CAPÍTULO 30. EMBEBIÉNDONOS

Un día después Marino fue dado de alta, siguió la recuperación y el tratamiento antibiótico para el combate de la infección de su pierna en la casa, sin embargo, después de tres días de reposo, estaba hastiado de tanta inactividad, se reveló de sus cuidadores porque ya no quería estar en cama, por más que le insistieron y le hicieron ver que lo mejor es que guardara reposo, no hubo fuerza humana que lo convenciera de hacerlo, pues uno de los defectos de este hombre es que era tan terco como lo era Karina, definitivamente ellos eran tal para cual, pero se notaba como cada uno de ellos hacia esfuerzos para acoplarse uno a otro.

Se dedicó a hacer las tareas más sencillas en la hacienda, pues decía que el ejercicio físico le serviría como terapia de rehabilitación para lograr recuperarse con mayor rapidez. Ayudó a limpiar los establos, las ca

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