Entre la máscara y mi alma, hay perversión y sumisión...
Verónica—Explícame que mierda te pasa por la cabeza —siseo con amargura.—No es tu problema —gruñe.—Lo es, eres mi hermana y sabes la gravedad de estarte revolcando con el bastardo.—¡No le digas así! —salta furiosa.—¿Estás enamorada? —digo, incrédula.Queda pasmada frente al espejo perdiéndose en su reflejo o más allá de él. Camino hacia ella, tomo el cepillo de sus manos y continúo con su trabajo. Peino su largo cabello castaño, lo aliso y hago una coleta alta.—Estas apretando el agarre —hace una mueca de dolor cuando enrollo su cabello en mi mano y la atraigo hacia mi pecho.—Deshazte de Daniel sino quieres terminar como Leah —digo con dureza—. Ese hijo de puta no merece meterse entre tus piernas —suelto con delicadeza su cabello.—Lo amo Verónica no puedo traicionarlo así...—¿Pero a nosotros sí? —arqueo una ceja— le juraIra, celos, intensidad= mujeres. Mykonos, GreciaCasa de Verano SantoriniErosTengo un mal sabor de boca después de todo ese episodio tan abrupto y avasallante. Nuestros informantes debieron ser descubiertos por la CCFE para que no se nos comunicara sobre esta emboscada. «¡Ya me tienen harto de tanta jodedera!»Antes de que Lucrecia regresara a Italia a tomar las riendas de la mafia siciliana no habían tantos por menores como se han venido suscitando ahora. No estoy culpándola de las desgracias, sin embargo está claro que es por ella todo esto. La quieren matar y a nosotros por el suelo para ser difícil volver a surgir. Pero esa mierda está complicada, somos la unión de muchos clanes, somos los superiores en cuanto al sistema criminal y de nosotros se extienden raíces hacia Asia, África, América Norte y Sur. Somos hijos de puta sin consideraciones excepto por quienes amamos y sin embargo, si traicionan a la mafia obtendrán un castigo, exilio o la muerte. Muchas prefieren morir o
La esperanza crea ilusiones, la decepción las rompe...SharonVeo mi rostro al espejo en un intento de poder maquillarme para asistir al club e ir a atenderlo, lo que se supone es mi deber además de ser la puta de la mafia griega y la médico de todos. Cada toque a mi piel es acompañado de una mueca de dolor. «Te odio golfa de mierda». Todos los días me sorprendo de mi capacidad de odio hacia esa mujer y el acopio de fuerza y paciencia para no llenarle el cuerpo de tiros. ¡Estoy cansada de la mierda en la que me han metido!Sabía que esto no sería fácil meterme a la boca del lobo de cabeza pero terminar siendo la puta, una esclava y luego escalar a la gerente de un burdel y ser médico al mismo tiempo, no, esto es más de lo que creí. ¡Me agota tanto! No quiero fingir ser la sumisa, aceptar todo con la cabeza gacha y una sonrisa provocativa ante aquellos que solo quieren follarme como animales. «¡Quiero salir de aquí!» Las lágrimas bajan por mis mejillas y no las evito, dejo que rued
Traigamos la ficha que falta y ataquemos sin piedadLucreciaEl haber realizado una bienvenida para Sharaf, Amin y Memet fue un auténtico desastre. La esclava se salió de control y uno de esos desgraciados terminó matándola a golpes. No entiendo una mierda, Betty no ha dado la cara por la mansión para darme el reporte completo de la noche ya que está al pendiente de Sharon mientras le hacen las curas en la clínica. Quiénes me comentaron algunas cosas de lo que sucedió fueron Eros y papá durante el desayuno.Me tomé una noche para recuperar la fuerza necesaria y así planificar como envolver a estos mendigos árabes a unirse a la causa contra la CCF pero los ratones hacen fiesta cuando quien impone el orden no está.Ineptos, no sirven para nada cuando no estoy detrás de ellos gritándoles y haciéndolos besarme los pies. Así es que les gusta, lamerme el culo y ser tratados mal para después ir despotricando por cada lugar sobre lo neurótica que soy, mala persona y mi obsesión por el orden.
