Espero que cuando Jung y yo quedemos, podamos llegar a un arreglo y que acepte mi propuesta, sera lo mejor para los dos.
Bajo del coche y entro a mi casa, veo a mi madre que esta en silencio, sentada en el sofa, volteo para ver la sala y no veo a mi hermano. —¿Y Edg... —no termino de preguntar porque mi hermano me ha gritado casi en el oído. —¿Qué tanto hacías?¿Por qué tardaste tanto?, no me digas que te casaste ya y no me llevaste —respiro y lo veo serio — Ya, me callo, pero quita esa cara que parece que me quieres matar. — Intente hablar con la chica, por eso tarde, y no, no me eh casado — me acerco al sofa y beso la mejilla de mi madre, la abrazo y me siento en em sofá individual, si me siento en el otro capaz Edgar se me tira encima para saber mas — Relajate, Edg, quede con ella de que le escribiria y nos pondríamos de acuerdo para hablar de como sera nuestro matrimonio —pienso un poco y me corrijo — Bueno, le dije que tenia que hablar con ella, pero no le dije de que, aunque creo que es obvio, es el único tema que nos une. Veo a mi madre y le sonrió leve, para que no se sienta mal. —Tranquila mamá, seguro que lograré que mi futuro matrimonio sea de conveniencia y ninguno de los dos salga lastimado— viendo sus ojos cafes, siempre me ha parecido que en ellos esconde secretos y que pocos lograran comprenderlos. —Si, si, pero... ¿Es guapa? — veo a mi hermano y niego. —¿Tu solo piensas en eso? —pregunto y luego respondo levantándome del sofá — es muy atractiva, parece una chica respetuosa y carismática. Camino a las escaleras y mi hermano me sigue los pasos. — ¿En verdad? Entonces no pierdes mucho, o sea, se que Dani es muy atractiva, pero si tu dices que una chica es bonita, es porque lo es, tu jamas te has fijado en alguien que no sea Daniela. —escucho lo que dice y me detengo a medias escaleras. —Que sea atractiva no quiere decir que me gusta, si, dije que parece buena persona, pero no la conozco, asi que no te hagas ideas —respondo y sigo subiendo —¿a que horas sale tu vuelo? Pense que llegaba tarde y no te vería. Entro a mi recamara y veo todo perfectamente ordenado, sonrió al sentir paz, es el único lugar en casa en el que siento que soy yo. — Esta bien, hermano, has como si no dije nada, cuando la veas le mandas saludes a "mi cuñada" — ríe y yo niego, con él nunca se puede ser serio —dentro de media hora, ¿estas incinuando que soy una molestia y que no querias verme? —pone su mano en su pecho, haciendo una pose dramática. —Contigo no se puedo hablar —niego sonriendo —no, solo dije que pense que no llegaria a tiempo. Deberíamos ir de camino, vamos, ve por tus maletas —ordenó cojiendo mi celular, lo veo salir y meto mi mano en la bolsa de mi saco. Pensaba escribirle, pero sera mejor que lo haga después, seguro esta ocupada. Me recuesto en la cama y cuando mi hermano me llama salgo de la habitación. — Vamos, llegaras tarde y no tomarás el avión. —veo a mamá y le sonrió —Vamos, madre. Mi hermano sale de la casa y me ve fingiendo enojo. — Pareciera que quieres deshaserte de mi — mi madre sale tras él, cierro la puerta e le ayudo a mi hermano subiendo las malestas al coche — ya no me quieres¿cierto? —rio y lo subo al auto. —No, solo no quiero que pierdas tu vuelo — enciendo el coche mientras mamá se coloca el cinturón al lado mio — si te quiero, dramático — susurro. —Está bien, te creeré —se sienta en la parte tracera — si te escuche. — Coloca tu cinturon, ¿quieres? — lo veo serio. — Si si, vamos que llegaremos tarde. Conduzco hasta el aeropuerto, en todo el camino mi madre solo se dedico a ver por la ventana y mi hermano a escuchar musica mientras escribe en su celular. Unos 15 minutos después parqueo en el estacionamiento y bajo a abrirle la puerta a mi madre, mientras mi hermano baja sus maletas. — Bien, cuidate y no te pongas en peligro tu vida — lo abrazo y me separo — regresaras pronto, ¿cierto? —Me pides lo imposible, sabes que me gusta lo extremo .—rio levemente —Si, no me extrañes mucho, regresare para tu boda. Niego y veo a mamá triste, se que aunque no lo demuestre, se siente mal por como mi hermano lleva su vida, debería de estar igual, pero verdaderamente Edgar es adulto y sabe lo que hace, lo bueno de esto es que él ha madurado y ya no toma en exceso, ni consume sustancias peligrosas, ya paso esa etapa. Ahora solo persigue el amor por los viajes y el temor al compromiso. —Cuidate hijo, espero que todo salga bien en tu viaje — mi madre lo abraza y mi hermano suspira leve. —Tranquila, mamá, sabes que no haria nada que te haga sentir dolor —besa su mejilla y lo veo decir adiós. Esperamos a que desaparesca de nuestra vista y regresamos al auto. Veo que esta triste y yo no puedo hacer nada para resolverlo, me dedico a conducir a casa y al llegar bajo nuevamente a abrir su puerta. —Descansa, mi hermano estara bien. —le digo entrando a la mansión. Se retira a su recamara y yo entro a la mia. Suspiro y tomo el celular, guardo el número que sale en la tarjeta y al enviarle un mensaje me aparece su foto, la abro y agrando un poco. Parece ser una chica amable pero con carácter fuerte, no creo que haya sido facil para ella aceptar este matrimonio. Al recibir respuesta guardo el celular, ya esta, nos veremos mañana en la cafetería cerca de mi empresa. Hable un poco con el señor Min y a dejado que maneje la empresa antes de la boda, creo que al final era mucho trabajo para él hacerse cargo de dos compañías tan grandes al mismo tiempo. Me levanto de la cama y me doy una ducha, me visto y salgo e reviso en la computadora las acciones de la empresa y el como estaba obrando mi padre. Al parecer todo iba muy bien, eso es bueno, no quisiera que justo cuando me hare cargo de todo lleguen problemas. * * * Entro a la cafetería y escojo una mesa algo alejada de las demás. Me siento y espero a que llegue Jung, creo que llegue un poco temprano, todavía falta para la hora acordada. Después de umos minutos la veo llegar, lleva un vestido gris opaco con unas botas altas negras. — Se ve muy bien. —susurro y levanto mi mano para que ella venga, cuando la veo acercarse me levanto de donde estoy sentado y le ayudo con el asiento. — Gracias, creo que llegue tarde. —murmura sentándose, vuelvo a mi asiento y niego. — Yo llegue antes de lo acordado — respondo y llega el mesero para pedir nuestra orden —¿que pediras? Veo que esta indecisa y luego sonríe, supongo que ya decidió. —Una ensalada de frutas y un vaso de jugo de manzana sin canela. — le ordena al mesero y le sonrie. Tomo el menu y después de decidirme se lo entrego al mesero. —Pedire una limonada y de comer unos panqueques con miel. —le digo al mesero. Volteo a verla y esta jugeteando con su pulsera, ¿sera que siempre hace eso? —Si te he pedido hablar ha sido para que nos pongamos de acuerdo con como sera nuestro matrimonio. —le digo y veo como deja de jugar con la dichosa pulsera. —¿Que propones? —pregunta y se sienta recta en la silla, ya no parece la chica de ase unos segundos. —Es facil, nos casamos, tendras al bebé y luego nos dividimos. —respondo y veo su cara ponerse pálida. — ¿Piensas tener al bebé y abandonarlo? — al parecer mis palabras le afectaron, hasta diria que le duelen. —Nunca dije que lo abandonaría, a él nunca le faltara nada, y estaré pendiente de su bienestar. —respondo sin tanto rodeos, no quiero parecer un patán, pero es mejor que me odie desde ya, a que piense que este matrimonio llegara a algo mas que