Año 1840
Las clases de piano eran tan aburridas, yo quería estar afuera, explorando el jardín como lo hacían mis hermanos, pero el pesado vestido que tenía no me dejaría ni siquiera brincar un charco.Respire hondo con resignación, tenía que quedarme aquí todo el resto del día, con la amargada de la señorita Herlinda y con mi madre muy embarazada, que estaba sentada en una silla frente a mi bordando algunas cosas para mi próximo hermanito.— quiero salir a jugar — le dije a mi madre, que dejo de bordar y me miro con consternación.Odiaba ser mujer, todo en ello implicaba estar en casa, con aburridas lecciones de piano, cocina y de bordar, yo queria ir y explorar el enorme jardin, desde que habiamos llegado aqui, nunca habia salido al jardin sin compañia, mi madre me decia que ahora era una señorita de sociedad y me tenia que comportar como tal.La señorita herlinda, siempre ha estado con nosotros, de hecho ella fue la institutriz de mi madre y por eso cuando yo naci, mi madre la busco par que tambien me educara como lo habia hecho con ella.
— las señoritas no salen a jugar — me dijo ella de manera seria.Yo asentí con la cabeza y miré las teclas del enorme piano de cola, esto era tan aburrido, yo preferia mil veces dormir que estas lecciones.— cuando tengas la edad adecuada, te buscare al mejor esposo, un hombre de alta clase con un buen titulo, te aseguro que la pasaras muy bien, iras a hermosos bailes, y vestirás los más caros y preciosos vestidos— me dijo mi madre con una enorme sonrisa.Yo habia escuchado a la señorita herlinda hablar con los sirvientes, que mi madre se habia casado con mi padre por que el provenia de una familia con un buen linaje, lo que ella no sabia era que mi padre jamas heredaria un titulo, cosa que entristecio a mi madre, pero para ese entonces ya estaba embarazada de mi.—¿y cuando es eso? — le pregunte.Mi madre me miro emocionada, pensado en que yo le preguntaba por qué me interesaba realmente tal cosa.— cuando cumplas quince años empezare a buscar un pretendiente, para que cuando cumplas los dieciocho te cases, tu boda será la mejor — me dijo.Yo la quede mirando, yo apenas tenia catorce años, no queria un pretendiente, yo queria explorar el mundo, estudiar como lo hacian mis hermanos, no buscar un marido rico,
— ¿y las que no quieren casarse a esa edad que les pasa? — le pregunte inocentemente.
Mi madre cambio su expresión, se veia un poco furiosa.— se convierten en solteronas como tu tía — me dijo.Yo asentí con la cabeza, mi tía estaba algo loca, y siendo sincera yo no quería quedar como ella, pero tampoco quería terminar como mi madre.— ¿solo terminan de esa manera? — le pregunte.La señorita herlinda se aclaro la garganta, yo la quede viendo y le sonreí un poco, ella estaba mirándome con el ceño fruncido, la señorita Herlinda era de estatura baja, un poco subida de peso, tenía alrededor de unos cincuenta años, y su cara llena de arrugas y amargura hacían que me pusiera nerviosa.— también pueden terminar como la señorita Herlinda, pero son muy pocos los casos — me dijo mi madre.Yo quedé viendo a la señorita Herlinda y preferí mil veces terminar como mi tía, al menos ella parecía feliz.— ¿por qué preguntas esas cosas cariño? — me pregunto mi madre.Me rasque con nerviosismo la mejilla, si le decía la verdad, mi madre se iba a volver loca, y si le decía mentiras dios iba a causticarme.Mi padre entro a la habitación, salvándome de cometer pecado. Mi madre se levanto y lo saludo, la señorita Herlinda hizo una pequeña reverencia.Aun no decidia si recibir ese titulo fue una bendicion o una maldicion. Mi madre habia insistido para que el lo tomara, yo habia escuchado su discucion una noche, donde ella le gritaba que no queria ser una donnadie, y mi padre para complacerla lo acepto. ahora era muy raro que yo lo viera.
