En unos momentos tendrán cuatro capítulos más. Así que en un par de horas a lo mucho, tendrán su primer maratón de esta semana. Por ahora pueden ir leyendo mi nueva historia "El precio de la mentira: El padre de mi hijo es mi enemigo" que ya cuenta con cinco capítulos en mi perfil.
—¿En serio crees que Kael vendrá por mí? —Cameron había despertado recientemente, reconociendo de inmediato al hombre que comía tranquilamente, cómo si el olor a sangre no fuera tan repulsivo para él. —Soy el culpable de que su padre muriera. Jamás me lo perdonó y ¿piensas que se va a arriesgar por mí? Boris lo observó a través de sus pestañas. —Lo entendí cuándo le llamé de tu número a la agencia y se negó a contestar—Bora dejó de masticar, soltando los cubiertos, mientras veía a Cameron obtener una reacción poco legible en su rostro. Ahí descubrió una nueva cosa de él sin tanto esfuerzo. —No obstante, hay algo que no entiendes del principiante aún, —limpió su boca con una servilleta. —Va a venir y lo hará acompañado. Quiere recuperar al único padre que le queda, porque perdió a dos y no quiere quedarse sin el último. Es un poco sentimental aunque no lo quiera. Cameron observó al sujeto levantarse de su silla, tomando el cuchillo con el que sacó trozos de una pera que colocó sob
Las noticias que aparecían en la pantalla del móvil de Bora mostraban el edificio en llamas de la agencia, que estaba siendo evacuada rápidamente. Varios helicópteros sobrevolaban la zona, difundiendo la noticia del ataque hacia el FBI que ahora era el tema más hablado por toda la ciudad. —La ayuda va para allá —dijo uno de los cazadores hacia su jefe. —Acaba con sus posibilidades —le entregó el celular. Miró hacia abajo, dándose cuenta de la impresionante altura en la que se encontraba—. Asegúrate de debilitar la estructura personalmente. Saca a mi mujer del país y haz que Yslen se lleve a Zoya de Sintra.—¿Cree que nos va a atacar?—Está buscando hacerlo. Cassian Kavanagh no ve solo lo que sus ojos alcanzan, busca posibilidades; si no las hay, las inventa. Y ahora que tengo a su familia, querrá encontrar a la mía.Cameron no pudo evitar reprocharse haber aceptado asistir a esa exposición de arte de su hija con su esposa, pero jamás hubiera imaginado que el portugués era el comprad
Cada disparo resonó como un trueno con los cazadores cayendo al suelo antes de poder reaccionar. Sin perder un segundo, Kael giró sobre sus talones, disparando en ráfagas controladas que derribaban a los enemigos uno tras otro.Cada bala era una extensión de su voluntad, cada disparo una declaración de su furia contenida. El Mayor se movía de cobertura en cobertura, su cuerpo en constante movimiento, nunca permaneciendo en un lugar el tiempo suficiente para ser un blanco fácil. Sus disparos eran precisos, cada uno encontrando su marca con una eficiencia brutal.Un cazador apareció a su izquierda, pero Kael ya lo había visto. Con un giro rápido, disparó dos veces, las balas perforandole el pecho y enviándolo al suelo. Otro cazador intentó flanquearlo, pero el irlandés, anticipando el movimiento, se lanzó hacia adelante, rodando sobre el suelo y disparando en pleno movimiento. El cazador cayó, con su arma resbalando de sus manos.La nube de humo y fuego se levantó cuando le disparó a lo
Una serie de disparos se escucharon del otro lado, logrando que Kael se abalanzara con una furia animal contra el líder del imperio negro, quien se estrelló contra el suelo. El cuchillo se enterró en su brazo, pero Bora se lo quitó con una fuerza brutal, estampando el puño contra su cabeza. El impacto resonó como un trueno, y Kael sintió una explosión de dolor que lo dejó aturdido. Kael sacudió la cabeza, tratando de despejar la niebla que nublaba su visión. Apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de recibir una patada en el estómago que lo hizo doblarse, expulsando sangre de su boca. El dolor era insoportable, pero la furia que ardía en su interior lo mantenía en pie. Bora no le dio tregua. Con una sonrisa sádica, lanzó una puñalada hacia el costado de Kael. El Mayor sintió la hoja penetrar su carne, un dolor agudo que casi lo hizo caer. Pero en lugar de rendirse, usó el dolor como combustible. Con un grito de rabia y dolor, se desquitó, arrancando el cuchillo de su costado y se la
