Hanako. Miro mi taza de té y sigo sin comprender qué pasó con el general Takashi no tengo que ser un genio para saber que ya sabe algo pero la pregunta es por qué no a dicho nada ya pasaron cuatro días en los qué no lo e visto ni e sabido nada de él, temo que en cualquier momento van a llegar los guardias del emperador por mi. -¿ que tienes Hanako ? La voz de la princesa llama mi atención y la volteo a ver con una sonrisa amable. -no es nada. -¿ es por que el general no esta ? No te preocupes a veces dura días sin regresar a pesar de que no esta de servicio sé que se hicieron cercanos. -¿ cercanos ? ¿ crees que somo cercanos ? -claro el general Takashi nunca deja que los músicos se queden en su presencia después de que terminan de tocar se ve que contigo se siente cómodo. -¿ tu crees ? -si además te mira con cariño. Creo que la princesa esta viendo cosas que no son además él general siempre tiene esa mirada fría. -hay su alteza no digas esas cosas que las persona
Takashi. Por fin llegamos a la capital y el palacio del emperador se puede ver a lo lejos bañados con los últimos rayos de sol, miro por la ventanilla los puestos callejeros y en uno alcanzo a ver algo que llama mucho mi atención, abro la puerta del carruaje asiendo que pare el chófer de forma brusca despertado a Jaho que se golpea con los asientos de enfrente. -maldición Takashi ya te e dicho que no hagas eso. Sin darle importancia a las quejas de Jaho me bajo del carruaje y me regreso al puesto que miro algunos adorno pata el cabello, se muy bien que a las mujeres les gustan usar estas cosas, las miro con detenimiento pero no se cual comprar jamás avía regalado nada a una mujer y menos a una mujer tan bella como Hanako, por fin Jaho me alcanza y me mira con intriga. -mi señor se que tiene el cabello largo pero no es necesario que use estos artículos. -¿ si fueras una mujer cual te gustaría más ? -¿¡ QUE !? ¿ como qué una mujer ? no me diga mi señor que piensa en tomar a esa j
Hanako. Miro a ese hombre que es despiadado y frio frente a mi, sus ojos negros llenos de sed de sangre, sus ropas manchadas de sangre junto con su katana, intento escapar de él pero mis pies no responden, Takashi se acerca a mí con paso firme y alzando su katana ora dejarla caer sobre mi con todos su fuerza, abro los ojos con pánico y doy un brinco en mi lugar al despertar de esa horrible pesadilla, mi respiración es agitada y estoy sudando frío. -Hanako. Escucho la leve voz de la princesa y al voltear a verla la miro qué esta a punto de llorar sentada a mi lado, antes de que diga algo la princesa se levanta y me abraza para comenzar a llorar, no comprendo que está pasando asta que recuerdo lo que pasó la noche anterior y recuerdo que el general Takashi mato a un hombre frente a mi, abrazo a la princesa para que se calme pero no dejo de recordar la sangre manchando las ropas del general. -ya despertaste. Escucho la voz del general en la puerta de la habitación y al voltear a
Takashi. Me llevo al emperador qué mira con desprecio a Hanako asiendo que me moleste un poco, vamos a mi oficina donde el emperador toma asiento y me arrodillo frente a él. -¿ que es lo que pasa mi viejo amigo ? -desearía pedirle algo mi señor. -¿ que cosa es ? -desearía poder desposar a la cuidadora de la princesa Akane. El emperador me mira sorprendido para después enderesar se en su lugar. -sabes que ella fue ofrecida a mi como concubina. -si mi señor por eso estoy pidiendo su permiso. El emperador comienza a meditar mi petición y comienzo a pensar en alguna forma de que el emperador acepte mi petición pero antes de hablar el emperador se levanta de su lugar y camina asía la salida. -pensare en tu petición, mandare más seguridad a este pabellón. -gracias emperador. Me quedo muy frustrado por que el emperador no me diera una respuesta en este momento, doy un suspiro larga para regresar al comedor donde miro a Hanako desayunar e incluso cuando come lo ase de forma tan
