¡Es ese imbécil!
Instintivamente vuelvo la mirada hacia el frente arrepentida de haber aceptado cambiar de turno este dia. Fijo la mirada sobre el cortinaje del comedor, es blanco y se nota bastante costoso, no es una tela que se venda en cualquier lado.
Sigo observando el lugar de reojo para distraerme y no pensar en ese sujeto.
“Quizás nos vimos accidentalmente y seguramente me ignoró después” me digo a mi misma para traquilizar a mis pobres nervios.
Los ventanales dejan entrar una hermosa iluminación, todo reluce como si se tratara de un hermoso cuento de hadas, incluso el candelabro de cristal en el cielo razo del comedor brilla con intensidad, sin embargo, nadie lo nota, todos es
¡Mierda!Miro a mis compañeros, esto debe ser una maldita broma, pero todos parecen estar petrificados. Me levanto de mi sitio y espero que alguien se mueva o diga algo, que se opongan a lo que planean hacer, pero solo nos miramos entre sí, nadie se atreve a contradecirlo, ni siquiera yo. Si me niego tengo mucho que perder y nada que ganar.—¿Alguna objeción?—cuestiona con una sonrisa perversa, su mirada tiene un brillo de maldad que se nota a simple vista, el maldito es un descarado que se aprovecha de nosotros solo porque trabajamos para su familia—¿Ninguna?Se burla, su compañía suelta unas cuantas risitas, aunque no lo expresen con palabras su desprecio por nosotros es evidente, me 
Sonrio alegre de ver tan poco alcohol dentro de mi vaso. Reconozco el verso, la canción esta a punto de terminar, pero el otro competidor parece tener experiencia en este asunto, quizás esto sea un empate si es que no me equivoco en los próximos segundos.Justo antes de terminar, se escucha un extraño sonido, suena como las náuseas de una embarazada. Al girar para ver a mi adversario, veo una mezcla de colores salir de su boca, desvío la mirada de lo que acabo de ver y termino la canción para dar el último trago.Los invitados de esa reunión tienen diferentes reacciones de lo que acaba de suceder, unos se quejan por el espectáculo y otros se burlan del pobre que acaba de vomitar, quizás yo estoy a punto de hacerlo, pero me mantengo firme para reclama
—¿Pretendes violarme? —logro articular. Lo miro fijamente y lo que recibo en respuesta es un ceño fruncido.—¿Disculpa? —coloca sus manos cerca de mi cabeza, sus ojos azules resplandecen en la oscuridad, pero intento no distraerme y prestar atención a lo que hace, a sus movimientos y a lo que pueda hacerle a mi cuerpo—soy mucho mejor que un violador, yo no dejo traumas, sino obsesiones.Su mano se eleva frente a mi, toca la piel de mi cuello y sigue un camino imaginario para el primer botón de mi camisa.—Por favor, las chicas con las que te acuestas no son más que zorras—inquiero burlardome de su historial de mujeres—dudo que realmente seas tan bueno como afirmas serlo. Ellas solo estan a tus pies por tu dinero.
