Siempre me he negado a ser el típico empresario que tiene chofer que lo lleve de acá para allá, sobre todo porque me gusta conducir, y en momentos como este me doy cuenta de que ha sido una muy buena decisión ya que no Alenka no se siente incomoda al ir en el mismo auto conmigo, o al menos eso parece.
—Puedes poner música si quieres— Digo rompiendo el breve silencio que se formo en este lugar.
—A ver… déjame ver que escuchas normalmente— Comenta y simplemente sube el volumen del radio donde suena un tango electrónico de Gotan Project —¿Y esto?— Me pregunta confundida.
—Es un grupo de origen francés, se llaman Gotan Project y la canción que escuchas se llama Santa María. No sabes lo que es conducir de noche con esta canción a todo volumen— Me justifico y en vez de mirarme como si estuviera loco, ella sube el volumen y cierra los ojos mientras sigo conduciendo. Por momentos la miro a ella y otros a la carretera, y me llama la atención verla disfrutar como lo hace.
—¡Guau! ¡Tienes razón! Te dan ganas de bailar, quieres estar en un callejo bajo una farola con uno de esos vestidos que vez en las películas y bailar tango aun si no sabes dar ni un paso— Explica y sonrió.
—¿Bailaste tango alguna vez?— Indago y ella abre sus ojos y niega.
—No… ¿tú?— Cuestiona y encojo mis hombros —¿Sí?— Pregunta sorprendida y asiento —¡Tengo que ver eso! Es que no te imagino…— Comenta y me rio de lo sorprendida que esta.
—¿Crees que los hombres de negocios no podemos bailar tango o que?— Inquiero y muerde sus labios haciendo que una sensación extraña me recorra por dentro.
—No lo sé, pero es raro ¿no?— Murmura y baja el volumen de la música.
—¿Acaso tú no haces nada raro o fuera de lo común? Por ejemplo ¿Qué es lo que haces que cuando se lo cuentas a la gente se sorprende?— Indago y se sonríe.
—Cocino muy, pero muy bien— Confiesa.
—¿Qué tan bien? ¿Tipo MasterChef?— Bromeo.
—Tipo graduada de Le Cordon Bleu…—
—¡¿Qué?! ¿Cómo que eres chef profesional? Espera… ¿eres financista y chef? — Averiguo entre risas y se sonríe.
—La verdad es que cuando nació mi hija era muy mala en la cocina y supe que eso no podía seguir así, asiqué decidí tomar clases… esas clases se tornaron en un programa de dos años y bueno, el resultado fue ese— Explica y esto si que no me lo esperaba.
—Me vas a tener que invitar a comer entonces— Digo y apenas esas palabras salen de mi boca, me arrepiento una vez más como parece que ya se ha vuelto costumbre con ella —Alenka, lo siento, no dejo de decir cosas que parecen mal intencionadas contigo— Explico y ella se sonrie.
—Te entendí, no te preocupes…— Murmura y de repente el GPS me da la indicación de que he llegado al estacionamiento del lugar.
Una vez que entro, estaciono el auto y antes de bajar, simplemente me desabrocho el cinturón de seguridad y me giro un poco para poder mirarla a la cara —Alenka, siento que debo aclarar las cosas contigo porque no quiero que pienses mal de mi… es que el hecho de que yo sea el dueño de la empresa, no quiere decir que tú debas aceptar mis tonterías ¿me explico? Si en algún momento hago o digo algo que te haga sentir incomoda, perdóname, soy bastante torpe con el genero femenino… digamos que no sé bien como actuar como ustedes y contigo, no sé, digo lo que pienso y a veces me doy cuenta de que puedo llegar a meter la pata, asique desde ahora te pido perdón ¿si?— Explico y la manera que sus ojos azules se clavan en mi me hace sonreír nervioso.