un contrato. La veo suspirar y asiente, ahora su semblante a cambiado y parece que quisiera llorar. —Esta bien, pero la que se quedara con el bebé, sere yo. —responde y en eso llega el mesero — Gracias. —le sonrie, de lejos se nota que no es una sonrisa alegre. —Se que te estan obligando, pero no te preocupes, no te hare hacer algo que no quieras, solo ayudame a cumplir con el contrato. —empiezo a comer mis panqueques y la veo. — Bien, cumpliremos con el contrato y podras hacer lo que quieras. —responde y sonrió por haber conseguido lo que tenia en mente. —La boda sera dentro de dos semanas, ¿no? encárgate de todo, ¿sabes donde sera?—pregunto comiendo y levanto la vista para verla. — Si, esta bien — deja su ensalada a un lado —sera en mi casa, por lo que mi mamá dijo ayer, la casa es lo suficiente grande para hacerla, y aparte de eso, no ahí muchos invitados —asiento a lo que dice. —Bien,igual no importa donde sea la boda, ¿No comera? — pregunto viendola. —Se me quito el apetito¿ tienes algo mas que decir? — pregunta tomando su jugo. Veo su ensalada y niego. —Desperdiciaras comida? — le digo —¿donde quieres que sea la luna de miel? — pregunto terminando de comer. — Lo comeré. —empieza a comer la ensalada y sonrió leve — ¿habra luna de miel? —pregunta limpiando su boca. —Si, se supone que tenemos que parecer enamorados —respondo — ¿no leíste el contrato? — Oh, no lo sabía — termina su ensalada y la veo atento —no, mi padre solo me dijo que tenia que casarme contigo, no me dijo en que consistia el contrato, solo me ha dicho lo que escuchaste en su oficina. —la veo y nuevamente siento lastima, pero esta vez es diferente, parece ser una chica que quiere complacer a su padre, creo que los dos hacemos esto por alguien, solo que ella no se esta arriesgando por otra persona, solo esta complaciendo a su padre. —Umm, esta bien. —murmuró viéndola — bueno, ¿a que lugar te gustaría ir? — pregunto despreocupado. —Me gusta la naturaleza, me gustaría visitar un país lleno de ella — sonríe y parece feliz por primera vez desde que la vi — ¿que país propones? —Perú, es muy lindo y tiene mucha naturaleza. —respondo sin tanta emoción, veo que su sonrisa se borra. — ¿Sabes? Creo que sera mejor no ir de luna de miel, tu tienes que encargarte de tu empresa. —se levanta de la mesa y hace una reverencia — Nos vemos dentro de dos semanas. —Bien. —respondo no muy seguro, ella parecia alegre con la idea de la luna de miel —Si. Sale de la cafetería, llamo al mesero, pago lo que comimos y me retiro de ahí. Subo al coche pensando en la conversación, ella parecia dolida con lo que hablamos, supongo que también pensaba en un futuro diferente, tal vez uno en el que no la obligaran a casarse con un desconocido. Llego a mi empresa y estacionó el coche, intetare distraer mi mente en el trabajo, no quiero pensar en ninguna de las dos. De la nada Daniela regresa a mi mente y suspiro, ya debi haberla olvidado, ya pasaron mas de siete meses desde que se fue, pero en verdad desearia que fuera ella la que este en el lugar de la castaña. Entro a mi oficina y le ordenó a mi secretaria que compre los boletos de avión hacia Perú para dentro de dos semanas.Min Jun-Li... Salgo de la cafetería aguantando las ganas de tirarme a llorar y gritarle que con lo poco que hablamos, ya hizo que mi corazón se sintiera morir, esto me pasa por ilusionarme con un hombre que ama a otra.Subo al coche y le pido a mi chófer que me lleve a casa. Él es todo lo que siempre soñe, es amable, respetuoso, inteligente, carismático y caballeroso. Parece perfecto, se que no lo es, nadie en este mundo es perfecto, pero él hacia que aguantar a la molesta profesora de ciencias no me importara con tal de estar en el mismo lugar que él. Ahora que ha pasado un tiempo desde de ma última ves que lo vi, siento que la vida me esta jugando una broma, sigo enamorada de él como la primera vez que lo vi, se podria decir que todavía mas que en ese entonces, pero él,él parece ser una persona diferente, no es de extrañarse, él era muy serio y reservado en ña prepa, solo era sociable y sonriente cuando estaba ella, Daniela.Suspiro y niego, no debería estar sufriendo por alguie
