Al salir de la oficina me topo con varias personas que me dirigen un gesto de desconcierto y al recordar que todos piensan que mi tía es un monstruo sin corazón tengo que aparentar tristeza, tomó un kit de limpieza de uno de los cuartos de servicio y salgo de ahí.
Tomó el camino largo para no tener que cruzarme con algún invitado. La mansión es más bien un bonito museo del que me gusta apreciar su arquitectura, sus pinturas y sus reliquias, tal vez la mejor palabra que puede describirla es "Castillo" porque tanto su fachada como sus habitantes son como se supone es un castillo.
En irlanda las familias más adineradas gozan de la dicha de decir que poseen un castillo, aunque la mayoría son ruinas, sin embargo, existen unos pocos que siguen en pie y son tal y como se habían edificado, aunque con ciertos arreglos.
Luego de veinte minutos de camino finalmente me detengo frente a las puertas del salón de juegos, está situado en el segundo piso por lo que no hay nadie alrededor, todos están atendiendo a los invitados o disfrutando del evento.
Doy varios golpes a la puerta anunciando mi presencia, sé que nadie responderá, por lo que después de unos segundos ingreso al salón y efectivamente, al entrar no hay nadie, el ruido y la luz que se puede ver, proviene del exterior.
Aquel lugar es increíble, me recuerda mucho a un casino estilo Monte Carlo, aunque claro, esta nunca he estado en uno, sin embargo, he visto una película que se asemejaba al estilo del lugar. Alfombra roja, dos mesas de billar y otra al estilo de las apuestas o algo así, pero lo mejor de todo es que tiene una increíble vista hacia el lago donde se refleja la luna.
Después de tocar alguno que otro objeto que me maravilla por lo ostentoso de su apariencia, decido que es tiempo de ponerme a trabajar.
Tal y como la tía Moira dijo, encuentro varios vasos, copas llenas y semi vacías o simplemente sucias, además de algunos puros a medio usar y muchas colillas de cigarrillos en ceniceros de diferentes formas y colores.El lugar no está muy sucio, pero las cosas yacen regadas por todo el lugar, así que me demoró un poco hasta que finalmente todo queda limpio, al menos la limpieza se me da bien. Antes de salir desato las cortinas para oscurecer el sitio y apreciar aún más la vista, quiero ver una vez más la hermosa, el reflejo de la luna sobre el agua, pero repentinamente escuchó ruido que proviene de la entrada, asustada y sin saber exactamente que hacer doy un paso hacia atrás, hasta chocar con el cortinaje, me envuelvo en uno de ellos y espero un segundo mirando la puerta antes de ocultarme.
Una pareja entra sin apartar sus labios el uno del otro, puede sentirse la pasión que sienten el uno por el otro. El tipo al que no puedo ver muy bien desde mi sitio conduce a su pareja hacia una de las mesas de billar, una vez que logra apartarse de sus labios, la gira y la empuja sutilmente hacia la mesa para que su cuerpo o mejor dicho sus glúteos queden expuestos.
El cuerpo de la chica se nota delgado y sensual, por lo que al dejarse caer sobre la mesa toma una postura digna de una bailarina de pole dance.
El hombre se agacha para poder meter mano dentro del vestido y en un hábil movimiento retira de sus glúteos una delgada tela que deduzco es su ropa interior. El sujeto desliza su delgada tanga por sus largas piernas y al retirarlas por completo guarda el pedazo de tela en el interior de su chaqueta del traje azul marino que lleva puesto
Segundos más tarde se acerca a la chica y comienza a besar su piel desnuda, supongo que después de eso él encuentra lo que buscaba porque aquella mujer suelta un sonoro gemido, a mi parecer muy al estilo de las películas porno, pero el acto continúa por varios segundos hasta que súbitamente se detiene.
La escena me provoca cierto asco y repulsión, siento que mi estómago se ha revuelto, pero mi curiosidad no me permite apartar la vista de la candente escena, además de que posiblemente ver aquello me ha excitado en cierto punto, no puede ser más humillante.
—Debo regresar preciosa—se excusa el hombre, su voz es suave, pero al mismo tiempo varonil, de hecho me resulta muy familiar, algo me dice que ya la he escuchado con anterioridad.
—No por favor—le suplica la chica girándose hacia el hombre para después sujetarlo por el cuello de su camisa—solo un poco más.
—Lo siento, hoy no preciosa—la besa apasionadamente para después separarse unos centímetros de ella—regresa a la fiesta.
—Está bien, pero no te salvarás esta noche—le amenaza en tono sexi. Las manos del hombre se apartan de su cintura y la joven se dirige hacia la puerta para después mandarle un beso antes de salir.
Oculta tras la cortina puedo ver como se arregla la camisa y el traje que la chica ha desacomodado en cuestión de segundos, pero al hacerlo no se va de inmediato, de hecho se quita la corbata que está envuelta en su cuello para rehacer el nudo, supongo que después de eso se irá, pero no es así.
—Oye tú—exclama al aire, mi cuerpo se paraliza al pensar que me está hablando a mí.