—No te preocupes Gerrard, sé que no lo estas haciendo con maldad ni muchos menos con dobles intenciones. Yo también tiendo a ser muy “yo” cuando estoy contigo y sé que no debería porque al final del día, trabajo para tu empresa, pero bueno, aquí estamos ¿no?— Explica y asiento.
—Aquí estamos— Digo y mi faceta de empresario me hace volver a mirar la hora —Me encantaría seguir aclarando todo este asunto, pero nos esperan ¿vamos?— Sugiero y ella asiente.
—Vamos— Afirma y todo lo ocurrido o dicho en este auto queda a un lado cuando volvemos a ser los dos profesionales que debemos ser y sobre todo yo, quien tengo que mantener la cabeza fría para llevar a cabos los negocios que tengo por delante.
Camino al lado de Alenka por el sofisticado restaurante que también abre desde la hora del desayuno, y puedo notar como los hombres que hay en el lugar levantan sus cabezas para centrar sus miradas en ella. Sinceramente no los culpo, ella es elegante, muy guapa y posee una figura digna de un catalogo de ropa interior, pero para desgracia de ellos, esta mujer trabaja conmigo y no es ni una modelo ni su secretaria.—Señor Gauthier— Me saluda el señor Gonzalo Echegaray poniéndose de pie para recibirme.—¿Él es el empresario?— Me pregunta Alenka mientras observa al hombre de cabello rubio, ojos grises, de cuerpo de gimnasio y algunos años menos que yo que nos saluda.—Así es, él es el dueño de E.G Fashion— Cuento y ella me mira algo sorprendida.—Es un poco joven ¿no?— Murmura.—Ya sabes como es esto ahora, sacan unas prend
[GERRARD]Esa misma tardeEl reloj siempre es despiadado conmigo, las horas no me alcanzan para hacer lo que quisiera y es que después de aquel desayuno y la conversación que tuve con Alenka en el auto, volvimos a la empresa y una vez más nos comportamos como los dos profesionales que somos dejándonos consumir por las reuniones, proyectos y demás cosas, y dejando así nuestra pequeña apuesta a un lado.Estoy a punto de irme de la oficina cuando recibo un mensaje a través de la app de citas, es de Roxana y al abrirlo respiro hondo “¿Podemos vernos hoy? Es que mañana tengo que salir de viaje”Miro la hora, 6PM y veo que Alenka aun sigue en su oficina. Camino hacia allí me paro bajo el marco de su puerta y ella se me queda mirando —¿Te puedo ayudar en algo?— Me pregunta confundida.—Roxana quiere adelantar la cita a hoy porque
[GERRARD]Al llegar al lugar del encuentro, prácticamente he salido corriendo del auto como todo un cobarde para intentar evitar todo esto que me genera Alenka y que de verdad me esta asustando como nunca. De cierta manera sé que sería un error gravísimo fijarme en ella por muchos motivos diferentes, pero también supongo que estoy tan confundido que ni siquiera sé lo que siento y no quiero que ella se convierta en ese famoso “clavo” que me ayude a sacar otro clavo.Miro hacia todas partes sabiendo que ella se sentara no muy lejos de donde yo vaya con Roxana, y allí veo a la mujer de la foto de la app. Afortunadamente, no ha mentido con ello, es pelirroja, de ojos verdes y con curvas bastante pronunciadas, más de lo que se aprecia en las fotos diría yo. Disimuladamente miro hacia donde esta Alenka y ella arquea sus cejas como diciéndome “te gane”, pero la verdad es que nada est
[GERRARD]—Me gusta tu edificio— Comento cuando estamos entrando al elegante lobby completamente blanco compuesto por pisos de mármol, paredes con una textura bastante sofisticada e iluminación de ultima moda.—En teoría no es mi edificio— Explica divertida y la miro de inmediato.—Claro— Respondo riéndome de mi mismo —Pero, ya sabes a lo que me refiero.—Lo sé— Dice y una vez frente al elevador, soy yo quien presiona el botón como queriendo ganarle en este movimiento y me mira preguntándome porque he hecho esto.—Soy un caballero— Le dejo saber y mueve su cabeza de un lado hacia otro como si no pudiese creer lo que acaba de escuchar.—No se me romperán las uñas por presionar ese botón, lo hago todos los días— Me dice entre risas y una vez que las puertas se abren, ambos entramos al reduci
