Sonrio alegre de ver tan poco alcohol dentro de mi vaso. Reconozco el verso, la canción esta a punto de terminar, pero el otro competidor parece tener experiencia en este asunto, quizás esto sea un empate si es que no me equivoco en los próximos segundos.
Justo antes de terminar, se escucha un extraño sonido, suena como las náuseas de una embarazada. Al girar para ver a mi adversario, veo una mezcla de colores salir de su boca, desvío la mirada de lo que acabo de ver y termino la canción para dar el último trago.
Los invitados de esa reunión tienen diferentes reacciones de lo que acaba de suceder, unos se quejan por el espectáculo y otros se burlan del pobre que acaba de vomitar, quizás yo estoy a punto de hacerlo, pero me mantengo firme para reclama
—¿Pretendes violarme? —logro articular. Lo miro fijamente y lo que recibo en respuesta es un ceño fruncido.—¿Disculpa? —coloca sus manos cerca de mi cabeza, sus ojos azules resplandecen en la oscuridad, pero intento no distraerme y prestar atención a lo que hace, a sus movimientos y a lo que pueda hacerle a mi cuerpo—soy mucho mejor que un violador, yo no dejo traumas, sino obsesiones.Su mano se eleva frente a mi, toca la piel de mi cuello y sigue un camino imaginario para el primer botón de mi camisa.—Por favor, las chicas con las que te acuestas no son más que zorras—inquiero burlardome de su historial de mujeres—dudo que realmente seas tan bueno como afirmas serlo. Ellas solo estan a tus pies por tu dinero.
—Hmm—escucho una voz a mi lado quejarse en medio de un bostezo.Me muevo, las sabanas se sienten diferentes, mas suaves y menos frías, quizás tía Moira cambio el suavizante de telas porque mi cuerpo no las percibe iguales. Desde mi lugar puedo escuchar como las gotas de lluvia golpean la ventana, la lluvia es ligera, pero supongo que al salir tendré que llevar un impermeable.—Mmm—vuelvo a escuchar, pero esta vez siento que la cama se mueve ligeramente y en medio de ese movimiento, una mano se desliza por mi abdomen, me abraza y me sujeta.Abro los ojos asustada, lo primero que veo es un techo alto de color rojo. Miro a mi alrededor, veo tres ventanales que son cubiertos por una fina tela blanca que supongo es el cortinaje, la habitación es enorme, pero a pesar de que sus muebles son pocos, se notan elegantes y finos, tienen un parecido muy similar a los que se encuentran en la mansión de los Mich
Busco a mi alrededor, no veo la placa por ningun lado. Mi imaginacion vuela pensando que tal vez la perdi y para añadir un poco mas de presion, mi ansiedad me dice que tal vez la deje olvidada en alguna parte de la mansion de los Mitchell, quizas en la habitacion del joven Aidan.Ladeo la cabeza negando la posibilidad, es imposible que la vida me deteste hasta ese punto. Suelto un suspiro, un tanto frustrada al no encontrar la placa. Trato de pensar e imaginar otro lugar donde pude haberla extraviado, lo unico que se me ocurre es que debi haberla perdido en el camino, asi que para no quedarme con la duda, decido salir en busca de la placa.Busco entre mis pertenencias y saco de mi closet una sudadera rosa que compre el año pasado en un bazar de gangas. Arreglo un poco mi cabello y bajo nuevamente a la sala de estar.Mientras bajo los peldaños de la escalera, pienso en una forma de ir a la mansion nuevamente sin que la tia Moira sospeche de q
Viste unos vaqueros oscuro, una chaqueta negra cerrada y unos guantes de cuero, ademas lleva un casco de motocicleta en la mano listo para salir.—Hola Brian—saluda Anna para despues dirigirme una mirada de complicidad, sé muy bien lo que esta pensando y lo que trata de decirme al hacer eso.—Buenos dias chicas—saluda con una sonrisa en los labios. Luego posa su mirada en mi, en un instante su mirada viaja por todo mi cuerpo hasta que su mirada se cruza con la mia—¿Hoy no trabajas Ciara?Niego con la cabeza y alzo mi uniforme en forma de respuesta, temo que mis palabras se enreden en mi lengua.—¿Vas algún lado?—Amm...voy al pueblo a comprar algunas cosas que necesito—admito y luego miro a mi amiga, no quiero quedarme sola con esto, en realidad no suelo estar tan nerviosa frente a Brian, pero hoy no ha sido un buen dia.—¿Con este clima?—mira haci
