cap 3

Hanako.

Los minutos pasan y mis nervios han aumentado tanto que se comparan a mi primera fiesta de té, las puestas son abiertas y eschuco la voz de un hombre.

-adelante hija de la familia Ai ji.

Doy unos pasos e intencionalmente me propieso callando al suelo.

-¿qué ocurre?

-lo,lo sien,to su,su emperador.

-que le paso a tu voz ¿acazo eres tartamuda?

Asiento todavía hincada en el suelo y escuchó qué el emperador se queja.

-saquen la de aquí, no tendré herederos con una mujer con enferma.

-desea qué la dejemos con las demás concubinas.

-no, podría contagiar a las demas qué sea una sirvienta del pabellón dorado.

Un guardia me toma del brazo para levantarme del suelo con brusquedad y sacarme del salón, no me dice nada y me lleva asta una gran puerta de madera con decoraciones doradas, toca y le abre la puerta una mujer de edad avanzada.

-¿que se le ofrece?

-esta chica trabajará desde hoy aquí.

El guardia me endeja de forma brusca para meterme al pabellón y después cerrar la puerta a mis espaldas.

-linda podrías retirarte el velo.

Obedezco a la anciana que me mira muy sorprendida.

-por los dioses tienes el mismo color de ojos que la familia imperial ¿por que no te quiso el emperador si eres muy hermosa?

-me caí.

Finjo ser una mujer tímida y bajo la mirada para qué la anciana sienta pena por mi.

-descuida un error lo puede cometer cualquier persona ahora veamos en que te podemos usar.

Sigo a la anciana mirando todo lo que me rodeo de reojo, primero me lleva a la cocina donde me intentan enseñar a preparar los alimentos pero todo se me quema incluso el arroz, me sacan de allí para poneme a limpiar y desgraciadamente al parecer soy muy lenta y solo atrasó a las demás, la anciana decide llevarme a los jardines donde me da una escoba y me pone a barrer las hojas, bueno este trabajo no es tan difícil como los anteriores y así no se maltrataran mis manos, debo de averiguar cuanto tiempo debe de servir una sirvienta para poder salir del palacio y así tal vez pueda regresar al barrio rojo, mi madre debe de estar muy preocupada por mi además deben de saber que tipo de víbora esta viviendo entre ellas no valla hacerlo que le haga esto a alguien más y termine en un lugar peor, escucho que están llamando la atención de alguien de forma molesta, me acerco con curiosidad y miro como una mujer adulta esta regañando a una niña de no más de doce años, la niña tiene la vista baja y los ojos llenos de lágrimas, como alguien tiene el corazón para hacer no será familiar de mamá, la mujer se va dejado a la niña sola llorando, se que no es mi problema pero no me gusta ver a las demás personas llorar me recuerda cuando las niñas son vendidas a las casa o a los burdeles, me acerco y le hablo con el tono más dulce de voz qué tengo.

-¿te ocurre algo pequeña?

La niña voltea a verme muy sorprendida y me doy cuenta que sus ojos son de color avellana, la niña desvía la mirada y me responde en un tono apenas audible.

-no es nada.

-en serio nunca avía visto alguien llorar por nada además eres muy bonita para que tus mejillas se manchen con las lágrimas.

Tomo a la niña de la barbilla para hacer que me mire y le limpio las lágrimas con la manga de mi kimono, la niña al verme directamente a los ojos los de ella sé llenan de lágrimas y vuelve a llorar, me enternece más y la abrazo para acariciar su cabello negro y hacer que se calme, después de que se desahoga me mura con curiosidad y se me ocurre una idea para acercarme reír.

-¿Tienes un abanico?

-a si.

De la manga de su kimono saca un abanico de color negro con rojo que destinado con gracia y comienzo a mover como si estuviera asiendo una danza captando la atención total de la niña que al terminar me sonríe y aplaude.

-vez así te miras más bonita.

-gracias pero creo que no tiene mucho merito veniendo de una mujer tan bella como usted.

-al contrario si yo reconozco tu belleza eso significa que es más grande que la mía.

La niña se sonrisa sonrisa mira asía bajo, la tomo del mentón y alzo su rostro.

-una niña tan bonita como tu no debe de bajar la mirada ante nadie, si no es mucho intromisión ¿por que esa mujer te estaba gritando?

-por mi culpa su pajaro favorito se escapó pero no fue mi culpa solo quería darle de comer.

-ya veo fue un accidente pero desde mi punto de vista ella tiene la culpa, las aves fueron echas para admirarse en libertad no detrás de una jaula.

-aquí estas.

Escucho la voz de la anciana que se acerca a mí pero al ver a la niña a mi lado se sorprende y ase una reverencia.

-princesa Akane ¿qué ase aqui su alteza? ¿donde esta su dama de compañía?

Eso me deja muy sorprendida, dijo princesa miro de reojo a la niña que baja de nuevo la cabeza y comienza jugar con sus dedos de forma nervios.

-es mejor que valla adentro princesa.

La niña asiente y me da una última mirada antes de irse a la casa, el resto del día ya no veo a la niña y sigo limpiando el jardín qué después de un rato es una tarea agotadora.

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