El mar había dejado de azotar contra una de las bases que quedaba en pie, pero la oscuridad aún no se disipaba del todo. Lina tenía la ropa mojada, los ojos le ardían y los pulmones comenzaban a quemar debido al aire frío que congelaba sus articulaciones.Pero no se había movido de ese sitio. Tornado se mantenía en el aire desde hacía dos horas, en las que llamó a todos los pilotos de su Crew para unirse a la búsqueda. Aunque de nada había servido, porque apenas estaban por llegar y ella no había dado con ellos, luego de que el FBI comenzara a abandonar la zona. Esfuerzos que no daban frutos, porque…No encontraba a Kael por ningún lado.Trataba de serenar su cabeza con cada segundo que pasaba. Respirar le era difícil. Mantener sus dedos estables era imposible y con cada segundo que transcurría sólo podía pensar en lo último que escuchó de él.El sonido aún le imposibilitaba controlar mi cabeza, porque la tortura sólo crecía dentro de ella al escuchar reportes de que las búsquedas no
—Está muerto, señor, —repitió Hermes, cómo si no lo creyera tampoco, pero Bishop y Bonanno seguían mostrando a sus agentes caídos y entre ellos estaba el nombre del irlandés. —Entendido, vamos para allá. —Anthony cortó la comunicación sin previo aviso. Miró al copiloto y éste asintió. Giró el helicóptero, sin decir una sola palabra, llamando la atención de Lina que escuchó las últimas palabras y se acercó para averiguar lo que ocurría. —¿Vamos para allá? ¿Lo encontraron? —Lina, necesito que te calmes. —se levantó dejando a cargo al copiloto que lo hizo enseguida. —Estoy calmada. Sólo dime por qué estamos regresando—, retrocedió cuando él se acercó. Pero debido al espacio del helicóptero tuvo que parar, haciendo que fuera su corazón el que trataba de escapar de esa cabina. —No me voy a ir si no lo han encontrado. No puedo… —Lo encontraron. —Darek levantó la mirada. Lina se paralizó. —Acaban de dar la lista de muertes confirmadas de la agencia. El nombre del Mayor está entre e
El día iluminaba toda la ciudad con un resplandor único, pero en esta ocasión, Lina no sintió la emoción de tal cosa. No había ningún lugar al que deseara moverse, ni un mensaje de él recordándole alguna tontería que ella pudiera responder con otra. Todo era una pesadilla de la cual no podía despertar. En su habitación, el aire se sentía pesado, cargado de recuerdos y ausencias. Las paredes, que antes habían sido testigos de risas y conversaciones, ahora parecían cerrarse sobre ella, sofocándola con su silencio. Casi huyendo salió de su habitación yendo al único sitio dónde podía sentir su presencia. El apartamento que habían compartido juntos durante semanas, en las que él despertaba por las noches, buscando su contacto, cómo si lo necesitara más que nada. Lloró aún más en ese lugar mientras abrazaba a su rottweiler, la cuál también parecía haber perdido su energía, porque la colonia de Kael estaba impregnada en cada rincón y aún cuándo antes había sido algo que la hacía suspirar
Mientras Lina intentaba asimilar la información, Darek le proporcionaba detalles sobre Pierce Biotech, incluyendo los laboratorios situados en Durrën. Incluso sus primos no pudieron ocultar su sorpresa al descubrir que Kael era el propietario de dichos laboratorios.—Necesito… pensar —dijo Lina al finalizar la explicación sobre el proceso que debía seguir para recibir lo que Kael había dejado para ella.Sentía una mezcla abrumadora que la carcomía por dentro. La incredulidad y el dolor por la pérdida de Kael aún la consumían, y cada nueva revelación sobre su vida parecía abrir una herida fresca. Pero ahora podía controlar las lágrimas y esos sollozos que se tragaba para poder continuar. La sorpresa de sus primos solo intensificaba su propio desconcierto. Apenas comenzaba a aceptar la muerte de Kael, sin más alternativas, y ahora se veía obligada a retomar su vida sin saber cómo evitar una recaída. Había demasiada información que procesar, y la responsabilidad que recaía sobre sus hom