Persuadiendo a una presa o comiéndola...¿tal vez?
BettyLuego de la algarabía, todas las felicitaciones y las insinuaciones de unos diez hombres poderosos, pude zafarme de la locura de ahí afuera.Marcos casi tuvo un infarto al ver a sus hijas semi desnudas, para no decir que lo estábamos, pero entendió el propósito del show. «Marcar la diferencia». Es lo que Lucrecia quería lograr, además de la principal razón: envolver nuevamente a Eros.Resultó todo un éxito. Deberán estar por ahí cogiendo como conejos pues desaparecieron de la fiesta antes de encenderse las luces.La parte dos del plan es locomplicado, ¿tal vez?. Porque debo persuadir al bombón asesino y la puta de burdel. El italo-alemán no está mal, ni es difícil distraerlo, la zorrita de Sofía, Olga o toronja, no sé cómo se llama la perra esa, es otro cuento, es la piedra en el zapato para el par de tortolos tóxicos, ojalá disfruten el resto de la madrugada.LaLos problemas causan más problemasAristótelesA primera hora tuve que abandonar Francia para venir de inmediato a Grecia. Siempre que todo parece estar bien es lo contrario, hay algo que impide sentirme en "tranquilidad" así sea un puto día. —¿Donde está? —chasqueo —En la habitación de siempre, señor.—¿Por qué está consciente? —murmuro entre dientes— ¿No dejé en claro que deben drogarla cuando el efecto desaparecer?Asrail y los demás no dicen nada, mantienen la mirada en el piso y los brazos sujetos detrás de la espalda. Están entrenados para acatar las órdenes de la mansión Santorini: no mirar al dueño, familiares, amistades o socios; mantener la boca cerrada, hacer su trabajo es la primordial y librese aquel de no cumplir o decir algo más de la cuenta porque van directo a Atkins. Inhalo profundo y exhalo con pesadez. Debo resolver con rapidez esto antes de que Eros se le ocurra la brillante idea de venir a Grecia y ver esto. Por supuesto sería algo que empeoraría nuestra relac
Un día es paz y al otro es guerra Francia, minutos antes del ataqueArianaEl ruido de unos pasos resuenan por la habitación. Restriego mis ojos con ambos puños para aclararme la vista y observo al hombre con él que pasé la noche a hurtadillas buscando aquí y allá sus prendas para vestirse.—¿Te vas? —se detiene y me observa. «Por supuesto que se va idiota»—Si, pequeña —sonríe —Pensé que podríamos escaparnos y desayunar, o hacer algo juntos —comento haciendo un leve puchero.«Te ves como una estúpida» rebate mi mente. Son cosas que debo hacer, me recuerdo. —Sabes que nadie puede vernos juntos preciosa —toma asiento a mi lado para acariciar mi rostroFrunzo los labios en una línea. No quiero que se vaya, quiero que esté conmigo y continúe a mi lado. ¿Por que no puede entender eso? —Lo sé —me cruzo de brazos— pero hemos podido hacerlo sin ser vistos —giro el rostro cuando intenta besarme
Entre la máscara y mi alma, hay perversión y sumisión...Verónica—Explícame que mierda te pasa por la cabeza —siseo con amargura.—No es tu problema —gruñe.—Lo es, eres mi hermana y sabes la gravedad de estarte revolcando con el bastardo.—¡No le digas así! —salta furiosa.—¿Estás enamorada? —digo, incrédula.Queda pasmada frente al espejo perdiéndose en su reflejo o más allá de él. Camino hacia ella, tomo el cepillo de sus manos y continúo con su trabajo. Peino su largo cabello castaño, lo aliso y hago una coleta alta.—Estas apretando el agarre —hace una mueca de dolor cuando enrollo su cabello en mi mano y la atraigo hacia mi pecho.—Deshazte de Daniel sino quieres terminar como Leah —digo con dureza—. Ese hijo de puta no merece meterse entre tus piernas —suelto con delicadeza su cabello.—Lo amo Verónica no puedo traicionarlo así...—¿Pero a nosotros sí? —arqueo una ceja— le jura
Ira, celos, intensidad= mujeres. Mykonos, GreciaCasa de Verano SantoriniErosTengo un mal sabor de boca después de todo ese episodio tan abrupto y avasallante. Nuestros informantes debieron ser descubiertos por la CCFE para que no se nos comunicara sobre esta emboscada. «¡Ya me tienen harto de tanta jodedera!»Antes de que Lucrecia regresara a Italia a tomar las riendas de la mafia siciliana no habían tantos por menores como se han venido suscitando ahora. No estoy culpándola de las desgracias, sin embargo está claro que es por ella todo esto. La quieren matar y a nosotros por el suelo para ser difícil volver a surgir. Pero esa mierda está complicada, somos la unión de muchos clanes, somos los superiores en cuanto al sistema criminal y de nosotros se extienden raíces hacia Asia, África, América Norte y Sur. Somos hijos de puta sin consideraciones excepto por quienes amamos y sin embargo, si traicionan a la mafia obtendrán un castigo, exilio o la muerte. Muchas prefieren morir o
