Capítulo 43
En la soledad de su jaula, Ariadna se escondía bajo la sábana.

«¡Esto es horrible! Mi vida es horrible, yo soy una persona horrible», pensó mientras lloraba a borbotones.

La puerta de la habitación se abrió de manera abrupta y la figura grande e imponente de Nathan se mostró entre las sombras. Con el rostro serio y la mandíbula apretada, avanzó hacia la cama. La lámpara cálida brindaba una luz tenue al cuarto.

—Perdón —le susurró a su esposa—. Ese tipo es un idiota que no tiene cerebro y no se mide en las idioteces que dice.

Ariadna se quitó la manta de encima y, sin importar lo ridícula que se viera, encaró a Nathan y le gritó que él era culpable por llevarla en contra de su voluntad.

Esperaba que él le replicara algo o bien, que se burlara de sus lloriqueos; sin embargo, Nathan le sostuvo la mirada y su rostro se mostró afligido.

—Soy un imbécil, hijo de puta —reconoció y enseguida se sentó sobre la cama.

—Quiero estar sola, vete —le dijo ella entre sollozos.

—Tú eres hermosa
Svaqq16

Lo siento... Ya el 44 no hay interrupciones. Si ven palabras que tienen números en vez de letras es un intento de saltarnos la cen...sura, ¿vale? ¿A ver qué piensan, Nathan sí o no más no?

| 8
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo