Hanako.El fin de semana acaba y tengo que regresar a mi casa, antes de llenaba de alegría este lugar pero ahora me produce un copo de melancolía creo que en ese tiempo todavía no entendía qué soy como un ave en una jaula bella y hermosa pero jamás libre, al llegar a mi casa me recibe mamá con una sonrisa grande.-¿ que te dio ?-nada.-qué desperdicio de tiempo para la próxima si no te regala nada ya no te dejaré ir.-si mamá.Tan cariñosa como siempre, le hago una reverencia para entrar al pasillo y dirigirme a las habitaciones pero me encuentro a una chica como de diez años muy bonita pero de mirada triste supongo que es la nueva chica, la miro con pena y le hago un leve reverencia como saludo ella me responde arrodillando se frente a mi.-lo siento por impedir su paso.-no hay necesidad de que te disculpes no has echo nada malo.La niña asiente sin verme a la cara.-te doy un consejo todo es más fácil si olvidas tu vida antes de esta casa y obedeces ciegamente a las ordenes qué te
Takashi.Los preparativos para salir del palacio están listos y son revisados por tercera ves por mi asegurando me de que todo este en orden antes de que el emperador salga de su pabellón y entre al carruaje, subo a mi caballo y espero a su señal de que avancemos con un asentamiento de cabeza de su parte doy la orden de ponernos en marcha, salimos del palacio y mantengo mi caballo al lado del carruaje del emperador asegurando me de que no allá ningún peligro para su alteza, al llegar a la entrada del barrio rojo nos percatamos qué el carruaje no entra por la calle, me acerco a la ventanilla para comunicarse lo al emperador.-mi señor el carruaje no entra por la calle, ¿ desea qué mandemos un mensajero a la casa para qué se encuentren con su alteza en la casa de té ?-no, deseo conocer en persona a la mujer que se atreve a negarle algo a un miembro de la realeza.Miro a nuestro alrededor y el único método de trasporte qué veo que cabe en esas calles son los rickshaw pero sería demasiad
Hanako. Cuando mire a Takashi junto con el emperador me alarme mucho pensando que por fin el emperador se dio cuenta del engaño qué cometí en el palacio pero para mi alivio no tiene nada que ver y me llene de felicidad por qué Takashi venía por mi y apezar de que me sentir triste por dejar a mi madre sola de nuevo pero los fuertes latidos del corazón de Takashi me llenaba poco a poco de felicidad, me quede en la casa de Takashi desde un principio pero esta vez en una habitación separada de la de Takashi, me sorprendió que los preparativos para la boda se preparará en una semana y mientras me preparan la este gran momento mi corazón se llena de nervios por que estoy a punto de unir mi vida a la de un hombre que me ama con todo su corazón y me llena de felicidad cada día. Takashi. Estoy preparando algunos papeles para que todo este en orden con los soldados ya que no deseo que nadie nos moleste en muestra luna de miel, he planeado un viaje por algunos de los mejores lugares del cont
Hanako. Salgo de la habitación y una de las chicas de servicio me cubre la cabeza con un velo blanco con adornos dorados, me guían esta un palanquín individual en el qué me llevarán al templo para comenzar la ceremonia, miro qué Takashi es subido a uno y me comienza a seguir, al llegar al templo me ayudan a bajar y soy guiada junto con Takashi al interior del templo donde ya nos espera un sacerdotes qué comienza a vendecirnos y termina diciendo el nombre completo de Takashi y después el mio dándome los apeidos de él en una presentación ante los dioses y los invitados qué asistieron al templo, asemos una reverencia ante todos para después comenzar a caminar asía la salida del templo, cerca de uno de los pilares alcanzo a ver un kimono de tonos grises que e visto antes en la casa, es el mismo kimono qué le dieron a mi madre cuando el emperador difunto se convirtió en su dana, se muy bien que se mantiene oculta ya que si alguien la reconoce comenzara hacer preguntas y ataran cabos pero
