto al uso exclusivamente personal y no comercial, limitado a su lectura en las aplicaciones designadas por Buenovela. Ⓒ 2022 by Sandy Co.❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉❉Nueva York¿Amarlo?, no, ¡qué va! Ese hombre que lleva mi sangre solo me ha traído momentos de infelicidad… Hace poco más de una semana que llegue de Londres, y Angus ya me empezó a controlar, debía regresar para poner en práctica lo que estudie, y solo por el amor que le tengo al recuerdo de mi madre y sus empresas, es que me atrevo a poner un pie en estos que son sus dominios. —¡Buenos días! ¿Señorita Macpherson? —saluda, a la vez que se asegura que soy a la que enviaro
Angus Esta es la última oportunidad que tengo para enmendar lo mal que crie a esta hija mía. Las pocas veces que la veo es para recibir quejas, subsanar los líos en los que se mete y en recientes fechas solo en los tabloides, que me muestran lo desenfrenada que está viviendo su vida. Mi querida Maggie debe estar decepcionada, no supe qué hice tan mal. Aún no comprendo cómo siendo la más inteligente y obteniendo las mejores notas no sea capaz de gobernar su vida. —Angus, yo creo que esta vez Sia, tiene razón, déjame buscar otra opción —dice Ethan. —Lo mismo aplica para ti, Ethan, solo una semana. —Pero…, ¿por qué no me comentaste sobre la situación? Quizá pueda convencer a la junta directiva de cambiar de opinión, solo que necesito más que una semana. —Este es el último recurso que tengo, ¿tú consideras que es un problema nuevo? ¡No! Lo he venido retrasando desde hace mucho. Solo que Sía ahora sí provoco la caída estrepitosa. Incluso quieren que la desconozca, no quieren que su
Sia No puedo terminar de asimilar el nuevo disparate que se le ocurrió a Angus, y yo que pensé que por fin podría hacer las paces con él, ahora que me entregaría la herencia de mi madre. No me hace falta nada, por lo menos no me ha cortado mi mensualidad, incluso con la de problemas que vengo arrastrando. Poseo acciones de las distintas empresas, eso me debería dar la oportunidad de pedir una auditoria, para averiguar sobre todo lo que pasa realmente en Macpherson, por ahora con tan poco tiempo esa cuestión deberá aguardar. Necesito pensar, un abogado corporativo, uno civil, ¡maldición! Necesito el bufete completo de abogados. Albert Ross debe ser el cómplice de Angus, ¿quién es su competencia?, necesito que sean capaces y que quieran ponerse al tú por tu contra Macpherson. Una búsqueda infructífera la mía, en el quinto despacho al que acudí en Manhattan para ser rechazada, esto ya tenía pinta de que Angus metió las manos para que no pueda hacer nada. No puedo sucumbir a sus d
Ethan No sabía que me tenía más molesto, la situación en sí ya era suficiente para poner a cualquiera de mal humor. Ver esa escena en donde un idiota besaba y manoseaba a Sia, me hizo perder los estribos, de no ser porque era yo la persona que iba para detener cualquier situación, de otro modo me hubiera gustado por lo menos romperle la cara a ese sujeto. Baje para ir al gimnasio, necesitaba sacar algo de energía o de lo contrario solo me la pasaría dando vueltas en la cama. Encontré a un Angus más cabizbajo de lo normal, — vete a descansar, mañana tendrás otra perspectiva — suspiro muy acongojado. —¿Ahora entiendes por qué mi prisa? —La verdad, ¡no! Yo creo que solo lo empeoras, sabes que me odia, solo le estás añadiendo combustible al fuego. —Pero tú no la odias, yo sé muy bien lo que hago, vi las chispas y eso me basta para apostarlo todo a esto. —Tienes razón, no la odio, pero una persona solo puede aguantar una cantidad y considero que yo ya estoy llegando a mi límite. Qu
Angus El plazo se cumplió y ninguno de los dos fue capaz de hacerse de una solución para evitar cumplir con mi plan. Los espero con paciencia en mi oficina, el primero en aparecer es Ethan, quien en un último intento trata de hacerme ver la precariedad de mi idea, debo admitir que no creo que todo se acomode por arte de magia, sé muy bien que el pobre deberá lidiar con Sia. Cuando al fin Sia entra, luce fantástica, no como hace dos días que estuvo deambulando por la casa sin cambiar de pijama y espantando a todo mundo con su mal humor. — Tomen asiento, me complace tenerlos aquí, sé que por el momento ambos consideran que son caprichos míos, incluso me tacharan de loco. A veces yo mismo lo creo, frente a ustedes están unas carpetas, es un contrato prenupcial, siéntanse libres de leerlo y si tienen dudas díganme. A grandes rasgos dice que deberán mantenerse unidos en matrimonio por un plazo de 24 meses, cohabitar la misma casa, mantener la apariencia de un matrimonio feliz, por lo q
Ethan Por el afecto que sentía y agradecimiento, sobre todo, es que acepte el disparate de unirme a Sia, ya había pensado en ser el mejor elemento que Angus tuviera en su corporativo, esto me parecía que era una extensión de ese objetivo. Sia poseía una belleza que heredó de su madre, compartía rasgos con Angus, pero eran los menos, lo que más resaltaba era ese azul grisáceo de su mirada. La vi crecer y cada etapa me parecía que ella adquiría una singularidad y más porte. Al dejarse ver por aquella puerta, no pude evitar apreciar lo mucho que se parecía a las fotos que Angus atesora en su estudio en casa. Este era el día que Angus me pasaba por completo la responsabilidad de su hija, porque ese era el plan, mejorar su imagen, aparentar que se volvería una mujer nueva al casarse con alguien tan apretado como yo, así me consideraba ella. Un evento express que parecía ya tenía orquestado antes de hacernos firmar ese dichoso acuerdo. Y que sirvió para que la prensa empezará a constru