Brian me deja en la puerta de mi casa, por suerte la lluvia ha cesado para que logre llegar intacta, pero pienso en la gran posibilidad de que Brian se enferme. —¿Tienes turno el día de hoy?—cuestiono preocupada por él. —Pedí permiso para faltar medio día, se que el chef Carlo podrá con el desayuno—indica mostrando una sonrisa forzada, lo cual me parece extraño, él no es así. —¿Sucede algo?—me atrevo a preguntar, él alza las cejas un tanto sorprendido por mi curiosidad y desvía la vista. —No sucede nada—responde mostrándose serio, gesto que me indica parar con el interrogatorio. —Oh, entonces te vere mañana, gracias por el viaje—en mis labios se dibuja una sonrisa avergonzada, no debi preguntar, quizás si esta sucediendo algo, pero no es mi asunto. Alzo la mano para despedirme y luego me encamino para alejarme de la motocicleta. —¿Te gustaría salir conmigo?—le escucho decir de repente antes de que toque la perilla de la puerta principa
Una brisa fresca golpea mi rostro al salir de casa, siento una extraña vibra a mi alrededor como si el danzar de las ramas de los arboles me invitaran a bailar a su lado para celebrar que ya no soy prisionera del pasado.Lo pense durante el resto del dia y al acostarme seguia con esa idea, de que tal vez, le habia dado demasiado poder a las personas que me juzgaron y me humillaron, ahora que se olvidaron de mi, que he dejado de ser interesante, por asi decirlo, me siento libre.Cuando Tia Moira me propuso ir con ella para reiniciar mi vida, lo crei imposible por el simple hecho de que mis sueños se habian hecho trizas gracias a Ethan. Todos mis planes por un noviazgo en el que yo fui la unica que amo.Esta mañana no parece ser igual a los dias anteriores, hay algo en el aroma a pino del bosque, en el cesped por el que camino, en el azul del cielo e incluso en los rayos del sol.El subir una publicacion a instagram no puedo considerarl
Suelto una carcajada, son los nervios que me traicionan, pero Anna no parece notar lo que oculto detrás de mis risas.—Créeme cuando te digo que yo sería la última en caer en sus redes—logro decir fingiendo creer en las palabras que salen de mi boca.Encorva los labios, insatisfecha, no nos conocemos de toda la vida para que ella note mis mentiras y agradezco por ello, sin embargo, me sorprende su persistencia.—Puede ser, pero el joven Aidan no me daría una cantidad exorbitante solo por sus tonterías habituales—entrecierra los ojos y fija la mirada sobre el lomo de un libro—y hablando de eso. ¿Por qué me dio el dinero a mí y no a ti?Las manos comienzan a sudarme, no sé si debería decirle la verdad u otra mentira para evitar que me vincule con ese idiota.—Llevaba tu placa. ¿Lo recuerdas?—le explico, sin embargo, no veo otr
—¿Sucedió algo, querida?—cuestiona la señora Mitchell, mostrándose casi genuinamente preocupada de verla en su casa— ¿Crei que habrías llegado a Texas? —Aidan y yo hemos estado demasiado tiempo separados con los preparativos de la boda y la luna de miel—dice en tono melancólico, por como agacha la mirada, parece que realmente sufre la separación—así que pensé que mis asuntos personales podían esperar un par de días más. La señora Mitchell encorva sus labios ligeramente, aunque sé bien que no se atrevería a expresar la verdad, sé que su cuerpo es un arma de doble filo que no teme expresar lo que siente. La detesta, pero la pregunta en esa situación seria: ¿Por qué? —¿Sucede algo entre Aidan y tú?—cuestiona su futura suegra tratando, quizás, de ser empática con ella. La señorita Grace desvía la vista lejos de la mirada de su futura suegra, sonríe nerviosamente y niega con la cabeza. —Nada de que preocuparse—expone, mirándola fijamente, mantenien