—Hmm—escucho una voz a mi lado quejarse en medio de un bostezo.Me muevo, las sabanas se sienten diferentes, mas suaves y menos frías, quizás tía Moira cambio el suavizante de telas porque mi cuerpo no las percibe iguales. Desde mi lugar puedo escuchar como las gotas de lluvia golpean la ventana, la lluvia es ligera, pero supongo que al salir tendré que llevar un impermeable.—Mmm—vuelvo a escuchar, pero esta vez siento que la cama se mueve ligeramente y en medio de ese movimiento, una mano se desliza por mi abdomen, me abraza y me sujeta.Abro los ojos asustada, lo primero que veo es un techo alto de color rojo. Miro a mi alrededor, veo tres ventanales que son cubiertos por una fina tela blanca que supongo es el cortinaje, la habitación es enorme, pero a pesar de que sus muebles son pocos, se notan elegantes y finos, tienen un parecido muy similar a los que se encuentran en la mansión de los Mich
Busco a mi alrededor, no veo la placa por ningun lado. Mi imaginacion vuela pensando que tal vez la perdi y para añadir un poco mas de presion, mi ansiedad me dice que tal vez la deje olvidada en alguna parte de la mansion de los Mitchell, quizas en la habitacion del joven Aidan.Ladeo la cabeza negando la posibilidad, es imposible que la vida me deteste hasta ese punto. Suelto un suspiro, un tanto frustrada al no encontrar la placa. Trato de pensar e imaginar otro lugar donde pude haberla extraviado, lo unico que se me ocurre es que debi haberla perdido en el camino, asi que para no quedarme con la duda, decido salir en busca de la placa.Busco entre mis pertenencias y saco de mi closet una sudadera rosa que compre el año pasado en un bazar de gangas. Arreglo un poco mi cabello y bajo nuevamente a la sala de estar.Mientras bajo los peldaños de la escalera, pienso en una forma de ir a la mansion nuevamente sin que la tia Moira sospeche de q
Viste unos vaqueros oscuro, una chaqueta negra cerrada y unos guantes de cuero, ademas lleva un casco de motocicleta en la mano listo para salir.—Hola Brian—saluda Anna para despues dirigirme una mirada de complicidad, sé muy bien lo que esta pensando y lo que trata de decirme al hacer eso.—Buenos dias chicas—saluda con una sonrisa en los labios. Luego posa su mirada en mi, en un instante su mirada viaja por todo mi cuerpo hasta que su mirada se cruza con la mia—¿Hoy no trabajas Ciara?Niego con la cabeza y alzo mi uniforme en forma de respuesta, temo que mis palabras se enreden en mi lengua.—¿Vas algún lado?—Amm...voy al pueblo a comprar algunas cosas que necesito—admito y luego miro a mi amiga, no quiero quedarme sola con esto, en realidad no suelo estar tan nerviosa frente a Brian, pero hoy no ha sido un buen dia.—¿Con este clima?—mira haci
Brian me deja en la puerta de mi casa, por suerte la lluvia ha cesado para que logre llegar intacta, pero pienso en la gran posibilidad de que Brian se enferme. —¿Tienes turno el día de hoy?—cuestiono preocupada por él. —Pedí permiso para faltar medio día, se que el chef Carlo podrá con el desayuno—indica mostrando una sonrisa forzada, lo cual me parece extraño, él no es así. —¿Sucede algo?—me atrevo a preguntar, él alza las cejas un tanto sorprendido por mi curiosidad y desvía la vista. —No sucede nada—responde mostrándose serio, gesto que me indica parar con el interrogatorio. —Oh, entonces te vere mañana, gracias por el viaje—en mis labios se dibuja una sonrisa avergonzada, no debi preguntar, quizás si esta sucediendo algo, pero no es mi asunto. Alzo la mano para despedirme y luego me encamino para alejarme de la motocicleta. —¿Te gustaría salir conmigo?—le escucho decir de repente antes de que toque la perilla de la puerta principa
Una brisa fresca golpea mi rostro al salir de casa, siento una extraña vibra a mi alrededor como si el danzar de las ramas de los arboles me invitaran a bailar a su lado para celebrar que ya no soy prisionera del pasado.Lo pense durante el resto del dia y al acostarme seguia con esa idea, de que tal vez, le habia dado demasiado poder a las personas que me juzgaron y me humillaron, ahora que se olvidaron de mi, que he dejado de ser interesante, por asi decirlo, me siento libre.Cuando Tia Moira me propuso ir con ella para reiniciar mi vida, lo crei imposible por el simple hecho de que mis sueños se habian hecho trizas gracias a Ethan. Todos mis planes por un noviazgo en el que yo fui la unica que amo.Esta mañana no parece ser igual a los dias anteriores, hay algo en el aroma a pino del bosque, en el cesped por el que camino, en el azul del cielo e incluso en los rayos del sol.El subir una publicacion a instagram no puedo considerarl