Capítulo 139.

—Entraron al país hace tres meses, con tres días de diferencia entre ambos. —dijo Helena con los dedos moviéndose en el teclado. —El rubio es sueco. El pelinegro es español. Al menos es lo que arroja su pasaporte.

—¿De donde viajaron? —Kael seguía moviéndose por el pasillo, mientras los agentes se veían entre ellos y se hacían a un lado, entendiendo la expresión del Mayor al no hacer alboroto.

—Lisboa, —contestó Helena pegada al computador.

—Revisa cada vuelo desde Lisboa en esa fechas. Busca el perfil de ellos. Hombres de 30 a 40 años, solteros, que miden entre 6 y 7 pies de altura y comparalo con visitantes a este edificio. Para encontrar a Handez tuvieron que monitorearlo.

Helena se dispuso a hacer lo que su jefe demandó, mientras Denver tomaba el siguiente pasillo.

—Bellucci aún no te escucho—, Kael apresuró el paso, tratando de no alertar a tantos o hacerlo de otra forma que no fuera a gritos.

—Ellos tienen cuatro horas de haber entrado. Deme unos segundos más, Mayor.

Las
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App