—Si tú, la mirona—me congelo ante su descubrimiento, no puedo creer que aunque el cortinaje es lo suficientemente grande y grueso para cubrirme, ese hombre me ha visto—sal de ahí.Trago saliva, instintivamente mi cuerpo se mueve de lugar, me apartó del cortinaje y observo al tipo frente a la mesa de billar.Es alto, rubio, de ojos azules y delgado, es como ver una escultura de miguel ángel en vida, es apuesto sin duda alguna, ahora entiendo por qué el comportamiento de la chica era similar al de una gata en celo.—D-discúlpeme—susurro bajando la mirada avergonzada, ahí encuentro mis manos moviéndose nerviosamente, no soporto la evidente molestia que su expresión manifiesta—
—No me contrataron para esto—me quejo mientras arranco la hierba que ha crecido a la orilla del lago, se supone que para eso están los jardineros, pero ellos siguen ocupados con el jardín lateral que quedo prácticamente destrozado después de la fiesta de compromiso, el césped está tan aplastado que el jardinero principal decidió retirarlo por completo para plantar rollos nuevos y por supuesto, eso les costará mucho tiempo, sobre todo porque deben retirar las fuentes de cristal que contrataron para la noche, un lujo innecesario que solos los ricos se pueden dar.—No te quejes—expresa Anna levantándose de aquella posición incómoda, hincada y apoyada sobre una mano, al igual que yo, para lograr alcanzar las plantas acuáticas que crecieron rápidamente sobre la orilla y le
—Sí, debo atender algunos asuntos con Kilian.—¿Kilian?—cuestiona fingiendo sorpresa en su tono de voz.—Si, madre. Por favor discúlpame con Grace, pero no creo poder llegar a tiempo al almuerzo.—¿Y por qué mejor no le cancelas a Kilian?—insiste su madre, ella tiene el talento para no perder su elegancia, aunque este molesta—por favor Aidan, lo ves todos los días sin falta y Grace se irá en unos días. Parece que la única interesada en este asunto soy yo cuando fuiste tú quien le dio el anillo de la abuela.—Por favor, mamá, no comiences con eso—dice irritado.
Miro el reflejo en el espejo, doy asco, mi cabello tiene la apariencia de un nido de pájaros a pesar de que seguí la recomendación de mi tia. Gracias a mi siesta vespertina no pude pegar un solo ojo en toda la noche por lo que amaneci cansada y con unas terribles bolsas oscuras debajo de los ojos.¡No hay remedio!Observo esa parte de mi rostro que siempre me hace suspirar, los ojos de mamá. Al nacer me heredo sus ojos, pero cuando ella murió me dolia mirarme al espejo.Recuerdo haber visitado Galway con ella alguna vez, admirar a su lado los campos verdes, y pasear por su hermoso bosque y admirar el castillo que destacaba p
—No quiero errores—dice Moira en su usual sermón para animar al personal.Extrañamente, todos visten formal, es decir, llevan puesto el uniforme que me dio Anna.—Ahora a trabajar—aplaude un par de veces indicando que ha terminado de hablar, el personal del turno formado en fila se dispersa dirigiéndose hacia la cocina—Ciara. ¿Puedo hablar contigo?Algunos me miran de reojo antes de irse, no los identificó, son personas que no suelen estar en mi equipo de trabajo.—Lo lamento, olvide decirte que debías usar el uniforme formal, pero veo que te las arreglaste para conseguir uno—expresa casi apenada mirándome de arriba abajo&mdas
¡Es ese imbécil!Instintivamente vuelvo la mirada hacia el frente arrepentida de haber aceptado cambiar de turno este dia. Fijo la mirada sobre el cortinaje del comedor, es blanco y se nota bastante costoso, no es una tela que se venda en cualquier lado.Sigo observando el lugar de reojo para distraerme y no pensar en ese sujeto.“Quizás nos vimos accidentalmente y seguramente me ignoró después”me digo a mi misma para traquilizar a mis pobres nervios.Los ventanales dejan entrar una hermosa iluminación, todo reluce como si se tratara de un hermoso cuento de hadas, incluso el candelabro de cristal en el cielo razo del comedor brilla con intensidad, sin embargo, nadie lo nota, todos es
¡Mierda!Miro a mis compañeros, esto debe ser una maldita broma, pero todos parecen estar petrificados. Me levanto de mi sitio y espero que alguien se mueva o diga algo, que se opongan a lo que planean hacer, pero solo nos miramos entre sí, nadie se atreve a contradecirlo, ni siquiera yo. Si me niego tengo mucho que perder y nada que ganar.—¿Alguna objeción?—cuestiona con una sonrisa perversa, su mirada tiene un brillo de maldad que se nota a simple vista, el maldito es un descarado que se aprovecha de nosotros solo porque trabajamos para su familia—¿Ninguna?Se burla, su compañía suelta unas cuantas risitas, aunque no lo expresen con palabras su desprecio por nosotros es evidente, me 
Sonrio alegre de ver tan poco alcohol dentro de mi vaso. Reconozco el verso, la canción esta a punto de terminar, pero el otro competidor parece tener experiencia en este asunto, quizás esto sea un empate si es que no me equivoco en los próximos segundos.Justo antes de terminar, se escucha un extraño sonido, suena como las náuseas de una embarazada. Al girar para ver a mi adversario, veo una mezcla de colores salir de su boca, desvío la mirada de lo que acabo de ver y termino la canción para dar el último trago.Los invitados de esa reunión tienen diferentes reacciones de lo que acaba de suceder, unos se quejan por el espectáculo y otros se burlan del pobre que acaba de vomitar, quizás yo estoy a punto de hacerlo, pero me mantengo firme para reclama