Año 1840 Las clases de piano eran tan aburridas, yo quería estar afuera, explorando el jardín como lo hacían mis hermanos, pero el pesado vestido que tenía no me dejaría ni siquiera brincar un charco. Respire hondo con resignación, tenía que quedarme aquí todo el resto del día, con la amargada de la señorita Herlinda y con mi madre muy embarazada, que estaba sentada en una silla frente a mi bordando algunas cosas para mi próximo hermanito. — quiero salir a jugar — le dije a mi madre, que dejo de bordar y me miro con consternación. Odiaba ser mujer, todo en ello implicaba estar en casa, con aburridas lecciones de piano, cocina y de bordar, yo queria ir y explorar el enorme jardin, desde que habiamos llegado aqui, nunca habia salido al jardin sin compañia, mi madre me decia que ahora era una señorita de sociedad y me tenia que comportar como tal.La señorita herlinda, siempre ha estado con nosotros, de hecho ella fue la institutriz de mi madre y por eso cuando yo naci, mi madre la b
AÑO 1844 La señorita Herlinda y mi madre estaban hablando de mi presentación en sociedad, y en lo desastroso que sería si uno de los solteros se enteraba que yo era una buena para nada, en como tenían que hacerme ver perfecta para pescar a un buen hombre. — no me quiero casar — les solté de golpe. Había pensado mucho en cómo decirle, pero esto ya había sido mucho, ellas hablaban como si yo no estuviera allí. — ¿qué dijiste? — me pregunto mi madre. La señorita Herlinda tenía los ojos muy abiertos mientras me miraba. — yo no soy buena para nada, así que no quiero casarme para no avergonzarles — les dije con una sonrisa. Mi madre se tapó la boca con la mano y empezó a llorar. — cómo puedes decir eso, ¿acaso quieres avergonzarnos? Ya es suficiente con tu tía, y ahora tú también quieres ser una solterona — me recrimino. Yo la quede viendo con la ceja levantada. Le estaba haciendo un favor y se ponía de esa manera tan exagerada. — no me casare, y si insistes hare cualquier cosa pa
Año 1845 La carga de mi familia, los negocios, los criados y del titulo en general se me hacia cada vez mas pesada, una cosa era ser el simple hijo del duque de Norwich y otra era ser el duque de Norwich. — Mi lord, su madre lo esta esperando en el jardín — me dijo mi sirviente.Yo deje a un lado algunos documentos que estaba leyendo y me levante. Si mi madre estaba aquí era por algo importante, así que no era de buena educación dejarla esperando. Camine el largo pasillo que daba a la puerta trasera de la casa, cuando Sali, allí estaba mi madre, tomando el té. — buenos días madre — la salude. Ella levanto la vista y me miro, yo me senté frente a ella y de inmediato una de las sirvientas me sirvió un poco de la bebida en la taza que estaba frente e a mí. —cariño he encontrado a la mujer adecuada para ser tu esposa, ella viene de Francia, es perfecta, y su familia es muy respetada — me dijo. Yo sabia que tarde o temprano tendría que casarme y forma una familia, pero en estos mome
Cuando llegué a casa, Amelia mi doncella me estaba esperando con mi ropa en las manos en el establo de casa, ella me miró y empezó a ponerse pálida. — ¿qué le pasó? — me pregunto. Yo empecé a quitarme la ropa rápidamente, había pasado un buen susto cuando caí en el lago, pensé que no iba a sobrevivir, gracias a dios que ese tipo se tiró al lago a salvarme. — ¿Alguien la vio? — me preguntó Amelia mientras me ayudaba a ponerme la ropa. — sí, pero no te preocupes, a esos tipos jamás los había visto en la vida, no creo que vuelvan a cruzarse en mi camino — le dije para tranquilizarla. Amelia apretó con fuerza el corset para que se ciñera más a mi cintura. — Si su madre se entera me va a matar y de paso a usted también — dijo ella. Yo me puse la pesada falda y después volteé a ver a Amelia. — cálmate, mi madre no se va a enterar, este es un secreto entre nosotras dos — le dije con una sonrisa. La pobre Amelia me miró con resignación, yo creo que a la primera oportunidad que tenga
