cap 5

Takashi.

Hoy es el día que esperado con tantas ansias, hoy por fin regresare al palacio y podré ver a mi pequeña sobrina Akane y a mi hermano el emperador, espero que el poder no se le allá subido a la cabeza, al llegar al palacio con mis soldados somos recibidos como lo esperaba por el emperador y filas de sus concubinas bellamente vestidas pero no veo por ningún lado a mi hermana, asemos una reverencia y el emperador alza los brazos.

-bienvenidos seas y dios los llene de gloria por defender a al imperio.

Los levantamos y el emperador me ase una seña de que me acerqué, me acerco y le hago una leve reverencia.

-emperador.

-no seas tan formal hermano, es un gusto tenerte de vuelta.

-gracias mi señor, disculpe que le pregunte pero ¿donde esta la princesa?

-sé supone que ya debería de estar aquí.

-con su permiso quisiera poder ir por ella yo mismo y escoltar la al banquete, deseo darle la sorpresa de mi llegada.

-adelante.

Le hago una última reverencia a mi hermano antes de levantarme y retirarme del salón para ir por Akane, paso por algunos puertas asta llegar al pabellón en donde vive pero al entrar por el puerta principal encuentro una escena qué me desagrada y me llena de ira, una mujer le esta gritando como si fuera una sirvienta cualquiera, me acerco con paso apresurado, esta una sirvienta en el suelto que se intenta levanta pero la detengo mientras decenvaino mi katana y se la coloco en el hombro a la mujer que el esta gritando a Akane qué para mi sorpresa es su dama de compañía.

-repite tus palabras si tienes el valor.

La mujer abre los ojos con pánico al ver mi katana en su hombro, se da la vuelta y por la impresión cae al suelo y su mirada ase llena de pánico.

-como osas tratar a la princesas de esa manera.

Akane se acerca a mí y me abrazo con fuerza, coloco una mano en su cabello qué no está arreglado y me doy cuenta de que el kimono qué trae puesto no es el adecuado para el banquete.

-¿por que no estas lista aun?

Akane mira a la mujer de kimono azul para después ver a la sirvienta qué esta parada detrás de mí, Akane me voltea ver y algo cambia en su mirada, señala a la mujer que se supone que debía de cuidarla.

-esa mujer a sido muy mala conmigo, me deja sola todo el día y la que me ayuda a vestirme hoy fue ella.

Akane mira a la sirvienta que está ami espalda la volteo a ver y quedo impresionado al verla, jamás avía visto a una mujer tan bella su rostro es delicado, su piel es blanca como la porcelana más pura qué a sida manchada por lo que parece un golpe en su mejilla qué se a tornado rojiza, sus labios son rosados y gruesos pero lo que me deja sin palabras son sus ojos son de un gris azulado qué me recuerda a las tardes de tormentas, ella al darse cuanta que la estoy viendo me ase una reverencia profunda pero con elegancia, no es una simple sirvienta, mi hermano no hubiera dejado pasar una belleza como esa.

-¿ como te llamas ?

-Hanako mi señor.

El tono de su voz es tan suave qué es como si acariciara mis oídos con cada letra qué sale de sus labios.

-Hanako podrías terminar de ayudarme arreglarme.

-con el permiso del señor.

-adelante.

Incluso cuando se levanta del suelo tiene cierta gracia se detiene frente a mi y me ase una reverencia antes de entrar a la casa.

-pero soy la única que tiene permiso del emperador de tocar a su hija.

No puedo creer que tenga el atrevimiento de hablar.

-espera qué se entere de lo que acabo de ver tendrás suertes si limpias los excrementos de los cerdos.

-por favor perdoname mi señor.

-disculpen donde esta la ropa.

Vuelvo a escuchar la dulce vos de Hanako qué sale y ase una revencia.

-yo te dijo.

Hanako me suelta y entra ala casa para tomar de la mano a Hanako y mostrarle donde esta su ropa, volteo a ver a la mujer que me mira con miedo.

-largo de aquí y disfruta de tus últimos días de libertad.

Se levanta y sale corriendo, doy un largo suspiro para guarda mi katana y esperar a Akane y no tengo que esperar mucho a los pocos minutos regresa con otro kimono más adecuado para el evento y con tonalidades qué asen lucir sus hermosos ojos, su cabello lo a recogió y lo adornado con peinetas qué van de acorde con su atuendo, Akane me sonríe dulcemente y me ase una leve reverencia.

-lo siento por la tardanza.

-te miran muy linda.

-gracias.

Le extiendo la mano a Akane para que la tome y me acompañe al banquete qué de seguro mi hermano se a de estar preguntado por que tardamos tanto, Akane se detiene y se voltea para acercarme una leve reverencia.

-mucha gracias Hanako por todo.

Hanako le sonríe levemente para después acercarle una reverencia profunda, verla sonreír es una deleite para la vista su rostro se ase más bello de lo que es.

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