[GERRARD]
—Me gusta tu edificio— Comento cuando estamos entrando al elegante lobby completamente blanco compuesto por pisos de mármol, paredes con una textura bastante sofisticada e iluminación de ultima moda.
—En teoría no es mi edificio— Explica divertida y la miro de inmediato.
—Claro— Respondo riéndome de mi mismo —Pero, ya sabes a lo que me refiero.
—Lo sé— Dice y una vez frente al elevador, soy yo quien presiona el botón como queriendo ganarle en este movimiento y me mira preguntándome porque he hecho esto.
—Soy un caballero— Le dejo saber y mueve su cabeza de un lado hacia otro como si no pudiese creer lo que acaba de escuchar.
—No se me romperán las uñas por presionar ese botón, lo hago todos los días— Me dice entre risas y una vez que las puertas se abren, ambos entramos al reducido espacio que combina perfectamente con el resto del lugar.
—Sé perfectamente que no se te romperán las uñas, primero que nada, porque son naturales, algo que me agrada mucho, y debo decir que son muy lindas… y segundo, porque sé que eres una mujer fuerte, pero todo eso no importa, puedo seguir siendo un caballero ¿no lo crees?— Le pregunto mientras que la veo apoyando su espalda contra la pared.
Me doy cuenta de como ella se mira las manos y no entiendo que es lo que le pasa —¿Cómo has sabido que son naturales? Las tengo pintadas de rojo y podrían ser de acrílico tranquilamente— Comenta y por alguna razón sus palabras me hacen reír.
—Es muy fácil, ya te he visto con dos colores diferentes en estos días y una persona con uñas acrílicas no se cambia de color o diseño casi a diario— Expongo y ahora es ella quien ríe.
—Eres demasiado observador— Murmura cuando las puertas se abren en el piso que ella vive.
—Si tengo el éxito que tengo, es precisamente por eso Alenka… siempre estoy al pendiente de todos los detalles y trato de sacarle el mejor provecho— Me defiendo.
—¿Y que provecho le sacas al observar mis uñas?— Indaga mientras que busca sus llaves y vamos caminando por el pasillo y yo sigo cargando la pizza como todo un buen camarero.
—Conocerte mejor y saber con quien estoy trabajando ¿no lo crees?— Le pregunto y me mira fijamente.
—Lo creo— Es lo único que responde para luego abrir la puerta.
Ella es quien entra primero y luego yo sigo sus pasos viendo que incluso su departamento combina con su elegante personalidad y me quedo sorprendido al ver lo moderno y sofisticado de su decoración en tonalidades grises y blancas con pisos de madera y hermosa vista de la ciudad de Nueva York a través de los cristales que van del techo al piso por toda la pared final.
—¡Mami!— Escucho que gritar y de pronto veo a una preciosa niña de cabello rubio al igual que Alenka y su mismo color de ojos que corre hacia ella.
—¡Princesa mía!— Le responde ella mientras se agacha para alzarla entre sus brazos y luego la llena de besos y la mira —¿Cómo te has portado hoy con Samantha?— Le pregunta cuando una mujer de cabello oscuro y ojos del mismo color se acerca a nosotros y nos sonríe.
—Muy bien mami, dibujamos, vimos tele… bailamos…— Explica la niña un poco tímida y me mira.
—Que bueno.—
—Se porto muy bien hoy— Habla la mujer.
—Muchas gracias por todo Sam, tu pago ya esta en el banco, de verdad que eres un sol— Le explica Alenka.
—Es un placer para mi cuidar a esta princesa, ella es un amor— Comenta y acaricia su mejilla.
—Él es el señor Gauthier, es mi jefe— Nos presenta y sujeto la pizza con una mano para estrechar la otra con la niñera de Alai.
—Un gusto conocerla—
—Igualmente— Dice y mira a Alenka —¿Necesita algo más?— Le pregunta.
—No, muchas gracias, mañana a la misma hora ¿si?— Le pide y asiente.
—Por supuesto— Responde y sin más se marcha.
—¿Él es tu jefe mami?— Pregunta la pequeña mientras que me mira.
—Asi es princesa, él es mi jefe y vino a comer pizza con nosotras ¿Qué dices?— Le cuenta mientras la baja al suelo.
—No es mayor… ¿Cuántos años tienes?— Me pregunta haciéndome reír y Alenka me mira como pidiéndome disculpas.
—No pasa nada…— Le digo y me agacho frente a la niña —Tengo 40 ¿y tú?— Pregunto, aunque ya lo sé.
—Cuatro— Responde y me muestra sus cuatro deditos haciéndome sonreír.
—Ya eres grande ¿no?—
—Tú eres más grande…— Murmura y mira la caja de pizza —¿Es de peperoni?— Indaga y a asiento.
—Si, y de esa pizzería que te gusta tanto, bueno eso me dijo tu mami ¿te parece si comemos?— Le propongo y asiente con una enorme sonrisa tatuada en su rostro —Vamos entonces— Digo poniéndome de pie y al hacerlo me sorprendo cuando ella me toma de la mano como si me conociera de toda la vida para llevarme a su ritmo por el departamento.
[GERRARD]—Tu hija es un encanto— Le digo bajito cuando regresa al salón después de haberla ido a acostar —De verdad que Alai es una niña muy dulce, inteligente, y muy bonita, tienes mucha suerte de ser su madre y ella tiene mucha suerte de tenerte como madre— Hablo con sinceridad y Alenka vuelve a sentarse a mi lado en el sofá.—Muchas gracias, la verdad es que es lo mejor que me paso en la vida, no sé que haría sin ella. No me imagino llegando a casa y no verla, es raro porque cuando quede embarazada creí que mi perfecto mundo había terminado, ya sabes, que iba a ser muy difícil encontrar un trabajo bueno, que iba a tener que dejar mi carrera, en fin, todo eso que te imaginas como mujer en una situación así, pero afortunadamente no me paso nada de todo eso— Expone.Sonrió sin dejar de mirarla mientras que habla —Era imposi
[GERRARD]Al día siguiente: 22 de abrilAnoche cuando me fui del departamento de Alenka, salí bajo la impresión de que todo estaba como siempre entre los dos, pero al caminar este pasillo mientras llego a la oficina el día de hoy, tengo la sensación de que las cosas no son tan así y es que mi mirada y la suya se cruzan, pero no tengo idea de como actuar frente a ella —Buenos días Alenka— La saludo cordialmente, pero en realidad mis instintos me gritan que me acerquen a ella, que le pregunte como se siente con lo que paso anoche y que le insinué que me encanto besarla…Ella me sonríe de manera profesional, algo que realmente no quiero y hace un leve gesto con su cabeza como dándome la bienvenida —Buenos días Gerrard, he dejado la lista de tus reuniones sobre tu escritorio, también hay una reunión importante con los accionistas de Waldior, necesitan
[GERRARD]Tengo a Alenka sentada frente a mi con sus ojos azules clavados en mi ser haciéndome decenas de preguntas por dentro que dudo que se anime a hacerme en voz alta mientras que yo pruebo un bocado del salmón que ordene. Bebo un sorbo de vino, la miro y trato de no delatarme —¿Hablaras o te quedaras callada durante todo el almuerzo?— Pregunto finalmente.—¿Te rechazo?— Indaga finalmente.—Si, digamos que me trato de ser el típico millonario que se pasea con su reloj caro y va a restaurantes buenos para impresionar mujeres y llevárselas a su cama, ya sabes, muy mi estilo… una noche cada una— Expongo sarcásticamente.—¿Y porque no te defendiste?— Averigua.Sonrió, bebo otro sorbo de mi vino y dejo la copa sobre la mesa —Porque Jazmín me hizo ganar una apuesta que tenia muchas ganas de ganar— Sent
[ALENKA]No sé como hacer para que mi corazón no lata de esta manera tan frenética que lo hace en estos momentos. Es una locura, pero desde que salimos de aquel restaurante, la mirada de Gerrard me ha inquietado de sobre manera haciendo que tenga que hacer un gran esfuerzo para no comportarme como una adolecente a la cual el chico más guapo del salón le acaba de decir que esa linda.Tratando de controlar todo este caos interior, recorro el pasillo hacia mi oficina lo más pronto que puedo y una vez que entro, cierro la puerta detrás de mi y voy hacia mi silla para sentarme allí e intento tranquilizarme un poco —¿Qué has hecho Alenka? ¿Te das cuenta de que es el dueño de todo esto? Un paso en falso y te tocara empezar de cero— Me digo a mi misma y es que tengo demasiado miedo —¿Y si solo te quiere llevar a su cama y luego de que se aburra de ti te de
[GERRARD]Su boca podría convertirse en centro de todos mis sueños y fantasías, besarla definitivamente es adictivo y no quiero parar, pero mis pulmones me exigen tomar aire y al hacerlo sonrió sobre sus labios —Eres adictiva Alenka Zielinski— Susurro sobre sus labios y sonríe en respuesta.—Y tu eres un tramposo Gerrard Gauthier— Murmura y clava esos ojazos azules en los míos haciendo que me de cuenta de todo lo que realmente me esta pasando con ella.Me la quedo viendo y de manera instintiva llevo mis dedos a su cabello rubio como el sol y los enredo en este deslizándolos hasta su final y ella me mira con dudas tratando de entender lo que me ocurre —¿En que momento has despertado todo esto en mi? Es que te juro que yo llegue a casa destruido por todo mi pasado y de repente apareces tú y haces que tenga ganas de mirar al futuro, que todo lo que pase pareciera no haber e
[GERRARD]Al día siguiente: 23 de abrilPodría hacer una colección con mis noches de insomnio y es que en realidad mi vida entera es una montaña rusa constante donde muchas situaciones me llevaron al limite hasta el punto en que dormir era casi un lujo. Siempre pensé que la vida de un empresario como yo estaba destinada a noches como las de anoche a causa de las preocupaciones, de lo difícil que es volver a la tranquilidad después de un día lleno de reuniones como los que suelo tener, pero me equivoque. También puedo sufrir de insomnio por no dejar de pensar en una mujer ni en los besos que ella me dio.Di vueltas en la cama toda la noche pensando en ella, en lo que me pasa cuando la tengo cerca y no puedo creer que una mujer me este haciendo sentir como un adolescente una vez más, de verdad que había dado por perdidos esta clase de sentimientos. Aún con poca energía y tod
[GERRARD]Un par de horas despuésSon muy pocas las ocasiones en las que he trabajado con alguien en la oficina que tengo con alguien, normalmente este sitio cumple la función de evitar que yo salga de mi casa cuando se me da por trabajar a altas horas de la noche o los fines de semana, algo que no estuve haciendo desde mi regreso de Viena, asique se podría decir que el hecho de saber que Alenka esta de camino me tiene extremadamente nervioso y no porque trabajaremos juntos precisamente.—Señor ¿hay algo más que necesite?— Me pregunta Fabiola antes de irse y niego.—No, si la casa esta limpia y ordenada, todo esta bien— Respondo sonriente y ella asiente.—Todo esta tal y como a usted le gusta——Gracias, eres increíble. Solo para que sepas, ayer ya he hecho el pago de la matricula de tu hijo ¿de acuerdo?— Le informo y me encan
[GERRARD]No sé muy bien si tener a Alenka trabajando aquí en casa ha sido la decisión más sabia de mi vida, pero tampoco tenía muchas opciones. Estamos sentados en lados opuestos de la medianamente grande mesa de juntas que tengo en esta oficina de la casa mientras analizamos los datos financieros de los clientes, y por mi parte no hago más que distraerme con ella. Observa los datos, agarra su bolígrafo, toma notas en su libreta y luego vuelve a mirar a la pantalla —Creo que es hora de que el señor Richie invierta en otro mercado— Me informa —Necesita diversificarse— Continua y levanta su mirada encontrándose con la mía. Al darse cuenta de como la miro, ella se queda callada y entrecierra sus ojos —¿Ocurre algo?— Inquiere finalmente y sonrió.—Ocurre que nunca en mi vida sentí que una mujer que me gusta tanto como tú