Lo peor que me pudo pasar fue esa estúpida invitación, mi madre y la señorita Herlinda estaban empeñadas en que yo aprendiera en un par de días, lo que me había negado a aprender en años.— debes sonreír todo el tiempo, y no mirar a los ojos al duque, eso es de mala educación — me dijo la señorita Herlinda.Yo le di mi peor sonrisa fingida y mi madre se empezó a quejar.— ¿madre, de verdad crees que ese hombre se va a fijar en mí? — le pregunte.Ella me miro y lo pensó por un largo tiempo.— por supuesto, tu eres hermosa, te pareces a tu padre — me dijo.Yo la mire a los ojos. Eso significaba que no era linda, y yo lo sabia muy bien, lo único lindo que tenia eran el color de ojos, que obviamente eran de parte de mi madre.— acepta que estoy mal hecha y que ningún hombre se va a fijar en mí, ahora si no se les ha ocurrido otra manera de torturarme, me voy — les dije y emprendí mi camino a la salida.— ¡me vas a matar de un coraje Luisana! — me grito.Yo seguí caminando, hasta que me to
Cuando llegamos a casa mi madre empezó a golpearme con la mano, yo empecé a retroceder para que sus golpes no terminaran en ningún lugar de mi cuerpo. — dile algo por favor — le grito mi madre a padre. El solo me miro y negó con la cabeza, se veía muy decepcionado. — No volverán a invitarnos a ningún lugar, y todo por tu culpa — me recrimino mi madre. Yo no dije nada, ver a mi padre de esa manera me partía el corazón. — lo siento — les dije. Mi madre se puso frente a mi y me dio una bofetada. Ella jamás me había golpeado de esa manera. — gracias a ti, tu padre quedo en ridículo, ninguno de esos hombres lo tomara enserio, ¿crees que esto es un juego? Tu padre debe tanto dinero que si no encuentra rápidamente alguien que quiera invertir, todos vamos a terminar en la calle, y todo será tu culpa — me recrimino mientras lloraba. — mañana iras con flores y algunos dulces a disculparte con ellos, quiero que al menos sepan que tenemos algo de vergüenza — me dijo. Yo agache la cabeza
Mi madre empezó a despotricar y a decirle una infinidad de palabras insultantes a Luisana, yo me acerque y con delicadeza agarre el brazo de mi madre y la aparte. — como puedes dejar entrar a esa mujer aquí — se quejó. Luisana se veía bastante alterada, y no era para menos, mi madre estaba insultando no solo a ella, sino a toda su familia. — ella llego a disculparse — le explique. Mi madre la miro con asco y después escupió hacia ella. — largo de aquí — le dijo. Luisana camino a ella y en un momento rápido lanzo su mano para alcanzar el cabello de mi madre, pero yo la agarre y la lleve hasta mi oficina. — la golpeare — grito Luisana con rabia. Era increíble ver como ella actuaba sin ningún temor. — lamento lo que paso — le dije sinceramente. — tu madre es horrible — me dijo aun alterada. Yo me acerque a ella y agarre sus manos, Luisana me miro a los ojos. — lo siento — le dije. Ella retiro sus manos y se apartó de mí. — me voy, y espero no volver a verle la cara a su mad
Después del supuesto rescate heroico que hizo Samuel, según la señorita Herlinda, mi madre no dejaba de hablar de lo buen hombre y guapo que era, eso lo repetía cada que me veía y yo ya me estaba cansando. Yo prefería pasar mis días encerrada en mi cuarto leyendo, así me distraía un poco y evitaba a mi madre y a la señorita Herlinda. — Mi lady, el duque quiere verle — me dijo Amelia entrando a mi habitación. Yo me senté en la cama y la quedé mirando con el ceño fruncido. — ¿para qué? — le pregunte. La puerta de mi habitación se abrió de golpe y mi madre entro, se le notaba lo emocionada en el rostro. — levántate — me ordeno. Yo me quede en la cama, ella se acerco a mi y de un jalón me bajo de la cama. — no te atrevas a arruinar esto — me advirtió. Yo camine con ella, o mas bien me arrastre mientras ella caminaba sosteniendo mi brazo. Cuando llegamos a la puerta del salón, mi madre me soltó y me miro a los ojos. — creo que le gustas, así que vamos a entrar y tu serás la muje