Hanako.Después de visitar a esa volá de arpías regreso al pabellón de la princesa donde me deja el guardia y puedo respirar más tranquila, por lo menos aquí no me insinuaran nada y la princesa es muy amable conmigo, voy a verla pero antes de que la encuentre una de las sirvientas me dice que el general me esta esperando en su oficina y como lo hicieron antes me visten con un kimono de color azul claro con algunos adornos amarillos, voy a la oficina del general y al entrar veo que en un lado de la habitación hay barias cajitas sobre una mesita que no estaba antes, hago una reverencia antes el general y después de su petición de hoy comienzo a tocar, al terminar me doy cuenta de que está vez no se a quedado dormido si no me esta mirando fijamente pero sin expresión alguna en su rostro, tal vez esta vez hice algo malo.-son para ti.No comprendo que me dice asta que mira las cajitas en la mesa y comprendo, me emociona un poco saber que me a contestado presente, me levanto y me acerco a
Takashi.Maldición soy un maldito cobarde por que le pude decir nada a Hanako solo escape de la habitación, dejo salir toda mi frustración con los soldados nuevos en el entrenamiento, después de derrotar a cada uno de ellos se me acerca Jaho.-mi señor hay alguien que lo allá molestado.-¿ por que lo preguntas ?-bueno por que entrenar a los novatos es mi trabajo y por que se excedió con algunos de ellos.-si no pueden mantenerme el ritmo no sirven para ser soldados.-mi señor ni siquiera yo puedo vencerlo.-deberías de entrenar más en ese caso.Me doy la vuelta y voy a los baño para quitarme el sudor, no acudo al pabellón de la princesa por vergüenza de ver a Hanako después de lo que hice se que no es muy grabe tocar el cabello de una mujer pero es lo más lejos que yo he llegado con una dama, al recordar su hermosa mirada siento como mi corazón late con mucha fuerza, doy un suspiro cansado y me levanto de la cama para despejar mi mente y tal vez toma un poco de sake, me siento en el
Takashi.Escucho la voz de la princesa Akane cerca de mi y abro los ojos con rapidez despejando todo resto de sueño de mi ser pero cuando veo el sol los cierro casi de inmediato, cuando mis ojos se acostumbran a la luz solar y quejo de lado mi dolor de cabeza para ver que desea la princesa y lo primero que veo es a Hanako arrodillada al lado de mí cama con una leve sonrisa en el rostro y detrás de ella estaba parada la princesa, Hanako ase una leve revencencia a mi persona mientras me siento en mi cama.-buenos días general.-buenos días disculpen qué pregunten pero ¿ que asen aquí ?Un leve sonrojo aparece en las mejillas de Hanako haciéndola lucir más bella de lo que es y su cubre la boca con la mano en un gesto tan tierno a mi ver, Hanako desvía la mirada así la princesa.-¿ princesa Akane nos podrías dejar solos por favor unos minutos ?-si tengo que volver a mis clases.La princesa sale de mi habitación e intento recordar lo que pasó anoche y los recuerdos llegan a mi mente como
Takashi.Salgo del pabellón de la princesa para escapar de ese acto tan humillante qué hice solo por pasar un momento al lado de Hanako, que tiene esa mujer que me ase perder la compostura y el temple, al entrar al palacio principal me encuentro con el secretario principal del emperador qué me mira con una sonrisa burlona, este anciano se cree superior a todos solo por que sirvió al antiguo emperador y ahora trabaja para el actuar.-buenos días general Takashi. ¿ como se siente esta mañana ?-muy bien secretario Lee. ¿ por que la pregunta ?-bueno por el estado en que se encontraba anoche.Volteo a verlo alarmado, cuando diablos me miro este hombre no recuerdo a verme lo topado así que decido hacerme el inocente.-no sé a que te refieres.-recuerdo muy bien que anoche después de atender al embajador Moich mire a un hombre de sus misma estructura caminar por el pasillo a paso tanbaliante, me acerqué pensando que necesitaba ayuda y me di cuanta de que eras tu, cuando te quise ayudar apa