cap 2

Hanako.

Esta mañana Shio me a levantado muy temprano con emoción en el rostro.

-¿que pasa Shio?

-acompañame a comprar pastelillos de arroz.

-no creo que este abierto a estas horas Shio apenas esta amaneciendo.

-le pregunte al dueño y me dijo que a estas horas sacan los pastelillos del horno, deseo comer los recién hechos.

-esta bien.

Me levanto de las cobijas y me coloco un kimono sencillo de color durazno con un obi rojo, siempre me han enseñando a lucir bien por si alguien importante me mira, después de colocarme los zapatos para la calle sigo a Shio a la tienda donde venden los pastelillos de arroz, a estas horas las calles están muy solitarias nada que ver con los bullicio de la noche, cuando paso frente a una casa la puerta es abierta con brusquedad y un hombre con armadura me toma del brazo y me teme, me impide gritar amordasandome, lucho para safar me de él pero es inútil, miro con esperanza a Shio que esta parada en la puerta de la casa, ella puede pedir ayuda pero ese sentimiento desaparece cuando Shio sonríe malevolamnete, miro como otro hombre se acerca a Shio y le da una bolsa.

-esto es lo que acordamos.

-me parece bien.

Miro fijamente a Shio intentando comprender lo que esta pasando, Shio se me acerca y se hinca frente a mi.

-de seguro no sabes por que te estoy asiendo esto verdad, estoy harta de ser tu m*****a sombra y descuida me quedaré con tus cosas.

Miro con impotencia a Shio que se va mientras intento sacarme de estos hombre que me miran con sonrisas burlonas.

-es una mujer muy bonita qué tal si gozamos de su compañía antes de entregarla.

-no digas tonterías si no es pura no servirá de nada.

Me cubren la cabeza con un saco y me levantan del suelo para subirme a un caballo, pasan algunas horas asta que se detiene y me bajan para quitarme el saco de la cabeza, después de que mis ojos se adaptan a la luz miro que estoy en el jardín de una casa parada frente a un hombre mayor que se acerca a mí y me toma del mentón con brusquedad para mover mi rostro de un lado a otro.

-es muy hermosa, nos servirá.

Miro qué el hombre le entrega unas monedas a los hombres que me trajeron, miro a mi alrededor la salida para poder escapar de aquí antes de que este hombre me haga algo debo de regresar a mi casa, miro un puerta qué tal ves lleve a la salida y me percató de que los hombres están muy concentrados regateando el precio por traerme aquí esta es mi oportunidad para escapar, corro con todas mis fuerzas así la puerta pero alguien me toma del cabello y me detiene asiendome caer asía atrás.

-¿a donde crees que vas?

El hombre que me a comprado me habla con mucha molestia y me sacude como si fuera una muñeca de trapo.

-no la vallas a golpear qué la van a examinar cuando llega al palacio.

Escucho la voz de una mujer que está parada en una puerta mirándome con desprecio, el hombre me toma del brazo y me lleva asía dentro de la casa donde unas sirvientas me desvisten y me colocan una bella ropas de color rojo, les hago preguntas pero ninguna tiene respuesta actúan como si no estuviera aquí, cuando estoy vestida y maquillada me asen salir de nuevo al patio por el cual entre donde miro al hombre que me tomo del cabello y a la mujer que eligió las telas qué estoy vistiendo que se me acerca y camina a mi alrededor.

-que van hacer conmigo?

-tiene una dulce voz eso nos será útil, te diré las reglas tendrás que seguir al pie de la letra si no quieres morir, tu serás el repuesto de nuestra hija para presentarte como nueva concubina del emperador.

-¿que?

-y no se te ocurra decir de donde vienes ya que te cortaran la cabeza por engañar al emperador.

-pero no solo mi cabeza estaría en riego si no también la de ustedes.

-si eso crees no sabes con quién estás hablando chica estúpida, ya lleven se la.

Un sirviente me toma del brazo y me lleva afuera cubriendo mi rostro con un velo rojizo para subirme a un carruaje que me lleve frente a la puertas del palacio donde ve bajan y pasa por mi mente escapas pero al ver a los soldados del emperador esa idea desaparece de mi mente, entramos al palacio y me llevan por los pasillos, debo de pensar la forma de sobrevivir aquí, que se de la vida del palacio nada pero lo que se muy bien es seducir a los hombres se que podría ganarme el favor del emperador si soy astuta, nos detenemos frente a una puerta bellamente adornada.

-espera a que te pidan entrar.

Me dejan sola parada en el pasillo y puedo escuchar las voces de una chicas cuchichear cerca de mi.

-escuchaste lo que hizo el emperador con su nueva concubina.

-si golpearla de esa forma tan brutal.

-yo escuche que le rompiero una pierna de la fuerza que uso.

Al escuchar esas palabras mi deseo de seducir al emperador desaparece y pienso en otra forma de sobrevivir aquí y lo único que se me ocurre es quedar mal ante el emperador para evitar que se fije en mi.

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