[GERRARD]—Tu hija es un encanto— Le digo bajito cuando regresa al salón después de haberla ido a acostar —De verdad que Alai es una niña muy dulce, inteligente, y muy bonita, tienes mucha suerte de ser su madre y ella tiene mucha suerte de tenerte como madre— Hablo con sinceridad y Alenka vuelve a sentarse a mi lado en el sofá.—Muchas gracias, la verdad es que es lo mejor que me paso en la vida, no sé que haría sin ella. No me imagino llegando a casa y no verla, es raro porque cuando quede embarazada creí que mi perfecto mundo había terminado, ya sabes, que iba a ser muy difícil encontrar un trabajo bueno, que iba a tener que dejar mi carrera, en fin, todo eso que te imaginas como mujer en una situación así, pero afortunadamente no me paso nada de todo eso— Expone.Sonrió sin dejar de mirarla mientras que habla —Era imposi
[GERRARD]Al día siguiente: 22 de abrilAnoche cuando me fui del departamento de Alenka, salí bajo la impresión de que todo estaba como siempre entre los dos, pero al caminar este pasillo mientras llego a la oficina el día de hoy, tengo la sensación de que las cosas no son tan así y es que mi mirada y la suya se cruzan, pero no tengo idea de como actuar frente a ella —Buenos días Alenka— La saludo cordialmente, pero en realidad mis instintos me gritan que me acerquen a ella, que le pregunte como se siente con lo que paso anoche y que le insinué que me encanto besarla…Ella me sonríe de manera profesional, algo que realmente no quiero y hace un leve gesto con su cabeza como dándome la bienvenida —Buenos días Gerrard, he dejado la lista de tus reuniones sobre tu escritorio, también hay una reunión importante con los accionistas de Waldior, necesitan
[GERRARD]Tengo a Alenka sentada frente a mi con sus ojos azules clavados en mi ser haciéndome decenas de preguntas por dentro que dudo que se anime a hacerme en voz alta mientras que yo pruebo un bocado del salmón que ordene. Bebo un sorbo de vino, la miro y trato de no delatarme —¿Hablaras o te quedaras callada durante todo el almuerzo?— Pregunto finalmente.—¿Te rechazo?— Indaga finalmente.—Si, digamos que me trato de ser el típico millonario que se pasea con su reloj caro y va a restaurantes buenos para impresionar mujeres y llevárselas a su cama, ya sabes, muy mi estilo… una noche cada una— Expongo sarcásticamente.—¿Y porque no te defendiste?— Averigua.Sonrió, bebo otro sorbo de mi vino y dejo la copa sobre la mesa —Porque Jazmín me hizo ganar una apuesta que tenia muchas ganas de ganar— Sent
[ALENKA]No sé como hacer para que mi corazón no lata de esta manera tan frenética que lo hace en estos momentos. Es una locura, pero desde que salimos de aquel restaurante, la mirada de Gerrard me ha inquietado de sobre manera haciendo que tenga que hacer un gran esfuerzo para no comportarme como una adolecente a la cual el chico más guapo del salón le acaba de decir que esa linda.Tratando de controlar todo este caos interior, recorro el pasillo hacia mi oficina lo más pronto que puedo y una vez que entro, cierro la puerta detrás de mi y voy hacia mi silla para sentarme allí e intento tranquilizarme un poco —¿Qué has hecho Alenka? ¿Te das cuenta de que es el dueño de todo esto? Un paso en falso y te tocara empezar de cero— Me digo a mi misma y es que tengo demasiado miedo —¿Y si solo te quiere llevar a su cama y luego de que se aburra de ti te de