Takashi.
Pasan solo dos días y tengo todas las pruebas de que ese mujer a tratado mal a la pequeña princesa y se muy bien que el emperador también esta asiendo la investigación y esta tarde reunimos a todos en el salón de juntas para comenzar el juicio ya que será un juicio por que tratar mal a la princesa es un pecado en este palacio, la mujer me mira de reojo con temor pero sin levantar la mirada del suelo. -señorita Hai Jue. ¿cuantos años a trabajado para mi? -síes años mi señor. -¿y en esos seis años a tratado bien a mi hermana? La mujer me mira por unos segundos para después volver a ver el suelo. -claro mi señor como si fuera una hija. -entonces siento lástima por sus hijos ya que sé que a tratado mal a mi hermana desde ase tiempo. La mujer abre los ojos con sorpresa y pánico para alzar la mirada y ver al emperador sentado en su trono. -¡ mi señor eso no es cierto ! -entonces estoy en un error. Esta mujer sola a casado su tumba, nadie puedo decirle al emperador qué esta equivocado no importa si el dice que el cielo es morado todos debemos decir que así es, la mujer se desespera más y voltea verme con rabia y me señala con un dedo, pero que atrevida. -ese hombre a llenada su cabeza de mentiras. -en serio el general Hoa Takashi. -si así es. -y que hay de todos ellos. El emperador señala a otros trabajadores qué esta sentados a mi lado en silencio. -todos han sido sobornados por él. -¿y como lo hizo si todo este tiempo a estado en los campos de guerra? y solo a venido un par de veces este año. La mujer se queda callada y mira el suelo con pánico, veo que ya se dio cuenta que esta perdida. -¿ no tienes nada más que decir Hai Jue ? guardias llévense la a las mazmorras. Los guardias asen su trabajo y se la llevan de la sala, el emperador me ase una seña para que despida a todas las personas que están a mi lado y así lo hago, al estar los dos solos el emperador se quita el sombrero de su cabeza y se recarga en el respaldo del trono. -¿ pero que le pasa a esa mujer por la cabeza alertar a si a mi hermana ? -fue lo mismo que me pregunte yo Tsune cuando fui por la princesa y mire una orille escena. -¿que crees que debería de hacer con todos los que ocultaron la verdad? -si me permite sugerir atar los de los pulgares y ser azotandos por cada año qué callaron. El emperador me sonríe y se endereza en su trono para colocarse de nuevo su sombrero. -sabes siempre tienes buenas ideas, solo queda el tema de conseguir un nueva cuidadora para mi hermana y tiene que ser una persona de confianza. -tengo alguien en mente. -¿ quien es ? -ya es una empleada del palacio su nombre es Hanako y es una sirvienta, ella fue quien la vistió el día del banquete. -confiare en ti, pide que la transfieran al pabellón de mi hermana hoy mismo. -si mi señor. -has que pasen los delegados y asegurate qué los involucrados reciban su castigo. Hago una reverencia antes de salir del salón para ir con mis hombres y darles la orden de castigar a todos los que qué callaron, me dirijo a mi mano derecha Jaho que está coqueteando con una de las sirvientas del palacio, aclaro la garganta para llamar su atención y este me mira con una sonrisa grande mientras la mujer se retira con rapidez. -mi general que bueno volver a verlo. -si igualmente Jaho, veo que no pierdes el tiempo. -que le puedo decir uno debe de darse prisa ahora que es joven. -en eso tienes razón sabes donde puedo encontrar a una sirvienta llamada Hanako. -Hanako. No, no he podido hablar con ella, es hermosa. -eso no importa solo necesito saber donde esta. -a esta hora casi todas están en el comedor de servicio. -gracias y por favor deja a las chicas en paz que está vez no te defenderé con el emperador si alguien se queja. -si general. Me dirijo al comedor de servicio donde al ver desde la segunda planta veo a la hermosa de Hanako sentada comiendo al lado de una mujer anciana, me acerco a un joven que esta en el pasillo. -dentro de una hora píde qué Hanako sea llevada al pabellón de la princesa. -si señor. Me gustaría llevarme la personalmente pero no deseo interrumpir sus alimentos que sé que son escasos además no quisiera intimidar la.Hanako. Esta mañana gracias a que me pusieron a lavar los platos del banquete de ayer junto con una joven que se a ganado un lugar en mi corazón por su dulce forma de ser pudimos probar algunos que ni siquiera fueron tocados y son muchos, me pregunto como desperdician tanta comida siendo que hay muchas personas en la calle que no prueban comida en días, recuerdo que a Chio siempre la tenían a dieta por que tenia una tendencia a engordar decía mamá, todavía no puedo creer que me allá vendido como si fuera un simple objeto, solo espero que mi madre no este sufriendo mi ausencia.-mira Hanako son dulces de rosa.Miro a Shue qué me muestra un platón de dulces de rosa qué nadie toco.-hay que guardas unos para las demás chicas.Comienzo a colocar algunos en unos en un pañuelo qué guardo en mi bolsillo.-aquí estas maldita escoria.Escucho la voz molesta de aquella mujer que tratar mal a la princesa y la miro acercarse a nosotros con mucha molestia en su cara para sin previo avisó darme un
Takashi. Busco a mi mano derecha que le pedí que investigara más sobre Hanako y hoy me tiene lo que le pedí, vamos al jardín trasero el palacio donde saque podemos hablar cómodamente. -es la hija mayor de la familia Aiji y era una concubina del emperador pero fue rechazada por él por ser tartamuda y de tobillos débiles. Es extraño jamas la e escuchado tartamudear y conozco a la familia Aiji y no tienen ninguna hija con los ojos de color, creo que alguien esta mintiendo y hacer eso con el emperador es jugarse la vida. -Jaho creo que hay que ir de paseó, alista dos caballos iré por el permiso del emperador para salir. Voy asía el emperador qué sin preguntarme nada más da el permiso creyéndo qué iré a ver a la mujer que me interesa sin saber que ella ya esta aquí en el palacio, Jaho y yo salimos del palacio rumbo a la casa de la familia Aiji, al llegar somos anunciados y nos asen pasar a un salón donde nos sirven té, al ver al padre de familia me doy cuenta de que oculta algo por
Takashi. Esperando que regrese Hanako me avisan que la nueva música qué solicite a llegado, me disculpo con la princesa y llevo a la música a mi oficina para que que haga su debut, solo espero que lo haga bien, al llegar a mi oficina me siento detrás de mí escritorio. -tocaras las aves en los lirios y si no te equivocas tendrás el puesto. La joven asiente para arrosillarse y comenzar a tocar pero cada nota esta mal sus manos tiemblan asiendo que mi paciencia desaparezca, golpeó mi escritorio para que se detenga. -¿ que no sabes tocar ? -si, si mi señor. -creo que me han mandado a la menos capas para el puesto, ¿ a quien sobornas te para que te eligieran a ti ? largate de mi presencia. Mi voz suena tan molesta que la mujer se levanta del suelo con rapidez dejando el shamisen en el suelo para salir corriendo de mi oficina, me recargo en el escritorio, por que todas son tan torpes e inútiles y no pueden tocar bien, me levanto de mi lugar para regresar con la princesa ya de
Hanako. Me quedo muy sorprendida al escuchar esta conversación entre Takashi y la princesa como si discutieron la venta de un animal pero en realidad están hablando de mi. -no te puedo dar a mi Hanako la necesito. -que te parece si se queda bajo tus ordenes pero que cuando este en mi oficina ella me acompañe con sus melodías. -me parece justo. Miro como se dan la mano cerrando el trato y estaba a punto de protestar pero recordé que en este lugar solo soy una sirvienta más pero no sería muy diferente en mi antiguo hogar ya que mamá subastaria este año mi pureza al mejor postor así que guardó silencio ya que por lo menos aquí no tendría que pasar la noche con algún hombre desagradable pero me asusta un poco estar a solas con él general pero debo de recordar que no soy dueña de mi vida. -tengo que revisar algunos papeles así que podrías ir a cambiarte. El general me mira y no comprendo a que se refiere ya que me cambie él uniforme por uno limpio pero una de las sirvientas s
