AÑO 1844
La señorita Herlinda y mi madre estaban hablando de mi presentación en sociedad, y en lo desastroso que sería si uno de los solteros se enteraba que yo era una buena para nada, en como tenían que hacerme ver perfecta para pescar a un buen hombre.— no me quiero casar — les solté de golpe.Había pensado mucho en cómo decirle, pero esto ya había sido mucho, ellas hablaban como si yo no estuviera allí.— ¿qué dijiste? — me pregunto mi madre.La señorita Herlinda tenía los ojos muy abiertos mientras me miraba.— yo no soy buena para nada, así que no quiero casarme para no avergonzarles — les dije con una sonrisa.Mi madre se tapó la boca con la mano y empezó a llorar.— cómo puedes decir eso, ¿acaso quieres avergonzarnos? Ya es suficiente con tu tía, y ahora tú también quieres ser una solterona — me recrimino.Yo la quede viendo con la ceja levantada. Le estaba haciendo un favor y se ponía de esa manera tan exagerada.— no me casare, y si insistes hare cualquier cosa para evitarlo — le advertí.Me levanté de la mesa y emprendí mi camino a la puerta.— No serás una solterona, de eso me voy a encargar yo — me grito entre lágrimas.Tenía tanta rabia, ¿porque no podía hacer de mi vida lo que a mí me diera la gana? Si madre insistía en buscarme un esposo yo los iba a espantar.— buscare al hombre que sea para que se case contigo, así sea el carnicero — volvió a gritarme.Yo seguí caminando, era mejor estar en la biblioteca leyendo a estar escuchando a mi madre y a la señorita Herlinda hablar de lo pésima que era para hacer cualquier actividad.Mi hermano Frederick apareció de la nada, yo me detuve y lo miré a cara.— vas a matar a madre, deja de darle corajes — me reclamo mi hermano.Yo lo quedé viendo y me reí, lo bueno de ser escurridiza era que veías y te enterabas de muchas cosas.— estoy segura que morirá si se entera que estabas en el cuarto de las sirvientas — mi hermano que era un año menor que yo, abrió la boca y después la cerro, me miro con el ceño fruncido y siguió su camino.Amelia mi doncella corrió a mí y me agarro del brazo para que no me alejara más.— mi lady, su madre la está llamando — me dijo con preocupación.Yo respiré profundo y me di la vuelta para volver al salón.— no debería hacerla enojar tanto — me dijo ella.— Madre sabe que no quiero presentarme en sociedad, no quiero casarme — le dije un poco enojada.— señorita, su madre quiere lo mejor para usted, debería al menos hablar con ella — me sugirió.Con enojo camine de nuevo al salón, al entrar estaba mi madre hablando con la vieja bruja de la señorita Herlinda.— lo ideal para su hija es un hombre con mano dura — le dijo la vieja bruja a mi madre.Yo me aclare la garganta y ambas voltearon a verme.— ya lo he decidido, el próximo mes serás presentada en sociedad, y todos verán lo hermosa y perfecta que eres — dijo mi madre.Yo la quede mirando.— cada hombre que trates de acercar a mí, voy a alejarlo — le advertí.Me di la vuelta y volví a salir de la habitación, los gritos y lloriqueos de mi madre se escuchaban por todo el lugar, pero no iba a dejarme manipular, ahora esto era guerra.— — — — — — — — — — — — — — — —Mi padre había muerto por un repentino infarto, dejando a nuestra familia sin un eje.Mi madre lloraba sobre el ataúd de mi padre, yo me quede sentado viendo la escena, jamás imagine que un hombre tan fuerte como mi padre moriría de una manera tan repentina, era tan absurdo.Mi pequeña hermana estaba a mi lado llorando también, yo estaba sin expresión alguna, quería verme fuerte para ellas dos.— Mi lord, lo están buscando — me dijo uno de mis sirvientes.Yo me levante y camine a la salida, varias personas que estaban acompañándonos me quedaron mirando.— ¿quién es? — le pregunte.— La señorita Natasha — me respondió.Yo camine a mi oficina y entre, ella estaba allí, con un vestido negro y un velo cubriéndole la cabeza.— Hola — salude.Natasha se dio la vuelta y me quedo mirando, sus ojos estaban rojos y cristalinos.— Lo siento tanto Samuel — me dijo mientras lloraba.Yo me acerque a ella y la abrace con fuerza, con ella si podía ser yo, podía llorar si me daba la gana.— No se que hare sin el — le dije entre lágrimas.Natasha me abrazo con más fuerza y después me dio un beso en los labios.— Todo saldrá bien, tu eres excelente en todo, se que sacaras adelante a tu familia — me dio ella dándome ánimos.Yo negué con la cabeza, jamás seria tan bueno como mi padre, él era perfecto en todo.— Te amo Samuel — me dijo ella de la nada.Yo también la amaba, aunque lo nuestro era algo que seria escandaloso, dado los orígenes humildes de Natasha, yo estaba dispuesto a todo por ella.Natasha era hija de una criada, que trabajaba aquí, mi madre la había despedido cuando se enteró de la relación que yo tenía con Natasha.