— ¿has aprendido mucho Luisana? — me pregunto mi padre.La señorita Herlinda volvió a aclararse la garganta y tanto como mi padre como yo la volteamos a ver.— con todo respeto mi lord marques, su hija no tiene talento para la música, ni mucho menos para bordar, y si hablamos de la cocina, ella sola podría incendiar toda la casa tratando de hervir un poco de agua — le dijo.Yo baje la cabeza de inmediato, si lo ponían de esa manera, yo era un desastre, entonces no entendía porque querían a fuerza que yo aprendiera tales cosas, o sea, solo tenía catorce años, aún estaba pequeña para aprender tales cosas a la perfección.Mi padre soltó una risa, yo levante la mirada para verle, Parecía no estar enojado, lo cual me alivió.— Bueno, al menos mi hija tiene un espíritu inquieto y una curiosidad que no tiene fin. Esos son atributos valiosos, aunque la señorita Herlinda no los aprecie — comento de manera relajada.Me sentí un poco mejor al escuchar las palabras de mi padre, pero sabía que mi madre no compartiría su entusiasmo.— por eso ella no pone de su parte, tu la estas malcriando mucho, ¿acaso quieres que sea una solterona como tu hermana? — Le pregunto mi madre con enojo.Mi padre la miro.— es una niña, solo quiere descubrir el mundo, eventualmente ella madurara, así que déjala que tenga algunas aventuras divertidas mientras pueda — le dijo mi padre.Yo mire de reojo a la señorita Herlinda, que miraba a mi padre como si él estuviera loco.— Ella tiene que aprender a ser una señorita, no es la hija de un donnadie, es la hija de un marques y su comportamiento tiene que ser excelente — dijo enojada.Mi madre siempre repetía los mismo, pero la realidad era que mi padre había heredado el título, solo por qué su familiar lejano había muerto y no tuvo ningún hijo, ni nadie que quisiera el titulo, así que mi padre lo acepto solo para complacerla, pero de eso hace solo un par de años, así que todos los nobles de la ciudad nos miraban sobre el hombro, como si fuéramos nada.— Deberías enfocarte en ser una señorita adecuada, querida, en lugar de soñar con aventuras. Esa no es la manera en que las mujeres de nuestra clase deben comportarse — dijo mi madre con un tono de reproche.Yo bajé la mirada y solo asentí con la cabeza. odiaba esta nueva vida, odiaba que papá haya heredado ese estúpido título, yo hubiera preferido mil veces, quedarnos en nuestra pequeña casa, rodeados por personas que si nos querían.— no me meteré en cosas de mujeres, ahora las dejo, tengo una reunión — nos informó.Padre le dio un beso en la cabeza a mi madre y se fue.— apenas te presente en sociedad, buscare a alguien para ti, no quiero que te salgas de control — me dijo.
Yo respire profundo, ir en contra de mi madre era perder el tiempo, ni mi padre podía ir en contra de sus deseos, los únicos que se podían salir con la suya era mis dos hermanos menores.— si madre — le conteste.La señorita Herlinda me miro con una enorme sonrisa, se le notaba lo satisfecha que estaba con el regaño de mi madre, vieja bruja.— sigamos con las clases, tal vez algún día puedas tocar una pieza meramente bien — me dijo la señorita Herlinda, y con su enorme regla golpeo a cola del piano para que yo enderezara mi postura.— ya vera que mi hija será la mejor tocando el piano, y en muchas otras cosas mas — dijo madre con una enorme sonrisa.Yo me rasque un poco a cabeza, dudaba mucho poder tocar el piano, y estaba muy segura que no iba a ser buena en nada.— ojalá y así sea, por que dudo que un buen hombre se pueda fijar en ella si no es lo suficientemente buena — dijo con saña la señorita Herlinda.Mi madre puso mala y después me miro.— serás la mejor en todo, de eso me voy a encargar yo — dijo con seguridad.Yo baje la cabeza y empecé a tocar algunas teclas del piano, después levante la cabeza para verlas. Mi madre y la señorita Herlinda me miraban con… ¿lastima?AÑO 1844 La señorita Herlinda y mi madre estaban hablando de mi presentación en sociedad, y en lo desastroso que sería si uno de los solteros se enteraba que yo era una buena para nada, en como tenían que hacerme ver perfecta para pescar a un buen hombre. — no me quiero casar — les solté de golpe. Había pensado mucho en cómo decirle, pero esto ya había sido mucho, ellas hablaban como si yo no estuviera allí. — ¿qué dijiste? — me pregunto mi madre. La señorita Herlinda tenía los ojos muy abiertos mientras me miraba. — yo no soy buena para nada, así que no quiero casarme para no avergonzarles — les dije con una sonrisa. Mi madre se tapó la boca con la mano y empezó a llorar. — cómo puedes decir eso, ¿acaso quieres avergonzarnos? Ya es suficiente con tu tía, y ahora tú también quieres ser una solterona — me recrimino. Yo la quede viendo con la ceja levantada. Le estaba haciendo un favor y se ponía de esa manera tan exagerada. — no me casare, y si insistes hare cualquier cosa pa
Año 1845 La carga de mi familia, los negocios, los criados y del titulo en general se me hacia cada vez mas pesada, una cosa era ser el simple hijo del duque de Norwich y otra era ser el duque de Norwich. — Mi lord, su madre lo esta esperando en el jardín — me dijo mi sirviente.Yo deje a un lado algunos documentos que estaba leyendo y me levante. Si mi madre estaba aquí era por algo importante, así que no era de buena educación dejarla esperando. Camine el largo pasillo que daba a la puerta trasera de la casa, cuando Sali, allí estaba mi madre, tomando el té. — buenos días madre — la salude. Ella levanto la vista y me miro, yo me senté frente a ella y de inmediato una de las sirvientas me sirvió un poco de la bebida en la taza que estaba frente e a mí. —cariño he encontrado a la mujer adecuada para ser tu esposa, ella viene de Francia, es perfecta, y su familia es muy respetada — me dijo. Yo sabia que tarde o temprano tendría que casarme y forma una familia, pero en estos mome
Cuando llegué a casa, Amelia mi doncella me estaba esperando con mi ropa en las manos en el establo de casa, ella me miró y empezó a ponerse pálida. — ¿qué le pasó? — me pregunto. Yo empecé a quitarme la ropa rápidamente, había pasado un buen susto cuando caí en el lago, pensé que no iba a sobrevivir, gracias a dios que ese tipo se tiró al lago a salvarme. — ¿Alguien la vio? — me preguntó Amelia mientras me ayudaba a ponerme la ropa. — sí, pero no te preocupes, a esos tipos jamás los había visto en la vida, no creo que vuelvan a cruzarse en mi camino — le dije para tranquilizarla. Amelia apretó con fuerza el corset para que se ciñera más a mi cintura. — Si su madre se entera me va a matar y de paso a usted también — dijo ella. Yo me puse la pesada falda y después volteé a ver a Amelia. — cálmate, mi madre no se va a enterar, este es un secreto entre nosotras dos — le dije con una sonrisa. La pobre Amelia me miró con resignación, yo creo que a la primera oportunidad que tenga
Lo peor que me pudo pasar fue esa estúpida invitación, mi madre y la señorita Herlinda estaban empeñadas en que yo aprendiera en un par de días, lo que me había negado a aprender en años.— debes sonreír todo el tiempo, y no mirar a los ojos al duque, eso es de mala educación — me dijo la señorita Herlinda.Yo le di mi peor sonrisa fingida y mi madre se empezó a quejar.— ¿madre, de verdad crees que ese hombre se va a fijar en mí? — le pregunte.Ella me miro y lo pensó por un largo tiempo.— por supuesto, tu eres hermosa, te pareces a tu padre — me dijo.Yo la mire a los ojos. Eso significaba que no era linda, y yo lo sabia muy bien, lo único lindo que tenia eran el color de ojos, que obviamente eran de parte de mi madre.— acepta que estoy mal hecha y que ningún hombre se va a fijar en mí, ahora si no se les ha ocurrido otra manera de torturarme, me voy — les dije y emprendí mi camino a la salida.— ¡me vas a matar de un coraje Luisana! — me grito.Yo seguí caminando, hasta que me to
Cuando llegamos a casa mi madre empezó a golpearme con la mano, yo empecé a retroceder para que sus golpes no terminaran en ningún lugar de mi cuerpo. — dile algo por favor — le grito mi madre a padre. El solo me miro y negó con la cabeza, se veía muy decepcionado. — No volverán a invitarnos a ningún lugar, y todo por tu culpa — me recrimino mi madre. Yo no dije nada, ver a mi padre de esa manera me partía el corazón. — lo siento — les dije. Mi madre se puso frente a mi y me dio una bofetada. Ella jamás me había golpeado de esa manera. — gracias a ti, tu padre quedo en ridículo, ninguno de esos hombres lo tomara enserio, ¿crees que esto es un juego? Tu padre debe tanto dinero que si no encuentra rápidamente alguien que quiera invertir, todos vamos a terminar en la calle, y todo será tu culpa — me recrimino mientras lloraba. — mañana iras con flores y algunos dulces a disculparte con ellos, quiero que al menos sepan que tenemos algo de vergüenza — me dijo. Yo agache la cabeza
Mi madre empezó a despotricar y a decirle una infinidad de palabras insultantes a Luisana, yo me acerque y con delicadeza agarre el brazo de mi madre y la aparte. — como puedes dejar entrar a esa mujer aquí — se quejó. Luisana se veía bastante alterada, y no era para menos, mi madre estaba insultando no solo a ella, sino a toda su familia. — ella llego a disculparse — le explique. Mi madre la miro con asco y después escupió hacia ella. — largo de aquí — le dijo. Luisana camino a ella y en un momento rápido lanzo su mano para alcanzar el cabello de mi madre, pero yo la agarre y la lleve hasta mi oficina. — la golpeare — grito Luisana con rabia. Era increíble ver como ella actuaba sin ningún temor. — lamento lo que paso — le dije sinceramente. — tu madre es horrible — me dijo aun alterada. Yo me acerque a ella y agarre sus manos, Luisana me miro a los ojos. — lo siento — le dije. Ella retiro sus manos y se apartó de mí. — me voy, y espero no volver a verle la cara a su mad
Después del supuesto rescate heroico que hizo Samuel, según la señorita Herlinda, mi madre no dejaba de hablar de lo buen hombre y guapo que era, eso lo repetía cada que me veía y yo ya me estaba cansando. Yo prefería pasar mis días encerrada en mi cuarto leyendo, así me distraía un poco y evitaba a mi madre y a la señorita Herlinda. — Mi lady, el duque quiere verle — me dijo Amelia entrando a mi habitación. Yo me senté en la cama y la quedé mirando con el ceño fruncido. — ¿para qué? — le pregunte. La puerta de mi habitación se abrió de golpe y mi madre entro, se le notaba lo emocionada en el rostro. — levántate — me ordeno. Yo me quede en la cama, ella se acerco a mi y de un jalón me bajo de la cama. — no te atrevas a arruinar esto — me advirtió. Yo camine con ella, o mas bien me arrastre mientras ella caminaba sosteniendo mi brazo. Cuando llegamos a la puerta del salón, mi madre me soltó y me miro a los ojos. — creo que le gustas, así que vamos a entrar y tu serás la muje
Había viajado por dos horas para ver a Natasha, quería sentir su suave piel, necesitaba ahogarme en ella, cuando llegue un par de mis sirvientes se acercaron. — bienvenido mi lord — me saludaron. — ¿dónde está lady Natasha? — pregunte. — en su habitación mi lord — me respondió uno de los criados Yo subí la escalera a prisa, quería darme un baño con ella. Cuando entre, ella esta frente al enorme espejo mirándose, yo la observe y sonreí, se veía hermosa. — que preciosa eres — le dije. Ella se dio la vuelta claramente sorprendida con mi visita. — te extrañé — le dije. Natasha se acerco a mi con la gracia de una gacela, paso sus manos por mi pecho y después empezó a desabrochar los botones de mi camisa de lino blanco. — también te extrañe — me dijo con su melodiosa voz. Pose mi mano sobre la curvatura de su cintura y la acerque más a mí. — quiero hacerte el amor — le dije. Bese su frente, bajando por su nariz, terminando en sus dulces labios, Natasha me respondió el beso de un