Hanako. El pequeño mundo de las geishas esta lleno de secretos y cosas adorables qué llaman la atención de las personas pero toda esa belleza y elegancia esta manchada de venta de niñas a las casas de geishas qué son obligadas a trabajar ya sea de sirvientas o las mandan a la escuela de geishas para despues atender a los clientes en las casas de té y no me refiero a actos sexuales si no tocando música, bailando con abanicos, cantando, recitando poesía o sirviendo les té y asiendo les conversaciones para entretenerlos pero soy de las pocas que nacemos en una casa y soy escondida asta que sea tiempo de ir a la escuela para convertirme en una geishas como mi madre que es una de las mejores del barrio rojo, jamás supe quien fue mi padre y no es que mi madre no lo supiera si no que es un secreto qué se llevará a la tumba como muchas más que viven en este lugar, la abuela de mi casa dice que soy una de las chicas más hermosas y prometedora qué a visto en su vida que si juego bien mis ca
Hanako.Esta mañana Shio me a levantado muy temprano con emoción en el rostro.-¿que pasa Shio?-acompañame a comprar pastelillos de arroz.-no creo que este abierto a estas horas Shio apenas esta amaneciendo.-le pregunte al dueño y me dijo que a estas horas sacan los pastelillos del horno, deseo comer los recién hechos.-esta bien.Me levanto de las cobijas y me coloco un kimono sencillo de color durazno con un obi rojo, siempre me han enseñando a lucir bien por si alguien importante me mira, después de colocarme los zapatos para la calle sigo a Shio a la tienda donde venden los pastelillos de arroz, a estas horas las calles están muy solitarias nada que ver con los bullicio de la noche, cuando paso frente a una casa la puerta es abierta con brusquedad y un hombre con armadura me toma del brazo y me teme, me impide gritar amordasandome, lucho para safar me de él pero es inútil, miro con esperanza a Shio que esta parada en la puerta de la casa, ella puede pedir ayuda pero ese sentimi
Hanako. Los minutos pasan y mis nervios han aumentado tanto que se comparan a mi primera fiesta de té, las puestas son abiertas y eschuco la voz de un hombre. -adelante hija de la familia Ai ji. Doy unos pasos e intencionalmente me propieso callando al suelo. -¿qué ocurre? -lo,lo sien,to su,su emperador. -que le paso a tu voz ¿acazo eres tartamuda? Asiento todavía hincada en el suelo y escuchó qué el emperador se queja. -saquen la de aquí, no tendré herederos con una mujer con enferma. -desea qué la dejemos con las demás concubinas. -no, podría contagiar a las demas qué sea una sirvienta del pabellón dorado. Un guardia me toma del brazo para levantarme del suelo con brusquedad y sacarme del salón, no me dice nada y me lleva asta una gran puerta de madera con decoraciones doradas, toca y le abre la puerta una mujer de edad avanzada. -¿que se le ofrece? -esta chica trabajará desde hoy aquí. El guardia me endeja de forma brusca para meterme al pabellón y desp
Hanako. Han pasado dos días desde que me vendieron y me trajeron ante el emperador, en este tiempo estado trabajando en los jardines y mis manos ya siente el trabajo tengo ampollas y están rojizas, esta mañana por fin me han dado otra ropa para cambiarme y me han permitido bañarme, el kimono qué me dieron es una simple de color gris y de tela barata, me lo coloco y al salir del baño ya me están esperando para decirme donde voy a trabajar hoy y para mi desgracia es quitando maleza qué a crecido alrededor de una casa, mal maltrato para mis manos y para mi desgracia jamás voy a poder salir de aquí ya que pregunte y me dijeron que las sirvientas puedes salir una vez cada dos meses pero como yo fui ofrecida como concubina no podre salir jamás bueno no con vida, tengo que pensar en una manera de ya no hacer estos tipos de trabajos. -hola. Escucho la voz tímida de una niña que llama mi atención y al alzar la vista miro a la princesa Akane mirándome desde la ventana. -su alteza. Me arro