A la mañana siguiente Sam estaba en la mansión de Steller muy puntual. Con la costilla rota ya que se la habían lesionado nuevamente pero cumpliría con su deber. Sentado en la sala esperando por Elena, Steller le había comentado que su sobrina estaba al tanto de que él, seria quien la cuidaría ella había puesto objeción pero no tuvo más remedio que aceptar. La vio bajar por las escaleras de la noche anterior, lo había dejado babeando cuando la vio bajar el día de la fiesta. Aún sigue babeando por esa pecosa pelirroja.
—Buenos días, Elena. La saluda con cordialidad.
—Para ti soy la señorita Steller. Contesta ella de muy mala gana.
—¡De acuerdo! No sería fácil su trabajo.
—Voy a desayunar no es necesario que me sigas a todos lados.
—Es mi trabajo.
—Pues no entraras en el baño conmigo, policía. Esto último lo menciono con sarcasmo.
— ¿Te recuerdo lo
Sam llego hasta su casa la que antes brillaba como una estrella, pero esa tarde su hogar estaba volteada ¡con un demonio! Exclamo molesto, esos tipos estaban en todo. Pero su escondite jamás lo encontrarían, en su sofá en una de sus patas le había fabricado una pequeña caja donde podía introducir papeles o un arma, en ese momento tenía un arma pequeña y los papeles de Wendy. Lo saco despacio, los desdoblo sacando el contenido. Lo primero que tomo fue una carta que le había escrito Wendy de su puño y letra. “Hola Sam tengo una extraña sensación de que me están siguiendo, he sido muy precavida con esta investigación pero creo que me supero y más cuando sepas lo que acabo de investigar. Quiero que te cuides Sam todo esto es más peligroso de lo que parece Wendy” Ella le había dejado una nota y parecía más una despedida que una advertencia, no aguanto las ganas de poder leer la información que le dejo. Lo tomo y lo que leyó lo dejo en blanco, ¿Qué mi
—¡¿Nathaniels?! Pero, ¿porque? Pregunta Elena sorprendida por ver a su exnovio apuntándolos con un arma. —Por mi padre. —¿Tu padre? ¿Pero yo que le hice? Ni sé quién es. ¿Cómo pudiste? ¿Has estado detrás de todo esto desde un principio? —Pero él sabe quién eres tú y quienes eran tus padres, yo solo cumplo órdenes. —¿Qué orden? Pregunto Sam. —¡Ah sí! el buen detective siempre metiéndose en todo. Gracias a ti tuve que asesinar a esa hermosa mujer, ¿Cómo es que se llamaba? sí, Wendy, era realmente hermosa. Pobre chica, se estaba metiendo donde no la llamaban. —¿Wendy? Elena observo la cara a Sam un poco confundida. —Así es Elena la adorable Wendy está muerta, yo mismo me encargue de ella. Fue tan fácil, el trabajo más sencillo de mi vida. Pero tú… tú sí que me has dado muchos problemas desgraciada. —¡Eres un infeliz! Le dijo Sam acercándose a él.<
Un año después... Abrazaba a su mujer por la cintura de manera seductora, acariciaba el suave vientre plano de su esposa… el cabello pelirrojo y enmarañado de Elena se encontraba espacio por toda la almohada desparramando ese maravilloso aroma a rosas que tanto le encantaba a su esposo. Ella ronroneaba mientras Sam la acariciaba con sensualidad. —¿Estas despierta? —Sabes que sí. Responde con los ojos cerrados aún. —Me gusta cuando me levantas de esta manera, me haces sentir deseosa cariño. —¿Y cómo no hacerlo? El exquisito aroma de tu cuerpo me enloquece, estoy demasiado duro Elena… me enciendes mujer. Me provoca comerte solo con tocar tu piel. —Pero no tenemos mucho tiempo cariño, tendríamos que ser muy rápidos con esto. —Entonces aprovechemos lo poco que nos queda pecosa. Sam se colocó encima de su esposa, besando cuidadosamente la cremosa piel de su cuello.
Sam Nombre completo, Samael Warion. Edad 35 años. Sam como le llaman todas las personas más cercanas a él es un hombre característico por su valentía en las misiones pero de mal carácter para relacionarse con sus compañeros de trabajo. Este chico es bueno en lo que hace, es un detective privado que se encarga de resolver casos tan complejos que ni la propia policía de Virginia logra resolver. No retrocede ante cualquier adversidad por muy difícil que esta se presente. Sam es de un atractivo bastante notorio, algo que le ha causado algunos problemas con las mujeres, sobre todo con las vulnerables que siempre están en peligro. Y termina por salvarlas para luego meterse en la cama con ellas. Elena Nombre completo, Elena Steller. Edad, 29 años es la sobrina del ex-Alcalde de un pueblo de Virginia (EE.UU) con quién actualmente vive. Su padre Daniel el hermano de su tío había tenido un grave accidente hacía ya unos años lo
Sam baja de su coche ese día de muy mal humor, su jefe Frank lo había llamado para un nuevo trabajo. Había estado durmiendo una buena siesta cuando su jefe lo llamo. Era fastidioso que lo molestaran cuando descansaba. Él lo sabía, pero como era Frank le daba igual esa mi3rda. Importunaba a quien se le antojara, y desde luego el era el primero en su lista. Unos segundos después, luego de entrar en su oficina y estar ante él, el hombre le suelta una noticia que no esperaba. Y se preguntó ¿para esta mi3rda me ha hecho parar de la maldita cama? —Explícame algo Frank, ¿Por qué tengo que ser yo quien haga de niñera? —Eres el único calificado para este trabajo Sam. ¿Por qué haces ese tipo de preguntas tan innecesarias? —¡Ya! Responde con sarcasmo. —¿Sabes que hay muchos otros competentes que yo en esta agencia? ¿Necesariamente debo ser yo a quien eligieras para esta mi3rda? —Si. Responde con firmeza. — Y ya te h
—¡Bien, lo haré! Pero ni creas que haré contacto con ella, ¿estamos claros con eso? —No lo necesitas, si ella se llegase a enterarse de que su tío le asigno un guardaespaldas te despediré Samael. —¡Oh qué bien! Ahora resulta que trabajare bajo presión. Dijo en tono sarcástico. —Sam, esto es serio la chica puede estar en peligro, y la independencia que tanto quiere le puede costar la vida. Descubre quien está detrás de todo esto y atrápalo. Pero mantenla a salva, solo tú puedes conservar la vida de esa chica. —¡Está bien! hablas como si nunca he hecho un trabajo como este. Le dijo a modo de fastidio. —Sé que has tenido muchos problemas con las mujeres en algunas misiones, pero esta vez es diferente. Steller es muy buen amigo mío al igual que lo fue su hermano, y tú eres el mejor hombre que tengo para hacer esto, no confiaría la vida de esa chica a nadie más. —De acuerdo… Investig
—Hola mi dulce Wendy ¿Cómo estás? —¿Qué quieres, Sam? La chica contesta yéndose directo al grano. —Consigue cualquier información sobre un tío llamado Jarold Tingh. Y todo sobre la riña que había tenido con Daniel Steller hace 29 años. —¿Estás loco? 29 años, Sam. ¿Quién crees que soy? —Vamos nena, tu puedes hacerlo. Y necesito que seas tan discreta como sea posible de acuerdo. Del otro lado de la línea escucho un suspiro, sabía que podía contar con Wendy era la más confiable mujer que había conocido nunca. —De acuerdo, pero con esta me deberás muchas Sam. —¡Te prometo que te lo compensare! —No veo como, no tienes nada que me interese. —Vamos, no seas tan dura conmigo. —Lo siento, no eres mi tipo. Haré lo que pueda con lo que me pediste, no te metas en líos quieres. —¡Adoro cuando te preocupas po
Elena no se preocupaba por esas pequeñas tonterías, el hombre que la quisiera de verdad tendría que demostrar su amor a los cuatro vientos. Pero antes de que todo eso ocurriera tenía que salir de Virginia a toda costa. Y ahora que no tendría guardias siguiéndola a todas partes, tal vez escapar sería una buena opción. Total era mayor de edad y responsable de sus actos. Organizó muy bien su huida desde hace días, y como estaba esperando una verdadera excusa para irse ya que esta no se presentaba esa tarde era el momento indicado. Su tío asistiría a una de sus reuniones con sus amigos políticos, la había invitado pero ella se negó alegando que no estaba interesada en escuchar temas aburridos de la política. El por su parte le afirmo que solo ella iría a compartir con los hijos de estos, ya conocía sus intenciones de casamentero. Así que termino por convencerlo de que fuera solo. Cuando por fin oyó el coche marcharse de la casa, subió corriend