El escondido al estilo monarquía francésLucreciaVoy camino a París, nuevamente. Ha sido el lugar donde he vivido los últimos diez años. Lo odié desde el primer día.La paranoia de mi padre fue más fuerte así como su sobre protección hacia mí, me obligó a vivir en un exilio, alejándome de ellos, sobretodo de mis hermanas.Todo por un maldito juego de póker donde sin saberlo su oponente me quería para su hijo, incitando al reto desde el inicio y mi padre sin poder soportar más su insistencia, claudicó para ganarle el hijo predilecto de éste y arrastrarlo a nuestras filas. ¿Quién no querría al prodigio de los Santorini en su clan? Pero mejor aún, ¿quién no desearía a la heredera del imperio mafioso como su esclava?. La sed de grandeza y ambición fue mas fuerte y para su karma, perdió. Mi nombre yace al lado de Eros, hijo de Aristóteles, dueño y señor de Grecia. Por ello estoy aquí, encerrada cual cenicienta, viviendo una vida que no merezco.Los Vecchio tenemos un físico muy llamativo,
Caperucita Atrapada y ConfundidaLucreciaEl roce de sus dedos entrelazando con los míos electrifica el momento. El calor emanado por su cuerpo al pegarse al mio envía una sensación extraña por mi torrente sanguíneo, quiero quitármelo de encima pero es como si también disfrutara de esta cercanía.¿Me quedo quieta? Puede ser. ¿Lo golpeo? Joder, por supuesto.¿Corro? ¡Claro que debo correr, carajo! Pero tengo las piernas plantadas en el suelo, mi cerebro envía las órdenes más mis extremidades no reaccionan a las peticiones de huída. —Creo que te sorprendí —ríe. Su voz es pausada, ronca y sedosa cómo lo he recordado las veces que hemos tenido interacción—. Sabía que debía tener tacto con nuestro primer encuentro —se aleja un poco de mí.«¡Es él, es él! El demonio griego, mi cazador», repite mi subconsciente.Por supuesto es él, aunque esa voz la asocio con otro nombre. «Klauss», es lo que llega a mi mente y muchas sensaciones más. Debo estar equivocada, esto tiene que ser una broma de
Juguemos en el bosque mientras el lobo no está...pero el lobo soy yoErosCaminé a través del bosque denso de regreso al auto, está escondido en una zona poco visible para el resto cortesía de los reyes franceses; el cigarrillo vacila en mis labios calmando a su vez las ganas inmensas de haberla poseído ahí al pie de la laguna bajo este cielo estrellado. Río para mis adentros al recordar la rigidez de su cuerpo, el temblor de sus manos y la incredulidad en sus palabras. Ese miedo de verme a los ojos, el darse cuenta de que siempre he estado ahí alrededor de ella, acechándola, conteniendo las ganas de tomar lo que me pertenece y largarme de París. Memorizar todas las veces que tuve la oportunidad de matarla o follarla, besarla o desangrarla. Volver a hacerla mía o arrebatarle la vida de una vez por todas. Me he imaginado tantas cosas con ella que se convirtió en mi sueño lujurioso, el suficiente como para crear una metamorfosis en mis sentimientos hacia ella.Para mí, este juego no s
El diablo va en busca de su demonioLucreciaMe establecí en su totalidad en la villa Vecchio hace tres días. Fueron días largos y extenuantes, sin contar todo lo que jode Fiorella, me tiene harta. Se cambió todo el personal de seguridad —exceptuando los que tienen años en la familia y el Triángulo— y se realizó los traspasos correspondientes para ser la apoderada totalitaria de los negocios. También se habló algo sobre la coronación aunque esto deberá esperar, está muy reciente mi llegada y quiero enfocar mi mente en lo que ahora importa.Papá no estuvo de acuerdo cómo era de esperarse pues aunque es el responsable de toda ésta situación él se cree el superman de los Vecchio y arriesgaría su vida hasta el fin con tal de mantenerme a salvo, a mamá —aunque no debería— y a mis hermanas. Lamentablemente esto ya no es decisión suya, es un problema puesto en mis hombros y soy quien debe salir a dar la cara de ahora en adelante con respecto a todo este dilema.El resto de la familia y soci
No juguemos en el bosque porque el diablo ya llegó...LucreciaNuestro pequeño momento íntimo llegó a su fin con la llegada de Aristóteles y mi padre.—Es un gusto conocer al verdadero Eros —pronuncié con sorna—Pensé que Marcos jamás te sacaría de esa caja de cristal —me miró fijamente—. No me malinterpretes, Francia es preciosa pero prefiero el calor de Italia o la inmensidad hermosa de Grecia —se dirige a papá—. Pero al fin la obra de arte salió de su museo —dijo con sarcasmo. Rodé los ojos—Él exagera un poco, ¿no es así, padre? —lo miré y éste se removió incómodo posando su mano en la espalda como gesto de protección—. De ahora en adelante el negocio lo llevaré yo —aviso, obteniendo una sonrisa maliciosa de su parte—. Todo lo que tenga que ver lo tratarás personalmente conmigo —comento sin titubeos.Ensanchó la sonrisa victorioso, como un depredador delante de su presa acorralada. En sus ojos se encendió una llamarada de luj