Hanako. Mis días han mejorado mucho ya no tengo que limpiar ni cocinar nada solo tengo que mantener feliz a la princesa y ayudarla a vestirse por las mañanas cosa que hago con gusto ya que siempre me han gustado los niños también han mejorado mis comidas no como lo kimono qué la princesa pero es más barriado qué solo arroz blanco lo único que me sigue perturbando un poco es tocar música pata este general que casi siempre me pide que toque de tres a cuatro canciones pero siempre cuando termino el esta dormitando y tengo que esperar asta que despierte para poder retirarme ya que si no me da la orden corro el riesgo de ganarme un castigo de su parte y es lo que más temo, en este tiempo me entere que el general vive en este pabellón cuando regresa al palacio por que juro proteger a la princesa asta que está se casara y me sorprendió saber que esta comprometida con el emperador del imperio del sol poniente pero como ambos son solo niños esperarán asta que cumplieran la edad de casarse qu
Hanako. Miro mi taza de té y sigo sin comprender qué pasó con el general Takashi no tengo que ser un genio para saber que ya sabe algo pero la pregunta es por qué no a dicho nada ya pasaron cuatro días en los qué no lo e visto ni e sabido nada de él, temo que en cualquier momento van a llegar los guardias del emperador por mi. -¿ que tienes Hanako ? La voz de la princesa llama mi atención y la volteo a ver con una sonrisa amable. -no es nada. -¿ es por que el general no esta ? No te preocupes a veces dura días sin regresar a pesar de que no esta de servicio sé que se hicieron cercanos. -¿ cercanos ? ¿ crees que somo cercanos ? -claro el general Takashi nunca deja que los músicos se queden en su presencia después de que terminan de tocar se ve que contigo se siente cómodo. -¿ tu crees ? -si además te mira con cariño. Creo que la princesa esta viendo cosas que no son además él general siempre tiene esa mirada fría. -hay su alteza no digas esas cosas que las persona
Takashi. Por fin llegamos a la capital y el palacio del emperador se puede ver a lo lejos bañados con los últimos rayos de sol, miro por la ventanilla los puestos callejeros y en uno alcanzo a ver algo que llama mucho mi atención, abro la puerta del carruaje asiendo que pare el chófer de forma brusca despertado a Jaho que se golpea con los asientos de enfrente. -maldición Takashi ya te e dicho que no hagas eso. Sin darle importancia a las quejas de Jaho me bajo del carruaje y me regreso al puesto que miro algunos adorno pata el cabello, se muy bien que a las mujeres les gustan usar estas cosas, las miro con detenimiento pero no se cual comprar jamás avía regalado nada a una mujer y menos a una mujer tan bella como Hanako, por fin Jaho me alcanza y me mira con intriga. -mi señor se que tiene el cabello largo pero no es necesario que use estos artículos. -¿ si fueras una mujer cual te gustaría más ? -¿¡ QUE !? ¿ como qué una mujer ? no me diga mi señor que piensa en tomar a esa j
Hanako. Miro a ese hombre que es despiadado y frio frente a mi, sus ojos negros llenos de sed de sangre, sus ropas manchadas de sangre junto con su katana, intento escapar de él pero mis pies no responden, Takashi se acerca a mí con paso firme y alzando su katana ora dejarla caer sobre mi con todos su fuerza, abro los ojos con pánico y doy un brinco en mi lugar al despertar de esa horrible pesadilla, mi respiración es agitada y estoy sudando frío. -Hanako. Escucho la leve voz de la princesa y al voltear a verla la miro qué esta a punto de llorar sentada a mi lado, antes de que diga algo la princesa se levanta y me abraza para comenzar a llorar, no comprendo que está pasando asta que recuerdo lo que pasó la noche anterior y recuerdo que el general Takashi mato a un hombre frente a mi, abrazo a la princesa para que se calme pero no dejo de recordar la sangre manchando las ropas del general. -ya despertaste. Escucho la voz del general en la puerta de la habitación y al voltear a