262. Contesta

262

Maximiliano lo miró con furia, sus manos atadas tensándose mientras luchaba contra las restricciones.

—¿De verdad piensas que Julieta va a caer en tu juego? —gruñó Maximiliano, escupiendo las palabras con desprecio—. Ella jamás se iría contigo.

“Ella me ama demasiado para caer en eso” pensó Max seguro de su amor con ella.

Sebastián dejó escapar una risa suave, casi burlona, mientras comenzaba a caminar lentamente alrededor de Maximiliano, como un depredador acechando a su presa.

—Oh, Maximiliano, tu arrogancia es casi conmovedora —dijo con un tono falso de lástima—. Pero aquí estás, atrapado, sin nada, mientras yo estoy afuera, con todos los recursos para conquistarla, además. ¿Qué crees que hará ella cuando se entere de que estás muerto?

Maximiliano apretó los dientes, sus ojos brillando con odio.

—Julieta no es una mujer que puedas comprar ni manipular, Sebastián. Ella ve a través de tipos como tú —Max tensó las cadenas en sus manos.

Sebastián se detuvo frente a él, incli
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP