Hanako.
Han pasado dos días desde que me vendieron y me trajeron ante el emperador, en este tiempo estado trabajando en los jardines y mis manos ya siente el trabajo tengo ampollas y están rojizas, esta mañana por fin me han dado otra ropa para cambiarme y me han permitido bañarme, el kimono qué me dieron es una simple de color gris y de tela barata, me lo coloco y al salir del baño ya me están esperando para decirme donde voy a trabajar hoy y para mi desgracia es quitando maleza qué a crecido alrededor de una casa, mal maltrato para mis manos y para mi desgracia jamás voy a poder salir de aquí ya que pregunte y me dijeron que las sirvientas puedes salir una vez cada dos meses pero como yo fui ofrecida como concubina no podre salir jamás bueno no con vida, tengo que pensar en una manera de ya no hacer estos tipos de trabajos. -hola. Escucho la voz tímida de una niña que llama mi atención y al alzar la vista miro a la princesa Akane mirándome desde la ventana. -su alteza. Me arrodillo y hago reverencia como me enseñaron qué debía hacerlo antes las persona importantes. -podrías hacer bailar de nuevo el abanico. Alzo la cabeza y asiento, la princesa me sonríe y me entiende un abanico de color azul con blanco, lo tomo con delicadeza y comienzo a bailar para ella ganando me sus aplausos. -¿por que te tiene trabajando? pensé que eras una concubina. -cometí un error y me degradaron. -lo siento mucho. -no se preocupe agradezco que me perdonarán la vida disculpe que me meta princesa pero por que permitió qué es mujer le gritar siendo dela realiza esta sobre las concubinas. -no quiero causar problemas. -pero no debe dejar que pasen sobre su autoridad. -me cuesta mantenerme firme ante las personas. -si yo fuera usted me pararía firme lo señala con un dedo y mirará con frialdad y le dijera calla la boca si no quieres perder la cabeza. -jamas podría decir eso. -¿por que no? tu eres la princesa nadie debe de faltar te al respeto por que al hacerlo se lo estarían faltando al mismo emperador. -sirvienta deja de hablar y trabaja, aquí esta tu comida. Un eunuco me grita y me deja la comida en un escalón de la casa, le hago una reverencia y lo miro irse, doy un suspiro cansado al ver mi desayuno qué solo es un cuenco con arroz. -¿quieres desayunar conmigo? -princesa pero sería una falta de respeto de mi parte. -por favor ya estoy cansada de desayunar sola. La princesa me mira con súplica y no le puedo decir que no a esos hermosos ojos pero no entró a la casa por que me podría meter en problemas así que desayuno hincada en los escalones mientras la princesa lo ase dentro se sus aposentos, me parece una niña muy linda y dulce como para qué este sola y pensándolo bien no debería estar sola. -disculpe que me entrometa princesa pero su dama de compañía donde esta. -no lo sé cuando me desperté ya no estaba. -me esta diciendo que usted sola se vistió y se preparo. -si solo vino la sirvienta ase algunos minutos y me dejó el desayuno. Pongo más atención a sus ropas y me doy cuenta que el obi esta mal acomodado al igual que el cuello del kimono y su cabello no esta peinado, como pueden descuidar tanto a una princesa. -si gusta le puedo ayudar con su vestimenta cuando terminemos el desayuno. -eso sería agradable. Termino mi desayuno y me tomo el atrevimiento de entrar de entran al lobi de su casa para desatar su obi y acomodar su kimono antes de amarrarlo de nuevo. -solo falta tu hermoso cabello. La princesa me ronrie y se da la vuelta comienzo a pasar mis dedos por su cabello celoso qué vuele a manzana cuando alguien me toma del cabello y me jala así atrás asiendome caer sentada en las escaleras de la entrada. -¿pero que crees que ases? Miro a una mujer con un kimono de color rosa qué me mira muy molesta, maldición quien es ella se que no es la madre de la princesa por la simpleza de su atuendo pero no es alguien de servicio. -lo siento yo... Antes de que pueda decir algo más la mujer me abofetea con fuerza asiendome voltear así un lado, me sujeto la mejilla para verla y ya esta alzando la mano para darme otra. -¡ BASTA ! La princesa grita asiendo que la mujer se detenga y la volteé a ver desconcertada. -¿ que dijo ? -que ya basta, no la golpees. -pero princesa nadie más debe de tocarla más que yo. Entonces esta mujer es la que descuida a la princesa y le habla en un tono un poco altanero para ser su dama de compañía. -te dije que no la golpees más o, o perderás la cabeza. Me quedo sorprendida por que la princesa allá tomado mi concejo pero no puede contener las lágrimas qué se han derramado por sus mejilla. -acaso perdió la cordura. Pero que atrevida al llamarla de esa manera se nota que no le tiene respeto alguno, me percato de que la princesa no sabe que responder y baja la mirada para comenzar a jugar con su kimono, se que me estoy arriesgando mucho pero no puedo dejar que maltraten a una niña frente a mi y quedarme con los brazos cruzados, me levanto del suelo para decirle algo pero alguien me toma del hombro y me ase agacharme de nuevo, a mi lado pasa un hombre alto, vestido con una armadura de colores oscuros, sus rostro parece tallado por lo mismo dioses pero esta sombreado por su mirada qué esta llena de odio, abro los ojos con pánico al ver que decenfunda su katana.Takashi. Hoy es el día que esperado con tantas ansias, hoy por fin regresare al palacio y podré ver a mi pequeña sobrina Akane y a mi hermano el emperador, espero que el poder no se le allá subido a la cabeza, al llegar al palacio con mis soldados somos recibidos como lo esperaba por el emperador y filas de sus concubinas bellamente vestidas pero no veo por ningún lado a mi hermana, asemos una reverencia y el emperador alza los brazos. -bienvenidos seas y dios los llene de gloria por defender a al imperio. Los levantamos y el emperador me ase una seña de que me acerqué, me acerco y le hago una leve reverencia. -emperador. -no seas tan formal hermano, es un gusto tenerte de vuelta. -gracias mi señor, disculpe que le pregunte pero ¿donde esta la princesa? -sé supone que ya debería de estar aquí. -con su permiso quisiera poder ir por ella yo mismo y escoltar la al banquete, deseo darle la sorpresa de mi llegada. -adelante. Le hago una última reverencia a mi hermano a
Takashi. Al ir de regreso al salón principal en compañía de la princesas, la miro de reojo y se ve muy bonita esta noche. -princesa Akane. -si general Takashi. -¿quien es la mujer que te ayudo a vestir? -ella es una sirvienta qué a llegada recientemente, es muy buena y amable conmigo. Al escuchar eso me alegro un poco, llegamos al salón principal donde la princesa Akane anunciada con los méritos qué van junto con su titulo, Akane toma su lugar cerca del emperador al igual que yo, miro de reojo qué esta aquí la mujer que se supone que debía de cuidar a la princesa con una mirada llena de tenor y nerviosismo y debería de tenerla, me levanto de mi ligar y me acerco con discreción al emperador qué esta tomando con alegría sake, hago una reverencia así el que me mira con alegría. -¿ estas disfrutando del banquete general Takashi ? -si, es un evento más que digno mi señor. -ya te dije que no fueran tan formal cuando estemos solos. -si lo sé señor pero hay muchos oído in
Takashi. Pasan solo dos días y tengo todas las pruebas de que ese mujer a tratado mal a la pequeña princesa y se muy bien que el emperador también esta asiendo la investigación y esta tarde reunimos a todos en el salón de juntas para comenzar el juicio ya que será un juicio por que tratar mal a la princesa es un pecado en este palacio, la mujer me mira de reojo con temor pero sin levantar la mirada del suelo. -señorita Hai Jue. ¿cuantos años a trabajado para mi? -síes años mi señor. -¿y en esos seis años a tratado bien a mi hermana? La mujer me mira por unos segundos para después volver a ver el suelo. -claro mi señor como si fuera una hija. -entonces siento lástima por sus hijos ya que sé que a tratado mal a mi hermana desde ase tiempo. La mujer abre los ojos con sorpresa y pánico para alzar la mirada y ver al emperador sentado en su trono. -¡ mi señor eso no es cierto ! -entonces estoy en un error. Esta mujer sola a casado su tumba, nadie puedo decirle al emp
Hanako. Esta mañana gracias a que me pusieron a lavar los platos del banquete de ayer junto con una joven que se a ganado un lugar en mi corazón por su dulce forma de ser pudimos probar algunos que ni siquiera fueron tocados y son muchos, me pregunto como desperdician tanta comida siendo que hay muchas personas en la calle que no prueban comida en días, recuerdo que a Chio siempre la tenían a dieta por que tenia una tendencia a engordar decía mamá, todavía no puedo creer que me allá vendido como si fuera un simple objeto, solo espero que mi madre no este sufriendo mi ausencia.-mira Hanako son dulces de rosa.Miro a Shue qué me muestra un platón de dulces de rosa qué nadie toco.-hay que guardas unos para las demás chicas.Comienzo a colocar algunos en unos en un pañuelo qué guardo en mi bolsillo.-aquí estas maldita escoria.Escucho la voz molesta de aquella mujer que tratar mal a la princesa y la miro acercarse a nosotros con mucha molestia en su cara para sin previo avisó darme un
Takashi. Busco a mi mano derecha que le pedí que investigara más sobre Hanako y hoy me tiene lo que le pedí, vamos al jardín trasero el palacio donde saque podemos hablar cómodamente. -es la hija mayor de la familia Aiji y era una concubina del emperador pero fue rechazada por él por ser tartamuda y de tobillos débiles. Es extraño jamas la e escuchado tartamudear y conozco a la familia Aiji y no tienen ninguna hija con los ojos de color, creo que alguien esta mintiendo y hacer eso con el emperador es jugarse la vida. -Jaho creo que hay que ir de paseó, alista dos caballos iré por el permiso del emperador para salir. Voy asía el emperador qué sin preguntarme nada más da el permiso creyéndo qué iré a ver a la mujer que me interesa sin saber que ella ya esta aquí en el palacio, Jaho y yo salimos del palacio rumbo a la casa de la familia Aiji, al llegar somos anunciados y nos asen pasar a un salón donde nos sirven té, al ver al padre de familia me doy cuenta de que oculta algo por
Takashi. Esperando que regrese Hanako me avisan que la nueva música qué solicite a llegado, me disculpo con la princesa y llevo a la música a mi oficina para que que haga su debut, solo espero que lo haga bien, al llegar a mi oficina me siento detrás de mí escritorio. -tocaras las aves en los lirios y si no te equivocas tendrás el puesto. La joven asiente para arrosillarse y comenzar a tocar pero cada nota esta mal sus manos tiemblan asiendo que mi paciencia desaparezca, golpeó mi escritorio para que se detenga. -¿ que no sabes tocar ? -si, si mi señor. -creo que me han mandado a la menos capas para el puesto, ¿ a quien sobornas te para que te eligieran a ti ? largate de mi presencia. Mi voz suena tan molesta que la mujer se levanta del suelo con rapidez dejando el shamisen en el suelo para salir corriendo de mi oficina, me recargo en el escritorio, por que todas son tan torpes e inútiles y no pueden tocar bien, me levanto de mi lugar para regresar con la princesa ya de
Hanako. Me quedo muy sorprendida al escuchar esta conversación entre Takashi y la princesa como si discutieron la venta de un animal pero en realidad están hablando de mi. -no te puedo dar a mi Hanako la necesito. -que te parece si se queda bajo tus ordenes pero que cuando este en mi oficina ella me acompañe con sus melodías. -me parece justo. Miro como se dan la mano cerrando el trato y estaba a punto de protestar pero recordé que en este lugar solo soy una sirvienta más pero no sería muy diferente en mi antiguo hogar ya que mamá subastaria este año mi pureza al mejor postor así que guardó silencio ya que por lo menos aquí no tendría que pasar la noche con algún hombre desagradable pero me asusta un poco estar a solas con él general pero debo de recordar que no soy dueña de mi vida. -tengo que revisar algunos papeles así que podrías ir a cambiarte. El general me mira y no comprendo a que se refiere ya que me cambie él uniforme por uno limpio pero una de las sirvientas s
Hanako. Mis días han mejorado mucho ya no tengo que limpiar ni cocinar nada solo tengo que mantener feliz a la princesa y ayudarla a vestirse por las mañanas cosa que hago con gusto ya que siempre me han gustado los niños también han mejorado mis comidas no como lo kimono qué la princesa pero es más barriado qué solo arroz blanco lo único que me sigue perturbando un poco es tocar música pata este general que casi siempre me pide que toque de tres a cuatro canciones pero siempre cuando termino el esta dormitando y tengo que esperar asta que despierte para poder retirarme ya que si no me da la orden corro el riesgo de ganarme un castigo de su parte y es lo que más temo, en este tiempo me entere que el general vive en este pabellón cuando regresa al palacio por que juro proteger a la princesa asta que está se casara y me sorprendió saber que esta comprometida con el emperador del imperio del sol poniente pero como ambos son solo niños esperarán asta que cumplieran la edad de casarse qu