Capítulo 44

En aquel restaurante, angustiada y expectante, esperaba una explicación adecuada para mis dudas, generadas por las palabras de Samira.

- Quiero una explicación - dije - con la verdad.

Jerry se aclaró la garganta y con cautela y suavidad comenzó a hablar.

- Elizabet yo no tengo una relación con Samira.

- ¿La tenías cuando yo estaba en Cuba?

Él respiró profundo, estaba cansado y agobiado.

- Yo siempre la acompañé por el bebé, no estuvimos juntos.

- ¿Y el beso? - pregunté porque la duda devoraba mis entrañas.

- No correspondí al beso - dijo con honestidad - tienes que creerme, yo te amo.

Lo contemplé y vi su desesperación, no podía ser tan básica, predecible y creer en las mentiras de la rubia.

- Confío en ti, tranquilo - dije y pude apreciar cómo mi guardián soltaba el aire que tenía acumulado, en señal de alivio.

Me tomó las manos con dulzura, expresándome delicadeza y caballerosidad.

- Gracias, mi amor, por creer en mí.

¿Creía en él? Quería hacerlo, pero aún
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP