Hanako.
Los minutos pasan y mis nervios han aumentado tanto que se comparan a mi primera fiesta de té, las puestas son abiertas y eschuco la voz de un hombre. -adelante hija de la familia Ai ji. Doy unos pasos e intencionalmente me propieso callando al suelo. -¿qué ocurre? -lo,lo sien,to su,su emperador. -que le paso a tu voz ¿acazo eres tartamuda? Asiento todavía hincada en el suelo y escuchó qué el emperador se queja. -saquen la de aquí, no tendré herederos con una mujer con enferma. -desea qué la dejemos con las demás concubinas. -no, podría contagiar a las demas qué sea una sirvienta del pabellón dorado. Un guardia me toma del brazo para levantarme del suelo con brusquedad y sacarme del salón, no me dice nada y me lleva asta una gran puerta de madera con decoraciones doradas, toca y le abre la puerta una mujer de edad avanzada. -¿que se le ofrece? -esta chica trabajará desde hoy aquí. El guardia me endeja de forma brusca para meterme al pabellón y después cerrar la puerta a mis espaldas. -linda podrías retirarte el velo. Obedezco a la anciana que me mira muy sorprendida. -por los dioses tienes el mismo color de ojos que la familia imperial ¿por que no te quiso el emperador si eres muy hermosa? -me caí. Finjo ser una mujer tímida y bajo la mirada para qué la anciana sienta pena por mi. -descuida un error lo puede cometer cualquier persona ahora veamos en que te podemos usar. Sigo a la anciana mirando todo lo que me rodeo de reojo, primero me lleva a la cocina donde me intentan enseñar a preparar los alimentos pero todo se me quema incluso el arroz, me sacan de allí para poneme a limpiar y desgraciadamente al parecer soy muy lenta y solo atrasó a las demás, la anciana decide llevarme a los jardines donde me da una escoba y me pone a barrer las hojas, bueno este trabajo no es tan difícil como los anteriores y así no se maltrataran mis manos, debo de averiguar cuanto tiempo debe de servir una sirvienta para poder salir del palacio y así tal vez pueda regresar al barrio rojo, mi madre debe de estar muy preocupada por mi además deben de saber que tipo de víbora esta viviendo entre ellas no valla hacerlo que le haga esto a alguien más y termine en un lugar peor, escucho que están llamando la atención de alguien de forma molesta, me acerco con curiosidad y miro como una mujer adulta esta regañando a una niña de no más de doce años, la niña tiene la vista baja y los ojos llenos de lágrimas, como alguien tiene el corazón para hacer no será familiar de mamá, la mujer se va dejado a la niña sola llorando, se que no es mi problema pero no me gusta ver a las demás personas llorar me recuerda cuando las niñas son vendidas a las casa o a los burdeles, me acerco y le hablo con el tono más dulce de voz qué tengo. -¿te ocurre algo pequeña? La niña voltea a verme muy sorprendida y me doy cuenta que sus ojos son de color avellana, la niña desvía la mirada y me responde en un tono apenas audible. -no es nada. -en serio nunca avía visto alguien llorar por nada además eres muy bonita para que tus mejillas se manchen con las lágrimas. Tomo a la niña de la barbilla para hacer que me mire y le limpio las lágrimas con la manga de mi kimono, la niña al verme directamente a los ojos los de ella sé llenan de lágrimas y vuelve a llorar, me enternece más y la abrazo para acariciar su cabello negro y hacer que se calme, después de que se desahoga me mura con curiosidad y se me ocurre una idea para acercarme reír. -¿Tienes un abanico? -a si. De la manga de su kimono saca un abanico de color negro con rojo que destinado con gracia y comienzo a mover como si estuviera asiendo una danza captando la atención total de la niña que al terminar me sonríe y aplaude. -vez así te miras más bonita. -gracias pero creo que no tiene mucho merito veniendo de una mujer tan bella como usted. -al contrario si yo reconozco tu belleza eso significa que es más grande que la mía. La niña se sonrisa sonrisa mira asía bajo, la tomo del mentón y alzo su rostro. -una niña tan bonita como tu no debe de bajar la mirada ante nadie, si no es mucho intromisión ¿por que esa mujer te estaba gritando? -por mi culpa su pajaro favorito se escapó pero no fue mi culpa solo quería darle de comer. -ya veo fue un accidente pero desde mi punto de vista ella tiene la culpa, las aves fueron echas para admirarse en libertad no detrás de una jaula. -aquí estas. Escucho la voz de la anciana que se acerca a mí pero al ver a la niña a mi lado se sorprende y ase una reverencia. -princesa Akane ¿qué ase aqui su alteza? ¿donde esta su dama de compañía? Eso me deja muy sorprendida, dijo princesa miro de reojo a la niña que baja de nuevo la cabeza y comienza jugar con sus dedos de forma nervios. -es mejor que valla adentro princesa. La niña asiente y me da una última mirada antes de irse a la casa, el resto del día ya no veo a la niña y sigo limpiando el jardín qué después de un rato es una tarea agotadora.Hanako. Han pasado dos días desde que me vendieron y me trajeron ante el emperador, en este tiempo estado trabajando en los jardines y mis manos ya siente el trabajo tengo ampollas y están rojizas, esta mañana por fin me han dado otra ropa para cambiarme y me han permitido bañarme, el kimono qué me dieron es una simple de color gris y de tela barata, me lo coloco y al salir del baño ya me están esperando para decirme donde voy a trabajar hoy y para mi desgracia es quitando maleza qué a crecido alrededor de una casa, mal maltrato para mis manos y para mi desgracia jamás voy a poder salir de aquí ya que pregunte y me dijeron que las sirvientas puedes salir una vez cada dos meses pero como yo fui ofrecida como concubina no podre salir jamás bueno no con vida, tengo que pensar en una manera de ya no hacer estos tipos de trabajos. -hola. Escucho la voz tímida de una niña que llama mi atención y al alzar la vista miro a la princesa Akane mirándome desde la ventana. -su alteza. Me arro
Takashi. Hoy es el día que esperado con tantas ansias, hoy por fin regresare al palacio y podré ver a mi pequeña sobrina Akane y a mi hermano el emperador, espero que el poder no se le allá subido a la cabeza, al llegar al palacio con mis soldados somos recibidos como lo esperaba por el emperador y filas de sus concubinas bellamente vestidas pero no veo por ningún lado a mi hermana, asemos una reverencia y el emperador alza los brazos. -bienvenidos seas y dios los llene de gloria por defender a al imperio. Los levantamos y el emperador me ase una seña de que me acerqué, me acerco y le hago una leve reverencia. -emperador. -no seas tan formal hermano, es un gusto tenerte de vuelta. -gracias mi señor, disculpe que le pregunte pero ¿donde esta la princesa? -sé supone que ya debería de estar aquí. -con su permiso quisiera poder ir por ella yo mismo y escoltar la al banquete, deseo darle la sorpresa de mi llegada. -adelante. Le hago una última reverencia a mi hermano a
Takashi. Al ir de regreso al salón principal en compañía de la princesas, la miro de reojo y se ve muy bonita esta noche. -princesa Akane. -si general Takashi. -¿quien es la mujer que te ayudo a vestir? -ella es una sirvienta qué a llegada recientemente, es muy buena y amable conmigo. Al escuchar eso me alegro un poco, llegamos al salón principal donde la princesa Akane anunciada con los méritos qué van junto con su titulo, Akane toma su lugar cerca del emperador al igual que yo, miro de reojo qué esta aquí la mujer que se supone que debía de cuidar a la princesa con una mirada llena de tenor y nerviosismo y debería de tenerla, me levanto de mi ligar y me acerco con discreción al emperador qué esta tomando con alegría sake, hago una reverencia así el que me mira con alegría. -¿ estas disfrutando del banquete general Takashi ? -si, es un evento más que digno mi señor. -ya te dije que no fueran tan formal cuando estemos solos. -si lo sé señor pero hay muchos oído in
Takashi. Pasan solo dos días y tengo todas las pruebas de que ese mujer a tratado mal a la pequeña princesa y se muy bien que el emperador también esta asiendo la investigación y esta tarde reunimos a todos en el salón de juntas para comenzar el juicio ya que será un juicio por que tratar mal a la princesa es un pecado en este palacio, la mujer me mira de reojo con temor pero sin levantar la mirada del suelo. -señorita Hai Jue. ¿cuantos años a trabajado para mi? -síes años mi señor. -¿y en esos seis años a tratado bien a mi hermana? La mujer me mira por unos segundos para después volver a ver el suelo. -claro mi señor como si fuera una hija. -entonces siento lástima por sus hijos ya que sé que a tratado mal a mi hermana desde ase tiempo. La mujer abre los ojos con sorpresa y pánico para alzar la mirada y ver al emperador sentado en su trono. -¡ mi señor eso no es cierto ! -entonces estoy en un error. Esta mujer sola a casado su tumba, nadie puedo decirle al emp
