Llueve desde adentro

Sara entró al ascensor y apenas al cerrarse la puerta las lágrimas se desbordaron sobre sus mejillas.

—¿Quién se creía Ben Collins para tratarla de esa manera? Aunque tuviese todo el dinero del mundo, aunque fuese el dueño de la empresa y en consecuencia su jefe, no era quien para humillada cada vez que se le venía en ganas.

En tanto, Ben entra a su oficina, le da algunas instrucciones a Ann y se dirige a la oficina de Davis. Al verlo, su colega se pone de pie para recibirlo con un abrazo.

—¿Cómo has estado? ¿Cómo está Jaspe?

—Hola Davis —se separa de él.— Hoy bastante mejor, por eso vine un rato para ver como va todo.

—Normal, todo normal. ¿Por qué lo dices?

—Acabo de ver a dos de las nuevas pasantes saliendo antes del horario que le corresponde —espetó.

—No le veo el inconveniente, Sara trabajó todo esta semana muy fuerte y con respecto a tu asistente, tú no estabas, por ello le pedí que se fueran.

—No creo que sea lo correcto, Davis. No puedes estar promoviendo esse ti
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo