Takashi.

Al ir de regreso al salón principal en compañía de la princesas, la miro de reojo y se ve muy bonita esta noche.

-princesa Akane.

-si general Takashi.

-¿quien es la mujer que te ayudo a vestir?

-ella es una sirvienta qué a llegada recientemente, es muy buena y amable conmigo.

Al escuchar eso me alegro un poco, llegamos al salón principal donde la princesa Akane anunciada con los méritos qué van junto con su titulo, Akane toma su lugar cerca del emperador al igual que yo, miro de reojo qué esta aquí la mujer que se supone que debía de cuidar a la princesa con una mirada llena de tenor y nerviosismo y debería de tenerla, me levanto de mi ligar y me acerco con discreción al emperador qué esta tomando con alegría sake, hago una reverencia así el que me mira con alegría.

-¿ estas disfrutando del banquete general Takashi ?

-si, es un evento más que digno mi señor.

-ya te dije que no fueran tan formal cuando estemos solos.

-si lo sé señor pero hay muchos oído indiscretas a nuestro alrededor.

-siempre tan cuidadoso e inteligente por eso eres mi general.

-mi señor deseo darle un consejo debería de prestar más a la princesa su hermana ya que la cuidadora no a tenido su atención puesta en ella.

El emperador mira de reojo a la cuidadora y después a su hermana para después verme a mi de vuelta.

-pienso lo contrario, la a vestido muy de acorde al aventó.

-que pensaría si le digo que no fue ella quien la vistió, la estado tratando mal y nadie me lo dijo lo mire con mis propios ojos cuando fui por ella.

-si tu me lo dices investigare el echo.

-se lo agradezco mucho mi señor.

-¿ y dime mi viejo amigo por fin buscarás una mujer ?

-tal vez mi señor.

-¡ aah ! eso es bueno y toma un trago en mi compañía.

El emperador le ase una seña a la sirvienta para que me sirva sake y beberlo en su compañía, hago una reverencia antes de regresar a mi lugar y seguir disfrutando del banquete pensando en la hermosa sirvienta qué mire en la casa de la princesa.

Hanako.

Después de vestir a la princesa acomodo todo y limpio el lugar antes de irme, me decepciona qué una princesa sea tratada de esta manera tan descuidadamente al hacerlo pienso en ese hombre que defendió a la princesa su mirada me dio mucho miedo con esos ojos negros era como ver a un demonio con un disfraz muy bello, al llegar a mi habitación me recuesto en mi cama para intentar descansar un poco pero asta aquí se puede escuchar la música, supongo que todos deben de estar bien vestidos, bebiendo y comiendo platos deliciosos, recuerdo las hermosas noches qué pasaba en la casa de té en las fiestas pudiendo tocar mi shamisen y cantar bellas canciones, recibiendo lindos presentes de mis clientes que por supuesto entregaba a mamá para poder saldar mi deuda qué era en vano ya que me cobraban las clases de geisha, la comida incluso me cobraba la cama en la que dormida siendo que yo no fui comprada como las demás chicas si no que nací allí, recuerdo a mi madre con su rostro tan bello y sus hermosos ojos negros al igual que su cabello, doy un suspiro y escondo la cara en la cobija al escuchar que otra chica entra a la habitación y se recuesta a mi lado, que fastidio con tener que compartir la habitación con las demás chicas de servios pero no puedo ser exigente en este lugar no soy nadie, siendo que era la que tenía el futuro más prometedor en el barrio rojo siendo que fui la primera aprendiz qué tubo el papel principal en el festival del cerezo de este año, esa noche todos me aplaudieron y me dieron sus buenos deseos por la representacion tan impecable qué tuve, apesar de que no es una vida muy digna según la sociedad ya que se nos asocian con la infidelidad de sus esposos si supieran qué esas son otro tipo de geishas qué no trabajan en las casas de té pero por lo menos allí mi vida no corría ningún riesgo como aquí qué si alguien descubre qué no soy quien piensan en realidad y de donde vengo mi cabeza rodará.