Un año después...
Abrazaba a su mujer por la cintura de manera seductora, acariciaba el suave vientre plano de su esposa… el cabello pelirrojo y enmarañado de Elena se encontraba espacio por toda la almohada desparramando ese maravilloso aroma a rosas que tanto le encantaba a su esposo. Ella ronroneaba mientras Sam la acariciaba con sensualidad.
—¿Estas despierta?
—Sabes que sí. Responde con los ojos cerrados aún. —Me gusta cuando me levantas de esta manera, me haces sentir deseosa cariño.
—¿Y cómo no hacerlo? El exquisito aroma de tu cuerpo me enloquece, estoy demasiado duro Elena… me enciendes mujer. Me provoca comerte solo con tocar tu piel.
—Pero no tenemos mucho tiempo cariño, tendríamos que ser muy rápidos con esto.
—Entonces aprovechemos lo poco que nos queda pecosa.
Sam se colocó encima de su esposa, besando cuidadosamente la cremosa piel de su cuello.
Sam Nombre completo, Samael Warion. Edad 35 años. Sam como le llaman todas las personas más cercanas a él es un hombre característico por su valentía en las misiones pero de mal carácter para relacionarse con sus compañeros de trabajo. Este chico es bueno en lo que hace, es un detective privado que se encarga de resolver casos tan complejos que ni la propia policía de Virginia logra resolver. No retrocede ante cualquier adversidad por muy difícil que esta se presente. Sam es de un atractivo bastante notorio, algo que le ha causado algunos problemas con las mujeres, sobre todo con las vulnerables que siempre están en peligro. Y termina por salvarlas para luego meterse en la cama con ellas. Elena Nombre completo, Elena Steller. Edad, 29 años es la sobrina del ex-Alcalde de un pueblo de Virginia (EE.UU) con quién actualmente vive. Su padre Daniel el hermano de su tío había tenido un grave accidente hacía ya unos años lo
Sam baja de su coche ese día de muy mal humor, su jefe Frank lo había llamado para un nuevo trabajo. Había estado durmiendo una buena siesta cuando su jefe lo llamo. Era fastidioso que lo molestaran cuando descansaba. Él lo sabía, pero como era Frank le daba igual esa mi3rda. Importunaba a quien se le antojara, y desde luego el era el primero en su lista. Unos segundos después, luego de entrar en su oficina y estar ante él, el hombre le suelta una noticia que no esperaba. Y se preguntó ¿para esta mi3rda me ha hecho parar de la maldita cama? —Explícame algo Frank, ¿Por qué tengo que ser yo quien haga de niñera? —Eres el único calificado para este trabajo Sam. ¿Por qué haces ese tipo de preguntas tan innecesarias? —¡Ya! Responde con sarcasmo. —¿Sabes que hay muchos otros competentes que yo en esta agencia? ¿Necesariamente debo ser yo a quien eligieras para esta mi3rda? —Si. Responde con firmeza. — Y ya te h
—¡Bien, lo haré! Pero ni creas que haré contacto con ella, ¿estamos claros con eso? —No lo necesitas, si ella se llegase a enterarse de que su tío le asigno un guardaespaldas te despediré Samael. —¡Oh qué bien! Ahora resulta que trabajare bajo presión. Dijo en tono sarcástico. —Sam, esto es serio la chica puede estar en peligro, y la independencia que tanto quiere le puede costar la vida. Descubre quien está detrás de todo esto y atrápalo. Pero mantenla a salva, solo tú puedes conservar la vida de esa chica. —¡Está bien! hablas como si nunca he hecho un trabajo como este. Le dijo a modo de fastidio. —Sé que has tenido muchos problemas con las mujeres en algunas misiones, pero esta vez es diferente. Steller es muy buen amigo mío al igual que lo fue su hermano, y tú eres el mejor hombre que tengo para hacer esto, no confiaría la vida de esa chica a nadie más. —De acuerdo… Investig
—Hola mi dulce Wendy ¿Cómo estás? —¿Qué quieres, Sam? La chica contesta yéndose directo al grano. —Consigue cualquier información sobre un tío llamado Jarold Tingh. Y todo sobre la riña que había tenido con Daniel Steller hace 29 años. —¿Estás loco? 29 años, Sam. ¿Quién crees que soy? —Vamos nena, tu puedes hacerlo. Y necesito que seas tan discreta como sea posible de acuerdo. Del otro lado de la línea escucho un suspiro, sabía que podía contar con Wendy era la más confiable mujer que había conocido nunca. —De acuerdo, pero con esta me deberás muchas Sam. —¡Te prometo que te lo compensare! —No veo como, no tienes nada que me interese. —Vamos, no seas tan dura conmigo. —Lo siento, no eres mi tipo. Haré lo que pueda con lo que me pediste, no te metas en líos quieres. —¡Adoro cuando te preocupas po
Elena no se preocupaba por esas pequeñas tonterías, el hombre que la quisiera de verdad tendría que demostrar su amor a los cuatro vientos. Pero antes de que todo eso ocurriera tenía que salir de Virginia a toda costa. Y ahora que no tendría guardias siguiéndola a todas partes, tal vez escapar sería una buena opción. Total era mayor de edad y responsable de sus actos. Organizó muy bien su huida desde hace días, y como estaba esperando una verdadera excusa para irse ya que esta no se presentaba esa tarde era el momento indicado. Su tío asistiría a una de sus reuniones con sus amigos políticos, la había invitado pero ella se negó alegando que no estaba interesada en escuchar temas aburridos de la política. El por su parte le afirmo que solo ella iría a compartir con los hijos de estos, ya conocía sus intenciones de casamentero. Así que termino por convencerlo de que fuera solo. Cuando por fin oyó el coche marcharse de la casa, subió corriend
Y esperaba que aceptara irse con el porqué no le agradaba la idea de quedarse en su coche mientras continuaba la tormenta. Sam vio que se acercaba un automóvil a lo lejos era completamente negro, no se podía ver quien lo conducía. El conductor misterioso siguió derecho sin hacer parada donde estaban ellos, mejor así no quería que se armara un campo de batalla allí mismo. —Oye, pero tu coche es grande puede arrastrar el mío. Si, su Jeep Wrangel Big Foot era todo un campeón aguantaba todo tipo de tormentas y ese día no era la excepción. Pero arrastrar otro coche implicaba quedarse sin combustible. —Es claro que mi coche puede llevar el suyo, pero no arriesgare nuestras vidas por llevar su coche. —¡De acuerdo! iré con usted. Hizo un mohín agarrando sus cosas—No me lo creo, tengo que dejar mi coche aquí tirado. Murmuraba tomando su enorme bolso. Cuando salió del automóvil se empapo rápidamente
¿Qué paso? ¿Hizo algo mal?, juraba que esas miradas que ambos se dieron terminarían en un ardiente beso ¿Sería su rostro? Posiblemente, con tantas horrorosas pecas lo podía comprender. Muchos de los hijos de los amigos de su tío se lo habían dicho que el exceso de pecas en su cara no era normales. La hacían sentir mal con sus comentarios. Recordó cuando un día conoció a un joven... parecía muy educado y diferente a los demás idiotas. Creyó que no tenía ninguna relación con el grupo de estúpidos que la molestaban y que su tío se empeñaba en que se liara con alguno. Pero inocentemente se había engañado a sí misma, ese joven la enamoró por unos meses, bueno realmente no la enamoro, solo la conquisto. Al final de todo, ella se encontraba sin prenda alguna debajo de él entregándole su inocencia. Si, fue ilusa y estúpida porque después de tres meses nadie podía enamorarse profundamente como él le decía que lo estaba. Todo era una vil
Ahora tenía que lidiar con una chica ebria eso sí que era nuevo para el detective no estaba acostumbrado a tratar con mujeres pasada de tragos... resignado termino con los trastos y fue acompañarla, pero de pronto algo muy extraño vio en ella, en su mirada. Se sentó a su lado pero no muy cerca era mejor evitar problemas. Elena lo miro con una sonrisa de medio lado y una mirada muy brillante, estaba borracha hasta el tope… La pelirroja comenzó a gatear un poco hacia él acabando con el poco espacio que existía entre ellos, se acercó a él tan cerca de sus labios que Sam se petrifico. —¿Qué estás haciendo? Era una pregunta estúpida y se reprendió por ello, era obvio lo que planeaba... —Solo te voy a besar, el resto lo veremos más tarde. ¿Te parece? ¡Por todos los cielos! Exclamó Sam para sus adentros, ella estaba eufórica. Sus pupilas dilatadas, sus pechos eran con un par de montañas puntiagudas se le marcaban atreves de la fi