Hanako. Esta mañana gracias a que me pusieron a lavar los platos del banquete de ayer junto con una joven que se a ganado un lugar en mi corazón por su dulce forma de ser pudimos probar algunos que ni siquiera fueron tocados y son muchos, me pregunto como desperdician tanta comida siendo que hay muchas personas en la calle que no prueban comida en días, recuerdo que a Chio siempre la tenían a dieta por que tenia una tendencia a engordar decía mamá, todavía no puedo creer que me allá vendido como si fuera un simple objeto, solo espero que mi madre no este sufriendo mi ausencia.-mira Hanako son dulces de rosa.Miro a Shue qué me muestra un platón de dulces de rosa qué nadie toco.-hay que guardas unos para las demás chicas.Comienzo a colocar algunos en unos en un pañuelo qué guardo en mi bolsillo.-aquí estas maldita escoria.Escucho la voz molesta de aquella mujer que tratar mal a la princesa y la miro acercarse a nosotros con mucha molestia en su cara para sin previo avisó darme un
Takashi. Busco a mi mano derecha que le pedí que investigara más sobre Hanako y hoy me tiene lo que le pedí, vamos al jardín trasero el palacio donde saque podemos hablar cómodamente. -es la hija mayor de la familia Aiji y era una concubina del emperador pero fue rechazada por él por ser tartamuda y de tobillos débiles. Es extraño jamas la e escuchado tartamudear y conozco a la familia Aiji y no tienen ninguna hija con los ojos de color, creo que alguien esta mintiendo y hacer eso con el emperador es jugarse la vida. -Jaho creo que hay que ir de paseó, alista dos caballos iré por el permiso del emperador para salir. Voy asía el emperador qué sin preguntarme nada más da el permiso creyéndo qué iré a ver a la mujer que me interesa sin saber que ella ya esta aquí en el palacio, Jaho y yo salimos del palacio rumbo a la casa de la familia Aiji, al llegar somos anunciados y nos asen pasar a un salón donde nos sirven té, al ver al padre de familia me doy cuenta de que oculta algo por
Takashi. Esperando que regrese Hanako me avisan que la nueva música qué solicite a llegado, me disculpo con la princesa y llevo a la música a mi oficina para que que haga su debut, solo espero que lo haga bien, al llegar a mi oficina me siento detrás de mí escritorio. -tocaras las aves en los lirios y si no te equivocas tendrás el puesto. La joven asiente para arrosillarse y comenzar a tocar pero cada nota esta mal sus manos tiemblan asiendo que mi paciencia desaparezca, golpeó mi escritorio para que se detenga. -¿ que no sabes tocar ? -si, si mi señor. -creo que me han mandado a la menos capas para el puesto, ¿ a quien sobornas te para que te eligieran a ti ? largate de mi presencia. Mi voz suena tan molesta que la mujer se levanta del suelo con rapidez dejando el shamisen en el suelo para salir corriendo de mi oficina, me recargo en el escritorio, por que todas son tan torpes e inútiles y no pueden tocar bien, me levanto de mi lugar para regresar con la princesa ya de
Hanako. Me quedo muy sorprendida al escuchar esta conversación entre Takashi y la princesa como si discutieron la venta de un animal pero en realidad están hablando de mi. -no te puedo dar a mi Hanako la necesito. -que te parece si se queda bajo tus ordenes pero que cuando este en mi oficina ella me acompañe con sus melodías. -me parece justo. Miro como se dan la mano cerrando el trato y estaba a punto de protestar pero recordé que en este lugar solo soy una sirvienta más pero no sería muy diferente en mi antiguo hogar ya que mamá subastaria este año mi pureza al mejor postor así que guardó silencio ya que por lo menos aquí no tendría que pasar la noche con algún hombre desagradable pero me asusta un poco estar a solas con él general pero debo de recordar que no soy dueña de mi vida. -tengo que revisar algunos papeles así que podrías ir a cambiarte. El general me mira y no comprendo a que se refiere ya que me cambie él uniforme por uno limpio pero una de las sirvientas s