Min Jung-Li ...Terminan de poner mi vestido de novia y colocan el velo perfectamente en el hermoso peinado que han hecho, debo admitir que estas estilistas son muy buenas en lo que hacen, no me han dejado el maquillaje muy cargado, hicieron algo sutil pero lindo, me siento bonita.Terminan de arreglarme y quedo sola en mi recamara. Veo las maletas y me acerco con mucho cuidado de no arruinarme el peinado, maquillaje y no arruinar el vestido. Tomo el pequeño cofre que esta en mi armario, lo abro y veo las cartas, flores y chocolates que eran destinados a una persona y nunca fueron entregadas. Parpadeo rápidamente para que no me salgan las lágrimas, he entendido que nadie puede enterarse de que he estado enamorada de Alexander desde que lo conocí, sería humillante y suficiente tengo con los sentimientos escondidos que me destrozan corazón y alma cada que lo recuerdo. —Vamos, hija. —veo a mi madre ingresar y tras ella esta mi padre con un semblante serio, hasta parece que es él el que
... Alexander Black. Es el día de mi boda y aunque quiero no puedo arrepentirme, solo me toca esperar a que todo salga como lo tengo planeado. Siento un vacío enorme en el pecho, parece que no hay forma de que me salga de esto, si tan solo ella dice que no todo se resolvería. Suspiro al recordar que si se niega no recibiré las empresas y quedare en la calle. Veo el lugar de la boda, es la casa de los señores Min, mis futuros suegros, es grande y al haber pocos invitados todos quedan cómodos con sus lugares. Mi mamá y Edgar están sentados al frente, cerca a el altar, ella parece feliz y mi hermano solo esta buscando a alguien con la mirada, parece frustrado. Apartó mi mirada al escuchar la música nupcial y ver a Jung-Li caminar del brazo de su padre, apretó los dientes disimulando el hecho de que me parece que está preciosa, parece una princesa, su rostro está maquillado sutilmente, y el peinado le da un toque que parece un ángel sin alas. Toda la boda trascurre normal,
......Min Jung-LiSiento la opresión en mi pecho por su reciente cercanía y el repentino alejamiento.Lavo lo que utilize y subo tras él, entro a la habitación y veo que esta acostado boca abajo en la enorme cama, suspiro y me acerco a él.Me acuesto a su lado sin estar tan cerca, tapo mi cuerpo con la sabana y después intento dormir pero al no poder cojo mi celular de la mesita de noche y veo las redes, encontrandome con muchas notificaciones en las que fuy etiquetada, decido ignorarlas como siempre y voy al chat con Nicoll.Mensajeamos un rato y al recibir su llamada la contesto sin esperar mucho.—¡Hola!— sonrio por su euforia y ella ríe leve.— ¿Como va la luna de miel? ¿Ya procrearon al primogénito Black Min?— mi cara se ruboriza y recuerdo que And esta a mi lado, le hago una seña para que guarde silencio. —Hola.— murmuro bajo para no despertar a Andrew. –Vamos llegando, no hay mucho que contarte. Responde deseando que no haga más comentarios inapropiados. La conversación fluye
Abro los ojos con pereza y veo que es de día, me asombro un poco pero las ganas de seguir aquí me ganan y me quedo por un rato más, escucho la puerta del baño abrirse y veo a Andrew salir con una toalla en la cadera, finjo dormir y funciona ya que él se empezó a cambiar frente a mi danome la espalda, mi cara esta roja, pero debo aceptar que su cuerpo es demasiado sexy, y de su trasero mejor no digo nada. Voltea y cierro los ojos rápidamente, poco después escucho pasos hacía salida y suspiro, abro los ojos y efectivamente ya no está, me levanto con pesadez y voy al baño me doy una larga y caliente ducha, al salir me coloco una blusa blanca y unos shorts negros, peino mi cabello y después de recibir mi look salgo de la recamara, bajo a la cocina y veo a Andrew cocinando, me acerco quedando a una distancia considerablede él. —Buenos días.— murmuro después de unos segundos observándolo. —Buen día.— responde serio y sigue cocinando.—¿Que tal dormiste?— pregunta abriendo el refrigerador
Mi mundo parece detenerse al verla, intento salir de la ensoñación pero mi rostro sigue serio, mostrando la poca emoción que siento por su presencia, volteo a ver a Jung-Li y su rostro esta opaco, la emoción que se reflejaba en su rostro por la reciente compra ha desaparecido, tomo su mano con suavidad y la apreto levemente. —Hola, sí, casi 9 meses.—respondo viéndola. —¿Como te trata la vida de casado? —Pregunta y noto un leve tono burlesco. —Mucho mejor de lo que imaginaba, mi esposa es tan afrodisíaca que me es difícil salir de nuestra cabaña.— Respondo con seriedad. Jung-Li esta sonrojada y una leve sonrisa aparece en mi rostro, la cual disimulo rápidamente. Veo el rostro de Daniela cambiar a una mueca, escanea a Jung-Li con la mirada y luego sonríe de forma extraña. —Un placer, soy Daniela Johnson, ex de tu esposo.— Sonríe y Jung-Li parece un poco cohibida. —Igualmente, soy Jung-Li Min. Si no te molesta tenemos que regresar a la cabaña.— Expresa y me ve. —Vamos.—Le doy un a
Llega el último día, en la tarde el Jet privado estará listo para regresar a Estados Unidos, lo que significa que estaremos llegando en la madrugada a el aeropuerto. Ella se arregla y viste diferente a como lo ha estado haciendo aquí, vuelve a su ropa fina, cosa que también hago, no podemos estar con ropa casual en nuestro país, somos personas con influencias y muy conocidas, por cualquier cosa salimos en chismes inventados. Fuí al centro a comprar un regalos para mi hermano y madre, al regresar entro a la habitación y las maletas ya estan listas, tanto las suyas como las mías. No pensé que se tomaría tan en serio su papel de esposa, pero lo ha hecho a la perfección. Ella esta maquillándose en frente al espejo, su vestimenta es muy formal y a la vez sexy, no está mal, pero mi pantalón no dice lo mismo. Dejo de verla para no obtener los mismos resultados que los días anteriores, paso más en el baño qué con ella. Bajo las maletas para no hacer subir a al chófer solo por ellas, las d
Min Jung-LiDespierto sola en la cama, me estiro con un poco de pereza, cuando el sueño desaparece voy al baño a lavar mi cara y mi boca.Termino y bajo a la cocina, cómo las mañanas anteriores, la señora Olivia me abraza con cariño, mientras Andrew solo ignora mi presencia.No sé en que se esta basando este matrimonio, pero ya llevo 5 día aquí y apenas y me da las buenas noches, me esfuerzo en hacer cosas que le gustan, sus platillos favoritos, postres, galletas, me encargo de sus cosas, paso pendiente de sus necesidades, de todo, pero nada logra llamar su atención, aveces creo que es porque estoy actuando mas cómo una madre que cómo una esposa. Pero en realidad no se que hacer para que me de aunque sea un poco de su tiempo. —Buenos días, Jung-Li. —responde a mi saludo.—¿Como dormiste, cuñadita? –pregunta Edgar sonriendo.—Bien, gracias. —sonrio leve.—¿Y tu Ed?–lo veo tomando manzana picada para desayunar.—Que bueno. Yo dormí bien, sabes te quería pedir un pequeño favor. –veo su r