— También te amo — le dije.Escuche la puerta abrirse, y note la tensión en el cuerpo de Natasha de inmediato.— Como puedes hacernos esto en este momento — dio la voz de mi madre a mi espalda.— Tú padre debe estar decepcionado de ti, donde quiera que esté — me dijo.Yo solté a Natasha y me di la vuelta, mi madre estaba junto a una tía, ambas me miraban con decepción.— La amo — les dije.Agarre la mano de Natasha con fuerza, pero ella me soltó, yo voltee a verla, ella camino a mi madre y mi tía.— No vuelvas nunca mas — le dijo mi madre, mientras le entregaba una bolsa con dinero. Natasha volteo a verme y bajo la mirada al piso, yo sentí como mi corazón fue pisoteado, como Miles de dagas atravesaron en el.— Por favor, no me hagas esto — le pedí entre lágrimas.Natasha, solo me miró con lágrimas en los ojos.— lo siento — me dijo y se fue.Yo caí al suelo, me sentía en la nada, todo lo que había querido alguna vez ahora no existía.— A ella solo le interesaba tu dinero, deberías estar feliz, esa mujer no es digna para ti — me dijo madre.A mí no me importaba si era o no digna, yo la amaba con toda el alma.— Quiero estar solo — les die.Mi madre y mi tía salieron de mi oficina, dejándome solo con mi dolor, ahora no tenia ninguna clase de apoyo, las dos personas que me mantenían a flote se habían ido, dejándome en esta soledad que poco a poco iban a acabar conmigo.Año 1845 La carga de mi familia, los negocios, los criados y del titulo en general se me hacia cada vez mas pesada, una cosa era ser el simple hijo del duque de Norwich y otra era ser el duque de Norwich. — Mi lord, su madre lo esta esperando en el jardín — me dijo mi sirviente.Yo deje a un lado algunos documentos que estaba leyendo y me levante. Si mi madre estaba aquí era por algo importante, así que no era de buena educación dejarla esperando. Camine el largo pasillo que daba a la puerta trasera de la casa, cuando Sali, allí estaba mi madre, tomando el té. — buenos días madre — la salude. Ella levanto la vista y me miro, yo me senté frente a ella y de inmediato una de las sirvientas me sirvió un poco de la bebida en la taza que estaba frente e a mí. —cariño he encontrado a la mujer adecuada para ser tu esposa, ella viene de Francia, es perfecta, y su familia es muy respetada — me dijo. Yo sabia que tarde o temprano tendría que casarme y forma una familia, pero en estos mome
Cuando llegué a casa, Amelia mi doncella me estaba esperando con mi ropa en las manos en el establo de casa, ella me miró y empezó a ponerse pálida. — ¿qué le pasó? — me pregunto. Yo empecé a quitarme la ropa rápidamente, había pasado un buen susto cuando caí en el lago, pensé que no iba a sobrevivir, gracias a dios que ese tipo se tiró al lago a salvarme. — ¿Alguien la vio? — me preguntó Amelia mientras me ayudaba a ponerme la ropa. — sí, pero no te preocupes, a esos tipos jamás los había visto en la vida, no creo que vuelvan a cruzarse en mi camino — le dije para tranquilizarla. Amelia apretó con fuerza el corset para que se ciñera más a mi cintura. — Si su madre se entera me va a matar y de paso a usted también — dijo ella. Yo me puse la pesada falda y después volteé a ver a Amelia. — cálmate, mi madre no se va a enterar, este es un secreto entre nosotras dos — le dije con una sonrisa. La pobre Amelia me miró con resignación, yo creo que a la primera oportunidad que tenga
Lo peor que me pudo pasar fue esa estúpida invitación, mi madre y la señorita Herlinda estaban empeñadas en que yo aprendiera en un par de días, lo que me había negado a aprender en años.— debes sonreír todo el tiempo, y no mirar a los ojos al duque, eso es de mala educación — me dijo la señorita Herlinda.Yo le di mi peor sonrisa fingida y mi madre se empezó a quejar.— ¿madre, de verdad crees que ese hombre se va a fijar en mí? — le pregunte.Ella me miro y lo pensó por un largo tiempo.— por supuesto, tu eres hermosa, te pareces a tu padre — me dijo.Yo la mire a los ojos. Eso significaba que no era linda, y yo lo sabia muy bien, lo único lindo que tenia eran el color de ojos, que obviamente eran de parte de mi madre.— acepta que estoy mal hecha y que ningún hombre se va a fijar en mí, ahora si no se les ha ocurrido otra manera de torturarme, me voy — les dije y emprendí mi camino a la salida.— ¡me vas a matar de un coraje Luisana! — me grito.Yo seguí caminando, hasta que me to
Cuando llegamos a casa mi madre empezó a golpearme con la mano, yo empecé a retroceder para que sus golpes no terminaran en ningún lugar de mi cuerpo. — dile algo por favor — le grito mi madre a padre. El solo me miro y negó con la cabeza, se veía muy decepcionado. — No volverán a invitarnos a ningún lugar, y todo por tu culpa — me recrimino mi madre. Yo no dije nada, ver a mi padre de esa manera me partía el corazón. — lo siento — les dije. Mi madre se puso frente a mi y me dio una bofetada. Ella jamás me había golpeado de esa manera. — gracias a ti, tu padre quedo en ridículo, ninguno de esos hombres lo tomara enserio, ¿crees que esto es un juego? Tu padre debe tanto dinero que si no encuentra rápidamente alguien que quiera invertir, todos vamos a terminar en la calle, y todo será tu culpa — me recrimino mientras lloraba. — mañana iras con flores y algunos dulces a disculparte con ellos, quiero que al menos sepan que tenemos algo de vergüenza — me dijo. Yo agache la cabeza
Mi madre empezó a despotricar y a decirle una infinidad de palabras insultantes a Luisana, yo me acerque y con delicadeza agarre el brazo de mi madre y la aparte. — como puedes dejar entrar a esa mujer aquí — se quejó. Luisana se veía bastante alterada, y no era para menos, mi madre estaba insultando no solo a ella, sino a toda su familia. — ella llego a disculparse — le explique. Mi madre la miro con asco y después escupió hacia ella. — largo de aquí — le dijo. Luisana camino a ella y en un momento rápido lanzo su mano para alcanzar el cabello de mi madre, pero yo la agarre y la lleve hasta mi oficina. — la golpeare — grito Luisana con rabia. Era increíble ver como ella actuaba sin ningún temor. — lamento lo que paso — le dije sinceramente. — tu madre es horrible — me dijo aun alterada. Yo me acerque a ella y agarre sus manos, Luisana me miro a los ojos. — lo siento — le dije. Ella retiro sus manos y se apartó de mí. — me voy, y espero no volver a verle la cara a su mad
Después del supuesto rescate heroico que hizo Samuel, según la señorita Herlinda, mi madre no dejaba de hablar de lo buen hombre y guapo que era, eso lo repetía cada que me veía y yo ya me estaba cansando. Yo prefería pasar mis días encerrada en mi cuarto leyendo, así me distraía un poco y evitaba a mi madre y a la señorita Herlinda. — Mi lady, el duque quiere verle — me dijo Amelia entrando a mi habitación. Yo me senté en la cama y la quedé mirando con el ceño fruncido. — ¿para qué? — le pregunte. La puerta de mi habitación se abrió de golpe y mi madre entro, se le notaba lo emocionada en el rostro. — levántate — me ordeno. Yo me quede en la cama, ella se acerco a mi y de un jalón me bajo de la cama. — no te atrevas a arruinar esto — me advirtió. Yo camine con ella, o mas bien me arrastre mientras ella caminaba sosteniendo mi brazo. Cuando llegamos a la puerta del salón, mi madre me soltó y me miro a los ojos. — creo que le gustas, así que vamos a entrar y tu serás la muje
Había viajado por dos horas para ver a Natasha, quería sentir su suave piel, necesitaba ahogarme en ella, cuando llegue un par de mis sirvientes se acercaron. — bienvenido mi lord — me saludaron. — ¿dónde está lady Natasha? — pregunte. — en su habitación mi lord — me respondió uno de los criados Yo subí la escalera a prisa, quería darme un baño con ella. Cuando entre, ella esta frente al enorme espejo mirándose, yo la observe y sonreí, se veía hermosa. — que preciosa eres — le dije. Ella se dio la vuelta claramente sorprendida con mi visita. — te extrañé — le dije. Natasha se acerco a mi con la gracia de una gacela, paso sus manos por mi pecho y después empezó a desabrochar los botones de mi camisa de lino blanco. — también te extrañe — me dijo con su melodiosa voz. Pose mi mano sobre la curvatura de su cintura y la acerque más a mí. — quiero hacerte el amor — le dije. Bese su frente, bajando por su nariz, terminando en sus dulces labios, Natasha me respondió el beso de un
Cuando llegamos a la enorme mansión del duque, mi madre me miro, y en sus ojos había una advertencia, que yo capte de inmediato. Después mi padre bajo junto a mis hermanos, para ayudarnos a bajar, yo le ofrecí mi mano a mi hermano y bajé, ignorando por completo a mi padre.— esto es tan irreal — dijo mi madre con emoción.Yo la mire, a ella le brillaban los ojos, estaba por completo deslumbrada.— vamos rápido, no quiero que parezcamos groseros — nos dijo.Amelia se acercó a mí, yo la miré y le sonreí, ella se veía un poco asustada, pero yo tenia la certeza de que todo iba a salir muy bien.Cuando llegamos a la puerta uno de los sirvientes nos impidió pasar.— sus nombres por favor — nos pidió.Mi madre hizo a un lado a mi padre y con orgullo dijo que éramos la familia del marqués de Windshire, el sirviente miro la lista, tomándose su tiempo en buscar.— lo siento mi lady, pero no tengo sus nombres en la lista — nos informó.Mi madre agacho la cabeza con vergüenza, y después la levant