New York City, Nueva YorkAbril Hay situaciones en la vida que te cambian para siempre, y se podría decir que algo de eso es lo que me ha pasado a mi en este ultimo tiempo. A nivel profesional no hay nada que cambiaria, he conseguido mi doctorado en finanzas y la satisfacción de poder convertirme en uno de los mejores en mi rubro me lleva a sentirme un hombre sumamente feliz en este ámbito, después de todo soy el dueño de una de la empresas más importante del sector financiero a nivel mundial asique ¿Qué más podría pedirle a la vida? ¿no? Ah, si… amor… cierto, dicen que sin eso la gente no es feliz, pero el problema es que yo lo conocí y no sé si estoy muy de acuerdo con esa teoría. Enamorarme de Haizel
(Horas después)No entrar al perfil de Instagram de Haizel para saber qué hace se ha convertido en un reto para mí y la única manera de no tentarme en hacerlo, ha sido trabajar o de lo contrario ocuparme en cualquier tipo de tarea que pueda llegar a ocupar mi cabeza. Un golpe en la puerta irrumpe la concentración que tenia en la hoja de balance y respiro profundo —Adelante— Digo y al levantar mi mirada una vez que se abre la puerta, veo a Alenka. No le había prestado atención esta mañana, pero el vestido color azul que trae puesto le queda muy bien —Señor Gauthier, solo quería dejarle saber que la reserva en el restaurante es en 20 minutos— Anuncia de manera muy formal. —Gerrard, que me llamo Gerrard.— Le rec
Madrugada del 20 de abrilResulta ser que esto de los sitios web de citas puede resultar ser un poco adictivo. Ya son las 3am y yo aun sigo mirando los perfiles de las diferentes mujeres que hay aquí y, a decir verdad, me siento todo un novato en esta materia.¿Qué es lo que estoy buscando? ¿Una mujer para pasarla bien un rato? ¿Una amiga con beneficios? ¿Una novia? ¿Un prospecto de esposa?Realmente encontrar la respuesta se me hace muy difícil. Antes de conocer a Haizel, yo no tenía ningún interés en el amor. A mis cuarenta años, creía que el amor era una perdida de tiempo y estaba sobrevalorado por la gente, por eso simplemente pasaba mis noches bien acompañado cuando me era posible, y si no, los libros, las películas y mi perfecto mundo era todo lo que existía.Conocí decenas de mujeres, he estado con muchísimas de
Me la he pasado todo el día de reunión en reunión y entre medio de ellas me he escrito con Jazmín lo más que he podido, pero la verdad es que pareciera un jugador de futbol que hace tres años que no pisa una cancha y es que me siento un idiota en esta materia, o tal vez es porque no estoy acostumbrado a esto del coqueteo virtual por llamarlo de alguna manera.—Gerrard ¿necesitas algo más?— Me pregunta Alenka mientras salimos de la sala de juntas después de nuestra larga reunión con la gente de LookOut Enterprises, en la cual ella ha desplegado sus habilidades financieras y me ayudo a cerrar el negocio.La miro con un poco de dudas y es que en verdad no sé si deba o no hacerle esta pregunta, pero ese lado impulsivo mío me gana y ya es tarde para retractarme —¿Alguna vez has tenido una cita usando una de esas aplicaciones de citas?— Le cuestiono y se m
Después de mi “metida de pata” por llamarlo de algún modo, Alenka y yo salimos de la oficina y vinimos a un bar que esta a dos calles de la empresa, algo bastante conveniente para no perder tiempo en el pesado transito de la caótica ciudad de Nueva York a las seis de la tarde —¿Aquí esta bien? ¿No?— Pregunto señalando una de las mesas altas que hay al final del establecimiento y ella se sonríe.—Si, esta perfecto— Afirma y se sienta en una de la butacas mientras yo hago lo mismo frente a ella.—¿Qué tomas?— Averiguo mientras miro la carta y encoje sus hombros.—Lo que tomes tú, me da igual— Responde y sonrió.—¿Cerveza o vodka?——Mañana hay que regresar a trabajar— Contesta y reímos.—Cerveza— Decimos al unísono y sonreímos para q
Después de dejar a Alenka en la puerta del edificio donde vive cerca del distrito financiero de esta ciudad, y de preguntarme una y mil veces como es que terminamos haciendo esa apuesta; me vine directo a mi casa y entre risas conmigo mismo y mi atrevimiento, me fui quitando la ropa hasta llegar a mi cama. Estoy acá mirando al techo pensando en todo lo que hable con Alenka mientras que en mi celular llegan algunas notificaciones que me distraen y al agarrarlo de la mesita de noche y mirar la pantalla un estúpida sonrisa de adolecente se dibuja en mi rostro “match” leo tres veces con los nombres de Salma, Roxana, y Aurora.«Tal vez Alenka tenía razón…» Me digo y comienzo a cuestionarme de cuanto será el aumento de sueldo que quiere, aunque para ser sincero, preferiría que perdiera la apuesta «¿En que estás pensando Gerrard?» Me pregunto y de repente me veo pensando en ella
Siempre me he negado a ser el típico empresario que tiene chofer que lo lleve de acá para allá, sobre todo porque me gusta conducir, y en momentos como este me doy cuenta de que ha sido una muy buena decisión ya que no Alenka no se siente incomoda al ir en el mismo auto conmigo, o al menos eso parece.—Puedes poner música si quieres— Digo rompiendo el breve silencio que se formo en este lugar.—A ver… déjame ver que escuchas normalmente— Comenta y simplemente sube el volumen del radio donde suena un tango electrónico de Gotan Project —¿Y esto?— Me pregunta confundida.—Es un grupo de origen francés, se llaman Gotan Project y la canción que escuchas se llama Santa María. No sabes lo que es conducir de noche con esta canción a todo volumen— Me justifico y en vez de mirarme como si estuviera loco, ella sube el volumen y cierra l
Camino al lado de Alenka por el sofisticado restaurante que también abre desde la hora del desayuno, y puedo notar como los hombres que hay en el lugar levantan sus cabezas para centrar sus miradas en ella. Sinceramente no los culpo, ella es elegante, muy guapa y posee una figura digna de un catalogo de ropa interior, pero para desgracia de ellos, esta mujer trabaja conmigo y no es ni una modelo ni su secretaria.—Señor Gauthier— Me saluda el señor Gonzalo Echegaray poniéndose de pie para recibirme.—¿Él es el empresario?— Me pregunta Alenka mientras observa al hombre de cabello rubio, ojos grises, de cuerpo de gimnasio y algunos años menos que yo que nos saluda.—Así es, él es el dueño de E.G Fashion— Cuento y ella me mira algo sorprendida.—Es un poco joven ¿no?— Murmura.—Ya sabes como es esto ahora, sacan unas prend