La esperanza crea ilusiones, la decepción las rompe...SharonVeo mi rostro al espejo en un intento de poder maquillarme para asistir al club e ir a atenderlo, lo que se supone es mi deber además de ser la puta de la mafia griega y la médico de todos. Cada toque a mi piel es acompañado de una mueca de dolor. «Te odio golfa de mierda». Todos los días me sorprendo de mi capacidad de odio hacia esa mujer y el acopio de fuerza y paciencia para no llenarle el cuerpo de tiros. ¡Estoy cansada de la mierda en la que me han metido!Sabía que esto no sería fácil meterme a la boca del lobo de cabeza pero terminar siendo la puta, una esclava y luego escalar a la gerente de un burdel y ser médico al mismo tiempo, no, esto es más de lo que creí. ¡Me agota tanto! No quiero fingir ser la sumisa, aceptar todo con la cabeza gacha y una sonrisa provocativa ante aquellos que solo quieren follarme como animales. «¡Quiero salir de aquí!» Las lágrimas bajan por mis mejillas y no las evito, dejo que rued
Traigamos la ficha que falta y ataquemos sin piedadLucreciaEl haber realizado una bienvenida para Sharaf, Amin y Memet fue un auténtico desastre. La esclava se salió de control y uno de esos desgraciados terminó matándola a golpes. No entiendo una mierda, Betty no ha dado la cara por la mansión para darme el reporte completo de la noche ya que está al pendiente de Sharon mientras le hacen las curas en la clínica. Quiénes me comentaron algunas cosas de lo que sucedió fueron Eros y papá durante el desayuno.Me tomé una noche para recuperar la fuerza necesaria y así planificar como envolver a estos mendigos árabes a unirse a la causa contra la CCF pero los ratones hacen fiesta cuando quien impone el orden no está.Ineptos, no sirven para nada cuando no estoy detrás de ellos gritándoles y haciéndolos besarme los pies. Así es que les gusta, lamerme el culo y ser tratados mal para después ir despotricando por cada lugar sobre lo neurótica que soy, mala persona y mi obsesión por el orden.
El escondido al estilo monarquía francésLucreciaVoy camino a París, nuevamente. Ha sido el lugar donde he vivido los últimos diez años. Lo odié desde el primer día.La paranoia de mi padre fue más fuerte así como su sobre protección hacia mí, me obligó a vivir en un exilio, alejándome de ellos, sobretodo de mis hermanas.Todo por un maldito juego de póker donde sin saberlo su oponente me quería para su hijo, incitando al reto desde el inicio y mi padre sin poder soportar más su insistencia, claudicó para ganarle el hijo predilecto de éste y arrastrarlo a nuestras filas. ¿Quién no querría al prodigio de los Santorini en su clan? Pero mejor aún, ¿quién no desearía a la heredera del imperio mafioso como su esclava?. La sed de grandeza y ambición fue mas fuerte y para su karma, perdió. Mi nombre yace al lado de Eros, hijo de Aristóteles, dueño y señor de Grecia. Por ello estoy aquí, encerrada cual cenicienta, viviendo una vida que no merezco.Los Vecchio tenemos un físico muy llamativo,
Caperucita Atrapada y ConfundidaLucreciaEl roce de sus dedos entrelazando con los míos electrifica el momento. El calor emanado por su cuerpo al pegarse al mio envía una sensación extraña por mi torrente sanguíneo, quiero quitármelo de encima pero es como si también disfrutara de esta cercanía.¿Me quedo quieta? Puede ser. ¿Lo golpeo? Joder, por supuesto.¿Corro? ¡Claro que debo correr, carajo! Pero tengo las piernas plantadas en el suelo, mi cerebro envía las órdenes más mis extremidades no reaccionan a las peticiones de huída. —Creo que te sorprendí —ríe. Su voz es pausada, ronca y sedosa cómo lo he recordado las veces que hemos tenido interacción—. Sabía que debía tener tacto con nuestro primer encuentro —se aleja un poco de mí.«¡Es él, es él! El demonio griego, mi cazador», repite mi subconsciente.Por supuesto es él, aunque esa voz la asocio con otro nombre. «Klauss», es lo que llega a mi mente y muchas sensaciones más. Debo estar equivocada, esto tiene que ser una broma de